viernes, 18 de enero de 2013
Olvidarse
de Dios implica dejar a un lado la verdad, justicia, y bondad en cada acción ejecutada,
adoptando toda cosa que reste responsabilidad de nuestros actos, y nos haga
creer que somos animales irracionales y por eso nos apartamos de todo valor
moral, que exalte un carácter de vida digno de vida abundante.
También
implica abandonar todo acto de bondad hacia el necesitado, teniendo al alcance
de nuestra mano lo necesario para socorrer al necesitado, es claro que es menester distinguir al
carenciado verdadero del que solo busca timar.
Ese
discernimiento sabio, sólo Dios lo provee cuando decidimos operar diaria mente
como el desea que accionemos y poco importa si llevamos una biblia bajo el
brazo o asistimos a centros de religiones.
Tener
discreción en esta época es casi algo imposible de comprender, cuando por todo
medio es impulsado el deporte favorito, de los adultos mayores en casi todo
estrato social.
La falta de
discreción eso que hace que no se cueza ni lo que comemos, nos conduce a un
deambular errante transformando en
adversidades constantes, nuestra reputación de poca fiabilidad.
Transcurriendo
por la vida en la oscuridad de falta de credibilidad por el poco dominio de
cerrar la boca y dejar de decir aquello que no nos compete decir.
Todo mundo
busca éxito en todo cuanto emprende, se
olvida de algo primordial que en ninguna escuela se nos dirá porque esto esta
devaluado ante la sociedad.
Buscar al
todo poderoso con nuestros actos de rectitud, honestidad y justicia que sólo
viene del que se esfuerza por agradar a Dios.
El decidir
orientarnos de esta manera está en nuestra decisión diaria, no dejándonos
arrastrar por la forma de actuar de la mayoría.
La pureza
de nuestro corazón y acciones tiene que ver con el grado de prosperidad que abarcaremos,
por eso existen personas que empiezan como empleados y terminan siendo dueños
de la empresa conde comenzaron a laborar. Esto no lo hicieron con trampas y
fraudes porque de hacerlo así poco les ayudaría para una vida plena, longeva y
pacifica.
miércoles, 16 de enero de 2013
La evolución no es ciencia
Capítulo 12
FOSILES Y
ESTRATOS.
Porqué la teoría
de los fósiles y estratos, es un fraude.
Este capítulo se
basa en las páginas 497 a 605 de El Origen De la Vida, contenido en el Tomo 2
de la serie de tres tomos, Evolution
Disproved (la Evolución descartada). No están incluidas en este capítulo por lo
menos 472 citas hechas por científicos. Estas las encontrará, junto con mucho
más sobre el tema, en nuestro sitio de Internet: evolutionfacts.com
Nota: Un asterisco (*) precediendo un nombre, significa
que tal persona, hasta donde se sabe, no es creacionista.
Este es el capítulo más largo y uno de los más
importantes de este libro. Los restos fósiles proporcionan a los evolucionistas
su única esperanza real de encontrar evidencias de que la evolución ocurrió. Si
los fósiles no aportan testimonios de que la evolución ocurrió en el pasado,
tampoco puede estar ocurriendo ahora.
La única evidencia sustancial de que la evolución tuvo
lugar en edades previas (si es que tal evidencia existe), debe de encontrarse
en los fósiles. De la misma manera,
la única evidencia definitiva y actual de que realmente existen mecanismos
mediante los cuales la evolución pudo ocurrir, sea en el pasado o el presente
(si es que tal evidencia existe), debe encontrarse en la llamada selección natural, y en las mutaciones. Hay un capítulo en el
presente libro, que trata de cada uno de estos temas (capítulos 9,10, y 12).
El tema parece complicado, pero en realidad no lo es. Comenzaremos el presente capítulo con una
introducción y panorama general sobre algunos de los problemas con los fósiles.
Luego daremos suficiente atención a cada uno de esos problemas — y otros más— a
fin de que se tenga una visión clara de los principios y conclusiones.
Y cuando logremos esto, usted se sorprenderá de la
cantidad abrumadora de evidencias que sustentan que no hay absolutamente ni un indicio en los registros fósiles, de que
la evolución haya ocurrido alguna vez en nuestro planeta.
“Aún no conocemos los mecanismos de la evolución, a
pesar de los argumentos expresados con extraordinaria seguridad sobre algunos
puntos; tampoco parece factible que hagamos mayores progresos mediante los
métodos clásicos de la paleontología o la biología. De seguro tampoco
avanzaremos más en el tema, saltando de aquí para allá gritando: ‘Darwin es
dios, y yo, fulano de tal, soy su profeta.’” *Errol White,
Proceedings of the Linnean Society, Londres, 177:8 (1966).
1. INTRODUCCIÓN
DEFINICIONES.
(*#1/9 Introduction*). La mayoría de
la gente no sabe mucho sobre geología. A
continuación se señalan las principales áreas que estudia la geología. De los
términos geológicos aquí definidos, le recomiendo que ponga especial atención a
los escritos en cursiva y negrita.
Las principales
ramas de la Geología Física son:
1) Geoquímica, que es el estudio de
las sustancias contenidas en la tierra, y de los cambios químicos que
experimentan. 2) Petrología es en
general, el estudio de las rocas. 3) Mineralogía
es el estudio de los minerales, tales como el hierro y el uranio. 4) Geofísica es el estudio de la
estructura, composición, y desarrollo de la tierra. 5) Geología estructural es el estudio de las localizaciones y formas
de las rocas que se encuentran a grandes profundidades de la tierra.
Tanto la geología
física como la geografía histórica incluyen tres áreas: 1) Geocronología
es el estudio del tiempo geológico. 2) Procesos de la tierra es el estudio
de las fuerzas que producen cambios en la tierra. 3) Sedimentología es el estudio de los sedimentos y las
formas en que éstos se asientan.
La geología histórica comprende por lo
menos cuatro campos: 1) Paleontología es el
estudio de los fósiles (Los paleontólogos son aquellos que
estudian los fósiles). 2) Estratigrafía es el estudio de los
estratos rocosos en los cuales se encuentran los fósiles.
3) Paleogeografía es el estudio de la
geografía pasada de la tierra. 4) Paleoecología es el estudio de las
relaciones entre las plantas y animales prehistóricos, y sus alrededores (medio
ambiente).
Los fósiles son
los restos de los seres vivos, tanto vegetales como animales, o de sus huellas.
Tales restos o huellas se encuentran en las rocas
sedimentarias. Las rocas sedimentarias se componen de estratos, que son
capas de piedras, apiladas una sobre la otra, a la manera de las capas de un
pastel. A las rocas sedimentarias, por contener fósiles, también se les llaman rocas fosilíferas.
Los cazadores de fósiles utilizan la palabra taxones (taxón en singular) para
describir los diferentes tipos básicos de las diferentes plantas y animales
encontrados en los registros fósiles. Con esto, por lo general, se refieren a
las especies, pero en ocasiones, a géneros, o a clasificaciones con más
divisiones, como familias o incluso filos. Taxón es por lo tanto, un término un
tanto flexible, que se mencionará en algunas citas de este capítulo. El término
Taxón
superior, se refiere a las criaturas más grandes, como los
vertebrados (animales con columna vertebral).
“A la parte de la geología que trata sobre el análisis
del registro geológico del pasado, se le denomina geología histórica. La geología histórica se apoya principalmente
en la paleontología, que es el
estudio de los fósiles y su evolución, según está preservado en el registro
fósil, con el fin de identificar y correlacionar el registro lítico (de las
rocas), de la antigüedad.” *O.D. von Engeln and *K.E. Caster, Geology (1952), p.
423.
Estos restos
fósiles pueden ser conchas, colmillos,
huesos, o esqueletos completos. Un fósil también puede ser la huella dejada y preservada, de la pata o
la cola de un animal, un ave, o un reptil. Pueden ser incluso gotas de lluvia. Muchos fósiles no contienen
en el presente su material original, pero se componen de depósitos minerales
que han infiltrado sus restos, y han adoptado sus formas.
Los fósiles son
extremadamente importantes para la teoría de la evolución, porque constituyen
el único registro de plantas y animales de los tiempos antiguos. El registro
fósil es de la mayor importancia como prueba de la evolución, pues en los
fósiles, los científicos deberán encontrar toda la evidencia necesaria para
probar que una especie evolucionó a partir de otra.
“Aunque el estudio comparativo de los animales y
plantas vivos, pueden aportar evidencias circunstanciales muy convincentes, los
fósiles nos proporcionan la única evidencia documental e histórica de que la
vida evolucionó de formas más simples a otras más complejas.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology (1949),
p. 52.
“Por fortuna, existe una ciencia capaz de observar el
progreso de la evolución a través de la historia de nuestra Tierra. La geología estudia los estratos rocosos
de la tierra, que se fueron colocando uno sobre otro, en las épocas geológicas
pasadas, y a lo largo de cientos de millones de años. Además, determina su
orden y tiempo de aparición, y da a conocer los organismos que vivieron en cada
uno de esos periodos (estratos). Por lo tanto, la paleontología, ciencia que estudia los restos fósiles, es la que
nos presenta la evolución orgánica como un hecho visible.” *Richard B. Goldschmidt, “An Introduction to a Popularized Symposium on
Evolution”, in Scientific Monthly, Vol. 77, Octubre 1953, p. 184.
LOS PALEONTÓLOGOS
CONOCEN LOS HECHOS. (*#3/25 The Experts Speak*) El
estudio de los fósiles y de las mutaciones, figuran como las dos evidencias
claves de la evolución: La evidencia fósil prueba o descarta que la
evolución ocurrió en el pasado; y las mutaciones, prueban o descartan la
posibilidad de que la evolución pudo o puede suceder.
Es por eso que los
paleontólogos y los genetistas,
de entre todos los científicos, son los que tienen la mayor probabilidad de
manifestar públicamente, con disgusto, su repudio a la teoría de la evolución. (*A.H. Clark, *Richard
Goldschmidt, *Steven Gould, *Steven Stanley, *Colin Patterson, etc.); y
es que han invertido sus vidas y trabajo (sin obtener los frutos esperados), en
alguno de los dos pilares principales de la evolución: Sus evidencias (los
fósiles), y el mecanismo mediante el cual ocurre (las mutaciones), y en la
parte del cuerpo en donde debe ocurrir (el ADN).
LOS CAZADORES DE
FÓSILES. (*#2
The Fossil Hunters). Durante más de un siglo, miles de hombres han dedicado
su vida entera a encontrar, limpiar, catalogar, y almacenar millones de
fósiles. Este trabajo demanda tiempo y es fatigoso; sin embargo, no han
encontrado la evidencia que buscaban.
NO HAY EVOLUCIÓN
EN LA ACTUALIDAD. Los evolucionistas admiten que la
evolución (la transformación de un tipo de animal en otro diferente) no ocurre
en la actualidad.
