aceptar

Siempre sobredimensionamos en lo que de beneficios en referencia a lo eterno creemos obtener; recordemos, lo que para el hombre es sublime, para Dios es como trapo de inmundicia. La Internalización del carácter Justo, conducirá a rectificar esta sobredimensión. Cuando el contentamiento en Justicia establezca su residencia en nuestro corazón, pasos incipiente en lo Espiritual tendremos. En este nivel que es alcanzado según actitud del corazón respecto a la Justicia, por cada individuo es disímil referente al tiempo. No es que existan destinados, existen quienes responden aceptando el llamado.

Discernir

Podremos hacer creer a nuestros semejantes, que creemos con realizar ritos y faramalla religiosa; pero el que conoce los corazones y otorga testimonio a favor del verdadero creyente, es Juez de vivos y muertos. Por ganancias se acude a la estulticia, con actos inverosímil “Al enrevesado todo le parece idóneo”. El que ejerce el discernimiento por lo Espiritual en Cristo elige con Justicia.

Del interior

Hogaño padecemos un percance e indilgamos despropósito Divino en acciones justas cuando no tenemos activado lo Espiritual en Cristo; ofreciendo amplitud de panorama. Al contar con el resultado de nuestras acciones en lo espiritual, las admoniciones pueden favorecer acorde a la docilidad del corazón. Con procederes belicosos nos mostramos reacio a obedecer hasta lo que es para nuestro bien. Mostrando debilidad de carácter, en realizar acciones injustas. Recuerde, la maldad es congénito al hombre; pero dominará hacia donde oblicue lo que porta nuestro interior.

Prosperidad

Los que temen realizar lo que a Dios desagrada, fue enviada la palara de salvación; para esta postura Espiritual no interfiere el mal, dado que el que ama a Dios todo le ayuda a bien. Le amamos por practicar sus mandamientos y conformar nuestro proceder a su carácter, descrito en su palabra. Hogaño pulula los que ungen con aceite de serpiente “Prosperidad”, prosaicos en su desvió olvidan lo crucial que es lo Espiritual. La biblia dice de la prosperidad integral, espíritu, el alma, y no se limita a las ganancias materiales como los gerentes de babilonia proclaman.

El arrepentimiento es para vida y consiste en cambiar de forma de pensar; de manera que fluya Cristo en nuestro proceder interiorizando su carácter, para pensar y actuar acorde a la Justicia, bondad y misericordia. Muchos toman los mandamientos como escollos al disfrute de la vida, cuando es indicador a la vida pletórica. No malogremos esta vida por malhadada creencias, sino portemos testimonio de merecer más vida tremolando la Justicia.

El juez de vivos y muertos, todo el que cree en ÉL, recibe perdón de pecados por su nombre. Creer en él implica internalizar su carácter, en obediencia a sus normas de conducta. Lamentable es haber reducido a conglomerado de ritos por rufianes el creer; donde ampones tienen su fuente de ganancia y relegan lo crucial, que es lo Espiritual de Cristo. En cada esquina topas con “iglesia” que enfatiza el dinero, más bien es cuevas de ladrones ahí topas con manipulación, hechicería y sometimiento, nunca con misericordia, Justicia y guia espiritual.

Podemos ser hoy el acérrimo opositor, de lo que mañana vitorearemos; evita ser laudatorio sin cautela o vilipendiar sin cordura. Toparse con dilemas requiere de discernimiento, sopesar las opciones para elegir lo mejor. No siempre las apariencias guían. Es manido no bregar para reparar lo dañado, sino sustituir y continuar con el daño; topado con más daño e incomodidad. Para topar con paz y tranquilidad amerita guia Divina, esfuerzo y responsabilidad.