Practicar la deshonestidad mentira y torcer el derecho, como hoy nos desempeñamos y no obtenemos mejoras en calidad de vida, aunque tratamos de adquirir bienes por todo medio injusto vamos a pobreza, angustias y detrimento.

 No permitimos reposar la seguridad y la paz en nuestra conducta diaria, que llega por la práctica diaria de la verdad, Justicia y rectitud.

Nos hace actuar intransigente a hacia la rectitud imperando todo lo que produce corta vida.

Dejar de practicar justicia, honestidad y rectitud nos hace rebelión contra los lineamientos de vida prospera y abundante en todo ámbito que incluye el Espiritual.

A fecha la decadencia moral nos está evidenciando que nadie es prospero, por actuar en rebelión a Dios, convirtiéndose en enemigo del que nos creó.

Prosperidad no es sólo la soltura económica del poder adquisitivo, incluye nuestra obediencia al proceder honesto y Justo.

Has sido protagonista de hurto o robo, ¿será por qué nuestro despeño es parecido a la actitud de los que roban o nos es necesario para rectificar, enmendar y tomar la bondad y practicarla?.

La justicia debe ser nuestro distintivo de actuar diario aborreciendo la rapiña, de esta manera estaremos poseyendo el doble, recibiendo pago de nuestros procederes no pidamos que lo demás reaccione como nosotros no lo hemos manifestado a los que nos rodean.

Por poco o mucho tratamos de maximizar nuestros ingresos  de  manera que no  requiera esfuerzo alguno, y para eso tenemos la injusticia y deshonestidades que nos causa más carencias que las pretendidas en cubrir.

A fecha contamos  con modelos de vidas injustos, violentos y deshonestos, donde  quien debiera mostrar rectitud y justicia claudica tras la avaricia, ambición de riquezas e intereses  egoístas.

Deberemos ser modelos de honestidad y rectitud si deseamos mejorar nuestra  estancia  y convivencia  transformando nuestra vida a longeva sin carencias.

Practicar derecho y justicia es algo olvidado donde sujetamos todas nuestras acciones, a lo palpable y de provecho inmediato, poco nos ocupamos de larga vida nos hemos conformado con sobre vivir en medio de la rapiña e injusticia obteniendo corta y escuálida calidad de vida.

No queremos comprender lo que opera en detrimento de calidad de vida es el cumulo de injusticia practicada y las actitudes como enfrentamos cada acontecimiento de nuestra existencia dado que actuamos como si no hay mañana y definitiva mente no lo habrá si continuamos torciendo el derecho, pervirtiendo la justicia con nuestro proceder y no decidimos practicar justicia.

Donde Justicia es ejecutar obediencia a la reglas de obtención de vida abundante en ámbito Espiritual y material:

Hacer a los demás el bien que deseas recibir.
Abstenerse del mal hacia tu prójimo, porque con la medida que mides serás medido. 

Hacer que todo nos salga según lo planeado deberemos planear con la verdad rectitud y honestidad de lo contrario, experimentaremos frustración en ver  sino torcemos la justicia podremos palpar que otros obtienen bien de lo que nuestros planes injustos son obviados magistral mente.

Recurrimos a torcer la rectitud y verdad queriendo obtener beneficio que no nos corresponde, entonces no dudamos de alargar nuestra mano hacia la mentira, deshonestidad e injusticia que a fecha el tumulto de prácticas deshonestas hace ver la injusticia como cosa normal para obtener los beneficios de un actuar justo, sin practicar justicia por esto mismo no concebimos un actuar justo por falta de ejemplo y comodidad de no querer esforzarnos en lo mínimo para adquirir beneficios de justicia preferimos robar antes que trabajar.

Se nos olvida que de esta forma acortamos nuestra vida y paso a la abundancia, dando vía libre a la mezquindad y sufrimientos.

Hablamos con ciertos temores hacia los que nos rodean aceptado y tolerado lo que no procede de rectitud, honestidad y verdad perdiendo de vista que deberemos atender al que nos colocó en este tiempo y espacio, para mostrar que somos merecedores de vida abúndante y longeva sobre la tierra por la práctica diaria de la justicia que es una persona la verdad.

Si por un momento dejamos de priorizar nuestros deseos y apetencias, para actuar con rectitud  y honestidad comprobaríamos que rinde mejor fruto la rectitud y acarrea gran satisfacción en paz, sabiéndose aprobado por quien otorga vida.