Mucha paz tienen los que internalizan el carácter de Cristo en proceder diario, y no hay para ellos adversidad sin propósito proactivo; muchos son los que alientan al abandono de tu carácter, pero en no hacerlo está la fortaleza. Porque tu carácter hace más sabio y entendido y tiene esperanza eterna. Evidenciamos la decadencia de una sociedad ensimismada en lo material, con nulo interés por el área Espiritual de Cristo; cuando es el área requerida para salir avante en todo aspecto y ámbito.

Por doquier, somos alentados a la vida licenciosa donde se confunde libertad con libertinaje pernicioso disfrazado de gozo. El defenestrar de los valores morales mengua posibilidad del disfrute de la vida en plenitud dentro de la Justicia. Único medio que provee gozo duradero es la Justicia; la injusticia ofrece decadencia. No es extraño que la corrupción permeé todo estrato social, habiendo eliminado la barrera de protección que ofrece la palabra de Dios. Pero para los entendidos que todavía la procuren evidenciarán que la palabra de Dios es necesaria para mantener puro el camino de verdad, prosperando integralmente y es más valiosa que oro.

El que obedece a Cristo siempre tendrá alimento, las tinieblas serán como la luz porque sus hechos proceden de verdad y Justicia; la bondad y misericordia desbrozan sus caminos. Sano juicio tienen los que practican sus ordenanzas. Por contrapartida tenemos a la multitud que languidece en sus pecados, pero no desean rectificar su proceder. Existe otra masa que tranquiliza su conciencia con religión; pero no evidencia valores morales y toma como estulticia lo Justo para estos, no son estas promesas hasta enmendar.

Hacemos mención de tierra fértil y estéril desconociendo que nuestros actos injustos, desleales, egoístas son los que convierten el terreno en estéril. Mas las acciones Justas, verdaderas y de bondad tornan en fértil todo terreno. Aplicable al ámbito laboral, comercial etc., del cual mane nuestros ingresos. Olvidar la práctica de misericordia acarrea maldición Rehusar atender a las normas de Cristo abre camino a la zozobra y adversidades, por propia elección manifestadas en consecuencias de una vida licenciosa.

El reino Espiritual de Cristo domina sobre todo ámbito, ¡Cómo no obedecer la voz de sus preceptos! Todo ha sido creado por Él y para Él. La estulticia de hogaño es realizar nuestros actos fuera de su voluntad, produciendo adversidades y angustias que conduce a la muerte sin esperanza. Pero impera más la presión social que la lógica, y abocamos por la injusticia. Estimando que la vida licenciosa es mejor, sin comprender que esos preceptos primigenios son para obtener mejor calidad de vida y no para coartar o restringir la existencia. Con cordura sopesemos el ofrecimiento de la Justicia que es vida abundante, contra la injusticia que es zozobra, detrimento y muerte sin esperanza.

Los que desean ver días felices y vida fructífera: Refrenen sus bocas de proferir sandeces. Aborrecer el mal, injusticia, mentira y tergiversar la verdad. El desempeño siempre con Justicia proporciona: Luz en todo lo realizado; alegría perdurable. Vida longeva en plenitud; recordemos, Dios es Dios de vivos no de muertos, los que denominamos muertos y es bajo su esperanza, duermen.

Los pensamientos de Cristo son muy profundos, a menos que comprendamos su carácter internalizados y auxiliados por la fe. De no acudir a la fe seremos torpes e insensatos en comprender que los malvados prosperan, para ser destruidos eternamente. Los que obedecen tu palabra Cristo: tendrán nuevas fuerzas cada día .Alimento diario en su mesa los que se regocijan en practicar Justicia. El favor de Cristo en todo lo emprendido saliendo con estupendos resultados, ya que al justo todo le opera para bien. Podemos elucidar el motivo del fracaso Pues hogaño denominamos “oportunidad” a la alevosía en realizar injusticias, y nunca al esfuerzo y trabajo, y mucho menos accionar rectamente.