martes, 28 de agosto de 2012


Incauto.- alguien que no es precavido en como sus decisiones afectarán en el presente y futuro su estilo de vida, por los frutos originados de su decisión.
A fecha  se toma el lado extremo para desconfiar de todos, dejando de actuar con justicia, verdad y rectitud, por la atención de como los demás se comportan, cuando lo verdadera mente importante para nuestro transitar de vida es como deseamos transformar el panorama por el cual viajamos en esta vida cielo o infierno: Cielo.- Marcado por la paz, abundancia, larga vida, infierno.- Donde la angustia, la carencia no falta y nuestros proyectos de vida constante mente son frustrados.

Independiente mente que creamos o no en algo Superior Creador de cielos y tierra, siempre estará latente la decisión para el acceso a frutos de vida, que manifiesten ser merecedores de larga vida en plenitud y paz, consecuencia de la justicia.
Solo basta ser determinante en cuanto a la justicia, rectitud y verdad practicada como cimiento de  carácter de vida y abandonar todo lo que nos orienta a abandonar esta convicción, como la mentira, robo, rapiña y violencia parase imposible sobre todo cuando préstamos, mayor interés a lo que nuestras apetencias personales nos dictan como necesarias.
En esta vida de calificación, que determina ser merecedores de vida prolongada en abundancia, cada uno decide por la magnitud de justicia, verdad y bondad expuesta en nuestras acciones diarias denominado carácter.

Inteligencia.- Llegar al conocimiento de un procedimiento manteniendo latente la información.
Sabiduría.-  Tener la comprensión de cómo y cuándo aplicar lo obtenido como conocimiento,  aplicando el cúmulo de información en la circunstancia adecuada.
De forma quimera podríamos, definir en vida diaria la sabiduría aunque en términos prácticos es más simple y más esenciales, para recibir frutos dignos de una vida consecuentes a un carácter justo, verdadero, lleno de bondad que nos proveerá de paz, larga vida, abundancia consecuencias de estar viviendo dentro del propósito para el cual fuimos puestos en este tiempo y espacio.
En resumen si decidimos que nuestras acciones diarias quieran ver que, la rectitud, honestidad e integridad son lo marcado para llevar adelante una vida aprobada, ignorando el dictado social que siempre tiene por bueno lo malo, por no tener lo bueno para comparar hasta que decidamos ser modelo de lo real mente bueno.

La actitud mayoritaria ante una  amonestación es reaccionar violenta mente abierta mente o disimulada mente, pero no gramos asimilar y mucho menos comprender, que ese llamado es para corregir nuestro carácter y no para molestarnos o denigrar nuestra persona, dependiendo de la forma como se nos amoneste.
Hoy no existe casi quien tenga la madurez Espiritual, para (amonestar), que significa poner en la mente, ya es responsabilidad del receptor practicar o abandonar la observación esto dependerá de como en verdad se emitió  la corrección.
De poder amonestar a otros, libraremos nuestra alma ya sea que nos escuche o no, dejando caer al suelo las estimaciones.

La cantidad de conocimiento que hoy podemos procurar, de diverso tema es muy amplia, tanto que ya en breve se medirá nuestro potencial no por lo económico y material sino por el empleo de nuestro conocimiento que conforma nuestra sabiduría.
Entre más compartimos nuestro conocimiento, más retribución recibimos acrecentando nuestro dominio de algo específico, y en una de esas podemos decidir expresarnos con propiedad entre nuestros semejantes actuando justa, verdadera y misericordiosa mente.
Claro para llegar a este grado de actuación deberemos experimentar algo dramático en carne propia, por el momento la misma maldad de nuestro desempeño diario nos impide ver lo bueno según El Todopoderoso

Las correcciones que recibimos como pago de nuestras acciones, no siempre son bien recibidas, porque no agregamos a las acciones realizadas justicia, verdad, bondad y misericordia.

Las correcciones pueden manifestarse de muchas maneras, solo debemos tener discernimiento.
 De lo que es bueno y malo en realidad.

