Acorde al pensamiento de hoy, por toda forma injusta se pretende tener riquezas, ignorando que el amor al dinero conduce a muchos males, y que cada individuo tiene capacidad  variada de poder tratar  con riquezas.

Los que hoy carecen de pronto tienen recursos financieros, en poco tiempo estarían peor por  lapidar sus bienes, carente de habilidades para aumentar sus recursos.

Son pocos los contentos con lo derivado de su trabajo Justo y honesto, llegando a la conclusión que teniendo alimento, techo y abrigo tenemos la vida realizada.

Nos enfocamos con ansias más allá del sustento diario, colocando como prioritario lo que no es, y este afán nos decanta por la injusticia que sumerge, en penurias toda la vida. 

Nuestra habitual postura frente a ser reprendido es el fastidio, hacia quien trata de corregidnos y jamás de gratitud, por inferir antes de cometer daños mayores cuando nos interfieren para bien nuestro.

A fecha que cada uno procura su bien, es manido las intervenciones para que otros obtengan beneficios y podemos saber ¿A quién beneficia tal acción, ese puede ser el culpable, o a quién perjudica sino es por inculpar?

Podemos tomar otras posturas pero ninguna valera tanto como la sabiduría, de operar en lo correcto por el grado de honestidad y Justicia realizado siempre.

Tenemos la certeza que algo nos molesta y procuramos hacerle daño, pero jamás analizamos si eso puede aportar algún bien hacia los demás.

Somos de tendencia destructiva y no deseamos tener la perspectiva del siglo venidero la que produce vida abundante; preferimos continuar bajo el presente siglo malo, que decanta por la soberbia, violencia e injusticia y jamás considera la misericordia, bondad y equidad.

Que nuestra vida produzca languidez y detrimento, debería ser más que suficiente para buscar  vida abundante, pero no lo hacemos porque estamos habituados  a la pobreza.

Lengua  que acostumbra mentir duplica daños que pretende evadir, la razón de mentir es la cobardía apoyada por nuestro egoísmo.

Al decir una mentira se facilita continuar mintiendo, y recreamos las más inverosímiles cosmovisiones fuera de la lógica y el pragmatismo, donde damos por sentado que nuestro razonamiento falas tiene asidero, y en verdad jamás resistirá las mentiras escrutinio lógico.

Pocas personas a fecha acuden a la honestidad, y verdad para hacer sus acciones, manido es el camino de la injusticia, mezquindad  y la rapiña  y así nos va.

No responder de la misma forma que El necio, parece ser olvidado  a fecha, estamos habidos de evidenciar pocas o muchas fuerzas de carácter, a los de nuestro entorno.

Poco importa  la manera Justa o injusta para evidenciar lo deseado, obviando las consecuencias de nuestro proceder, no deberemos ser tan ingenuos, para desconocer que recibimos acciones de la misma naturaleza que propinamos a los demás.

Todos somos necios e insensatos en tiempo y grado que tomamos, este proceder como normal, por no escudriñar el proceder sensato e inteligente merecedor de vida abundante, que para nada es religión sino estilo de vida por convicción.

La discreción es tan obviada que a fecha,  hablamos sin tener conocimiento alguno del tema presentado.

 Tenemos gran urgencias por destacar en la sociedad que, no medimos las consecuencias de nuestro ímpetu, alargando nuestras manos a la injusticia, violencia y deshonestidades.

Muy bueno es tener presente  que la Justicia, honestidad y bondad nos producirá vida placentera, honra y seguridad.

  

Tenemos la tendencia de querer aprovechar carencias de los demás, y poco nos importan las repercusiones de ello, con tal de extraer beneficios aparentes  porque recibiremos de las mismas acciones proferidas a los demás.

Aquí es donde se hace real ese dicho que presenta desvirtuada realidad de “comete fraude por que te defraudan” la solución para que no nos defrauden es no defraudar.

El ambiente cambia cuando tú cambias, de actitud mental, y consiguiente de proceder.