Decimos que algo es bueno por brindar satisfacción o provecho personal, más no observamos el grado de rectitud y justicia empleados a la obtención de lo deseado.

La definición mezquina y egoísta de corta vida “es bueno lo que te hace sentir bien”, nada más alejado y herrado del principio de reciprocidad, por esto se reciben tantas desgracias que no terminan en benevolencias.

Deberemos tener presente la Verdad y equidad para discernir lo Justo de lo injusto, si queremos erradicar inseguridad y violencia de otra forma continuemos con las consecuencias nefastas como hoy.

En el carácter de quien pretende dirigir un grupo de personas, debe ser prominente su honestidad, rectitud y confiabilidad de palabra esto es que cumpla aunque salga perdiendo, pues ha empeñado su honor.

Lamentable mente a fecha cultivamos toda antítesis a lo que exigimos de los demás, no es así como quitaremos la corrupción, deshonestidad  e infamia; deberemos ser ejemplos de vida recta para que nuestros hijos continúen con la forma que brinda seguridad.

Al que lo colocan como dirigente del pueblo, no es para enriquecerse de los bienes que este posea más a fecha este es el anhelo de cuantos aspiran llegar y los que ya están buscan formas de camuflar estás acciones.

Todos por igual tenemos en poco que la injusticia y deshonestidades practicadas restan carácter y autoridad de desempeño en todo ámbito.

Ya hemos visto que la violencia y rapiña con que solemos actuar, origina que otros tomen actitudes peores hacia nosotros alejando la tranquilidad, seguridad y honestidad con que deseamos ser tratados en el avance de nuestros asuntos.

Marcamos  el tipo de trato que merecemos con los gestos, palabras y hechos cotidianos realizados, así hoy por la envidia, rapiña y deshonestidad generalizada más evidente es la rectitud.

Deseamos recibir gratificación y alejar de nuestra vida, las consecuencias nefastas del egoísmo, envidia, y avaricia, contentémonos con lo que con justicia y rectitud obtenemos como proceder honesto y no tratemos de imitar a los que acumulan bienes, pues la vida no consiste en la cantidad de bienes acumulados sino más bien en portar la vida siendo moradores de vida larga y abundante en lo espiritual  que atrae lo material.

Alejar de nuestra conducta todo lo que conduce a la exaltación de nuestro ego, parece imposible más la clave hacia el triunfo es la perseverancia en todo lo justo.

Truhanerías son las palabras que carecen de sentido a fin de expresar mejor el mensaje propuesto, a fecha pareciera ser más aceptado este vocabulario desprovisto de sensatez y decoro por las sociedades que no buscan mejoras sino son estancadas en el conformismo, la mediocridad y vulgaridad que comienza con las palabras empleadas y termina con acciones y puede suscitarse a la inversa.

Hipócritas de religiones, criminales y sacrílegos de la fe, que disfrazan sus acciones e intenciones con palabras melosas y cuidan de no mostrar sus verdaderas intenciones.

Empezar a mejorar nuestro vocabulario no es cosa de distinción en clases sociales, sino de expresar amplitud de léxico que aunado ser versado con nuestro oficio Justo, nos catapulta a mejores ingresos disfrutables.