A fecha tonamos como bueno, todo lo que nos beneficia sin considerar la justicia y rectitud, con la cual obtenemos nuestro fin deseado.

Tal vez dentro de un caso fortuito este nuestra lección de vida, cuidemos que la maldad no ciegue

Nuestra percepción de lo justo, la insensibilidad de lo bueno, proviene de la práctica habitual de la maldad con que hoy se acostumbra mover la sociedad.

La gran mayoría deposita su confianza en dinero,  relaciones sociales, trabajos, tareas, ídolos religiosos, todo en conjunto es idolatría; que quita el primer lugar que debe ocupar los principios que generan vida como la justicia, verdad y misericordia.
Los frutos y consecuencias de nuestras acciones son mayoritaria mente las que generan muerte, por el cúmulo de acciones injustas, falsas y mezquinos.
Y como no decidimos ser modelo de vida, que genere vida abundante y pacifica accionando dentro de la justicia, no seremos capaces de cambiar la programación de nuestro estilo de vida aun lo quiera un grupo cercano, todo esta en si nosotros decidimos cambiar.

La idolatría de estos tiempos no se limita a imágenes de santos, vírgenes etc. Sino abarca a todo lo que anteponemos, en el primer lugar que debe tener Dios por medio de un estilo de vida que marca la justicia, verdad y misericordia en nuestra vida, como trabajo, hábitos etc.
Dado que las condiciones de esta sociedad están inclinadas para actuar antagónica mente, al estilo de vida justo y que las multitudes de acciones injustas,  siegan nuestra comprensión y discernimiento de poder distinguir entre lo bueno y malo según nuestro Creador, y no nuestros mezquinos intereses.
Tenemos como consecuencias del abandono del estilo de vida justo, la multitud de frutos que nuestras propias decisiones provocan, que ha día podemos ver por doquier falta de misericordia, comprensión por el dolor del prójimo que es la insensibilidad, por todo esto vivimos menos, nuestro salario se nos va como agua en las manos, y no caemos en cuenta que mejor es lo poco con justicia, de  forma injusta solo angustias y sufrimientos logramos. 

La ira de Dios no es enojo, molestia y violencia sino justicia, manifestada en las consecuencias de nuestros procederes con sus frutos respectivos.
Por esto el único responsable directo de lo que nos acontece en esta vida, es directa mente proporcional a nuestro desempeño acorde a la justicia, verdad y misericordia.
De nada sirve los ritos, esfuerzos humanos y demás como asistencia o no a templos y memorización de letanías si no practicamos diaria mente aquello que debería ser nuestro desempeño idóneo.
A fecha ponemos a nuestra espalda lo justo, verdadero y lleno de bondad, recibiendo el fruto de estas acciones sin comprender y  rectificar, nuestro proceder por la simple razón que no contamos con modelos de vida en rectitud, y lo que si venos es lo inverso que logra programar nuestra conducta.

La limpieza de nuestro carácter de lo que no es justo y verdadero se ejecuta cuando decidimos probar los frutos originados para vida que solo rinde la justicia, verdad y misericordia, esta decisión por lo regular viene acompañada de alguna situación donde nuestra vida y confort se ve comprometido, casi nade  presta atención a los otros llamados hasta el tercero.
Accionar para vida es operar diaria mente nuestras acciones bajo la dirección de la Justicia Divina,  porque de otra forma es operar para muerte con angustias, adversidades y ausencia de paz.
Lo rescatable de esta encrucijada es que la decisión es nuestra y respetable por el que todo lo puede.
Lo único y más importante es ver hacia donde dirigiremos nuestros pasos.

La misericordia es apreciada recibirla, precisa mente cuando anhelamos ser auxiliados, de alguna situación que compromete nuestro confort o salud.
Mas no caemos en cuenta que solo podemos ser objeto de misericordia, cuando  nosotros mismos hallamos ofrecido a otros misericordia, por eso hoy no vemos mucha rectitud, honradez, e integridad y verdad por las calles manifestada.
Porque todo el tiempo estamos atento para copiar de otros su proceder falto de estos atributos, esperando que otros nos hagan objetos de estos valores más, no llegan por la simple razón que nosotros jamás ofrécenos a otros estas acciones de vida, recordemos que el pervertido en acciones al propósito de nuestra creación, esta por decisión propia destinado a  ir defraudando y siendo defraudado.

