martes, 3 de septiembre de 2013


Acudimos con asiduidad a todo lugar donde se elogie nuestros procederes deshonestos, cargados de injusticia y malicia como en la actualidad, donde se pondera lo que por volumen de práctica y comodidad consideramos bueno.

Rehuimos a quien pretenda corregir nuestros procederes, de esta forma sin darnos por enterados estamos desechando la vida, por adquirir el decremento en viabilidad que podemos manifestar por la rectitud.

Mucha es la gente que opta por la comodidad y beneficios, haciendo a un lado la mejora en calidad de vida cimentada en la verdad por los efímeros días de una vida decadente.


Ahora tiene lo necesario para poder vivir de adentro hacia afuera. Claro, nuestra mente fue programada por dos mil años, viviendo de afuera hacia adentro, y ahora nos cuesta cambiar ese proceso.

Por eso damos prioridad al robo, estafa y violencia donde vemos pronto nuestro provecho sin saber que lo obtenido de esta manera es angustias y adversidades.

Con nuestras acciones decimos no nos muestren lo que es recto y puro, queremos este estilo de vida basado en la mentira engaño y violencia, aunque sumerge en gran decadencia y adversidades que impide retener lo obtenido.

Todo bien obtenido con violencia, injusticia, mentiras, no somos habilitados para disfrutar de ellos, dado que así como aumentan las ganancias aumentan los que consumen los recursos, de manera que lo obtenido se nos van de entre las manos como agua.

Ni siquiera probamos lo que es tranquilidad y sosiego en todo nuestro caminar sobre este mundo, dado que la paz, es asequible a través de la justicia, rectitud, bondad y verdad.


El aumento del robo, la mentira, libertinaje y violencia es la manifestación visible de nuestro comportamiento en desapego a los lineamientos Divino, falto de honestidad, fidelidad y misericordia hacia nuestros semejantes; dado que lo único que tenemos es está forma de vida, que por su unilateralidad tomamos como bueno cuando en verdad no lo es, y no lo vemos debido a que no tenemos contraste de estilo de vida recta, honesta y fiable para poder marcar un buen camino de vida digno de merecer vida abundante.

Cuando queramos dejar la decadencia de vida que nos ofrece el actual estilo de vida injusto, entonces podremos ver la realidad del estilo de vida portado y tomar la determinación de realizar nuestras acciones dentro de la verdad Justicia y rectitud de carácter digno de vivir bajo protección permamente.

Ya que nuestras acciones injustas son las que elaboran las adversidades, angustias que hoy tenemosa diario por nuestra conducta.


Las adversidades y vicisitudes que solemos enfrentar, tienen como propósito enmendar nuestro proceder en algo que estamos realizando, con injusticia, falta de misericordia, carencia de bondad y rectitud.

Nos deberíamos sentir agradecidos de saber que tenemos quien nos estima, para poder corregir nuestras acciones; obteniendo después de la corrección mejores frutos de vida.

Porque todo se fundamenta en alcanzar mejor calidad de vida, alejándonos de la actual concepción basada en la mentira, fraude y violencia que nos sumerge en decadencia.

Que no queremos rectificar nuestras acciones, es otro cantar ya sea por intereses o beneficios económico y sociales.



Adolecer tener falta de


Muchos adolecen de falta de honestidad, fidelidad en asuntos encargados, así mismo de responsabilidad y todavía tienen el descaro de preguntar porque no obtienen oportunidades laborales acorde a sus pretensiones.

Lo que un empleador busca con gran esmero, es poder contar con un colaborador, que desee construir lo que el está emprendiendo, que del mismo esmero que colocamos en ello sale para edificar lo propio, y no pensar en nuestro provecho primera mente.

Ahora cuando el que tiene los medios somos nosotros, no se nos debe olvidar ser agradecidos con quienes le pagamos para trabajar con nosotros aportando sus habilidades.

Pago


Pago de nuestras acciones, recibimos sólo que siempre queremos bien para nosotros, y no consideramos la calidad de nuestras acciones, que estas producen frutos acorde a la rectitud, justicia, verdad y bondad evidenciada en cada acción ejecutada.

No pretendamos obtener bien, de lo que ejecutamos con violencia, malicia y deshonestidad porque de seguro las adversidades, angustias y sobre saltos no se apartarán de nuestra vida diaria.

