Alzar nuestra voz sin cobardía ante sucesos presentes,  que deberían ser reprobados asegura que la violencia no aumentara en tanto desaprobemos los actos fuera de la verdad, y aprecio por la vida manifestado por nuestros actos de bondad, misericordia, honestidad y rectitud.

Felicidades para los que dejan atrás la cobardía y con gran fuerza y convicción de hacer lo correcto expresan sus sentires; esto es el temor a Dios, sin ser legalista, de religiones o algo más es lo requerido para conducir a esta sociedad a mejores estándares de vida.

Más personas es necesario de esa calidad moral para destapar ojos enceguecidos por la indiferencia al dolor ajeno y la desvirtualización de lo que es bueno para alcanzar larga vida, seguridad y paz que es la práctica diaria de justicia.

Es recibido o no es cuestión propia ya no del emisario.

Cuando  estamos percudidos por las desavenencias y palabras con intenciones no gratas podemos recibir a lagos, lo interpretaremos como insultos y no es por culpa de nadie más que  de la cotidianidad y permiso concedido a la agresividad y  egoísmo  donde creemos que todo se mueve en contra o para obtener provecho de nosotros.

Donde la bondad no tiene lugar, entonces no recibiremos bondad; de la misma forma es la misericordia deseamos ser atendidos apenas es presentada la carencia, seamos prestos en satisfacer las necesidades de los que tenemos a mano y no seamos indiferente en lo bueno que podemos colaborar; esto implica ayudar con lo que poseemos .

La postura actual es el que se quemó que se sople y ese  ni de mi familia es, con estas actitudes difícil mente veremos bondad permitamos que la guía de él que diseño la vida controle las consecuencias de sujetarnos a su carácter justo, reto seguro y verdadero que respaldo tendremos de salir en victoria de apegarnos en acción a su carácter.

Es cambiada nuestra decisión al variar la percepción de la mayoría, constante mente buscamos ser aceptados en el grupo social, aunque esto represente comportamiento contrario a nuestra postura o apreciación de valores de desempeño diario.

Ahí tenemos como ha crecido la tolerancia y alojo dentro de nuestras acciones diarias empezando por un hablar desprovisto de ecuanimidad, rectitud y claridad llegando a acostumbrarnos al lenguaje vulgar que conducirá nuestras acciones a la práctica de la deshonestidad más cercana a lo visto sumándonos al proceder mayoritario.

Hoy tenemos toda clase de males en la sociedad por permitirnos incapacidad de alzar nuestra voz, reprobando nuestra postura hacia lo indebido.

Los frutos de nuestras acciones diarias de lo que pronunciamos y con que carácter lo decimos, tapizarán nuestra permanencia sobre la tierra a fecha cuesta mucho, topar con personas de carácter honrado y confiable para ser depositan

te de nuestros secretos; tal vez porque esas falencias existen en el trato con nuestra persona.

De la forma que manifestamos a los que nos rodean es como los que nos rodean serán hacia nosotros, salvo que por intereses creados y cobardía finjan en la intención.

Ser personas de buen o mal fruto nada tiene que ver con la aprobación social sino lo bueno se relaciona con la bondad, honestidad y rectitud manifestada hacia los que nos  rodean de aquí determinaremos la calidad de vida que poseemos.

Algunos de religiones dices servir a Dios cuando en verdad están procurando un medio de sustento económico con sustancia  económica que no demande gran esfuerzo, e inventan toda clase de acciones donde interfiera movimiento de efectivo de lo contrario con una máscara de Espiritual negarán su intervención.

  La forma correcta  es con justicia y apartado de las acciones que niegan poder manifestar por decisiones propias, que disfrutar dela vida es practicar los principios Espirituales contenidos en el manual de vida que hemos desestimado.

Como hemos preferido que otros lo interpreten por nosotros los otros inventan barbaridad y creemos que eso es lo mejor y continuamos en cobardía e ignorancia sin poder alzar la voz como hasta hoy tomamos lo real mente maligno como bueno.

La instrucción para vida en abundancia y éxito es no tratar de retener todo  lo bueno para nosotros como actual mente, sino atender al prójimo en lo que edifica de

 esta manera  se erradicará la mentira e injusticia y egoísmo.

Somos injustos, practicamos la mentira por cobardía somos injustos por recibir más de lo placentero que merecemos y menos de lo que no nos agrada.

No somos capaces de comprender que el tipo de personas llegadas a nuestra vida, es para limar asperezas de nuestro carácter, si somos capaces de ayudarles en sus carencias que algo debemos tener para influenciar en su estilo de vida y no hago referencia a lo material sino a nuestra postura ante la vida.
Segura mente querrán quitar lo que nos causa molestia, así en lugar de un enemigo ganaremos un aliado en nuestro transitar por la vida.