Triunfar

Al suscitar acto injusto según nuestra valorización deseamos responder con otra más severa; pero comprender que esa acción acaeció, para mostrar que la Justicia siempre triunfa cambiaría nuestra perspectiva. No perdamos de vista que debe prevalecer para triunfar: 1. La hospitalidad (Hacer el bien a todos, sin intereses creados o caprichos) en la certeza que la justicia impele 2. Ayuda a los oprimidos y menesterosos, que con gran esfuerzo procuran su sustento. 3. Mantener con honra el matrimonio, porque Dios juzgará a los fornicarios y adúlteros. 4. Erradicar todo ápice de avaricia monetaria. 5. Copado de contentamiento en nuestra capacidad, para no alargar manos a la injusticia. Ofrezcamos así, frutos de alabanza a Dios que evidencie su carácter, sacrificios que le agradan al Eterno.

A la gracia

Seguid la paz con todos y accionar lo justo en fe a Cristo Jesús, apartado de pecado hará presenciar de Dios en su anuencia a nuestros actos. Mirad no deseches al que habla desde los cielos(Cristo Jesús); que ello brinda sentido a la vida; no cansarse de hacer el bien, y a su tiempo brindará sus dividendos a raudales. Cuida que no perturbe la amargura en privar de la gracia de Dios, y el afán insano. Cuida que la conducta diaria no sea condescendiente con el pecado, tomando de él procederes aviesos. Cuida de no envidiar el desempeño protervo, sus caídas no se tardan.

Hacia lo mejor

Por fe comprendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Pero sin fe es imposible agradarlo, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y es galardonador de los que le buscan. Por fe se conquista, se hace Justicia se efectiviza promesas, se reciben portentos, se recibe fuerzas en la debilidad; y otros sufrieron la prueba de escarnio público y azotes, además de cadenas y cárcel habiendo provisto Dios algo mejor. Siempre lo mejor implica cambios de lo presente, el cambio implica dolor por lo regular.

Bemoles

Asegurada una mejor y perdurable herencia en Cristo Jesús, se porta gozo entre padecimientos y despojos si Dios lo permite. Confiar en el que dijo” Mía es la venganza, Yo pagaré” brinda surcar por la vida con los bemoles requeridos, para internalizar su carácter y salir airoso en toda Justicia. Existen padecimientos que aparentan ser extremadamente agravante, pero no para quien es guiado por Cristo Jesús; su contra partida sin Cristo Jesús parece ser lo que aqueja a la mayoría y pocos desisten de la injusticia y pecado, para afrontar con triunfo la vida.

Ofrecimiento

En Cristo Jesús somos llamados, para recibir la promesa de la herencia eterna. Ahora los llamados son todos los que le obedecen y manifiestan de su carácter. Jesús padeció una vez y para siempre, por nuestras transgresiones; ahora ofrece para internalizar sus lineamientos, la vida pletórica en Justicia permanente.

Deferencia

La ley como sombra y figura de las cosas celestiales que, es Cristo Jesús el mejor pacto; coloca en sus mentes de los que le creen, y son consecuentes en palabras y hechos. Sobre estos, el pecado es desactivado como norma de conducta habitual y pasan a ser pueblo de Dios. En medio del tráfago de vida conducente al distanciamiento a Dios, deseamos obtener deferencias que represente beneficios pero sin la travesía de santidad; aquí es donde trasmuta lo esperado como bienes a males, por la retribución al desempeño avieso.

Voluntad

La ley como mandamiento carnal por exigencia e imposición, fue derogada por la gracia que según el poder de una vida inmortal subsume lo Espiritual a lo material. Hogaño internalizar el carácter de Cristo Jesús, comprende desde pensamientos, palabras y acciones; todo nuestro ser esto, eleva el grado de santidad requerido para ser parte del reino; pero torna más asequible por radicar en nuestra voluntad. En poco mitiga la vorágine de avatares, salvo que Cristo Jesús es el único camino a vida pletórica; ahí la información cobra sentido, para decidir transitar libre de religión o falsos preceptos.