Existe una forma de ganar en todo, pero es tan desestimada y ridiculizada que tildamos de tontos a los que deciden practicar Justicia, honestidad y bondad.

Pues somos proclives a la rapiña e injusticia, decantamos por lo manido para encajar en la sociedad pletórica de argucias e injusticia, olvidando que esta es la manera de perder en todo, dado que alejamos de nosotros los frutos de la Justicia atrayendo detrimento a raudales.

Tener presente que recibimos conforme a nuestro desempeño, aclarará la pregunta que nos aflora ante una adversidad ¿Por qué a mí?    

La satisfacción de la vida es la fe, en el único Creador. 

Acontecen actos que no parece tener conexión con nuestras acciones, pero son situaciones  para dar evidencias de bondad, Justicia y honestidad, pero preferimos enardecer en, egoísmo y envidia, externado  como violencia a diestra y siniestra.

Entonces no damos oportunidad a la vida, de alcanzar benevolencia y disfrutar de frutos de la honestidad y Justicia que aguardan a los que deciden practicarla.

Si procuramos el bien de los demás con nuestro trabajo y comportamiento, tengamos por seguro que jamás la carencia gravitará sobre nuestra cabeza, y el beneplácito  de nuestro Creador nos protegerá depositando en Él, nuestra fe.

Emitir nuestra  opinión sin razonar bien las palabras y expresiones, es causal de perder terreno ante la vida plena.

Lo dicho y desempeñado hoy, mañana puede jugar en nuestra contra en el sitio menos pensado; si deseamos respeto seamos respetuosos, deseamos gratificaciones de la vida, aprendamos a refrenar nuestros impulsos, para proferir lo que conviene en cada caso donde la verdad, misericordia y Justicia será nuestra guía si la practicamos.

Despotricar contra personas que circundan nuestro entorno, no es inteligente porque, nunca sabemos de quienes llegaremos a necesitar; tal vez tendremos que acudir con vergüenza por nuestra lengua, cuando podríamos presentarnos con rectitud de corazón sí refrenamos la lengua.

Recibir benevolencia de quienes hemos procurado el mal, puede convertirse en desavenencias cuando levantamos estigmas errados  ya sea por alta o baja estima.

La bondad es nuestra falla y materia pendiente para alcanzar beneplácito en todo ámbito de la vida, dado que para la lógica presente la bondad es sinónimo de debilidad o decrepites.

Sí tan solo comparáramos frutos de la bondad contra la carencia de esta, podríamos ver  que la vida abundante radica en cimentar nuestras acciones  en Dios, no es ficción.

Despotricar contra personas que circundan nuestro entorno, no es inteligente porque, nunca sabemos de quienes llegaremos a necesitar; tal vez tendremos que acudir con vergüenza por nuestra lengua, cuando podríamos presentarnos con rectitud de corazón sí refrenamos la lengua.

Recibir benevolencia de quienes hemos procurado el mal, puede convertirse en desavenencias cuando levantamos estigmas errados.

La bondad es nuestra falla y materia pendiente para alcanzar beneplácito en todo ámbito de la vida, dado que para la lógica presente la bondad es sinónimo de debilidad o decrepites.

Tan solo comparáramos frutos de la bondad contra la carencia de esta, podríamos ver  que la vida abundante  cimentada  en Dios no es ficción

Otra de las cosas que poco interesa para obtener vida en beneplácito hacia lo que conforma nuestro entorno, es alejar de nuestro estilo de vida la mentira, truhanerías expresadas  al contrario, las inventamos y hacemos de la mentira nuestro deporte por parecer normal y en boga.

A pesar de incurrir en tales acciones, todavía esperamos benevolencia y gratitud cuando, se recibe de lo ofrecido a los demás.

Por eso cada persona diseña la manera como será tratada, por nuestras acciones, no esperemos rectitud y honestidad cuando no perdemos ocasión de defraudar a nuestro prójimo.

Otra de las cosas que poco interesa para obtener vida en beneplácito, es alejar de nuestro estilo de vida la mentira, truhanerías expresadas  al contrario, las inventamos y hacemos de la mentira nuestro deporte.

A pesar de incurrir en tales acciones, todavía esperamos benevolencia y gratitud cuando, se recibe de lo ofrecido a los demás.

Por eso cada persona diseña la manera como será tratada, por nuestras acciones, no esperemos rectitud y honestidad cuando no perdemos ocasión de defraudar a nuestro prójimo.

Tomamos como muy recalcitrante o vetusto la advertencia de apartarse de lo pervertido, y mucho más cuando tenemos por sublime esto último perdiendo la diferencia entre bueno y malo

Hoy catalogamos conforme a lo que nos beneficie, eso es bueno según apreciación actual y malo sí representa perjuicio hacia nuestra persona.

Esto no es la estimación verdadera, como regimos nuestras acciones, por eso cosechamos males y adversidades, de apegar nuestras acciones a la Justicia, honestidad y bondad tornaríamos en beneplácito toda acción realizada, dado que cada uno recibe conforme a su actuar.

Tener vida  con inteligencia, por la instrucción y por la práctica podríamos alcanzar, a fecha parece que las mejores oportunidades laborales, son de los que ofrecen mejores resultados.

Añadiendo sabiduría  a nuestro desempeño laboral, aventajaremos a los más versados; la única manera de adquirir sabiduría es sujetando nuestros actos a la Justicia, honestidad y bondad, procederes que conducirán a la fe a Dios.

Por el momento creas o no en Él funcionará como la ley de la gravedad, esta actúa de todas formas.