Dejamos de
indicar lo que es correcto por temor y cobardía y mucho más, cuando quien
realiza esa acción tiene más poder social o adquisitivo; talvez coopera nuestra decisión de ignorar la
rectitud, Justicia y derecho es aquí
donde gravitan los males recibidos que más evidenciamos.
Nos avergonzamos de quien actúa honesta y recta mente y exaltamos lo deplorable y languidece de virtud, consumiendo todo lo corrupto sin el menor atisbo de discernir lo correcto de lo incorrecto pues priorizamos los supuestos beneficios que llegan a ser una falacia, porque lo incorrecto genera más males.
Nos avergonzamos de quien actúa honesta y recta mente y exaltamos lo deplorable y languidece de virtud, consumiendo todo lo corrupto sin el menor atisbo de discernir lo correcto de lo incorrecto pues priorizamos los supuestos beneficios que llegan a ser una falacia, porque lo incorrecto genera más males.