“Ningún biólogo ha visto el origen, por evolución, de
algún grupo principal de organismos.” *G. Ledyard
Stebbins, Process of Organic Evolution, p. 1. [Stebbins es genetista.]
TODO DEPENDE DE
LOS FÓSILES. Está claro entonces, que dado que la
evolución no ocurre ahora, todo lo que les queda a los evolucionistas para
probar su teoría, es que haya en los fósiles, la evidencia de formas de vida
que sólo existieron en el pasado. Si la evolución es la causa de la vida en la
tierra, entonces deberían existir miles de formas de vida en evolución en los
fósiles. Y para que la evolución se completara, esas formas de vida deberían
estar presentes en gran abundancia. Además, los fósiles deberían revelar
grandes números de especies en proceso de transmutación: criaturas mitad pez y
mitad reptil, etc.
A lo largo de estos estudios, nos referiremos a las
clases o tipos básicos de plantas y animales como “especies”. Sin embargo, como
se expuso en el capítulo 11 (Especies animales y vegetales), debe tomarse en
cuenta que los biólogos con frecuencia clasifican como “especies” a plantas y
animales que son subespecies.
UNIFORMITARIANISMO.
(*#4/29 Uniformitarianism vs. Catastrophism*). Un postulado fundamental de la evolución es el concepto de uniformitarianismo (o
uniformismo). Según esta teoría, la
forma en que todo ocurre en la actualidad, es la misma en que siempre han
ocurrido las cosas en nuestro planeta. Este punto de vista, encuentra
un gran apoyo en los estratos rocosos. Se
dice que como en el presente, en las áreas sin precipitación pluvial, no más de
una pulgada de sedimento se deposita cada año, se supone entonces que una
cantidad no mayor a ésta, es la que se debió haber depositado por año, en esos
mismos lugares, en el pasado. Y dado que hay estratos rocosos gruesos que
contienen fósiles, quiere decir que tales estratos y su contenido deben haber
requerido millones de años para depositarse. Así es como lo explica esta teoría.
El punto de vista
opuesto se conoce como catastrofismo,
y enseña que en el pasado, hubo una gran catástrofe (el diluvio universal), que
en pocos meses, asentó y formó todos los estratos de roca sedimentaria,
enterrando, en forma abrupta, todos los seres vivos que dentro de ellos, se
convirtieron en fósiles.
LA TEORÍA QUE LO
INICIÓ TODO. Los naturalistas de París, pocos años antes de que naciera
*Charles Lyell, descubrieron estratos rocosos que contenían fósiles. *Lyell,
tiempo después, incluyó esta información en su importante libro Principios de
Geología, y decidió dividir los estratos en 3 grandes segmentos. Él decidió
fechar a uno, como reciente; a otro, como viejo y al tercero, como muy antiguo.
Nótese que a *Lyell
y a otros, se les ocurrió la datación de los estratos a principios del siglo
XIX, cuando muy poco se conocía aun sobre los estratos rocosos y sus fósiles.
Los primeros en ser estudiados, fueron algunos estratos encontrados en Inglaterra,
Escocia, y Francia. *Lyell basó su teoría de las edades, en la cantidad de
especies aún vivientes, que estaban representadas en los fósiles de cada
estrato. Cuando en un estrato se encontraban pocos fósiles de seres aún
viviendo actualmente, entonces *Lyell los fechaba como más antiguos.
Pero de entonces
a la fecha, ya ha quedado establecido que la teoría de *Lyell no concuerda con
la realidad: el porcentaje de especies que aún
viven, es muy alto en todos los estratos, y además, según sea su localización,
las especies descubiertas en el mismo estrato, varían de un lugar a otro. Pues
aún así, tras discutir sobre los detalles, los seguidores de Lyell persistieron
con su engaño, y aunque cambiaron los nombres originales de los principales
estratos, continuaron apoyando y elaborando sobre tal error. Y aunque algunos
de los estratos cambiaron de nombre, a finales del siglo XIX, los
científicos del siglo XX, se quedaron estancados en este error, vestigio del
siglo XIX, dado que eso es lo que se les enseñó en los institutos de
educación superior y en las universidades.
LAS ERAS. Se
dice que los estratos rocosos que contienen fósiles, se pueden colocar en uno
de tres segmentos principales llamados eras. En la parte superior, se
encuentran las rocas de la Era Cenozoica.
Debajo de ésta, aparecen los niveles de la Era Mesozoica; y más abajo, la capa de la Era Paleozoica. (Cenozoica
significa “vida reciente”, mesozoica significa “vida media,” y Paleozoica
significa “vida antigua”.)
En el fondo, está el Periodo Cámbrico, el cual contiene
las rocas con fósiles, más profundas de la Tierra, y por debajo de éste se encuentra ya, el Precámbrico
(prácticamente sin fósiles).
FECHAS EN QUE SE
ORIGINARON LAS ESCALAS DEL TIEMPO GEOLÓGICO. Esta teoría de los fósiles y los
estratos es genuinamente arcaica. Los fundamentos de esta teoría se
establecieron cuando muy poco se sabía sobre los estratos y los fósiles; pero
aún así, la geología y la paleontología han cargado con ella desde entonces. A
continuación se proporcionan las fechas en que las primeras escalas de tiempo
geológico se desarrollaron:
LOS PERIODOS:
Cuaternario -1829
Terciario -1759
Cretáceo -1822
Jurásico -1795
Triásico -1834
Pérmico -1841
Carbonífero -1822
Devónico -1837
Silúrico -1835
Ordovícico -1879
Cámbrico -1835
LAS ERAS:
Cenozoica -1841
Mesozoica -1841
Paleozoica -1838
Quizá lo más ridículo de esto es que los resultados del
actual radio fechado de las rocas, que no existía cuando se postularon las
teorías del siglo XIX, son actualmente forzados a cuadrar con la datación de
estratos hecha arbitrariamente en el siglo XIX. Esto se logra, aceptando sólo
unas cuantas muestras que se adaptan a las fechas dadas en el siglo XIX, y
descartando todas las restantes. (Véase el capítulo 6: Métodos imprecisos de
fechado o medición del tiempo).
EVIDENCIAS DE LA
EVOLUCIÓN. Si
la evolución fuera un hecho, debería haber, en sucesos actuales y en el
registro de sucesos pasados, abundantes evidencias de la transformación de unas
especies en otras. Pero, ni en lo observado en la historia pasada, ni en el
presente, se ha visto que tal cosa suceda. Previo a la historia escrita, sólo
tenemos las evidencias fósiles.
Los científicos, alrededor del mundo, han colectado y
estudiado fósiles por más de cien años, y literalmente, han logrado reunir
millones de ellos; pero en todas sus investigaciones, esto es lo que han
descubierto: 1) Que no hay evidencias de que una especie se haya trasformado en
otra. 2) Que en los fósiles se encuentran nuestras mismas especies modernas,
más unas cuantas más que ya están extintas. 3) Que no hay formas transicionales
o transformadas a medias, entre las especies bien definidas.
Sí, existen criaturas extintas entre los fósiles: Son
plantas y animales que ya no viven en la tierra. Pero incluso los científicos,
concuerdan en que las especies
extintas no constituyen una evidencia de evolución. Aún así, los evolucionistas exhiben los
huesos de dinosaurios como una gran prueba de la evolución, cuando que en
realidad no lo son, pues ¡la extinción no es evolución!
Antes de
proseguir este estudio, debemos mencionar dos puntos que contribuyen a aclarar
el problema:
¿POR QUÉ HAY
SERES TAN COMPLEJOS EN EL FONDO? Como ya lo
mencionamos, el estrato más bajo de los que contienen fósiles, es el Cámbrico. Por debajo de éste está el Precámbrico. En el Cámbrico, justo por
encima del Precámbrico, ya se encuentran invertebrados (sin columna dorsal),
como los Trilobites y los Braquiópodos, que en realidad son animalitos muy
complejos, lo mismo que otros animales, y plantas modernas.
¿Cómo es que se
encuentran abundantes criaturas tan complejas y multicelulares en el fondo del
Cámbrico, el último de los estratos con fósiles? Pues el hecho es que ahí
están, y que aparecieron súbitamente, y sin evidencia alguna de que hayan
evolucionado a partir de algún ser inferior.
“Lo cierto es que como todo paleontólogo lo sabe, que
la mayoría de las nuevas especies, géneros, familias, y prácticamente todas las
categorías por encima del nivel de las familias, aparecen en el registro
[fósil], súbitamente, y sin estar precedidas por alguna gradual y continua
transición o secuencia conocida.” *George
G. Simpson, The Major Features of Evolution, p. 360.
Los paleontólogos
(“cazadores de fósiles”), llaman a este fenómeno (e inmenso problema para los
evolucionistas), “la explosión cambriana,” debido a que un vasto número de
complejas criaturas, súbitamente aparecieron en ese estrato fósil, y sin
evidencia de que hayan evolucionado a partir de seres menos complejos.
Abordaremos el problema precámbrico-cámbrico, más
adelante en este mismo capítulo.
¿Qué fue pues, lo
que ocasionó esta repentina y abundante aparición de tantas formas de vida?
¿Qué fue lo que causó la formación de los estratos? ¿Por qué se encuentran
todos esos fósiles en los estratos? ¿Cuál es la respuesta para todas estas
interrogantes?
EL DILUVIO DEL
GÉNESIS. La
respuesta es que un gran Diluvio (el descrito en la Biblia en Génesis
capítulos 6 al 9), cubrió rápidamente toda la tierra con agua, y cuando
ésto sucedió, múltiples sedimentos de piedras redondas, grava, arcilla, y
arena, fueron depositados sucesivamente y en los diferentes estratos, en los
cuales, quedó sepultada toda la vida vegetal y animal de ese tiempo. Al quedar
bajo enorme presión, estos sedimentos se convirtieron en lo que conocemos hoy
como las “rocas sedimentarias”. (La arcilla se convirtió en pizarra; la
arena en lajas; y las mezclas de grava, arcilla y arena, formaron rocas
compactas). Toda esa gran masa de
material depositado por el agua, cubrió a millones de seres vivos, siendo el
resultado, los fósiles actualmente presentes en los diferentes estratos de roca
sedimentaria.
Cuando el Diluvio
inundó el mundo, los primeros en ser sepultados fueron los animales de lento
movimiento; luego le siguieron los animales con mayor tamaño y con movilidad
algo más rápida, y así sucesivamente. Así,
actualmente, al excavar esos estratos rocosos, encontramos que el estrato más
profundo, tiende a tener las criaturas de movimiento más lento; y que en los
estratos superiores, se pueden encontrar progresivamente, los fósiles de
animales con movimientos más rápidos.
Los científicos evolucionistas aseguran que los
estratos más profundos tienen millones de años (570 millones de años para el
más antiguo: el Cámbrico), y que el que está por encima de todos, es el más
reciente. Así se dice que el Plioceno,
tiene 10 millones de años de antigüedad; y el
Pleistoceno, 2 millones de años.