Lo bueno o malo, ser suertudo, tener la capacidad de administrar bienes materiales lo demostramos con el cúmulo de acciones diarias basadas en nuestro proceder justo, recto y en bondad que ante este carácter mostrado los demás, accionarán de esta forma no inmediata mente pero si certera mente, en cuanto vean que nuestro proceder no es a la de la mayoría.

Muchas o pocas


Por la multitud de nuestras acciones injustas, basadas en la violencia, avaricia y mentiras; donde aborrecemos toda corrección para hacer lo honesto, verdadero y justo es que no encontramos respuesta a nuestras peticiones.

Mientras no desistamos de la actitud de soberbia, que origina toda clase de males y adversidades no sabremos lo que es gozar, sobre la tierra con poco o muchos bienes.

Dado que la cantidad de bienes depende de nuestro estilo de vida recto, justo y nuestras capacidades de administrarlas.

Has visto pobres que llegan hacer millonarios, que a poco tiempo vuelven a pobreza por su falta de sensatez en la vida.

Por


Por las mentiras que construimos, para justificar nuestros procederes basados en la avaricia, egoísmo y mezquindad es que torcemos nuestra conducta tomando como recto, lo que en verdad es gusto personal.

Este proceder mayoritario nos sumerge en la zozobra y decadencia que hoy experimentamos, en falta de seguridad en todo ámbito, donde no queremos rectificar nuestras acciones diarias enfocadas hacia la honestidad, justicia y verdad ya sea por intereses, conveniencias temporales que no se compara con la vida abundante recibida por la rectitud de nuestras acciones.

Es verdad que en medio de tanto proceder corrupto es difícil marcar la diferencia, pero de dar evidencias en todo lugar de proceder en rectitud y honestidad, marcaremos tendencia para que los demás cuenten con el estilo de vida correcto obteniendo, más de lo que la injusticia provee.

Si


Si en verdad y no por lo efímero y emocional deseamos marcar a los que nos ven, una verdadera vida más que con palabras es con nuestro estilo de vida recto, libre de mezquindad y egocentrismo.

Cuando los que nos rodean comprueben que es inamovible nuestra postura de accionar diaria mente en rectitud, justicia y verdad entonces considerarán portar nuestra forma de accionar sólo cuando evidencien que los frutos obtenidos con este comportamiento son mejores.

Tenemos una sola oportunidad de mostrar que somos merecedores de vida abundante, cuando esta vida la enfocamos para edificación de los demás donde la satisfacción de nuestras necesidades serán satisfechas en este procedo y no por avaricia, ambición y egoísmo.

toda acción


Tenemos días donde cada cosa que hacemos, parece mal a ojos de los demás; haríamos bien en sopesar nuestras acciones dentro de la honestidad y rectitud por si en una de esas, estamos practicando la injusticia o si los demás por estar acostumbrados a la injusticia menos precian nuestro actuar recto.

Nada más un inconveniente a nuestros ojos toda acción es recta y justa; deberemos colocar nuestro proceder ante la fiabilidad del que nos habla de Justicia y practica Justicia evidenciado por los frutos de vida recibidos que sirven para edificar a otros.

Retomando el proceder donde la honestidad, rectitud y verdad de carácter aprobado nos hace merecedores de vida abundante; si nunca lo hemos practicado entonces estamos sumergidos en gran decadencia aunque nuestros bienes materiales y cuentas bancarias digan lo contrario.




Tenemos días donde cada cosa que hacemos, parece mal a ojos de los demás; haríamos bien en sopesar nuestras acciones dentro de la honestidad y rectitud por si en una de esas, estamos practicando la injusticia o si los demás por estar acostumbrados a la injusticia menos precian nuestro actuar recto.

Nada más un inconveniente a nuestros ojos toda acción es recta y justa; deberemos colocar nuestro proceder ante la fiabilidad del que nos habla de Justicia y practica Justicia evidenciado por los frutos de vida recibidos que sirven para edificar a otros.

Retomando el proceder donde la honestidad, rectitud y verdad de carácter aprobado nos hace merecedores de vida abundante; si nunca lo hemos practicado entonces estamos sumergidos en gran decadencia aunque nuestros bienes materiales y cuentas bancarias digan lo contrario.