Es relativamente fácil un trato dócil, cuando todo se desempeña según lo esperado, el abrupto comienza cuando no es conforme a nuestras expectativas, que no siempre es acorde a nuestros actos, debido a que esperamos lo mejor cuando nuestro desempeño no es Justo y honesto hacia los demás.

Aquí es donde comienza el contemplar, realizar las acciones que con mayor asiduidad observamos que es la injusticia, violencia y toda clase de truhanerías.

Iniciando el circulo de recibir adversidades por practicar injusticias; preferimos ello antes de padecer agravios por mansedumbre, que produce frutos que compensan con creces lo esperado con violencia.  

Sí realizamos trámites donde todo parece salir según lo planeado, no dejemos de recordar que tiene gran ventaja la humildad, ante que la soberbia y altanería.

No permitir encausar reacción vista de los violentos parece una odisea, cuando por doquier se exalta lo infame y se vilipendia la honestidad y templanza.

Dejemos puertas abiertas de buena estima, con el trato hacia los demás que tarde o temprano, cosecharemos gratos dividendos de nuestro actuar.

Tener tratos ante una persona encargada de aclarar motivos de inconvenientes hacia nuestra persona, procedemos determinados a encarar tal trato con una actitud dispuesta a la confrontación, cuando deberíamos hacerlo buscando una grata conversación y acuerdo, que es lo que no se espera el interlocutor, y poder recibir ventajas en nuestra pronta solución.

Al momento de presentarse aplacibles y no iracundos, activamos la disposición de recibir mejor trato que los que humillan y no respetan.

Claro el propio desempeño del trato ira marcando el grado de firmeza, pero respetuoso  requerido.

Aquí está implícita  la práctica de la Justicia, honestidad y templanza.

Situación común donde se estrechan las ofertas laborales, para capacitados o no, y creemos que alargando nuestras manos hacia la injusticia, saqueo y rapiña tendremos lo necesario para no languidecer.

Desconocemos por completo que procediendo injustamente entraremos en el círculo vicioso de, sufrir injusticia por practicar injusticia, con cualquiera de sus modalidades rampante que a fecha tenemos por normales y preferimos, exaltar y festejar hasta, llegar a dañar nuestros intereses donde ya es tarde para revertir la apología a la injusticia, mejor es mantener un proceder Justo y honesto sin perder de vista que frutos de este proceder son perdurables.

Cada uno es arquitecto de su destino, por eso está delante la vida o la muerte y la elección es nuestra; para vida es la verdad, Justicia, bondad, honestidad y misericordia practicada, fuera de esta línea está la muerte o languidez.

Las nefastas consecuencias de nuestras elecciones son aquellas que propiciamos con nuestras acciones basadas en la injusticia, truhanerías y falsedades.

Hemos elegido callar todo proceder injusto e infame por temor, mas no consideramos que deberíamos no ser cómplice con nuestro silencio de injusticias, sino exponer de tener el momento propicio por temor, a quien todo lo ve, hasta lo más íntimo de nuestro ser, que actuando con Justicia, honestidad y verdad autoridad tendremos, para ser atendida nuestras acusaciones y denuncias; de lo contrario jamás repercusión tendrán nuestras palabras.

Existen dos formas de obtener autoridad, por vía de una vida intachable por la práctica de la Justicia, donde recibiremos bondades o por ejercer coerción obteniendo adversidades y penurias hasta fallecer.

 

No dejar de perseverar en la práctica de honestidad y Justicia, parece cosa de pánfilos, cuando por doquier se anima y se exalta lo ruin.

Lo importante en toda situación no es lo que hacen los demás, sino lo que edificas para recibir después; dado que cada uno recibe conforme a sus acciones.

No recibiremos Justicia, cuando hemos dado rienda suelta a nuestra injusticia, malicia y perversión; en cambio con la honestidad y verdad practicada, tendremos la vida eterna aquí en la tierra que es la vida abundante.

Cuando ya tenemos determinado la forma de actuar ante cierta situación, poco importa que señales evidentes indiquen algo diferente, terminaremos ejecutando lo que ya, habíamos contemplado.

Tener éxito o no siempre tendrá relación, con el grado de Justicia, honestidad y bondad ejercido en la obtención de esa meta.

Con asiduidad recurrimos a la injusticia y violencia desapercibiendo que esté proceder nos sumerge en penurias y circulo vicioso de tener que practicar más injusticia; para sentir que un poco de tranquilidad en lo adquisitivo tendremos.

Nos daremos cuenta de nuestra vida decadente, cuando se manifieste alguien con rectitud.