No requerimos de adivinación del futuro, si comprendemos que según el desempeño presente así nos marcará el futuro, esto es actuando en Justicia, honestidad, bondad y misericordia el cúmulo de acciones obtenidas será  todo lo requerido en lo Espiritual y material para adelantar nuestro propósito de vida.

Por el contrario hemos elegido la deshonestidad, soberbia, violencia y mezquindad como acostumbra la mayoría,  el cúmulo obtenido languidece  nuestra vida en todo ámbito y las adversidades, angustias y sobre saltos propiciados con nuestras acciones tapizarán nuestro presente y futuro sino somos capaces de rectifica nuestro proceder hacia la obtención de vida abundante que no es el plano material.

La influencia del medio que elegimos o nos rodea, determina nuestro hablar, forma de pensar y  actuar con lo cual metas y objetivos variará conforme a nuestra percepción de la vida obtenida a través del desempeño ordinario.

No esperemos llegar a semejante situación si podemos mejorar en camino a la sinceridad, verdad y honestidad que es prolongación de vida, aunque esto no es lo común por la mayoría de personas y nos encontraremos con obstáculos.

La perseverancia o constancia es continuar a pesar de los obstáculos presentados en el desarrollo de lo que no es ordinario.

La influencia del medio que elegimos o nos rodea, determina nuestro hablar, forma de pensar y  actuar con lo cual metas y objetivos variará conforme a nuestra percepción de la vida obtenida a través de una experiencia de vida.

No esperemos llegar a semejante situación si podemos mejorar en camino a la sinceridad, verdad y honestidad que es prolongación de vida aunque esto no es lo común por la mayoría de personas y nos encontraremos con obstáculos.

La perseverancia o constancia es continuar a pesar de los obstáculos presentados en el desarrollo de lo que no es ordinario.

Existe una inclinación al practicar deshonestidad donde es difícil decidir operar dentro de la rectitud más no imposible.

Existen personas que la deshonestidad son impresas desde la matriz, que para variar de actitud es necesario un toque Divino por medio de una experiencia de muerte.

Perro que come huevos, ni a palazos deja de injerirlos.

Nos acostumbramos a considerar normal y bueno lo que en esencia es maligno y no viable en mostrar como estilo de vida digno para obtener vida abundante.

Corremos en aprobación y tolerancia con los que practican deshonestidades, injusticias dando rienda suelta a nuestras apetencias sin el menor discernimiento de lo que conduce a vida abundante evidenciado por larga vida, carencia de angustia.

Con nuestro silencio ante prácticas deshonestas es aprobación a continuar con la injusticia, callamos por convencía pero mejor es valorar la convencía de nuestro silencio.

Nos guiamos por la apreciación de nuestros ojos, sin considerar el aspecto Espiritual donde se desarrolla la abundancia de vida que nada tiene de relación con lo visual, sino más bien con el desarrollo de las consecuencias Espirituales, conforme a nuestras acciones dentro de lo que es Justicia, honestidad, bondad es claro que estos atributos de carácter son obviados a fecha.

Por eso languidecemos en todo momento en cuanto a tranquilidad salud y nos atrapan vicios y adicciones como consecuencias, de hábitos libertinos donde consideramos que libertad es hacer lo que nos parezca bien, y resulta que actuando así, terminamos atados por nuestro desempeño fuera de honestidad como el egoísmo que es la razón de tantos males.

Entonces libertad es actuar dentro de los parámetros de vida abundante y no alargar nuestra mano a lo popular si esto no muestra Justicia, bondad y rectitud.

Todo mundo verdad deja de practicar bondad, misericordia al recibir la primera acción que estimamos ofensiva, cuando deberíamos combatir el mal con el bien proceder de nuestra parte para no acrecentar la malicia y dar evidencias que nuestro actuar no es el mismo del que ha decidido operar en malicia.

Lamentable mente tomamos la postura de devolver la acción intensificada en malicia y no damos lugar al restablecimiento y vindicación de quien decidió operar en injusticia según nuestra apreciación, sería bueno tomar interés sano, no por morbo o chisme causales que condujeron  a la elección de la maldad del ofensor y si este muestra alguna magnitud de arrepentimiento.

Es sana la estimación porque cada uno recibe de la acción ofrecida a los demás.