Que toda acción sea realizada en concordancia con lo planeado, es más cuestión de rectitud, verdad, y bondad practicada, que mero conocimiento e instrucción claro que esto último suma.

Lo prioritario es transitar por donde deberemos que es por la rectitud, honestidad y benevolencia, pero resulta más atractivo lo injusto e infame al punto que ignoramos el sadismo como toda actividad nos es presentada.

No hay otra forma más eficiente de separarse del bien de la vida, que complacerse  con la injusticia o practicarla.

Somos muy prestos a encomendar tareas a la primera persona conocida, sin atender y es apta por sus conocimientos para tal efecto, aunque en ocasiones así lo buscamos por nuestra conveniencia.

Tengamos claro que lo delegado hacia colaboradores, tendrá buenos resultados si mantenemos capacitados e informados de nuestras acciones a los colaboradores, de lo contrario cada uno actuará según su criterio y no el nuestro.

Ahora sí no difiere la perspectiva de los colaboradores con la nuestra, tengamos presente que la Justicia siempre brinda los mejores resultados.

Llevados a un determinado sitio para ser agente de practicar Justicia y honestidad, pero somos más  inclinados a la injusticia como es el comportamiento de la mayoría.

Puede que al inicio repudiemos ciertos actos injustos mas con la asiduidad de ellos los tenemos como normales.

Basta un poco de presenciar el comportamiento cotidiano injusto, para empezar a considerar que lo viable es adaptar el comportamiento a la mayoría, obviado todo principio de Justicia así nos volvemos parte del problema y no de la solución.

La existencia de suerte no perece lógico, cuando acontecen acciones en consecuencias a nuestro actuar diario, para el justo rectitud y honestidad para el injusto y violento adversidades y sagacidades que agravan su desempeño.

Sin valor es camuflar las intenciones reales, porque siempre estaremos recibiendo retribución conforme a la verdad y no a la apariencia; aquí es donde solemos decir como pudo acontecer eso, si no es lo que merece, no sabemos todo el panorama mejor callemos y confiemos que Él que juzga nunca se equivoca.

La existencia de suerte no perece lógico, cuando acontecen acciones en consecuencias a nuestro actuar diario, para el justo rectitud y honestidad para el injusto y violento adversidades y sagacidades que agravan su desempeño.

Sin valor es camuflar las intenciones reales, porque siempre estaremos recibiendo retribución conforme a la verdad y no a la apariencia; aquí es donde solemos decir como pudo acontecer eso, si no es lo que merece, no sabemos todo el panorama mejor callemos.

La existencia de suerte no perece lógico, cuando acontecen acciones en consecuencias a nuestro actuar diario, para el justo rectitud y honestidad para el injusto y violento adversidades y sagacidades que agravan su desempeño.

Sin valor es camuflar las intenciones reales, porque siempre estaremos recibiendo retribución conforme a la verdad y no a la apariencia; aquí es donde solemos decir como pudo acontecer eso, si no es lo que merece, no sabemos todo el panorama mejor callemos.

Enfocar esfuerzos, recursos y capacidades en lo realmente valioso debería ser nuestra prioridad en lugar de concentrarse en atender lo ostentoso que la mayoría apremia.

La sabiduría ofrece larga  vida, riquezas, equidad y complacencia con la bondad, sería suficiente para abocarnos por la sabiduría que se comprende mejor practicándola.

Preferir que nuestro beneficio esté encerrado en el procurar el bien de los demás no parece lógico, mas recordemos, al revés está la sociedad; nosotros evidenciaremos, frutos de  la sabiduría en todo ámbito.