Lidiar

Hogaño se brega por obtener riquezas, en olvido que las capacidades para formarlas difieren en cada individuo. Lo que no varía, es el fruto recibido en el ejercicio de Justicia, bondad, fe (a Cristo) y esperanza. Lidiar con la sarta de injusticias y aberraciones para hacer lo correcto, parece difícil; pero se omite que las fuerzas infundidas por la fe en Cristo, supera a las tribulaciones presentes. Condescender con la decadencia imperante es lo cómodo, sin considerar lo permanente que es la Justicia. Lo conducente a vida pletórica es interiorizar el carácter de Cristo, donde las riquezas son superfluas. En hodierno estadio social parece que la vida, consiste en la cantidad de bienes que poseas; desestimando lo eterno, justo y de procedencia Divina. Hogaño solo vemos lo delante nuestro, desestimando ver lo Espiritual de Cristo; como dueño absoluto, ofrece amplitud inconmensurable a los que le aman. Amarle es obedecer sus lineamientos hacia vida pletórica que mal interpretamos como limitantes o “Mandamientos”

Obcecar

Hodierno se toma el murmurar del prójimo, como proceder inocuo; pero otorga asidero al destructor. Ya sea que lo creamos o no el detrimento hará rectificar, hacia la prudencia de no tomar actitud obcecada o contumaz. Lamentable es que el estadio social ensalza lo decadente, y la mayoría no sopesa; solo se limita por mimesis al proceder que aleja de la vida pletórica.

Detrimento

Inmersos en tribulaciones, se debería tener presente que ese es un incentivo para rectificar de estar fuera de Justicia o para perseverar con justeza. La seguridad para el que cree en Cristo, que nunca tendrá pruebas superiores a sus fuerzas; solución, para no procurar lo injusto, que en ello está la salida a vida plena o pletórica. Lamentable es que hasta creyentes olvidan actuar, procurando el bien al prójimo; en adición a la injusticia. La pérdida de vida está al no tener beneplácito ante el Creador. La calidad de vida va implícita al desempeño justo, y el detrimento al proceder injusto.

Conducente

Recibir bondad de lo material, poco frecuente dada la postura belicosa, egoísta e injusta; pero suele darse en personas que descubrieron, que se obtiene más con la generosidad ejercida en justicia. Actitud de quien recibe bondad de lo material debería ser, retribuir con lo Espiritual; pero resulta que existen pocos con interés por indagar lo conducente a la vida plena. ¿Cómo pretendemos recibir de no habilitar lo Espiritual de Cristo?

Hdierno

En ocasiones empecinados por las apariencias, elegimos lo incorrecto; tener presente que la apariencia es pasajera, aunará hacia la madurez. Hogaño se ensalza irresponsabilidad y deshonestidad, para los cultores de este proceder son acciones de avispados pero se pierde de vista la decadencia en cierne. Lo adoptamos por querer disfrutar en lo hodierno, olvidar que fuera de Justicia no se disfruta algo; parece poco importar tomando un sin sentido de la vida.

Enfilar

Al interiorizar el carácter de Cristo adquirimos sabiduría, para actuar con rectitud y justeza; pero dominar el empedernido proceder injusto, es cuestión propia. Las herramientas poseemos el caso es, que elijamos el proceder cimentado en la Justicia. Existen lamentos por marrar en ilícitos perpetuados; pero lamentan el haber marrado no por su proceder injusto. Analicemos que este, no sea nuestro enfilar.

a contramano

Ante agravios, abusos e injusticias, procuramos el perjuicio de donde proceden esas acciones; no comprender que la retribución a cada proceder la otorga Dios, afecta lo espiritual, moral y material. En lo espiritual por ir a contramano, para creyentes pide confiar a Dios el desenlace; para el que ama a Dios todo le ayuda a bien. En lo moral porque puede ser la ocasión, para mostrar madures e inteligencia con una respuesta afable y sincera. En lo material por los recursos gastados, en procurar perjuicios.