La misericordia ofrecida a nuestros semejantes, es la acción que nos proveerá frutos de bienestar para el momento oportuno de nuestro requerimiento diario.
Porque todos de una u otra forma tendremos que enfrentar, dificultades en nuestro diario vivir según nuestro actuar justo o injusto hacia nuestro Hacedor y hacia nuestros semejantes, será el grado de adversidad que nosotros mismos acumulamos sobre nuestra cabeza.
Es regular que ante adversidades cotidianas preguntemos ¿por qué nos pasa eso?
Cuando deberíamos analizar ¿cómo estamos portando nuestra vida ante los demás? que llegamos a acumular ese tipo de retribución sobre nuestra cabeza.
Es difícil que por cuenta propia analicemos y decidamos corregir lo incorrecto de nuestra vida, será necesario la intervención Divina sin recurrir a santos, vírgenes, fetiches u otros.

La opresión, el temor, terror,  escases, adversidades, carencias y todo mal, es alejado de nuestro entorno con la justicia.
Pequeño detalle que no estamos mentalizados para operar en lo recto, verdadero y bondadoso hacia los que pueden o no retribuir la acción ofrecida, en gran escala atendemos a los que pueden retribuirnos no creamos que esto es bondad, lo justo no es lo que según nuestro padecer y conveniencia merece, sino justo es lo que una conciencia no contaminada por procederes mezquinos, puede discernir como procedente de lo Alto de origen Divino.
No existen lideres Espiritual mente, todo el que desee puede alcanzar madurez Espiritual para operar con una conciencia avispada contra contaminaciones diarias

La perseverancia se distingue de la obstinación, por el propósito final buscado y como lo pretendemos obtener, recordemos que la rectitud, veracidad y bondad, son atribuciones que nos darán siempre paso libre a lo que deseemos emprender, culminando con grande ganancia.
Es muy realista que no veamos eso hoy, pero solo basta que nos decidamos actuar de esta manera para ser de ejemplo a otros, paso a paso de acciones diarias transformaremos el medio donde nos desempeñemos a un ambiente mejor.
De los que atiendan a este llamado de vida abundante, dado que el insensato se recrea en la maldad que es la injusticia, mentira y mezquindad, más el que procura el bien le es fácil buscar el bien al  propósito de creación.

La pregunta de muchas veces es ¿a quién decidimos agradar? con nuestras acciones diarias no cabe duda que, en primer lugar optamos por nuestro propio bienestar y nada más importando poco el daño a nuestros semejantes en la obtención del que consideramos nuestro bien.
Si abandonáramos este egocentrismo y ampliáramos nuestra visión de vida para actuar con justicia, verdad y bondad diaria mente comprobaríamos que mejor es actuar así que como en día nos comportamos.
Llegar a esta decisión no escosa fortuita, deberá contener algo de la mano de nuestro Creador; identificable como supuesta adversidad que da origen a que enmendemos nuestro proceder si deseamos  o solo veremos dolor, angustias y desespero.

La sabiduría y comprensión de un tema en especial, proviene del ímpetu con que deseemos inquirir de ese tema  y estilo de vida elegido, con el cual aprobamos o no, ser merecedores de esa capacidad..
Mayor mente del que otorga la destreza en nuestro ser  es el ímpetu recibido, cuando nuestros actos agradan a nuestro Creador, que nos identificará como gente obediente  a sus reglas de oro.

La señal de que existe algo que rectificar de nuestro carácter diario de vida, suele ser por una adversidad, donde se llega al limite para que la única salida sea el apego a la justicia, verdad y misericordia.
De nosotros dependerá el grado de sufrimiento que padeceremos, más el dolor es seguro que tendremos solo nuestra visión Espiritual nos proveerá fuerzas para superar toda situación,
Porque el que busca agradar al Todo poderoso en acciones diarias, todas las cosas le ayudan a  bien.
La consigna para una vida bien administrada es practicar diaria mente la justicia, verdad y bondad, porque dice busque primera mente el reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura.
Entonces la mayoría se maneja a la inversa, porque primero busca la añadidura como los religiosos que cobran por lo que han recibido de gracia.

