Apartados no es como un asceta, sino no incurrir en la misma mentalidad beligerante o pútrida
que se toma como normal. Las acciones
que descienden hacia lo perverso están en nuestro corazón. Requerimos la mínima ocasión para
manifestar lo denominado oportunidad que, descarnadamente, es alevosía.
La única manera de, tener circunscrito nuestro proceder a la
Justicia es la palabra; pero abandonada y defenestrada tiene vía libre toda
clase de males, que justificamos con inverosímil racionalidad. La misma injusticia
obnubila nuestra conciencia y desarrolla insensibilidad para proseguir en la
maldad.
Vivir días plenos es obedecer la palabra Divina o el manual de vida; de otra
manera languidez, detrimento y muerte espera.