Algo deberemos alinear para recibir lo pedido, nuestra confianza y fe así, como nuestras acciones dentro de la Justicia y bondad. Dios escucha a los que se complacen en practicar sus normas de conducta. De no ser así, podría lacerar mí cuerpo clamando por mi prójimo y nada ocurrirá.

Como en este tiempo todo es personal pues bien, como desempeñemos nuestras actuaciones así, será nuestra existencia sobre la tierra. Con mezquindad al mezquino, con injusticia al injusto, con mentiras al mentiroso.

En el momento de otorgar algo preferido, es aquel que posee recursos antes que aquel que es carente, pero olvidamos que las bendiciones llegan del agradecido que por lo regular es del carente.

 Cuantas veces se ha despreciado, nuestro obsequio cuando es dirigido al que posee los medios económico, no obstante nos empecinamos creyendo, que ganaremos simpatía cuando lo cosechado es lo antagónico.

Es mejor, tener presente al que no puede responder retribuyendo, nuestras acciones para tener las bendiciones del que ayuda al pobre que se conduce con rectitud.

La verdadera libertad es ejercida, bajo lineamientos a acatar que impida caer en descontrol. Lo ejercido como libertad hoy realmente, es absoluto exceso conducente al descontrol. Si preguntas a personas de vida disipadas dirán que se obtiene vacuidad en todo sentido.

 Encontrar ecuanimidad de vida no es asunto económico, sino de actuación dentro de la Justicia, bondad y verdad. Los frutos pueden tardar o no, pero los tendremos para disfrute bajo esta tónica.  

Con gran, ahínco en el camino de la injusticia y perversidades así, procuramos la obtención de dinero. Desconociendo que el efecto del dinero injusto, es para nuestra destrucción por desarrollar un carácter perverso. Ya que la injusticia requiere más injusticia.

  Quieres conocer el verdadero carácter de un hombre permite a sus manos tener un poco de poder en lo laboral, económico, o intelectual y tendrás además, que es la misma metamorfosis de conducir pero a escala superlativa.

Es necesario alinearse u obedecer a la Justicia, honestidad, verdad y bondad Divina, antes que a nuestras ínfulas creadas por nuestro ego. Donde el sentir de la sociedad hace pasar por derechos. En muchos casos, tomamos atribuciones que creemos tener derechos, realmente son falsas creencias, pero no las queremos reconocer.

La humildad no pasa por ínfima actitud, sino por aceptar operar en lo requerido, para salir avante en esta vida. La única manera efectiva es en la práctica de Justicia de manera que, siempre la Justicia es una persona. 

Dar de gracia lo que de gracia, hemos recibido de manera que activemos la abundancia demostrando, por lo tanto que, recibimos para compartir con el necesitado que se desempeña con rectitud, y no para retener aumentando la avaricia y mezquindad. El único problema es que la caterva de injusticias impide recibir algo favorable, que edifique en el reino de la Justicia.

Deberemos alinear nuestros actos a la Justicia, para evidenciar que buscando practicar Justicia, bondad y verdad  recibiremos lo requerido, Cristo dijo “busca primero el reino de Dios, que lo demás vendrá por añadidura”.

Se estime o desestime, este parece ser  el propósito del debacle económico, encaminar hacia la Justicia.

Lo más raro en este tiempo es compartir, esto es, proveer a los menesterosos que con rectitud se desempeñan. Somos proclives a favorecer con lo mejor aquel que nos puede retribuir, sin embargo no movemos ni lo más endeble para socorrer un menesteroso. ¿Hemos olvidado que el que ayuda al menesteroso ayuda a Dios?

 Por demás es que se asista y se escuche de una religión, de manera que lo escuchado no se torna parte de nuestro estilo de vida que debe sustentar la Justicia.

Deseamos encontrar oportuno socorro, no cerremos nuestros iodos a quien podemos ayudar.