La única manera de testificar a los que nos rodean,  respaldando nuestras convicciones Espirituales es practicando diaria mente la justicia, verdad y  misericordia.
Esto nos asegurará que Dios esta en medio de nuestro transitar, confirmado por los frutos favorables recibidos al propósito de nuestra Creación.
Alejémonos de toda idolatría, desobediencia e impiedad que a fecha se ridiculiza  conduciéndonos al engaño, de que lo injusto, falso y mezquino es mejor, y no llegamos a considerar los frutos que generan  este estilo de vida, que conduce nuestra vida a la decadencia.

La verdadera contaminación que nos esta destruyendo desde el interior es la que proferimos ya sea con palabras vanas, altisonantes y vulgares debido a lo que cada uno tiene en su interior de eso refleja, en todo momento en expresiones cotidianas.
En  malos pensamientos hacia alguien especifico o no, homicidios (físico  moral), adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, difamaciones.
No restemos importancia a la que provocamos exterior mente que daña el ecosistema  donde vivimos pero no tan directamente como lo primero.
Si tomamos en cuenta lo anterior tal ves decidamos mejorar nuestra calidad de vida.
   

Las adversidades tienen el propósito de enmendar, rectificar considerar nuestro actual proceder, para empezar a actuar diaria mente dentro de la justicia, verdad y bondad, por si deseamos de lo contrario solo dolor y sufrimientos padeceremos dentro del menor padecimiento.
Debido a que cada uno recibe frutos de vida, según las obras manifestadas por nuestro estilo de vida comprendido con nuestro hablar, pensar y actuar.
La forma más sencilla de mejorar nuestro hablar es ampliar nuestro vocabulario leyendo para expresar mejor nuestras ideas abandonando toda expresión que denota vulgaridad y bajo coeficiente intelectual, que ante los ojos de  nuestros semejantes nos inhibe poder alcanzar mejores posibilidades.

Las circunstancias diarias nos dirían, de disponer nuestro corazón a percibir lo recto, justo,  verdadero y lleno de bondad.
Que Dios esta buscando obediencia en el cumplimiento de sus preceptos que proveen vida abundante y prolongada para otorgar el pago correspondiente a la acción ejecutada dentro de lo justo y verdadero.
La vida nos fuera tan viable si nos apegáramos a practicar lo que se nos dijo que produce vida.

Las consecuencias de nuestra elección entre toda circunstancia de la vida diaria, pueden ser de diferente grado de afectación o benevolencia a los propósitos donde incluimos justicia, verdad y bondad.
No atribuyamos despropósito al destino o a  ante adversidades dado que nosotros decidimos tener vida abundante, vida longeva y satisfacción en todo ámbito de la vida.
Con la práctica diaria de la justicia, veracidad y libre de egoísmo.
Recordemos que el origen de toda acción torcida a los preceptos que originan vida, es  ver nuestro propio bien y conseguirlo a todo costo por medio del egoísmo. Que dará origen a la avaricia, violencia y toda clase de rapiña.


Las cosas fácil mente identificable dentro de una situación diaria, nos conduce a valorar a tales personas en sus motivaciones que los impulsa a actuar de esa forma respecto a nuestra persona.
Más nunca logramos ver nuestro desempeño y tampoco queremos, por evidente que estos errores sean para nuestros semejantes.
Es humilde y sabio de nuestra parte, atender las reconvenciones que traen a nuestra persona prudencia, justicia, verdad y bondad.
Las cosas que no identificamos ó no queremos identificar,  se volverán visibles solo con iluminación Divina y disposición nuestra.

