Desliz

Procurad la paz de donde habites que en ello, está tú paz. Con el proceder anterior tendrás porvenir y esperanza.

El lugar donde habites comprende todo sitio donde haces acto de presencia e interactúe tu ser; ser portador de soluciones y no conflictos hace grata en todo lugar tú visita.

Usar la prudencia para no decir especulaciones, rumores y demás, es esencial para tener un grato recibimiento.

De incurrir en tal falta, resarcir es reconocer el desliz ante los pronunciados , ofrecer disculpas y abandonar esa nefasta actitud.

Revertir

El mal para el que procura el mal, pero revertir con proceder en justicia en abandono de la injusticia es parte de las buenas nuevas.

Tenemos escrito los procederes conducentes a la vida pletórica, pero persistimos en la ejecución de los conducentes a la muerte, y así pretendemos calidad de vida que incongruencia.

Alejados de la justicia acrecienta el intersticio entre Dios y nosotros.

Salid de ella

Dios hizo los cielos y la tierra con su poder. El hombre que no entiende esto, con su conocimiento se embrutece.

Todo orfebre se avergonzará de su ídolo porque sus ídolos de fundición son un engaño, y no hay hálito en ellos; vanidad son, obra digna de burla; en el tiempo de su visitación, ellos perecerán.

¡Salid de en medio de ella pueblo mío!. Antes que tome venganza sobre babilonia.

YHVH ruge desde lo alto, desde la morada de su santidad hace resonar su voz y Él cumple lo dicho.

Camino justo

Ante las consecuencias del mal proceder es común desfallecer todo lo que no puede combatir o mejorar la situación, con lo paliativo de las fortalezas contenidas.

La verdadera fortaleza radica en la confianza y obediencia en las directivas a vida abundante, que es la Justicia.

El resarcir procederes decadente es tomar el camino justo, sin ser guiado por contenido frente a los ojos.

Ofertas

Hogaño se crean necesidades para vender productos no requeridos, hasta presentada la publicidad que impele a su adquisición; antaño se creaban productos para satisfacer necesidades.

Normalmente ante ofertas pocos cavilan de verdad necesitarlo; la vorágine de la vida diaria obnubila razonar sobre el eficaz empleo de nuestros recursos financieros.

En todo momento y ámbito es requerido la buena administración, para no caer en el derroche ni en la mezquindad.

“A los pobres siempre los tendrán” dijo Cristo Jesús por la condición proclive del hombre al mal.

Sin Dios

La abundancia adquirida se esfuma y seguridad, confianza y certeza fuera de Dios es inútil. Ante la soberbia, arrogancia e indiferencia al prójimo hace gravitar sobre nuestra cabeza muchos males.

Hodierno bulle la propensión al egoísmo donde se busca el confort propio sin atender el mal al prójimo, causado por nuestro proceder.

Es necesario empatía con el afectado para enmendar y resarcir de entuertos causados y estropicios, pero como esto representa más gastos y menos ganancias en lo material lo obviamos.

No atender que en lo Espiritual es gran ganancia en vida longeva y portar vida abundante no obviar al prójimo, hace tener la benevolencia a la puerta.

Incólumen

Se asoma la debacle para quienes han decidido querer ignorar las directivas divinas, pero los pocos que deciden practicarla salen incólume del aparente tremebundo y enrevesado conflicto.

Alcanzar la vida pletórica es de pocos que transitan por las sendas antiguas de la justicia sin torcer el derecho.

Determinar proseguir uno u otro camino es cuestión de carácter dado que se incita por todo medio a la decadencia.