Blasfemo

Sinceridad, Justicia y verdad practicada, manifiesta que Dios tiene relevancia en nuestras acciones; de lo contrario seremos religiosos blasfemos, como los que aúnan a la prosperidad. Obviar la malicia y la maldad del empedernido proceder injusto, es un suplicio sin la fuerza de la fe en Cristo. El camino con beneplácito del Creador y los hombres de su elección, hacia la vida plena es internalizar el carácter de Cristo. Para obtener la travesía placentera, siempre, has a los demás como deseas de bien que hagan contigo.

escarpado

Al sufrir el ínfimo padecimiento, planeamos la réplica con mayor grado de desmedro que el recibido; poco somos de cavilar, ¿es reacción provocada o tiene el fin de acrecentar la madurez personal por medio del dominio y la templanza? Permanentemente, fluctuamos en la adolescencia por la inmadurez e irresponsabilidad. De enfilar asuntos con justeza y cordura, empezaremos la travesía a la madurez integral; de no procurarlo sendas tenebrosa, enigmáticas y escarpadas forjaremos.

Bemoles

El reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder manifestado por internalizar su carácter; hacerle bien a los que nos aborrecen, requiere de bemoles que solo la fe otorga. Desde lo Espiritual de Cristo, podremos ingresar a la vida pletórica. La mayoría se conforma con vociferar en postín, de lo deseado con procederes entreverados con religiones; multitud marra hacia la vida plena en olvidar lo antes citado Desistir de lo injusto e infame, para tomar lo Justo y verdadero traerá tranquilidad.

Hacinar

La verdadera intencionalidad de nuestras acciones de bondad, mansedumbre y misericordia, hará que permanezca nuestra recompensa o sea derruida por la adversidad provocada. En ocasiones mostramos matiz tenue de espiritualidad, de tomar beneficio a costa del perjuicio ajeno; el que retribuye lo debido a nuestras acciones es Dios. No tome la travesía de la vida, entreverando malicia o falacias; que produce muerte y pérdida de esperanza, al desear ser protegido de males. El infierno (separación de lo mejor) está hacinado de buenas intenciones. La edificación con material no perecedero, pende de las intenciones puras en el camino de Justicia.

Colmar

Un hombre sin Dios las cosas de Dios, le son estulticia o necedad; por no aceptar la naturaleza Divina en fe (Cristo). Para un hombre con Dios tiene proceder diario de rectitud y justeza, actúa así a pesar de males recibidos; por saber lo que Dios concedió gratuitamente a los que le aman, evidente por su obediencia a los mandamientos Divinos. Hodierno que con frenesí se busca dinero, sepa que colmando el área espiritual con lo Espiritual; vemos satisfecha las dos áreas restantes. Tome u obvie la advertencia, pero la Justicia siempre gana.

Empedernido

Tenemos sabiduría, y Justicia, y santificación, y redención como hándicap, para ganar en Cristo. Saber que lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios más fuerte que los hombres; decantar por Dios que es Cristo, sería lo lógico salvo que empedernidos en la injusticia desechamos lo mejor conducente a la vida plena. Mientras no desechemos el egoísmo, belicosidad y la mentira seguirá la corrupción. El lenguaje de la decadencia adoptamos en todo estrato social, no deseamos comprender que solo esta vida determina la estancia eterna.

Suplicio

No trabajar es desorden, por ser aliciente a entrometerse en asuntos ajenos. Impele el vientre a trabajar; pero recurrimos a las fechorías, truhanerías y toda clase de injusticias para no trabajar. La gravedad de nuestra permanencia sobre la tierra pende de las injusticias realizadas. Trabajo honesto y justo produce tranquilidad y satisfacciones, al contar con beneplácito de Dios y los hombres; cuando activamos la fe con carácter internalizado de Cristo, en certeza que es Él que otorga a cada quien su merecido. Cuando es iniciativa sin fe, la práctica de justicia será un suplicio.