Las cosas no siempre suceden según nuestra lógica y apreciación sino más bien según el propósito verdadero, lo justo, carga de bondad  e integridad empleado en la realización de la obtención de dicho fin.
Por ello cosas tan simple se nos complican, si operamos alejados de lo justo y viceversa, si operamos en de bondad y rectitud, tareas de apreciación imposible o difícil se nos vuelven sencillas.
Sería inteligente de nuestra parte considerar accionar por lo fácil, pero lo complicado es determinar hacerlo cuando por doquier somos constreñidos por la sociedad y el egocentrismo  en la mentira de que lo fácil es lo procedente del robo, mentira e injusto. Cuando  la calidad de vida nos muestra que esta es la forma difícil.

Las cosas que ofrecemos a otros son bien vistas, por quien puede otorgarnos el pago correspondiente a la verdadera motivación de nuestro corazón, con que se origino tal acción.
No todas las veces damos con bondad sincera, sino a veces por compromiso social, obligación, manipulación etc.
La única forma como recibiremos pago mejor que el ofrecido será cuando damos por pura bondad sin interés buscado.
Si deseamos ser compensados por nuestro desprendimiento de algo, mejor es que usemos de bondad. 

Las cosas que testifican hacer lo recto y justo, siempre tienen que ver con el grado de justicia y verdad que empleamos a diario y no tanto con lo que son nuestros deseos; claro esto último es consecuencia de la calidad de lo que a diario estamos considerando en nuestro corazón por eso se dice que de la abundancia del corazón habla la boca.
Como estamos sometidos a chismes, murmuraciones, palabrerías vanas, y desestimamos conversaciones edificantes, correcciones de buen empleo de palabras.
A lo que mayor mente nos inclinamos de eso se llenará nuestro corazón y hoy por eso nos vemos entre tantos injustos que toman la rectitud como algo nefasto y raro.

Las fragancias de nuestro carácter, son las que identifican la capacidad que podemos obtener en nuestras acciones diarias, tales como confianza, respeto, facilidad otorgadas.
Estas fragancias que se desprenden de nuestro hablar, modo de comportarnos ante posibles proyectos que prueban nuestra ambición, egoísmo y demás es lo que nos hará ganar o perder en lo material y Espiritual.

Las practicas evidentes de la sociedad, que acarrean los frutos hoy palpado y no gustan los resultados.
Ojos altivos con actitudes, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente física mente y psicológica mente; corazón que planea acciones torcidas al propósito de creación que es realizar justicia, verdad, rectitud y bondad.
Pies presurosos para correr al mal, denominados diversiones, provecho, ganancias.
Al chismoso que habla mentiras y enciende rencillas, pleitos y crea un ambiente hostil, en sus ámbitos entre sus prójimos
No toleremos estas prácticas y mucho menos practiquemos en nuestro estilo de vida.

Las sequias o lluvias son para que decidamos actuar en justicia, verdad y bondad cuando nuestros actos están dados en rebeldía, injusticia, violencia falsedades y sirven como medio de hacernos un llamado de atención, por si deseamos rectificar nuestro proceder de vida.
 General mente toda circunstancia meteorológica  lo atribuimos al fenómeno climático, y no nos percatamos que si lo estamos padeciendo en carne propias, es porque podemos decidir tener un estilo de vida que este alejado de ese tipo de afectación, practicando la justicia, verdad y misericordia en todos nuestros actos diarios.

Llega la duda en decisiones especificas, mejor es que reflexionemos bien, no dejándonos llevar por obstinaciones de nuestro corazón y peor aún es ser manipulado para elegir.
Si tan solo eligiéremos asomar para averiguar sobre lo que es justo real mente, y practicar lo comprendido no erraríamos tan feo en nuestra conducta de vida, como vemos transformado en un caos.
 Comprendamos que la justicia, verdad y bondad practicada genera vida a quienes la practican.

Lo importante que es cumplir a cabalidad con tiempo y forma establecida por nuestras  autoridades superiores laborales.
En día está muy devaluada la honestidad, capacidades en funciones y lo que nos aqueja la puntualidad y responsabilidad, donde la responsabilidad es el sentir de saber que la tarea encomendada depende única mente de nuestra intervención por algo se nos encomendó.
Al iniciar un escalón de trabajo es de estar atento con este tipo de asignaciones, que pueden ser pruebas de nuestro grado de responsabilidad que podemos manejar, ojo deberá discernir de quien viene para que no vaya ser una cargada de compañeros irresponsables.
Lo poco frecuente es practicar la justicia, verdad y bondad ante poniendo nuestras conveniencias. 