Pero descubriremos que la realidad es que las
evidencias indican que todos los estratos sedimentarios, con todo y su cúmulo
de fósiles, fueron depositaron en un corto periodo de tiempo.
¿HAY SUFICIENTES
EVIDENCIAS DISPONIBLES? Antes de continuar, es vital saber si se dispone de
suficientes evidencias para resolver el problema de los fósiles. ¿Podemos
actualmente saber con seguridad, si de acuerdo con el registro fósil, la
evolución ha ocurrido o no?
Sí, ¡sí lo
podemos saber!
Desde principios del siglo XIX, muchos han trabajado arduamente, tratando de
encontrar evidencias de la evolución en los estratos fósiles.
“La suficiencia del registro fósil como para
proporcionar evidencias concluyentes, está sustentada por el hecho de que 79.1
por ciento de las familias de vertebrados terrestres en existencia hoy, ya
están representadas en los fósiles. (Si se incluyen las aves, sube a 87.7 por
ciento).” R.H. Brown, “The Great
Twentieth-Century Myth”, en Origins, Enero 1986, p. 40.
“Charles Darwin mantuvo grandes expectativas en la
geología y la paleontología, pero aún en 1859 [cuando publicó su libro El origen de las especies], él admitió
que ya ambas representaban la evidencia más contundente en contra de su teoría.
Para él, los fósiles constituían un desconcertante
rompecabezas, pues no revelaban evidencia alguna de una evolución gradual y
continua de la vida, a partir de un ancestro común. Así, aunque para Darwin los
fósiles eran un enigma, ignorando el problema, encontró consuelo en la fe que
tenía de que futuras excavaciones, revirtieran la situación, y finalmente
comprobaran que su teoría era correcta.”
“Él declaró en su libro El origen de las especies: ‘El registro geológico es extremadamente
imperfecto y esto explica, en gran medida, por qué es que no encontramos las
variedades intermedias, que relacionan a todas las formas de vida extintas y
existentes entre sí, mediante finos y graduados pasos. Aquel que rechace estos
puntos de vista sobre la naturaleza del registro geológico, con toda razón
rechazará mi teoría entera’ [citado de la sexta edición (1901) del libro de
Darwin, páginas 341-342].
“Ahora, más de 120 años después, y tras una exploración
geológica por demás extensa y cuidadosa de todos los continentes y del fondo
del mar, el cuadro es mucho más vívido y completo de lo que era en 1859. Se han
descubierto depósitos que contienen cientos de miles de millones de fósiles, de
tal manera que nuestros museos están
atestados con más de 100 millones de fósiles, de 250 mil especies diferentes.
La disponibilidad de esta profusa cantidad de sólidos datos científicos,
debería permitir a los investigadores objetivos, determinar si Darwin iba por
buen camino.” Luther D. Sunderland,
Darwin’s Enigma (1988), p. 9 [Las cursivas son nuestras].
“Hay, en los museos alrededor del mundo, cien millones
de fósiles, todos identificados y catalogados.” Porter Kier, citado en New Scientist, Enero 15, 1981, p. 129.
Siendo que en los
museos y en otras colecciones privadas, hay cien millones de fósiles, estos
deberían ser más que suficientes como para que se localizaran los eslabones
perdidos y se comprobara así, la teoría de la evolución.
Así es. Ya se dispone de suficiente información como
para que se pueda determinar con certeza, a partir del registro fósil, si la
evolución alguna vez ocurrió en nuestro planeta. Este capítulo les presentará
un resumen de los datos disponibles.
“La razón de las aparentes abruptas apariciones, y de
las brechas (entre las especies), ya no puede atribuirse a la imperfección de
los registros fósiles, como lo era para Darwin, cuando la paleontología era una
ciencia joven. Con más de 200 millones de
especímenes catalogados, y correspondientes a 250 mil especies fosilizadas,
muchos paleontólogos evolucionistas, como Stanley, aceptan que el registro de
fósiles es suficiente.” W.R. Bird, The
Origin of Species Revisited (1954), p. 48 [Las cursivas son nuestras].
“En parte, el papel de la paleontología en la
investigación evolutiva se ha definido de manera estrecha, debido a la falsa
creencia, que data de los tiempos de Darwin y sus primeros seguidores, de que
el registro fósil está deplorablemente incompleto. En realidad, el registro
tiene la suficientemente alta calidad, como para permitirnos emprender, a nivel
de las especies, ciertos tipos de análisis significativos.” *S. Stanley, "Macroevolution," p.
1 (1979).
“Se han identificado más de 10 mil especies fósiles de
insectos; más de 30 mil especies de arañas, y números similares de criaturas
marinas. Sin embargo, es muy improbable que se encuentren evidencias de los
cambios que paso a paso, condujeron a una transición evolutiva mayor. La
supuesta transición de insectos sin alas a insectos con alas, aún está por
encontrarse, lo mismo que la transición entre los dos tipos principales de
insectos con alas: Los paleópteros (como las libélulas), y los neópteros (la mosca
común, los escarabajos, las hormigas, y las abejas).” *Fred Hoyle, “The Intelligent Universe: A New View of Creation and
Evolution”, 1983, p. 43.
150 AÑOS DE
EVIDENCIAS ACUMULADAS. Debido a tan inmensa cantidad de evidencias fósiles,
*Heribert-Nilsson de la Universidad de Lund en Suecia, tras 40 años de estudios
en paleontología y botánica, afirmó que los
faltantes (los eslabones perdidos), ya no se encontrarán jamás.
“A partir de los hallazgos paleobiológicos disponibles,
no es posible ni siquiera hacer una caricatura [un vago esbozo] de la
evolución.
El material fósil es ahora tan completo que... la falta
de series transicionales, no puede atribuirse a la escasez del material. Las
deficiencias son tan reales que nunca serán remediadas.” *N. Heribert-Nilsson, Synthetische Artbildung (The Synthetic Origin of
Species), 1953, p. 1212.
Desde hace más de
un siglo y por el estudio de los fósiles, suficiente cantidad de evidencias
fósiles se ha acumulado como para determinar que los fósiles que deberían
llenar las brechas que hay entre los géneros del Génesis, no podrán encontrarse
jamás. Incluso *Charles Darwin admitió este
problema en su libro: “¿eslabones intermedios? Ciertamente, la geología no
revela ningún cambio gradual, orgánico y discreto, y esta es quizá la más obvia
y seria objeción que puede argüirse en contra de la teoría [de la evolución].” *Charles Darwin, Origin of the Species, citado en *David Raup,
"Conflicts Between Darwin and Paleontology", en Field Museum
Bulletin, Enero 1979.
Por más de un siglo,
cientos de personas han dedicado a esto su vida, en un intento por encontrar
los eslabones perdidos. Si las formas transicionales que
conectan una especie con otra, en realidad existieron, a estas alturas, ya se
habrían encontrado.
Sunderland (ya citado anteriormente), dijo: “Nuestros museos están repletos con más de
100 millones de fósiles, de 250 mil especies diferentes”.
A continuación, en dos breves párrafos, se proporciona
una clara descripción de la magnitud del problema del eslabón perdido:
“El tiempo requerido para que uno de estos
invertebrados evolucione hasta un vertebrado, o un pez, se ha calculado en
aproximadamente en 100 millones de años; y se cree que la evolución de un pez
en anfibio, requirió de alrededor de 30 millones de años.
La esencia de la nueva visión darwiniana, es la de una
evolución lenta y gradual. De una planta o animal en otro, mediante la gradual
acumulación de micro-mutaciones, y gracias a la selección natural de las
variantes más favorecidas.
“Si el punto de vista de la evolución es cierto, el
registro de fósiles ya debería haber producido un enorme número de formas
transicionales. Los museos de historia natural deberían estar rebosando con
incuestionables formas intermedias. Alrededor de 250 mil especies de fósiles han
sido colectadas y clasificadas. Tales fósiles han sido recolectados al azar, de
rocas que se supone que representan todos los periodos geológicos de la
historia de la tierra. De acuerdo con la teoría de la evolución y la ley de
probabilidades, la mayoría de estas 250 mil especies deberían representar
formas transicionales. De ahí que, si la evolución es cierta, no debería ya
haber dudas, cuestionamientos, o debates, respecto al hecho de la evolución,” Duane T. Gish, “The Origin of Mammals”, en
Creation: the Cutting Edge (1982), p. 76.
La cita anterior constituye un excelente resumen del
problema de las brechas sin fósiles. Supuestamente,
el registro fósil contiene un registro de los miles de millones de años de vida
terrestre. Si toma “100 millones de años” para que un invertebrado
evolucione, a través de formas transicionales, hasta llegar a ser un pez, los
estratos fósiles deberían mostrar vastos números de las formas intermedias
correspondientes. Pero nunca las muestran. Los científicos que discuten
estos hechos entre ellos; deberían cumplir con su responsabilidad de
comunicárselos al público.
La evidencia apoya la información proporcionada en el
libro más antiguo existente en el mundo: el libro de Génesis.
2. FECHADO DE
ESTRATOS Y FÓSILES
¿CÓMO SE DETERMINA
LA EDAD DE LAS ROCAS? Existe una abundante cantidad de
fósiles, diseminada por todo el mundo, en varios de los estratos sedimentarios;
pero ¿cómo se determina la edad de las rocas y los fósiles? En esta sección aprenderemos que la edad de las rocas se determina a
partir de las teorías sobre los fósiles, y que la edad de los fósiles se
determina a partir de las teorías sobre las rocas.
“Difícilmente tomaremos un periódico o una revista en
la actualidad sin que se nos informe, exactamente, cuántos millones de años
atrás, ocurrió un acontecimiento notable en la historia de la tierra.” *Adolph Knopf, citado en Isaac Asimov’s Book of Science and Nature
Quotations, p. 62 [Knopf
fue un geólogo estadounidense].
Examinemos el
proceso de datación o determinación de la edad con mayor detenimiento.
LA HISTORIA REAL.
La historia real data de hace 4,500
años. La primera dinastía de
Egipto dejó registros que se remontan al año 2,200 a.C. (Esa es la fecha corregida según lo
determinaron los eruditos).
El relato de Maneto se remonta a 3,500 a.C. Véase el
capítulo 21 (Fechado arqueológico). [Debido a la falta de espacio, tuvimos que
omitir casi todo ese capítulo en este libro; pero puede consultarse completo,
en nuestro sitio de Internet]. Moisés
comenzó a escribir parte de la Biblia alrededor de 1,480 a.C., y él escribió
sobre acontecimientos ocurridos hacia el 4,000 a.C. Sin embargo, los
evolucionistas aseguran que ellos pueden determinar la edad de esta o aquella
roca, que data de hace millones de años.
