Tener presente que deberemos actuar con mejor actitud en compasión, cariño y gratitud que un animal hacia sus cachorros, es materia super olvidada por priorizar suposiciones de bienestar que conducen a detrimento.

A fecha hacemos todo lo que represente “confort”.

Dejando vejado la honestidad, gratitud y bondad, sin analizar que esto poco practicado y olvidado es el aliciente para propiciar, en el ámbito Espiritual lo palpable que obtendremos en el ámbito material.

Deseamos lo mejor, entonces no decaiga nuestro ánimo de ofrecer fidelidad, honradez y bondad que a su tiempo lo recibiremos, desde el menos pensado.

Tener presente que deberemos actuar con mejor actitud en compasión, cariño y gratitud que un animal hacia sus cachorros, es materia súper olvidada por priorizar suposiciones de bienestar que conducen a detrimento.

A fecha hacemos todo lo que represente “confort”.

Dejando vejado la honestidad, gratitud y bondad, sin analizar que esto poco practicado y olvidado es el aliciente para propiciar, en el ámbito Espiritual lo palpable que obtendremos en el ámbito material.

Deseamos lo mejor, entonces no decaiga nuestro ánimo de ofrecer fidelidad, honradez y bondad que a su tiempo lo recibiremos, desde el menos pensado.

La inclinación de nuestro corazón es de continuo la maldad, por eso encontramos más fácil  actuar con injusticia, deshonestidades y violencia.

Un pequeño ejemplo es lo rápido que perdemos la perspectiva de la rectitud, cuando recibimos adulaciones por obsecuentes o beneficiados.

Las adulaciones hacen extraviar la fuerte o endeble convicción de practicar Justicia; deberemos ocuparnos más de practicar, ver  Justicia si deseamos decantar por este sendero menos transitado.

La inclinación de nuestro corazón es de continuo la maldad, por eso encontramos más fácil  actuar con injusticia, deshonestidades y violencia.

Un pequeño ejemplo es lo rápido que perdemos la perspectiva de la rectitud, cuando recibimos adulaciones por obsecuentes o beneficiados.

Las adulaciones hacen extraviar la fuerte o endeble convicción de practicar Justicia; deberemos ocuparnos más de practicar, ver  Justicia si deseamos decantar por este sendero menos transitado.

Nuestro proceder violento ávido de ganancias injustas, es lo que acarrea aflicciones pero no concebimos obtener ganancias fuera de la deshonestidad e  injusticia.

Somos engañados por la multitud que fuera de la injusticia jamás se gana.

Lo cierto es que para afligir nuestra alma claro que es casi instantáneo más el engaño hace creer que ganas para disfrutar accionar dentro de la injusticia conduce a muerte.

A fin de traer sosiego, paz y seguridad para esto solo accionar por lo honesto y justo.

Nuestro desempeño diario marcará el tipo de éxito obtenido,  donde éxito es ser parte de la solución, con ese fin llegamos  en tiempo y funciones.

Solo que algunos decantan por la injusticia, mentiras y violencia que hacen gravitar sobre su cabeza la corta vida repleta de adversidades.

Por el contrario los considerados tontos por practicar Justicia, honestidad y bondad, siempre  obtienen vida longeva libre de adversidades y angustias porque lo practicado produce seguridad de sus acciones y paz, ya que actúan siendo solución a conflictos.

Ser convencidos por familiares o amistades de acciones que no tenemos certeza realizar, puede ser hechicería así como las manipulaciones diarias que suscitan en el hogar.

Atendiendo a la definición proporcionada de esta aseveración  parece tan  inverosímil, atendiendo que hechicería y manipulación buscan someter la voluntad de un tercero todo cuadra.

A nuestro vivir esto, debe dar pista de la razón de padecimientos  que no parecen tener razón. 

Los géneros originales son macho y hembra, a imagen del que infundio hálito de vida, a fecha hemos dado lugar a tantas perversiones que aceptamos mujeres- hombres y hombres-mujeres, suavizando está perversión con el mote de preferencia sexual.

No se trata de ridiculizar, se trata de ejemplificar que cuando actuamos dando auge a nuestras apetencias carnales, podemos terminar donde no deseamos y de la forma menos esperada; cuantos se corrompen  tras las riquezas y el poder que con lleva.

Por eso la soberbia, altivez y ostentación cualquier de estás tres llama a la escases o miseria, no esperemos a ello, antes mostremos amabilidad, bondad  con los carenciados de recto proceder.

Desestimando toda norma de disciplina y moralidad,  practicando la sarta de sandeces  que adopta la sociedad, no debe extrañar que nuestra calidad de vida se dirige al detrimento en todo ámbito,  por las evidencias de falta de honestidad y veracidad tanto de expresión como de acción.

Solemos cargar las culpas de infortunios a factores diversos mas no analizamos que la culpa recae en nuestra falta de carácter en obedecer el manual de comportamiento.

Un buen o mal comportamiento nada tiene que ver con religión, y sí con, practicar Justicia, bondad y misericordia.