Lo que a fecha escuchamos muy frecuentes es decisiones que la mayoría aprueba, importando poco si está decisión es correcta evidenciando justicia, verdad y misericordia.
No podemos hablar de  justicia si continuamos con la mentalidad que justicia es lo más convenientes a nuestros mezquinos propósitos de estilo de vida cimentados en el soborno, fraude, robo e injusticia.
Entonces justicia es practicar diaria mente lo recto, integro delante de nuestro  Creador, y no según nuestros pervertidos planes al propósito de nuestra creación.
 Que es manifestar a nuestros semejantes por medio de un estilo de vida que evidencie, honestidad e integridad acorde a los preceptos de que producen vida.
Es imposible tratar de levantarse en justicia si antes nosotros mismos no somos modelo de vida recta, cambiando la programación mental de abandonar la rapiña, e indecencia  de actos que se alejan de la moralidad delante de nuestro Creador.


Lo que creemos efímera mente poco importa, lo que si debe de ocuparnos es que toda acción, de nuestra parte corresponde una reacción del mismo tipo de acción ofrecida.
No anhelemos justicia cuando nosotros no la ofrecemos en nuestras acciones diarias, no esperemos misericordia sin antes no la practicamos.
Como esto de que lo que ofreces recibes, parece a la ley de la gravedad funciona creyendo o no así esto lo sepas o no, opera en nuestra vida haciéndola un disfrute o sufrimiento, dependiendo del grado justicia, verdad y bondad utilizado en nuestro desempeño diario.

Lo que hablará a cerca de tu persona y será creído ante nuestros semejantes es nuestro carácter de vida, regido por nuestras acciones que lo evidencian a los cuatros vientos.
Mejor que cualquier dispositivo de publicidad, es nuestras palabras y acciones diarias basadas en la justicia, verdad y misericordia o no.
No perdamos de vista que vendrá a nuestra vida de la misma calidad de acciones ofrecidas, por tal razón no pidamos justicia en medio de adversidades si antes nosotros no la hemos ofrecido.
Por otra parte de practicar la justicia, verdad y bondad antes de que clamemos la ayuda a nuestro favor esta vendrá .
   

Lo que más pronta mente se aprende es por lo regular es lo que se práctica, aquello que practicamos crea una especie de caminito en nuestro cerebro por la repetición del suceso que nos lleva a ejecutar al acción casi sin pensarlo mucho, lo que denominaríamos conocimiento empírico.
De esta forma hemos llegado a programar nuestra mente dirigida a la injusticia, falsedad, robo y violencia, buscando bienes materiales que consideramos que mejorará nuestra vida cuando real mente la conduce al deterioro moral y físico por las acciones realizadas fuera de los preceptos que generan vida.
Si en verdad deseamos cambiar nuestra actual situación de vida tendremos que redirigir nuestras acciones a lo recto, honrado comenzando por nuestra forma de pensar, hablar que culminará en acciones que producirán frutos para vida si siempre nos apegamos a lo justo, verdadero y lleno de bondad.


Lo que muchas veces nos parece una  adelantada a nuestro propósito que no contiene en s,i los preceptos que otorgan vida es claro que esa oportunidad que consideramos no es otra cosa  que una ocasión para hacer lo incorrecto.
De nuestra con voluntad y convicciones dependerá si accedemos o no considerando que fruto de nuestra elección tomada tapizaremos nuestro diario vivir.
Practicar justicia, verdad y bondad frutos de vida larga y abundante tendremos, de no ser así la muerte paulatina  en forma de angustia, sobre saltos y carencias, falta de paz tapizará nuestro desempeño diario.