La columna geológica entera (desde su parte inferior
hasta la superior), se supone que abarca un periodo de 2 mil millones de años,
y a cada estrato, se le han asignado millones de años. ¿Sobre qué bases presuponen que pueden asignarle fechas tan antiguas,
al origen de las diversas rocas? Con la excepción de la lava de alguna
erupción volcánica reciente, nadie ha presenciado el momento en que las rocas
se depositaron por primera vez. Una persona recoge un pedazo de roca
perteneciente a un pasado distante, y a pesar de que ella sólo cuenta con medio
siglo de edad, afirma que puede determinar que la edad de la roca es de 110 mil
millones de años.
LA EDAD NO SE DETERMINA POR
LA APARIENCIA. La
edad de las rocas no se determina por su apariencia,
pues rocas de todo tipo (piedras calizas, pizarra, gabro, etcétera), se pueden
encontrar en todas las “eras” evolutivas. Tampoco se determina la edad de las
rocas por su contenido de minerales, metales, o petróleo, pues todo tipo de
minerales se pueden encontrar en prácticamente cualquier “era”.
LA EDAD NO SE
DETERMINA POR LA UBICACIÓN. La edad de las rocas no se
determina de acuerdo con las rocas vecinas a ella. Las rocas que se encuentran
por encima de ciertas rocas en un estrato sedimentario, pueden ser las mismas
que están por debajo de esas rocas, en el siguiente estrato. Así, las “rocas
más antiguas” pueden situarse por encima de las llamadas “rocas más jóvenes”. Tampoco puede fecharse las rocas, por su
estructura, fracturas, defectos, o pliegues. Nada de eso influye en el
fechado que los evolucionistas aplican a las rocas. Los libros de texto, las revistas, y las exhibiciones de los museos,
dan la impresión de que es la ubicación de los estratos lo que determina su
edad, pero esto no es cierto.
“En efecto, es un hecho (físico-estratigráfico) bien
establecido, que las rocas unitarias y sus límites, a menudo traspasan los
planos de tiempo geológico, de manera sumamente irregular, aún en distancias
cortas.” *J.A. Jeletzsky, “Paleontology, Basis of Practical
Geochronology”, en Bulletin of the American Association of Petroleum
Geologists, Abril 1956, p. 685.
LA EDAD NO SE
DETERMINA POR LA UBICACIÓN EN EL PLANO VERTICAL.
La edad de las rocas, no se determina
por lo alto o profundo que estén, en los estratos, en otras palabras,
porque sean las rocas de “encima,” o las “del fondo,” o las de “en medio.” Su ubicación en el plano vertical y su
secuencia, poco influyen en este asunto.
Tiene que ser así, ya que la disposición de los estratos en cualquier parte del
mundo, muestra pocos indicios de uniformidad. (Más sobre el tema, después, en
este capítulo).
LA EDAD NO SE
DETERMINA POR LA RADIACTIVIDAD. La edad de los estratos rocosos no se
determina por su contenido de minerales radiactivos. Su fechado fue determinado
décadas antes de que alguien escuchara o pensara en la datación radiactiva.
Además, aprendimos en el capítulo sobre métodos
de fechado, que son tantas las circunstancias por las que la datación
radiométrica puede ser incorrecta, que no nos atrevemos a confiar en el uranio
o minerales similares, como métodos confiables de fechado.
El hecho es que
la edad de las rocas, no se determina por ninguna de sus características
físicas.
¿Cómo son entonces, fechadas?
¿DATACIÓN DE
ACUERDO A LOS FÓSILES? Se dice que la edad de los estratos se determina por
sus fósiles. Bueno, ahora sí
llegamos a algo concreto. Aunque los estratos en ocasiones están mezclados, o
por encima o debajo de donde deberían de estar, o simplemente ausentes, cuando
menos, podemos determinar la edad de los presentes, de acuerdo con los fósiles
que contienen.
Pero ¡Un momento! No
podemos determinar la edad del estrato ni aún basándonos en el 99 por ciento de
sus fósiles, puesto que ¡los mismos tipos de fósiles encontrados en un
estrato, están también presentes en muchos otros estratos!
Además, en cada estrato se encuentran millones de
fósiles que representan cientos e incluso miles de especies diferentes de vida
vegetal o animal.
Por todo lo anterior, lo que encontramos es un verdadero laberinto desconcertante con
estratos mezclados y hasta inexistentes, cada uno, con restos fósiles de una
amplia variedad de plantas y animales antiguos, que podemos encontrar incluso
en otros estratos rocosos.
Y aún así, en medio de tal confusión, los
evolucionistas nos aseguran que la datación por fósiles es de extrema
importancia, lo cual es cierto, pues sin ella, el científico evolucionista no
tendría fundamento para teorizar sobre las “eras antiguas” de la tierra. El fechado por fósiles, es crucial para su
teórico castillo de naipes.
Pero si la
edad de las rocas no puede determinarse de acuerdo a la mayoría de los fósiles
que contienen, ¿cómo entonces se
determina la edad de las rocas?
LA EDAD DE LAS
ROCAS SE DETERMINA POR LOS FÓSILES INDICE. (*#5/6
Index Fossils*). De acuerdo con
los evolucionistas, la edad de un estrato está determinada por la presencia de
lo que ellos llaman sus “fósiles índice”
o indicadores. Así, en cada estrato se
han identificado fósiles que generalmente no apareen en los otros estratos, y
que han sido tomados como justificación para fechar tanto al estrato como a
todos los demás fósiles encontrados en él.
Aunque les parezca ridículo, esa es la forma en que se
calcula la edad de los estratos. Pues
¿qué magia hay en estos fósiles que tienen el poder de decirle a los humanos la
FECHA en que vivieron? (o sea, cuántos millones de años atrás). Por lo general,
los fósiles indicadores son pequeños invertebrados marinos (sin columna
vertebral), que no hubieran podido subir a niveles superiores, en el tiempo del
diluvio. Aún así, se supone que su presencia es prueba plena y cierta, de que un
estrato sedimentario es tantos millones de años menor o mayor que otro.
Pero,
igual de misteriosamente, la magia desaparece cuando se encuentra que un fósil
índice sigue vivo aún. “La mayoría de las especies de culandrillo [una clase de
helecho], se encuentran extintas; y en efecto, ellas sirvieron como fósiles
indicadores para su estrato, hasta que se encontró uno vivo”. “El fósil más
reciente del celacanto (un pez enorme), tiene alrededor de 60 millones de años;
pero desde que se descubrió uno vivo, en las costas de Magadascar, ya dejó de
ser utilizado como ‘fósil indicador’ (o sea, como fósil que es capaz de
determinar la madures y edad de los demás fósiles presentes en ese estrato).” Michael
Pitman, Adam and Evolution (1984), pp. 186, 198.
La
realidad es que dentro de cada estrato, se encuentra una absoluta confusión de
miles de diferentes tipos de plantas y animales. Aún así, los evolucionistas
sostienen que basta con que se encuentre uno sólo de estos tipos de criaturas
(un “fósil indicador”), para que automáticamente, a un estrato se le asigne un
nombre, y más: una edad (que se remonta a millones de años atrás), que corresponderá
a cuando se supone que todas esas criaturas vivieron. Pero, en realidad no
hay manera de determinar, con sólo examinar un fósil indicador en particular,
qué tantos millones de años atrás existió. Así, todo esto no es más que parte
de una fantástica teoría evolucionista, que en realidad, no es otra cosa que un
gigantesco fraude. Y muchos científicos expertos, ya la han denunciado
como falsa.
A
cualquier roca que contenga fósiles de un tipo de trilobite (Paradoxides)
se le denomina roca “cámbrica,” suponiéndose por ello, que la edad de todas las
otras criaturas que se encuentre en esa misma roca, será de hace 600 millones
de años; mientras que las rocas que contienen otro tipo de trilobite
(Bathyurus), son clasificadas arbitrariamente, como correspondientes al periodo
Ordoviciano, que se extendió durante 45 millones de años, a partir de hace 480
millones de años.
Pero ¿cómo pudo alguien idear tan
antiguas fechas sólo con examinar dos variedades diferentes de trilobites? La
verdad es que no es posible, y que no es más que ciencia ficción pretender
hacerlo.
Añada a esto el problema de
la mezcla de fósiles indicadores (cuando fósiles indicadores de varios
estratos, son encontrados juntos). Ese es un problema que los paleontólogos no
discuten en público. Así, a medida que analizamos un aspecto tras otro de la
evolución (estelar, geológica, biológica, genética, etcétera), encontramos que
no es sino poco más que un libro de historietas de ciencia ficción,
cuidadosamente elaborado.
LA EDAD DE LOS FÓSILES SE
DETERMINA POR UNA TEORÍA. Pero ahora surge la incógnita: ¿Cómo pueden los geólogos
evolucionistas saber qué fechas aplicar a los fósiles indicadores? La respuesta
a esta pregunta es: “De acuerdo con una teoría.”
Así es como lo hacen: Primero, los darwinistas especulan
sobre cuáles animales aparecieron primero, y en qué fecha entraron a escena.
Luego, determinan la edad de las rocas de acuerdo con su teoría (sin tomar en
cuenta la gran mezcla de otros fósiles presentes en ese estrato), y
asignándoles (arbitrariamente) a ciertos fósiles “indicadores,” fechas y
antigüedad, basadas en su teoría. Este no es sino un gigantesco fraude
fundado en un razonamiento circular.
“Los fósiles proporcionan la única evidencia
histórica y documental, sobre que la vida evolucionó de formas simples a formas
cada vez más complejas.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology, 2ª edición
(1960), p. 47.
La
conclusión sobre qué fósiles aparecieron primero, se basa en presuposiciones
hechas por la teoría de la evolución: Así, los estratos rocosos son analizados;
unos cuantos fósiles indicadores son localizados (si es que se encuentran); y
de acuerdo con ello, a cada estrato se le da un nombre. Puesto que los
estratos pueden encontrarse por arriba, por abajo, o en medio de otros
estratos, y en la mayoría de los lugares, algunos hasta pueden estar ausentes,
¿cómo pueden los teóricos “determinar la edad” de cada estrato? Pues la
realidad es que lo hacen a base de especulación evolutiva, y simplemente
asignándoles las fechas que se imaginan que deben tener.
Este
tipo de actividad se debe calificar como ficción interesante, pero seguramente,
no puede ser considerada ciencia. Así, la verdad es ésta: Que fue la
teoría de la evolución la que se utilizó para determinar la edad de los
fósiles; y no los estratos, ni los “fósiles indicadores.”
“Los
paleontólogos de vertebrados se han apoyado en la ‘etapa de la evolución,’ como
el criterio para determinar la relación cronológica de la fauna. Antes del
establecimiento de las fechas físicas, la progresión evolutiva era el mejor
método para determinar la edad de los estratos fosilíferos.” *J.F. Evernden, *O.E.
Savage, *G.H. Curtis, y *G.T. James, “K/A Dates and the Cenozoic Mammalian
Chronology of North America,” en American Journal of Science, Febrero 1964, p.
166.
