martes, 4 de junio de 2013


Al ejecutar una acción dentro de lo que es Justicia podemos sentir satisfacción y no contrariedad, sabiendo que por el fruto generado por esta acción no  obtendremos angustias.

El poder percibir satisfacción de acciones justas, está directa mente proporcional al grado de sensibilidad contenida por, nuestra conciencia a causa de la injusticia practicada.

Lo sepamos o ignoremos la callosidad en nuestra conciencia que produce la injusticia, es lo insensible que se torna  nuestro carácter para poder hacer separación entre lo justo e injusto; de lo cual depende la calidad de vida obtenida.

Al ver el pago de nuestras acciones justas, podremos comparar con los actuales frutos de injusticia que solemos recibir por las mentiras, mezquindad, deshonestidad; siendo estos frutos adversidades, angustias y vicisitudes del diario vivir con gran frecuencias.

Todo radica en que nos decidamos a abandonar la mentalidad de ver nuestro bien entera mente, para poder vislumbrar algo de Justicia y recibir frutos que alentarán nuestro desempeño en todo ámbito.

El tomar esta elección implica una fuerte entereza de carácter que pocos eligen por lo laborable que aparenta ser



Apartarse de hacer el mal es lo más difícil de esta época, confusa donde no queremos responsabilidades u obligaciones que ayudará a distinguir lo bueno de lo malo, como hemos evitado todo lo implicado al orden idóneo de un estilo de vida digno para alcanzar vida abundante, longevidad y paz obtenemos la decadencia moral que actual mente evidenciamos en todo ser integrante de esta sociedad.

Como la mayoría actúa en maldad, consideramos que está es la forma de vida correcta y no echamos a ver que la forma mejor es echar mano de la Justicia, verdad, bondad e interidad.



Buscamos que con nuestro estilo de vida, no seamos presas fáciles de atrocidades de los demás, pero no queremos dejar lo que provoca ser presa de quienes han decidido der usados para dar acciones injustas otros, recibiendo ellos también de otros la injusticia; estamos en ciclo vicioso, donde nos parece raro un comportamiento justo, pues no es este comportamiento lo que acostumbramos.

Por doquier evidenciamos injusticias de toda índole, abandonando atención de que recibimos de la misma calidad de acciones ofrecidas a los demás.

Cuando decidamos caer en razón que la única forma de librarnos de padecer angustias, adversidades y poder disfrutar de esta vida es a través de la continua práctica de Justicia, verdad y bondad como estilo de vida romperemos este ciclo de vida nefasto que mantiene sumergido en decadencia de vida.

 

Dentro de las vicisitudes está la vida y confort donde lo que nos hace recapacitar de nuestras acciones es, el comprometimiento de nuestra vida como permanencia en esta tierra.

Observe a los que han pasado por accidentes, donde ven su vida en peligro de muerte, cambia radical mente:

Prioridades, vocabulario y posición para enfrentar retos o desafíos, no se vuelven cobardes sino prudentes y osados ampliando la mente a la consideración de lo que es rectitud, honestidad, verdad y bondad.

No deberíamos esperar este nivel de riesgo para decidir transitar pot la justicia recibiendo frutos que adelanten nuestro propósito.

 

El estilo de vida determinado en toda forma hacer daño, a quien se coloque a nuestro alcance  es lo ordinario  a fecha; la oscuridad de acciones perversas impide poder contemplar que detrás de una acción  llega su pago a nuestra persona de la misma naturaleza justa o injusta ofrecida a nuestros semejantes en el momento oportuno.

No queremos dejar a tras las acciones perversas, torcidas de maldad pues deseamos presteza en resultados y sobre todo cuando de ellos depende nuestra continuidad de planes no conviene esperar.

Como no queremos hacer distinción entre lo justo e injusto preferimos creer que justo es lo que nos favorece e injusto es lo contrario, cuando esto es la mayor mentira que albergamos en comportamiento.

El practicar Justicia. Verdad, rectitud y bondad nada tiene que ver con lo que sintamos, lógica o apreciaciones propias, sino más bien  tiene importancia a la manera que de antaño se nos ha marcado como la única forma de obtener  una vida en plenitud, con abundancia, longeva colmada de satisfacciones al saber que hemos aprovechado bien nuestra permanencia sobre la tierra.

