Practicar

El que practica justicia y misericordia es el sabio y entendido que siempre tiene lozanía; porque de Dios comprende que procede sus frutos. Los caminos de Dios son rectitud, y los justos transitan por ellos, pero los pecadores tropezarán en ellos.

A todo trasgresor le es ignota la práctica de justeza sin interiorizar a Cristo Jesús en su índole.

Mejorar

Después de tantos males e infortunios recibidos por las infamias o consecuencias de no saber ¿Cómo tener un correcto estilo de vida? La práctica asidua de actos justos y la misericordia de índole de Cristo Jesús en conjunto, hace tornar a la vida pletórica.

El gran bemol es la presión social que desea verte inmerso en decadencia y languidez. Pocos desearán tu bien elige por tu mejora.

Marrar

Sin lastre de injusticia, pecados y malhadado interés eres exaltado; pero de alargar tu mano a la injusticia y rampante deseo de ganancias injustas vas marrando en todo.

Lo manido es tomar la decadencia del pecado como normalización al presente, cuando lo idóneo es ser libre de pecado. Rumbo a la vida pletórica con gozo de mostrar que mereces más vida obtienes de Cristo Jesús el disfrute perenne.

conversión

Multiplicar la mentira y la violencia aumenta las vanidades de la vida con la repercusión que al visitar Dios pagará acorde a caminos y obras realizadas dentro de justicia y misericordia o fuera de ellas la retribución debida.

Entonces, para tener la vida pletórica ejecutar justicia y misericordia con el carácter de Cristo Jesús interiorizado, es vía segura a la vida.

Atiende

Los llamados de Dios a rectificar cuando operamos fuera de justicia y misericordia es menester atender antes de gravitar sobre nuestra cabeza lo disruptivo de procederes nefastos.

Optar por seguir los propios consejos es prodigar al vacío tiempo y esfuerzo, es ineludible la retribución a procederes.

Daño

Hablar vanidades, hacer alianzas con lo injusto y jurar con falsía por eso, los pleitos florecen donde se habita.

El desempeño alejado del respeto a Cristo Jesús hace trivializar todo sin tener conciencia de lo trascendente o lo temporal, grave daño a la estancia sobre la tierra.

Recueda

El vejar o ningunear la solicitud de Dios que es la práctica de justicia y misericordia sumerge en decadencia, languidez y muerte. Abstraídos por el efímero y falso placer de la injusticia olvidamos su perenne sufrimiento que no es subjetivo, sino real y palpable.

Alcanzar la vida pletórica por medio de interiorizar su carácter es lo que detalla su Palabra Divina; pero la hemos considerado como que cuarta o restringe la libertad. Toda libertad debe contener reglas.