Lo que mueve toda desobediencia a un proceder recto de vida es el egocentrismo, el ocio,  la soberbia y perversión a lo justo y recto, no según nuestra apreciación sino delante del que Todo lo puede.
Esto genera  insensibilidad por el dolor ajeno, retrayendo nuestras manos olvidándonos que lo se nos provee es para ayudar al necesitado no para acumular
Si deseamos tener más debemos compartir con los menesterosos carentes, de poder devolver la acción de nuestra parte a su favor
Hecha tu pan al agua y después de algún tiempo lo recibirás esto es ayuda a los demás que cuando tu lo requieras otros te ayudarán.

Lo que nos contamina en nuestra manera de vida es todo aquello que, sale de nuestros, pensamientos, palabras y decisiones de avaricias, fornicaciones, envidia, robos, fraude.
A todo esto es lo más dañino que en cierta forma afecta el entorno ecológico y a lo cual deberemos especial cuidado sin hacer a un lado como los esfuerzos por mantener limpio el ecosistema.
Resulta desatinado que con esmero nos empeñamos en solucionar aquello que se origina en nuestro interior.
Resolvamos primero nuestra conducta, que todo mal hábito de contaminación interna y externa, será nulo en la posteridad.


Lo que nos parece ilógico procederes, que se anteponen a la conducta basada en el respeto y la justicia, es lo que pulula en está sociedad.
Sin llegar a discernir que lo que nos procura un mejor estilo de vida es la justicia, verdad y bondad, manifestando en el momento de sufrir un robo, no poniendo resistencia a tal violencia ,porque cada uno recibe el pago de sus acciones.
Tal ves hemos sido poco precavidos en lugar, hora en transitar con un propósito equivocado para sufrir violencia y esto trata de vindicar nuestro proceder erróneo.

Lo único que tendremos por seguro, es la largura de días en práctica diaria de justicia, verdad y bondad o corta vida carente de paz, operando en ambición, rapiña, robo, avaricias y egocentrismo.
Creamos o no esta regla funciona como la ley de la gravedad, todo peso es atraído al centro de la tierra, con una aceleración inversa a la fuerza que resiste inversa mente.
La mayoría decide aceptar la mentira de la programación mental, repetida en actos diarios, que tomamos como buenos y progresivos en verdad conduce a la degradación y muerte si lo dudas observa el fin de toda adicción.

Los bienes obtenidos con trabajo, justicia, honestidad, rectitud tienen un sabor apacible en medio de tanta incertidumbre y decadencia moral.
Por algo que podemos denominar, vivir en el propósito de creación es que existen buenos y malos administradores.
Nosotros como administradores de esta vida, nos hacemos merecedores de acontecimientos acorde a nuestras acciones realizadas.
Cuando nos impacte alguna situación incomprensible, analicemos mejor que proceder nuestro fuera del propósito de vida está provocando esta reacción aparente mente incompresible.

Los de regiones dicen de un o unos mediadores entre  Él todo poderoso y los humanos y la verdad, esto poco nos interesa hasta que provocamos con nuestras acciones diarias una adversidad, que compromete seria mente nuestra existencia y confort sobre la tierra.
Tal vez producimos estas adversidades para sensibilizarnos, en que solo existe un mediador Verdadero Cristo.
No soy de religiones pero las adversidades parecen llevar a esta conclusión, sobre todo cuando el rescate proviene de adecuar nuestras acciones a la justicia, verdad y bondad.

Los frutos que hemos edificado entorno a nuestro ambiente  de vida, conforme a nuestras acciones justas e injustas son las que tapizaran nuestro transitar como cielo o infierno.
Las consecuencias de nuestras decisiones o frutos recibidos, serán     el grado de  edificación que hagamos a nuestros semejantes en la práctica de Justicia.
Esto es que entre más Justicia en edificación realicemos menos consecuencias adversas tendremos.
Por lo contrario entre menos Justicia, verdad y bondad ofrezcamos a nuestros semejantes  de cierto las adversidades no se apartarán de nuestra vida,