En esto radica el vivir en ser persona de influencia grata, que hace avanzar a otros en la voluntad del que nos hizo llegar en este tiempo a la existencia sobre la tierra.

Pocos quieren comprender el anterior planteamiento por dejar expuesta nuestra responsabilidad, delante de todo acto injusto y ajeno a un vivir tranquilo en la paz que solo produce la Justicia.

Preferimos asumir que somos animales irracionales librándonos de responsabilidades por nuestros actos.


La condición para vivir en seguridad y de manera que todo nos favorezca es:
Cuidar de no ir más allá de los límites establecidos, transgrediendo estos con nuestro desconocimiento voluntario o involuntario.

A fecha la mayoría ignora los límites y a nadie les interesa restringir su actuar de lo que considera ser absoluta mente propietario, siendo es estos límites los que proveerán vida abundante y plena.

Si continuamos ignorando,  nuestra decadencia manifestada en nuestro vivir se irá incrementando a razón de mayor acción fuera de límites peor condiciones de vida y más frecuentes las adversidades.

Desconocemos por decisión o por conveniencia, pero nadie argumentará que delante de lo Justo y recto  quedo indiferente sin elegir

El mejor remedio para cuando nos atrapa la angustia o desesperación, por encontrarse haciendo lo correcto y nos falta aliento es indagar lo que es el pago de operar en rectitud y el pago suscitado por no hacerlo.

Encontraremos que el vivir esta en hacer lo correcto, donde lo correcto no es lo que nos convienen sino lo que está acorde a diez especificaciones de conductas.

A fecha no vemos en mayoría estilos de vida apegados a estás especificaciones, por eso creemos que la única forma de vida es la que evidenciamos por doquier:
Mentira, soborno, daño e injusticia, mezquindad y egoísmo.  

La oscuridad  se manifiesta por la insensatez, e ignorancia por la cual nuestras acciones se inclinan hacia la corrupción.

Donde creemos que nuestra persona, es lo más importante para atender en requerimientos  permitiendo que el egoísmo, la vanagloria y estima sobre exaltada no atienda la verdadera forma de vivir justa y ecuánime ,esta manera de manifestar cordura a los que nos rodean la hemos abandonado siendo para ellos de un carácter de vida de edificación.

Preferimos encaminar toda acción hacia donde no es vida olvidando que somos parte de un entorno y no entes individuales, que llegamos con un propósito específico para mejorar ese entorno y no para disfrute individual.




No tolerar, permitir o consentir la soberbia, mentira, altivez y actitudes semejantes es un rasgo de querer practicar Justicia, equidad y rectitud, falta la entereza, decisión y dejar de observar el pro y el contra.

El desear algo no basta, deberemos involucrarnos, esforzarnos y comprometer nuestro estilo de vida hacia lo deseado, fijémonos que lo deseado no degrade o menos cabe, la calidad de vida que deberá ser óptima para llegar a la vida abundante caracterizada por paz, longevidad y libre de angustias.

Por practicar Justicia, equidad e integridad en toda acción que nos involucremos.

 

Provocamos consecuencias con nuestras acciones que  hacen llegar hasta el abatimiento, al menos eso creemos pero la situación es de llegar al límite para acudir al que tiene en su poder dar vida o muerte.

Preferimos practicar toda clase de acciones perversas, esto es torcidos a un carácter de vida correcto de abundancia, longevidad y paz que produce la práctica diaria de Justicia, Verdad, bondad.

Basamos nuestro desempeño diario en falsedades, mezquindad, egoísmo e injusticia a granel, desconociendo que por estas mismas acciones apareció la circunstancia de abatimiento, como freno a un carácter de vida indebido.

 

Transitar a oscuras es, ignorar lo que significa rectitud Justicia, bondad y honradez, a fecha sobre vivimos con semejantes falencias, que impiden conocer lo que es vivir a plenitud.

Parte importante es nuestro aparente confort, donde buscamos a toda forma obtener el mayor de lo que aparenta comodidad desconociendo que a su tiempo recibiremos acciones del mismo tipo ofrecido.

El desempeñarnos con rectitud, Justicia, bondad y honradez es ilógico a vista de la actual forma de vida, donde la ignorancia predomina que practicar lo menoscabado de la sociedad que exalta lo malo y degrada las buenas acciones es lo que nos puede  sacar de ignorancia sumida.