“Estratos
fosilíferos” son aquellos que contienen fósiles. Tenga en mente que sólo
las rocas sedimentarias tienen fósiles, pues fueron los sedimentos depositados
en el tiempo del Diluvio, que luego se endurecieron bajo la presión, y
posteriormente se secaron convirtiéndose en rocas. En las capas
fundamentales de granito, basalto, etc., no se encuentran fósiles.
“Supuestamente,
el fechado de cada estrato y de todos los fósiles que se encuentren en él, se
basa en los fósiles indicadores, pero la realidad es que se basa en las
especulaciones sobre la evolución, y ninguna otra cosa más.” “Mientras más se
estudia la paleontología, más se tiene la seguridad de que la evolución se basa
sólo en la fe.” Randy Wysong, The Creation-Evolution Controversy (1976), p.
31.
Los
“fósiles indicadores” se fechan de acuerdo con la teoría. Pues en medio de la
confusión de los estratos mezclados y los faltantes, no habría forma posible de
“fechar” las rocas (o fósiles), por las condiciones catastróficas de los
estratos sedimentarios, donde se aprecia una absoluta confusión. Así que los
evolucionistas aplican su teoría a los estratos.
Así, decidieron que ciertos
gusanos de agua presentes en un estrato, eran 80 mil años más antiguos que
otros gusanos de agua, presentes en otro estrato; y luego, de acuerdo con lo
anterior, determinaron la edad de todos los otros fósiles presentes en ese
mismo estrato. ¿No les parece esto algo absurdo? ¿Cómo pudo haberse
determinado la edad a un gusano de agua de hace millones de años?
“Debido
a la esterilidad de sus conceptos, la geología histórica, la cual abarca la
paleontología [el estudio de los
fósiles] y la estratigrafía [el estudio de los estratos rocosos], se ha vuelto
estática e improductiva. Los métodos actuales para delimitar los intervalos de
tiempo, los cuales son las unidades fundamentales de la geología histórica, y
para establecer las cronologías, son de dudosa validez. Peor aún, los criterios
de correlación (el intento de igualar en el tiempo, o sincronizar, la historia
geológica de un área con la de otra), son por lógica, vulnerables. Los
hallazgos de la geología histórica son dudosos porque los principios en los
cuales se basa, son inadecuados (en cuyo caso deberían reformularse), o falsos
(en cuyo caso deberían descartarse).
Pero
la mayoría de nosotros [los geólogos], se rehúsa a descartar o reformular, y el
resultado es el presente estado deplorable de nuestra disciplina.” *Robin S. Allen, “Geological
Correlation and Paleoecology”, Bulletin of the Geological Society of America, Enero
1984, p. 2.
Con los
impresionantes nombres y los grandes números que se les han asignado a los
diversos estratos, se ha intentado darles un aire de autoridad científica. La gente común, que no
es experta en la nomenclatura de la paleontología, cuando se enfrenta a estas
listas de grandes palabras, tiende a darse por vencida, pues consideran que
tales listas son demasiado imponentes como para ser entendidas, y aún menos,
cuestionadas.
Pero
la verdad es que tales impresionantes nombres y grandes números, sólo cubren
una teoría vacía, sin evidencia sustancial que la fundamente.
RAZONAMIENTO CIRCULAR (*#6/10 Circular
Reasoning*). Al examinarla, nos damos cuenta que la teoría sobre el
fechado de los estratos, está basada en un razonamiento circular.
“El razonamiento circular”
es un método de falsa lógica, mediante el cual “ésto se utiliza para
probar aquello, y aquello se utiliza para probar esto”. También se le llama “razonando
en círculo.” Desde hace más de cien años, se describió mediante la frase circulus
in probando, que en latín significa “un círculo en la prueba”.
Hay
varios tipos de razonamiento circular usados para sustentar la teoría de la
evolución, y uno de ellos es el usado con relación al método de fechado
geológico, en el que “el fechado de los fósiles se determina de acuerdo con
el estrato en que se encuentran, y a la vez, el fechado del estrato de
determina de acuerdo con los fósiles que en él se encuentran.” Otro
razonamiento circular de la evolución dice: “los fósiles y las rocas se
interpretan de acuerdo con la teoría de la evolución, y la teoría de la
evolución es comprobada, de acuerdo con la interpretación que se le dé a los
fósiles y las rocas”.
Así, los
evolucionistas: 1. Utilizan su teoría de los estratos rocosos para determinar
la edad de los fósiles, y luego, 2. Utilizan su teoría de los fósiles para
determinar la edad de los estratos rocosos.
Así
han comentado el problema del razonamiento circular, varios científicos: “La
acusación de que la construcción de la escala geológica implica circularidad,
tiene cierta validez,” *David M. Raup, “Geology and Creationism”,
Field Museum of Natural History Bulletin, Marzo 1983, p. 21.
“Las
personas inteligentes, aunque no versadas en el asunto, desde hace mucho han
sospechado la presencia de razonamiento circular cuando se usan las rocas para
determinar la edad de los fósiles, y se usan a los fósiles para determinar la
edad de las rocas. Los geólogos nunca se han molestado en pensar en una buena
respuesta; pues sienten que no vale la pena el esfuerzo de explicarlo, siempre
y cuando se obtengan resultados en su trabajo; pero tal actitud supone un
pragmatismo tipo “cabeza dura.” *J.E. O’Rourke, “Pragmatism versus Materialism
and Stratigraphy”, American Journal of Science, Enero 1976, p. 48.
“¿Sostienen
las autoridades, por un lado, que la evolución se documenta mediante la
geología y, por otro, que a geología se documenta mediante la evolución? ¿Qué
no es este, un argumento circular?” *Larry Azar, “Biologists, Help!”.
BioScience, Noviembre 1978, p. 714.
Esto
es lo que escribió un profesor de paleobiología de la Universidad Estatal de
Kansas: “Contrariamente a lo que la mayoría de los científicos dicen en sus
escritos, el registro de los fósiles no respalda la teoría darwiniana de la
evolución, dado que es esa teoría (junto con otras más), la que usamos para
interpretar el registro fósil. Pero al hacerlo, nos hacemos culpables de caer
en un razonamiento circular, cuando luego decimos que el registro fósil,
sustenta esa teoría.” *Ronald R. West, “Paleontology and
Uniformitarianism”, en Compass, Mayo 1968, p. 216.
*Niles
Eldredge, director del Departamento de Paleontología del Museo Estadounidense
de Historia Natural, en Chicago, comentó lo siguiente: “Y esto conlleva cierto
problema, pues si determinamos la edad de las rocas por sus fósiles, ¿cómo es
que después podemos voltearnos y hablar de los patrones de cambio evolutivo a
través del tiempo, por el registro fósil?” *Niles Eldredge, Time
Frames: The Rethinking of Darwinian Evolution, 1985, p. 52.
El
preservador de las colecciones zoológicas de la Universidad de Oxford escribió
lo siguiente: (Aquí) “surge un argumento circular:
Interprete
el registro fósil de acuerdo con una particular teoría de la evolución; examine
tal interpretación, y luego, note que ésta confirma la teoría. Pues claro que
lo haría ¿o no? *Tom Kemp, “A Fresh Look at the Fossil Record”, New
Scientist 108, Diciembre 5, 1985, p. 66.
UNA DOBLE CÍRCULAR. El razonamiento
circular es la base, no sólo de la teoría de los fósiles, sino de toda la
teoría de la evolución.
En
primer lugar, el razonamiento circular da las bases sobre la “evidencia”
de que la evolución ocurrió en el pasado (cuando la edad de los
fósiles se determina mediante la teoría de datación de los estratos; y la edad
de los estratos se determina mediante los fósiles).
Y
en segundo lugar, el razonamiento circular, da las bases sobre el “mecanismo”
mediante el cual, en algún tiempo, se supone que ocurrió la evolución (Por
ejemplo: Los sobrevivientes sobreviven. Los más aptos sobreviven
porque son más aptos. Pero aún así, de acuerdo con esto, todo lo que lograron
fue sobrevivir, y no evolucionar, transformándose en algo mejor.
(Véase el capítulo 9: La Selección Natural).
A
través de este libro, encontraremos muchos otros ejemplos de la extraña lógica
usada por los evolucionistas: 1. Que la materia tuvo que provenir de
algo: por lo tanto, que de algún modo, tuvo que provenir de la nada
(capítulo 2: El Big Bang y La Evolución Estelar); 2. Que los seres vivos
tuvieron que proceder de algo; por lo tanto, que de alguna manera, tuvieron que
surgir a partir de tierra sin vida. (Capítulo 7: El Medio Ambiente
Primitivo).
Mediante el uso del
razonamiento circular, la teoría de la evolución pretende separarse (no
sujetarse), de las leyes de la naturaleza; pues hay factores limitantes en las leyes de
la química, biología, y física, que impiden que la materia, o los seres vivos,
se originen a partir de la nada, o que evolucionen.
Así, toda la teoría de la
evolución se basa en un inmenso razonamiento circular, ya que al aceptar su
teoría, los evolucioncitas aceptan junto con ella, todas las demás ideas
absurdas que pretenden probarla.
“Pero
el peligro de la circularidad sigue presente. Para la mayoría de los biólogos,
la razón más poderosa para aceptar la hipótesis de la evolución, es su
aceptación de alguna teoría que la incluye. Pero hay otra dificultad: El
ordenamiento temporal de los eventos biológicos más allá de la sección local,
involucra críticamente, una correlación paleontológica, la cual presupone la no
repetibilidad de los eventos orgánicos en la historia geológica. Aunque existen
varias justificaciones para esta presuposición, la mayoría de los paleontólogos
contemporáneos, aceptan que se apoyan en la aceptación de la hipótesis
evolutiva.” *David G. Kitts, “Paleontology and Evolutionary Theory”, en Evolution,
Septiembre 1974, p. 466.
PROBLEMAS FUNDAMENTALES. A medida que estudiamos
el registro de los fósiles, nos encontramos con una variedad de problemas muy
serios que socavan la teoría de los estratos y los fósiles. Tres de los más
importantes son los siguientes: 1. Que en el fondo de todos los estratos
fosilíferos (de la columna geológica), se encuentra el estrato Cámbrico,
que encontramos que está repleto de forma de vida complejas y multicelulares.
A esto, se le denomina “la explosión cámbrica,” por la súbita aparición
simultánea, de múltiples formas de vida. 2. Que no hay (formas) especies
transicionales en ninguna parte de toda la columna geológica. A este problema
también se le ha denominado el de las brechas sin fósiles, o de los eslabones
perdidos. 3. Que es frecuente encontrar estratos fuera de lugar, o
en desorden.
Tanto aislados como en
conjunto, estos tres problemas destruyen el argumento evolutivo de los estratos
rocosos. Pero aún existen muchos más problemas.
3. LA COMPLEJIDAD INICIAL
QUE EL MÁS SENCILLO ES IGUAL
DE COMPLEJO. Debido a que las aguas del Diluvio primero cubrieron a todas
las criaturas que no podían escapar con rapidez a niveles más altos, algunos de
éstos “animales más sencillos,” fueron enterrados en los estratos sedimentarios
más bajos. Sin embargo, todas esas criaturas ya contaban con complejas
estructuras internas.
