El ser
prudente con las palabras que proferimos es algo que hemos pasado por alto,
dando rienda suelta a nuestras apetencias y deshonestidades, como no tenemos
estilos de vida honestos y rectos, consideramos que la forma más idónea es
mostrar la decadencia moral que todo corazón inclinado al mal, del ser humano
adiestrado a presenciar y ver iniquidad no concibe la rectitud como estilo de
vida.
Preferimos continuar con lo que sabemos que conduce a detrimento antes que volvernos hacia lo verdadero de esta forma sucede con lo que puede sacarnos de adicciones o cautiverio, pero decidimos defender la fuente de nuestra prisión, cuando algo no comprendemos lo mejor que creemos es mofar o despotricar contra lo que pretende llevarnos a mejor calidad de vida.
Tal vez requerimos un par de bofetadas que llega como experiencia de vida al borde de muerte para obtener conciencia de rectitud
Preferimos continuar con lo que sabemos que conduce a detrimento antes que volvernos hacia lo verdadero de esta forma sucede con lo que puede sacarnos de adicciones o cautiverio, pero decidimos defender la fuente de nuestra prisión, cuando algo no comprendemos lo mejor que creemos es mofar o despotricar contra lo que pretende llevarnos a mejor calidad de vida.
Tal vez requerimos un par de bofetadas que llega como experiencia de vida al borde de muerte para obtener conciencia de rectitud