Nadie analiza que por el actuar diario en violencia y malicia, es que obtenemos la actual decadencia de vida donde por habituar a presenciar inferencia al dolor ajeno, insensibilidad para distinguir entre lo justo e injusto.

 Tenemos por bueno lo que nos hace sentir bien y malo lo contrario, con esta mentalidad errónea vamos educando sin límites a nuestros hijos  ya no consideramos la rectitud, equidad y honestidad.

Por eso es más difícil encontrar tranquilidad, seguridad y abundancias de vida, por la sencilla razón que de esta forma obviando la Justicia, rectitud y honestidad jamás obtendremos largura de días y abundancia.

Pretendemos obtener lo que nos guste, sin esfuerzo y trabajo honesto, y como no es tan fácil pues cada uno protege lo obtenido de las formas posibles que sus medios le permiten hacemos usos de violencia, amenazas e intimidación.

No decidimos que de la misma forma honesta podremos alcanzar lo deseado y largura de días tendremos operando dentro de la rectitud de un carácter aprobado por quien juzga nuestras acciones.

Es verdad que hay quienes se enriquecen con toda clase de injusticias, pero estos no tienen largura de días para disfrutar de lo hurtado u obtenido alejado de honestidad y justicia.

Contemplemos primero que la largura de vida en abundancia está en la honestidad y rectitud de un carácter alineado a quien nos creó.

Tenemos momentos donde requerimos ejecutar una acción, que la otra persona no está dispuesta a realizar y acudimos a la persuasión por lo que indagamos que agrada a la otra persona sus debilidades, también la manipulación, cohesión y toda clase de artimañas que logren nuestro objetivo sin analizar si lo empleado es o no justo para con nuestro objetivo, procede de rectitud y de edificación.

El grado de rectitud y justicia empleado en nuestras acciones determinará el grado de largura de vida obtenido en tranquilidad, seguridad y abundancia.

A fecha no obtenemos ni sosiego ni plenitud de vida por nuestro desapego e inclinación a la perversión.

Todo lo estipulado como concerniente a producir honestidad, rectitud, y verdad lo hemos estigmatizado  como cosa deleznable y demudé en esta época olvidando que lo dicho desde antiguo por el Creador tiene preeminencia en todo tiempo.

Arrastramos vidas en decadencia, por el desuso de lo único que trae abundancia de vida y mientras estemos alejados de la práctica diaria de veracidad, bondad y acciones que edifiquen, continuaremos con languidez de vida.

Observe como el dinero obtenido se va como agua en sus manos, no rindiendo nada, aumentan sus ingresos aumentan los gastos y no parece tener fin todo adversidad, angustia provocada por nuestra falta de honestidad y rectitud.

Si todo suceso de la vida ayuda para bien, empezamos a renegar por no gustar lo que presenciamos o no vemos la necesidad de ello, cuidemos no propiciar algo peor de lo acontecido con la caterva de expresiones desdeñables que manejamos con lenguaje prolifero en vulgaridad  en todo ámbito.

 La mejor carta de recomendación será nuestras  acciones seguidas por nuestras palabras salvo que las palabras supeditan a las acciones, podemos restringir palabras, más después aflorará lo albergado en el corazón respecto a lo presenciado.

Con la popularidad de léxico abundante en vulgaridad creemos que es normal practicar como la mayoría procede y no caemos en cuenta que se trata de hacer bajar in estándar de vida hacia la falta de credibilidad.

Quien va a cooperar con esfuerzo y trabajo para la realización de algunas tareas donde requerimos ayuda aparecerán si hemos ofrecido nuestra cooperación a otros y remarco cooperación, ya que muchos interpretan esto como trasferencia de obligación donde ellos los verdaderos responsables se dedican a otra cosa.

Gran desanimo causa a la poca iniciativa de esmerarse en que otros avancen primero. Por si el avance del prójimo repercute en bien propio, este es el pensar actual, si alguien vemos ayudar deducimos algo desea obtener.

Pocos atienden lo Espiritual que es el otro medio por donde podemos desempeñarnos y preste atención que está escrito con mayúsculas la primer letra indicando que nos referimos a lo procedente de Justicia, verdad y bondad de lo Divino.

No es bueno la aproximación por afinidad o bienestar con personas las cuales sus hábitos de vida son alejados de la rectitud, justicia y bondad, porque queramos o no terminaremos actuando como ellos, pasando tales acciones como normales, como hoy tenemos y poco importa vivir bajo lineamientos hacia vida abundante mañana, porque el tren de vida actual no da expectativas hacia un mañana.

Por eso preferimos toda clase de acciones que actué ahora, y para eso tenemos toda clase de injusticia, mentiras y deshonestidades dado que los frutos de acciones justas llegan en tiempo oportuno, y ese tiempo creemos que no es cercano craso porque empieza antes de realizar la Justicia y se manifiesta luego.