Unas
de las criaturas más comúnmente encontradas en el estrato fosilífero más
profundo (el Cámbrico), son los trilobites. Estos eran
pequeñas criaturas que nadaban y pertenecían al mismo grupo que los insectos
(los artrópodos). Sin embargo, minuciosos estudios, han revelado que tenían
ojos extremadamente complejos.
Las matemáticas
necesarias para analizar la estructura de sus lentes, son tan complicadas, que
no pudieron desarrollarse sino hasta mediados del siglo XIX.
Un
experto, *Norman Macbeth, en un discurso en la Universidad de Harvard, en 1983,
declaró lo siguiente: “He tratado con biólogos durante los últimos veinte años,
y me he dado cuenta que de algún modo, les ha estorbado su excesiva educación.
Desde la niñez se les ha sumergido en la visión darwiniana, y como resultado de
ello, ésta ha tomado posesión de sus mentes a tal grado, que casi son incapaces
de apreciar muchos sucesos que no armonizan con el darwinismo. Con frecuencia,
estos hechos no existen para ellos; y en otras ocasiones, parecen ser excluidos
o distorsionados. Permítanme darles varios ejemplos:
“Primero,
y quizá el más importante, es la aparición inicial de los fósiles, ocurrida en
el tiempo llamado ‘Cámbrico,’ hace 600 millones de años según lo estimado por
los fósiles. Pero los fósiles que aparecen en ese tiempo [en el Cámbrico],
muestran formas bastante bien desarrolladas. No empezaron muy abajo y
evolucionaron poco a poco, durante largos periodos de tiempo. Así, en el más
bajo de los estratos con fósiles [el Cámbrico], ya aparecen seres bastante
desarrollados, y con formas más o menos parecidas a las actuales.”
“Un
ejemplo de estos pequeños animalitos, es el llamado trilobite. Hay una gran
cantidad de trilobites fosilizados, desde el principio mismo, sin que haya
progresión [sin formas de vida intermedia que por evolución, nos lleven a él].
Y si se los examina de cerca, encontrarán que no son animales sencillos. Son
pequeños, pero tienen unos ojos que se han examinado a fondo en años recientes:
ojos que simplemente, son asombrosos.
“Están
formados por docenas de pequeños túbulos, todos colocados en ángulos
ligeramente diferentes, con el fin de cubrir todo el campo visual. Así,
cada túbulo apunta a cada uno de los
puntos del horizonte. Pero estos túbulos son aún mucho más complejos, pues
contienen una lente que está ópticamente orientada en una forma por demás
complicada, y además, para poder ver, todos (los túbulos con lentes), tienen
que estar unidos a otra capa localizada justo en el sitio correcto... Así, mientras
más complicado es (este ojo), menos probable parece que simplemente se hubiera
desarrollado a partir de la nada.”
“Esta
situación ha preocupado a todos desde el principio. Es como tenerlo todo desde
el mismo comienzo del drama; como si “desde que se abre el telón (y aparecen
las primeras formas de vida en el estrato cámbrico],” los actores ya se
encuentran en el escenario, listos, y con vestimentas completamente modernas.” *Norman Macbeth, Speech at
Harvard University, Septiembre 24, 1983, citado en L.D. Sunderland, Darwin’s
Enigma (1988), p. 150.
Recuerde
que estamos hablando sobre una de las criaturas más comunes en el fondo de los
estratos fósiles, y del que sin embargo, Science News declaró que el
trilobite tenía “el lente ocular más sofisticado jamás producido por la
naturaleza.” (*Science News 105, Febrero 2, 1974, p. 72).
Cada
ojo de los trilobites tenía dos lentes. He aquí lo que escribió uno de los
principales investigadores de los trilobites: “De hecho, esta combinación de
dos lentes oculares, se corresponde mucho con dispositivos típicamente
asociados con los inventados por los humanos, por lo que descubrir que ya
existían en los trilobites, fue realmente sorprendente; pero considerar que los
trilobites desarrollaron y usaron tales dispositivos oculares, hace 500 mil
millones de años, hizo que nuestra sorpresa fuera aún mayor. Pero un
descubrimiento final: que la interface de refracción entre las dos lentes
oculares del trilobite, fue diseñada (“diseñada”) de acuerdo con la
construcción óptica ideada por Descartes y Huygens a mitad del siglo XVII, raya
ya en la más pura ciencia ficción... Así, el diseño de las lentes oculares del
trilobite, bien podría calificar para el registro de una patente. *Riccardo
Levi-Setti, Trilobites, segunda edición, University of Chicago Press, 1993, pp.
54, 57.
Criaturas en
extremo complicadas desde el principio mismo, y sin nada que condujera a ellas:
Tal es el testimonio de los estratos. “Las rocas claman” y tienen un mensaje que
comunicarnos. ¿Lo estamos escuchando?
ESOS MARAVILLOSOS TRILOBITES. Hay enormes cantidades
de complejos trilobites en el estrato cámbrico; y sin embargo, debajo del
Cámbrico prácticamente no hay nada que se semeje a un fósil. Como se
mencionó antes, estas pequeñas criaturas ya tenían ojos maravillosamente
complicados; pero además, tenían otras características muy avanzadas:
1.
Patas articuladas y apéndices, lo que indica que tenían complejos sistemas
musculares. 2. Un exoesqueleto queratinoso (una sustancia dura como cubierta
exterior). 3. Ojos compuestos y antenas, lo cual indica un sistema nervioso
complejo. 4. Órganos respiratorios especiales, que indican un sistema
circulatorio sanguíneo. 5. Boca con partes complejas, lo indica que sus
requerimientos alimenticios eran complejos.
Otro
de los muchos tipos de criaturas que se encuentra en abundantes cantidades en
el estrato cámbrico, son los gusanos marinos segmentados. Como sucede con los
trilobites, encontramos que también poseen una musculatura compleja, requisitos
y hábitos especializados de alimentación, sistema circulatorio sanguíneo, y un
avanzado sistema nervioso.
NO HAY DE LO
SIMPLE A LO COMPLEJO. Los evolucionistas sostienen que el registro de fósiles va de lo simple
a lo complejo. Pero los investigadores han descubierto que las criaturas
“simples” eran a la vez, complejas. De hecho, en realidad son pocos los
ejemplos del registro fósil en que se puede decir que hay una progresión de “lo
simple a lo complejo”. Esto se debe en parte, al hecho de que los
fósiles aparecieron todos súbitamente, y en grandes cantidades y variedades; en
demasía, como para encontrar progresión de sencillo a complejo. Ya desde el principio, se
encuentran órganos complejos, tales como estómagos, intestinos, cerdas y
espinas; ojos y sensores, que demuestran
la presencia de un sistema nervioso. Por ejemplo, considere las especializadas
células aguijón (nematocistos) incluidas en el cuerpo de las aguamalas, con sus
arpones en forma de hilo en espiral, y que son disparadas repentinamente. ¿Cómo
podrían éstas haber evolucionado?
No permita que nadie le
asegure que en el estrato cámbrico sólo hay criaturas “simples o primitivas” o
“a medio desarrollar.”
4. LA APARICIÓN REPENTINA DE
LA VIDA
LA EXPLOSIÓN CAMBRICA (*#7/52 The Cambrian and Precambrian Problem*). El estrato más profundo
con contenido fósil, es el Cámbrico. Por debajo de éste, se encuentra el
Precámbrico, en el cual no hay fósiles, con la excepción de la ocasional
presencia de algunas algas, en su parte más superficial. Los
paleontólogos llaman a esta sorprendente situación “La Explosión Cámbrica.”
Comenzando
con los estratos fósiles, en el más profundo, el Cámbrico, encontramos una rica
variedad de tipos diferentes de fósiles. Pero cada tipo (especie) de
fósil en el Cámbrico es diferente a los demás. No hay mezclas entre ellos.
Para que haya evolución, necesitaría haber mezclas en las especies; pero tal
cosa nunca ocurre en la actualidad, y nunca ocurrió anteriormente. Al
buscar fósiles en el mundo antiguo, verá que sólo había especies distintas y
distinguibles; y al ver el mundo actual a su alrededor, verá que también, sólo
hay especies diferentes una de las otras.
Mientras
que hay vastas cantidades (miles de millones) de fósiles correspondientes a
miles de especies diferentes, de complejas criaturas, en el Cámbrico, por
debajo de éste, prácticamente no hay ni uno. La enorme cantidad de especies transicionales que deberían
conducir hacia las complejas especies del Cámbrico, simplemente no existen.
CADA GRUPO PRINCIPAL ESTA
REPRESENTADO EN EL CÁMBRICO. En el Cámbrico encontramos esponjas, corales, aguamalas, moluscos,
trilobites, crustáceos, y prácticamente, cada una de las principales
formas de vida invertebrada. En 1961. *Kai Peterson escribió: “Todos
los filos de animales invertebrados se encuentran representados en los
depósitos cambrianos.” *Kai Peterson, Prehistoric Life on Earth, p. 56.
Eso
significa que ahí, en los estratos fósiles cambrianos, se pueden encontrar por
lo menos una especie representativa de cada filo de animal sin columna
vertebral. Sólo faltaba un filo: los vertebrados.
En
el tiempo en que Peterson escribió ésto, se creía que ningún vertebrados
(animales con columna vertebral) había aparecido antes del periodo Ordoviciano
Inferior (justo por encima del Cámbrico); pero tal creencia fue descartada, cuando en Wyoming,
E.U.A., en 1977, se descubrieron en el estrato Cámbrico superior, fósiles de
heterostracán, un tipo de pez completamente desarrollado; hallazgo que se
reportó en el Science Magazine, del 5 de Mayo de 1978.
Este
descubrimiento ubica a todos y cada uno de los principales filo animales, en
las rocas cámbricas. Aunque nunca se menciona esto en los libros de texto, esta
noticia sacudió al mundo profesional,
y para los evolucionistas, hizo que su situación siguiera empeorando.
Pues
dado que en la “explosión cámbrica” súbitamente aparecieron todos los tipos
principales de seres vivos; este solo hallazgo, destruye los fundamentos mismos
de la teoría de la evolución, ya que todo tipo básico de plantas y
animales, ha sido ya encontrado desde el estrato Cámbrico. Así, aunque
los evolucionistas prefieren no discutir sobre esto, el hecho es que por lo
menos un representante de CADA FILO, ha sido encontrado en el Cámbrico.
“Hasta
hace poco, los fósiles más antiguos de peces conocidos provenían de la piedra
caliza de Harding, correspondiente al periodo Ordoviciano Medio, en Colorado,
E.U.A. Estos eran fósiles de peces “primitivos” heterostracán, (clase Agnatha),
sin mandíbula. Así, hasta entonces, los vertebrados eran el único grupo
principal de animales, no encontrado en forma de fósiles, en las rocas del
Cámbrico.
