Lo truculento
de todo desempeño que prima en la injusticia sumerge en la zozobra, y despropósito; pero cuando erradicamos la
injusticia de nuestro proceder aflora, lo venturoso y el sosiego.
Evidenciar proceder
Justo hogaño no es común; por eso se abunda en decadencias de todo tipo. La
percepción que la vida abundante está en la práctica de Justicia permanente no
es manida más bien es vejada. El único camino a la vida perenne es la
obediencia a los lineamientos de vida según estipulado por Cristo.