Los goces y disfrutes que podemos evidenciar, a pesar de nuestras acciones injustas y rebeldes a un comportamiento que origina vida, como como lo justo, verdadero y lleno de bondad son misericordias a nuestro proceder posterior, cuando  rectificaremos nuestros pasos ya que..
Tenemos estipulado que la vida portada bajo la dirección y obediencia a estos preceptos que proveen vida abundante, prolongada y pacifica es asegurada.
Por el contrario portar esta vida en desobediencia practicando la injusticia, avaricia, robo, dejándonos llevar por las obstinaciones de nuestro corazón es vida corta, llena de angustias y carencias

Los pleitos abundan en los ámbitos donde hablamos vanidades,  esto es palabras inútiles dentro de lo que pretendemos comunicar, este tipo de palabras solo nos descalifica dentro del grado intelectual y cultural, para poder ser mejor comprendido por quien posee cultivado mayor nivel de lo material y espiritual.
Hacer alianzas con personas que por diversos factores, consideramos obtener beneficios de ellos, sin preocuparnos en atender de su reputación, por eso de que” el que anda con lobos, aullar aprende”.
Proferir falsedades, esto es tan común que  nuestros actos evidencia, el grado de confianza y veracidad que nuestra persona merece.
En conjunto si deseamos mejorar nuestro ambiente de vida tendremos que elevar nuestro nivel de percepción espiritual.


Los que aprecian y gozan las acciones justas, verdaderas y procedente de bondad, solo puede ser porque sus acciones pasadas y presentes pueden, ser expuesta a la luz (ser mostrada a todos, sin temor a perder respeto y confort) aunque hoy se exalta al malvado, y rara vez se enaltece lo recto y procedente de justicia, porque se considera esto último como tonto, aburrido.
La verdad es que la misma maldad que practicamos diariamente, con nuestro egoísmo, mezquindad e indiferencia hacia nuestro prójimo, nos impide ver la diferencia entre bueno y malo.
No consideramos que el practicar justicia y rectitud en donde quiera que estemos  será cielo donde el vigor no menguará y la fortaleza ira en aumento; para quienes decidan por este carácter de vida y los que no infierno, amarguras y sobre saltos le acontecerá 

Los que desobedecerán a los preceptos de vida como la justicia, verdad y misericordia, serán manifiestos desde el inicio de su desempeño de vida.
Es hay donde estamos señalando que requerimos de una circunstancia, que mueva nuestra perspectiva de vida, donde el obedecer pera formar un estilo de vida justo y recto será una necesidad.
Nadie pide angustias, pruebas directamente, pero si a través de nuestras desobediencia en acciones diarias a los que provee vida.
Decidamos ser modelo de vida recta y justa para recibir aprobación evidenciada por los frutos de vida que supera a los que desobedecen.


Los religiosos dicen que existe un solo Dios, y la única manera de hacer visible tal afirmación, es que nuestro carácter sea regido  por la justicia, verdad y bondad pero la corriente mayoritaria es contraria denotando que este carácter justo y verdadero se estima como tonto, absurdo y aburrido, atendiendo más lo que los demás piensan de nuestras acciones, que los frutos de vida generado con nuestro estilo de vida.
Como no hemos visto un carácter justo que genera frutos de vida pacifica, vida abundante  entonces tomamos la forma que vemos a los demás como buena, cuando en realidad es la manera de vida menos adecuada para portar con  frutos de paz.


Los religiosos dicen se siente la presencia de Dios, la verdad esto es un artilugio léxico para convencer de algo que no pueden evidenciar.
Sólo es verdadero donde la justicia, la verdad y misericordia se practica como estilo de vida 


Los ritos religiones, fetiches o creencias de un proceder correcto no podrán librarnos de las consecuencias de nuestro proceder injusto y pervertido que como fruto nos hemos provistos.
Lo cierto es que la práctica diaria como estilo de vida justo, verdadero, y lleno de misericordia si nos proveerán paz,  abundancia y vida abundante siendo esto el verdadero conocimiento del único Dios.
Nuestro proceder pasado no nos impedirá corregir el anterior estilo de vida siempre  y cuando nuestra disposición sea la de alegarnos de lugares, personas o hábitos que nos inciten a la practica de lo injusto.