“[Aquí
el descubrimiento de los fósiles de peces heterostracán del Cámbrico se expone
en detalle]... Este descubrimiento de peces vertebrados en el Cámbrico, es sin
duda, el descubrimiento de fósiles más importante del periodo 1958-1979. La
evidencia ahora se encuentra completa respecto a que todas las categorías
principales de vida vegetal y animal, se encuentran en el Cámbrico.” Marvin L. Lubenow,
“Significant Fossil Discoveries Since 1958”, en Creation Research Society
Quarterly, Diciembre 1980, p. 157.
Así,
no sólo la vida animal compleja, sino también la vida vegetal compleja, están
representadas en el Cámbrico. Las plantas con flores, por lo general se
consideran una de las formas de vida más avanzadas en el reino vegetal. Pues
sépase que las esporas de plantas con flores, también se encuentran
representadas en los estratos cambrianos.
“Esporas atribuidas a plantas terrestres se han
encontrado en las rocas precámbricas y cámbricas en el Báltico. Es incierto si
algunas de éstas provienen ya de briofitos.” Robert F. Scagel, et al.,
Plant Diversity: an Evolutionary Approach (1969), p. 25.
Durante
el Diluvio del Génesis, las plantas tenderían a arrastrarse a estratos
superiores, pero su polen podría ser acarreado fácilmente hasta las capas
aluviales más tempranas del estrato Cámbrico e incluso el Precámbrico.
“Así
como los fósiles de la mayoría... de las otras plantas terrestres se han
descubierto en los depósitos cámbricos, lo mismo sucede con las plantas con
flores. En 1947 Ghosh y Bose reportan haber descubierto en los lechos
salitrosos seudomorfos, y los pliegues de acarreo de Dandot, Salt Range,
Punjab, India (depósitos cambrianos), túbulos de angiospermas y de
dicotiledóneas superiores, tanto con fibras hundidas como libriformes. Más
adelante aseguraron que una investigación posterior, confirmó su reporte
original, y los mismos resultados se obtuvieron del sistema cambriano de
Vindbyam, y del Cámbrico de Cachemira, donde además, habían varios tipos de
trilobites. Las posteriores reseñas de Axelrod y Leclercq reconocieron estos
hallazgos.” Marvin L. Lubenow, “Significant Fossil Discoveries Since 1958”, en
Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1980, p. 154.
5. AUSENCIA DE VIDA POR DEBAJO DEL ESTRATO CAMBRICO.
EL PRECÁMBRICO. En contraste con éste,
prácticamente no existen formas de vida debajo del Cámbrico. Las rocas
cambrianas contienen literalmente miles de millones de pequeños trilobites,
junto con muchas, muchas otras especies complejas; sin embargo, debajo del
Cámbrico, en el Precámbrico, no encontramos prácticamente ninguna forma de vida.
El mensaje del estrato rocoso es: Hubo una “SÚBITA y abundante aparición de
la vida; pero por debajo, ¡NO HAY VIDA!” Además, ahí donde comienza esta
extraordinaria explosión de abundancia de vida, en el Cámbrico, ya encontramos
complejidad, y no simplicidad en las formas de vida.
“Los
animales multicelulares aparecen de pronto y en una rica variedad desde el
Cámbrico; pero por debajo de éste, en el Precámbrico, no se encuentra ninguno.”
(*Preston Cloud, “Pseudofossils: A Plea for Caution”, en Geology, Noviembre
1973, pp. 123-127).
Es
verdad, que hay algunos hallazgos discutibles que sugieren presencia de vida en
el Precámbrico; pero la mayoría de los científicos reconocen que, en el mejor
de los casos, son algas. Estas algas verde azules, aunque son plantas
pequeñas (unicelulares), bioquímicamente ya son muy complejas, y capaces de
captar la energía solar, transformándola en energía química (por fotosíntesis).
Tales organismos están ahí,
porque probablemente se encontraban creciendo en el suelo, cuando las aguas del
diluvio las inundó por vez primera.
LOS ESTROMATOLITOS. Los únicos
macrofósiles que aparecen en grandes cantidades en el Precámbrico, son los estromatolitos.
Estos son restos tipo arrecifes, que se piensa pudieron ser formados por
precipitados de materia mineral, de comunidades microbianas, principalmente de
algas verde azules, por efecto de la fotosíntesis. Así, los
estromatolitos son vestigios de formaciones químicas y no de seres vivos.
Por un tiempo se creyó que la formación Isua, en Groenlandia, de 3.8 mil
millones de años de antigüedad, contenía la evidencia más antigua de vida. Pero
en 1981, se descubrió que tales evidencias, no eran más que erosionados
cristales de carbonato de magnesio y calcio: “Un análisis posterior de las
rocas más antiguas del mundo, han confirmado que no contienen restos
fosilizados de células vivas, sino cristales de carbonato tipo dolomita,
oxidados por el agua que se filtró en la roca.” *Nigel Henbest, “ ‘Oldest
Cells’ are Only Weathered Crystals”, en New Scientist, Octubre 15, 1981, p. 164.
Dos
años más tarde, un reporte actualizado en el New Scientist, sobre las “rocas
(precámbricas) más antiguas” de Groenlandia, afirmó lo siguiente: “Los geólogos
no han encontrado una evidencia concluyente de vida, en las rocas de
Groenlandia.” *Chris Peat y *Will Diver, “First Signs of Life on Earth,” en New
Scientist, Septiembre 16, 1983, pp. 776-781.
Los
comentarios de los científicos, califican cómo súbita, la aparición de una gran
cantidad de organismos, desde el inicio mismo del Cámbrico. Todo lo cual
favorece el concepto de la Creación y del Diluvio del Génesis, y no, el de una
lenta evolución desarrollada a lo largo de millones de años.
6. NO EXISTEN ESPECIES EN
TRANSICION.
EL PROBLEMA DE LAS BRECHAS (*#8/55 No
Transitions, Only Gaps*). Aunque en esta sección abordaremos cuatro
problemas específicos, frecuentemente los mencionaremos juntos, durante la
exposición.
1.
No existen especies transicionales que precedan o conduzcan a la
aparición de las primeras criaturas multicelulares que aparecen en el Cámbrico,
el más profundo de los estratos con fósiles.
2.
Tampoco hay especies transicionales en las otras partes (estratos) del
registro fósil.
3.
Las especies fosilizadas, con frecuencia se encuentran no en uno, sino en
muchos estratos diferentes.
4.
La gran mayoría de las especies encontradas en los fósiles, siguen vivas
en la actualidad.
NO HAY TRANSICIONES. La Explosión
Cámbrica es el primero de los problemas principales respecto al registro fósil;
la falta de formas en transición, es el segundo. Pero de todos los problemas,
éste, la falta de criaturas transicionales (a mitad del camino evolutivo, entre
especies diferentes), en la columna geológica, es actualmente para el
evolucionista, quizás la crisis de mayor magnitud. De hecho, es una de
los mayores, entre los muchos problemas críticos que enfrenta la teoría de la
evolución.
“La
evolución requiere formas intermedias entre las especies, y la paleontología no
se las proporciona.” *D.B. Kitts, Paleontology and Evolutionary Theory
(1974), p. 467.
En los fósiles,
no encontramos transiciones de un género de criatura a otro. En lugar de eso,
sólo encontramos tipos (géneros) bien diferenciados, de plantas o animales.
“Es
un hallazgo en el registro fósil conocido, que la mayoría de los taxones
aparecieron abruptamente. No se originan, por regla, por una secuencia de
predecesores que van cambiando de manera casi imperceptible, tal como creía
Darwin que debería ser lo usual, en la evolución.” *G.G. Simpson, en The
Evolution of Life, p. 149.
Para
complicarles más las cosas, en el registro fósil, es posible encontrar
las mismísimas criaturas que aún tenemos en la actualidad, junto a unas cuantas
especies ya extintas, previas a nuestra era.
Por
eso, se concluye que ni en la actualidad ni en la antigüedad, han existido
formas transicionales o intermedias entre las verdaderas especies.
“Cuando
examinamos una serie de fósiles de cualquier edad, podemos elegir uno y decir
con toda confianza: ‘Este es un crustáceo,’ (o una estrella de mar, o un
braquiópodo, anélido, o cualquier otro tipo de criaturas según sea el caso).” *A.H.
Clark, The new evolution: Zoogenesis, p. 100.
Por
eso, en los estratos rocosos, podemos encontrar caballos, tigres, peces, e
insectos, pero no formas transicionales. Así, encontramos caballos de gran
tamaño y caballos pequeños, pero nada que sea parte caballo y parte alguna otra
cosa.
Tras
dedicar años al cuidadoso examen del registro fósil, comparándolo con el de las
especies vivas de hoy, un famoso biólogo del
Instituto Smithsoniano, escribió estas palabras:
“Desde
el principio [desde el nivel más bajo, de la columna geológica], todos los
grupos principales de animales han mantenido la misma relación entre ellos. Los
crustáceos siempre han sido crustáceos, los equinodermos siempre han sido
equinodermos, y los moluscos siempre han sido moluscos. No existe la más mínima
evidencia que sustente cualquier otro punto de vista.” *A.H. Clark, The New
Evolution: Zoogenesis (1930), p. 114.
“De
acuerdo a la evidencia tangible que hasta ahora hemos podido descubrir, somos
forzados a concluir que todos los grupos principales de animales, desde el
principio, mantuvieron prácticamente la misma relación entre ellos, que la que
tienen en la actualidad.” *Op. cit., p. 211.
LAS BRECHAS ENTRE LOS
FÓSILES. Este hecho manifiesto, no es menos que un repudio a la teoría de la
evolución. Incluso, los evolucionistas le han dado un nombre a este problema: Le
denominan “las brechas entre fósiles.” No hay manera de encontrar criaturas
que sean mitad pez y mitad ave, o mitad cerdo y mitad vaca; sólo tipos bien
definidos de animales y plantas, tal y como los conocemos en la actualidad.
Un problema relacionado con
el anterior, es el hecho de que grandes números de fósiles, se extienden a
través de muchos estratos, supuestamente abarcando millones de años. Esto
significa que, a través del registro fósil, esas especies nunca experimentaron
cambios a lo largo de “millones de años”.
EL PULPO. Este es un excelente
ejemplo de lo que estamos hablando: El calamar y el pulpo, son los más
complejos entre los invertebrados (animales sin columna vertebral). El ojo
de los pulpos, es tan extraordina-riamente complejo, como el de los humanos; y
al revisar con cuidado el registro fósil, se encontrará sólo con calamares y
pulpos, y nada más. Nunca ha habido algo evolucionando hacia ellos, o
evolucionado a partir de ellos. Siempre ha habido sólo calamares y pulpos. Es
cierto que encontrará una especie extinta, llamada nautiloide; pero
aparentemente, era no menos, sino aún más compleja.
