Con la vara que midas serás medido y de la abundancia del corazón se habla; es mejor no prestar atención atisbos de malestar, por encuadrar en algo escrito o por malhadado. Cada día, es una oportunidad para dejar nuestra impronta, usted decide de bien o de escollar y descastado ánimo. Pulula lo beligerante obteniendo detrimento donde hagamos acto de presencia, con esa actitud. Recuerde, la Justicia siempre triunfa y Cristo es la manera correcta de encararla, desde lo Espiritual.

Portador de un patrón de procederes conducía a ser identificado, como parte de una familia. Hogaño que impera la injusticia y prima el egoísmo a la par; cuesta identificar a los forajidos que se denominan hermanos, pero su proceder dista de veracidad, honestidad y confianza. Por causa del analfabetismo bíblico realizamos procederes en contra de lo anhelado; al punto de despreciar las reglas de conducta que asegura lo buscado. Los que deberían ser pueblos del libro, pasaron a ser los del entretenimiento, y promotores de estulticias dentro y fuera de sus ámbitos de confort.

Nadie invierte tiempo, dinero y esfuerzo en lo infructuoso; pero alienados u obnubilados por aparentes sensaciones persistimos en lo pernicioso de los vicios, que comienzan como algo lúdico y terminan en enfermedades. Llega el momento que se defiende a ultranza aquello que acarrea detrimento, pero nos agrada. Defenestrar de quien pretenda hacer recapacitar es lo habitual; Solo un golpe de adversidad podrá mover la estructura de nuestro ser para vindicar, y ese golpe Cristo lo advierte falta que lo comprendamos.

Todo mundo tendrá que transitar por penurias, pero el caso es tener una ayuda o no tenerla; esa ayuda será obediencia a Cristo, que permanece para siempre por eso la justicia siempre triunfa. Ese proferir de la prosperidad es falaz; ejecutar la voluntad de Dios no tiene relación con confort. Sí, con crecimiento Espiritual. Grandes hombres de Dios padecieron carencias, avatares, pero de ellas surgieron victoriosos bajo la voluntad de Dios. Tengamos presente que toda rémora, deja algo para aprender seamos avispados y no lerdos o necios.

Muchos se titulan como creyentes, pero Dios pide discípulos estos son los que internalizan su carácter; de estos ya son pocos, y cada día menos. Existe, un precio a pagar por la verdad que es inmanente a la Justicia, que hogaño se defenestra y ridiculiza. Todo está dispuesto para ensalzar lo decadente que aleja de la Justicia, y con premura presenta detrimento. Como tendemos a lo deplorable, no vemos hacia la práctica de Justicia que ofrece vida abundante; artos de lo perjudicial por alguna adversidad, talvez, tornemos, hacia la vida abundante o pletórica.

Existen tinieblas en nuestra vida proporcional a nuestro alejamiento de la práctica de Justicia, honestidad y bondad. Topamos con rémoras actuar con bondad hacia nuestro prójimo; otro tanto, cuando pulula la mezquindad e injusticia. Lo que debe imperar en nuestro proceder, es que cada uno recibe acorde a lo ofrecido a los demás; atiende que tu desempeño sea Justo, generoso, que recompensa tendrás en el tiempo oportuno. No atolondre el desempeño ajeno, al ver tu desempeño justo y sus frutos los demás imitarán

Es es muy gratificante recibir de sus buenos deseos, muchas gracias. Tengamos presente que la felicidad solo proviene de un corazón alineado a la práctica de Justicia, bondad y misericordia que pronto tendremos aprobación de Cristo, manifestado aquí y ahora. Para ejercer Justicia falta un aliciente continuo que es Cristo. Aprendemos practicar Justicia por la convicción que genera Cristo, no por religiones o ritos; saber discernir entre lo correcto e incorrecto, es alejar nuestro ser de las practicas injustas ya que Dios escucha a los que persisten en la Justicia.