Examinando
aún con mayor cuidado el registro fósil, se encontrará con que los pulpos
aparecen temprano en los estratos fósiles. La razón de esto es sencilla: Cuando
un pulpo se asusta, puede o encogerse y esconderse debajo de una roca o
saliente, o bien, salir disparado mediante una propulsión de un chorro de agua.
Por esta razón, es que algunos pulpos quedaron enterrados en los estratos
inferiores, y otros, en los superiores. Es más, podrá descubrir que los pulpos
se encuentran en casi todos los estratos fosilíferos, desde el inferior hasta
el superior. Concluimos que muchos pulpos continuaron desplazándose hasta
los niveles más altos, mientras las aguas seguían elevándose.
Posteriormente
al diluvio, el equilibrio en la naturaleza aparentemente actuó en contra de los
nautiloides, que fueron devorados por sus enemigos, hasta el grado de que
actualmente, ya no existe ni uno. Aquí, “la supervivencia del más apto”
de Darwin [que el más apto sobrevivirá más que los otros], al parecer no se
aplicó a los nautiloides, los cuales siendo distintivamente diferentes de los
pulpos y los calamares, eran aparentemente más capaces que ambos. Por último,
al examinarlos con todo detalle, encontrará además, que los pulpos y calamares
encontrados en todos los estratos, son idénticos a los actuales.
LOS ESLABONES PERDIDOS (*#11/133 Searching
for Transitions [más de cien citas]* [Debe mencionarse que en el Apéndice
II, después del capítulo de Fósiles y Estratos, en nuestro sitio evolutionfacts.com,
se encuentra la recopilación de citas más larga de todas. Contiene 25
categorías y 133 citas. Pero hay suficientes citas a continuación, como para
sustentar la tesis principal].
Los eslabones
están perdidos. Casi todos los fósiles son como los animales actuales, y los
eslabones que debería haber entre ellos, no aparecen. Son pocos los científicos que en la actualidad,
continúan buscando eslabones entre los principales grupos de vertebrados o
invertebrados, pues ¡Ya se dieron por vencidos! Los eslabones
simplemente no existen, ni jamás han existido.
Los
evolucionistas saben exactamente, cómo deberían lucir tales formas
transicionales; pero no han podido encontrarlas en el registro fósil. Y
no las han encontrado, a pesar de que miles de personas las han estado
buscando desde principios del siglo XIX. Así, busquen donde busquen, los
paleontólogos (cazadores de fósiles), encuentran las mismas especies distinguibles
y comunes, que existen hasta hoy, junto con algunas otras ya extintas. Pero
nótese que las extintas no son formas transicionales entre las especies
conocidas. Por ejemplo, los grandes dinosaurios no son formas
transicionales, sino especies bien definidas, que se extinguieron en la
antigüedad, probablemente por las aguas del Diluvio. (Contrario a las
impresionantes pinturas de dinosaurios, que los evolucionistas gustan mostrar
como prueba de su teoría, la verdad es que la extinción de una especie definida,
no es evolución, ni proporciona evidencia alguna de ella).
La
búsqueda para encontrar los eslabones perdidos que llenen las brechas entre los
distintos tipos (géneros), ha dado por
resultado que se acumulen enormes colecciones de fósiles. Recuérdense las
afirmaciones mencionadas anteriormente, de Sunderland y *Kier, que aseguran que
ya son más de 100 millones de fósiles los que han sido examinados por los
paleontólogos alrededor del mundo.
“Ya
no hay necesidad de disculparse por la pobreza del registro fósil, ya que en
algunos sitios, se ha vuelto extraordinariamente rico y casi inmanejable, y el
descubrimiento de cada vez más fósiles, supera a la capacidad de integrarlos…
Aún así, el registro fósil continúa formado principalmente de brechas. T. Neville George, “Fossils
in Evolutionary Perspective”, en Science Progress, Enero 1960, pp. 1, 3.
Si no hay formas
transicionales en el registro de fósiles, no ha habido evolución.
7. LA APARICIÓN SUBITA.
APARICIÓN SUBITA DE TAXONES
SUPERIORES (*#9/22 Abrupt Appearance*). Así como las criaturas más
pequeñas y lentas aparecen de repente en el Cámbrico, por arriba del
Cámbrico, criaturas de mayor tamaño y movimiento más rápido, también aparecen
de forma súbita: Tigres, salmones, leones, pinos, tuzas, halcones,
ardillas, caballos, etc., aparecen por millones.
La evolución no
puede explicar esta súbita aparición, que los científicos calificados, reconocen así: “La abrupta aparición
de taxones superiores en el registro fósil, ha sido un eterno misterio. No sólo
los restos característicos y distintivos de filos aparecen de repente, sin
ancestros conocidos, sino además, varias clases de filos, órdenes, clases,
etc., aparecen generalmente, casi al mismo tiempo, y sin [formas] intermedias
conocidas.” *James W. Valentine y *Cathryn A. Campbell, “Genetic Regulation and the
Fossil Record”, en American Scientist, Noviembre-Diciembre, 1975.
“A
pesar de estos ejemplos, es cierto, como todo paleontólogo lo sabe, que la
mayoría de las nuevas especies, géneros y familias, y casi todas las categorías
por encima del nivel de las familias, aparecen en el registro [de fósiles] de
pronto, y no son precedidos por secuencias transicionales, continuas, y
graduales conocidas.” *George G. Simpson, The Major Features of Evolution,
p. 360.
“La
súbita emergencia de los principales tipos adaptativos, tal y como se hace
aparente en el registro fósil, por la aparición abrupta de familias y órdenes,
continuaron dándonos problemas. Tal fenómeno permanece en la tierra de nadie de
la genética, y más allá de los límites de la experimentación. Pocos
paleontólogos en la actualidad, se aferran a la idea de que futuras
recolecciones, podrán algún día, cerrar las brechas… pero la mayoría,
consideran las discontinuidades
observadas, como definitivas, y les
buscan alguna explicación.” *D. Dwight Davis, “Comparative Anatomy and the
Evolution of Vertebrates”, en Genetics, Paleontology, and Evolution (1949), p.
74.
8. ESTASIS
LAS ESPECIES NO CAMBIAN (*H 13/17 Stasis*). Un
principio importante observado por todos los paleontólogos que trabajan con
fósiles, es conocido como la estasis (“El Fijismo”). La
estasis, significa que se retiene cierta forma, en la que se permanece fija
(sin cambios).
En otras
palabras, que una especie no cambia de una a otra. El problema para los
evolucionistas es el hecho de que los animales del registro fósil nunca
cambiaron. Toda criatura desde su primera aparición en el registro fósil,
lo hace con cierta forma y estructura que permanece sin cambios (fija), durante
“millones de años,” y que permanece idéntica hasta la actualidad, o hasta su
extinción y desaparición. Así, mientras tales criaturas vivieron, no
hubo cambios en ellas; no hubo evolución, y nunca hubo evidencia de lo que los
paleontólogos denominan gradualismo, es decir, cambios graduales de una
especie para transformarse en otra. Sólo hubo estasis. Tanto el problema de
las brechas (la inexistencia de formas transicionales entre las especies),
y el problema de la estasis (de las especies fijas y que no cambian), arruinan
toda la teoría de la evolución.
“La
historia de la mayoría de las especies fosilizadas presenta dos características
incongruentes con el gradualismo: 1. La “Estasis: La mayoría de las especies no
presentan un cambio direccional durante su estancia en la tierra, pues aparecen
en el registro de fósiles con un aspecto muy similar al que tienen cuando
desaparecen; así el cambio morfológico que llegan a presentar, por lo general
es limitado y sin dirección alguna.
2.
Aparición súbita: En cualquier localidad, una especie no surge gradualmente y
mediante la constante transformación de sus ancestros, sino que aparece
súbitamente, y totalmente formada.” *Steven Jay Gould,
“Evolution’s Eratic Pace”, en Natural History, Mayo 1977, p. 14.
9. AUSENCIA DE CAMBIOS DEL PASADO AL PRESENTE.
LOS FOSILES SON IGUALES A
LOS QUE AUN VIVEN. Todos los fósiles se pueden clasificar en uno de dos grupos: 1)
Las plantas y animales que se extinguieron, y 2) Las plantas y animales iguales
a los que actualmente existen. Ninguna de estas dos categorías, constituye
evidencia alguna de evolución, ya que no hay formas transicionales que
lleven a ellas, o que salgan a partir de ellas. Todas son especies distintas.
Algunas
de estas criaturas se extinguieron en el tiempo del Diluvio o poco después;
pero todas las criaturas que no se extinguieron, permanecen en esencia
idénticas, ya sea como fósiles, o en la forma de sus representantes actualmente
vivos. Este es uno de los puntos principales. Ni ha ocurrido evolución
de las especies, ni los fósiles proveen evidencia alguna de evolución.
10. NO HAY SUFICIENTES
ESPECIES
DEBERÍA HABER MÁS ESPECIES. Según la teoría de la
evolución, las especies tuvieron que haber experimentado un enorme número de
cambios en la antigüedad; pero no encontramos evidencia de esto en las rocas. Como
evidencia del cambio de una especie en otra, se deberían encontrar un gran
número de especies transicionales, intermedias entre una especie y otra, cosa
que no sucede.
Un
destacado paleontólogo lo explica así: “Existen unas 250,000 diferentes
especies conocidas de plantas y animales fósiles... A pesar de tan abundante
información, no deja de ser sino una mínima fracción de la diversidad que
[según la teoría de la evolución], debió haber existido en el pasado. Además,
hay más de un millón de especies actualmente vivas, y… (Por ello), podemos
predecir cuántas especies deberían de existir en nuestro registro de fósiles.
Tal número es por lo menos, 100 veces mayor al número que hemos encontrado.” David M. Raup, “Conflicts
between Darwin and Paleontology”, en Field Museum of Natural History Bulletin,
Enero 1979, p. 22.
1. La evidencia fósil no contiene suficientes
especies diferentes, y 2. No revela que en la antigüedad, hayan existido
especies en evolución sucesiva. Pero, además, los expertos de fósiles admiten
que demasiados nombres se han aplicado a los fósiles de supuestas “especies
nuevas” que se han encontrado. Considere lo siguiente:
CONFUSIÓN DE NOMBRES. Ahora mencionaremos un
punto técnico que aumenta la confusión conforme los paleontólogos tratan de
indagar la verdad acerca de los fósiles. Tal punto da lugar también a que aparezcan
en el registro fósil, más especies extintas de las que en realidad son.
Los
cazadores de fósiles tienen la práctica de darle diferente nombre a la misma
especie, cuando la encuentran en periodos diferentes.
Al
respeto, el *Dr. Raup, paleontólogo principal de Museo Field de Historia
Natural de Chicago, afirma que hasta 70 por ciento de los fósiles “nuevos” han
sido nombrados de manera incorrecta.
“Al
Dr. Eldredge (del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York), se le
preguntó: ‘¿Los paleontólogos llaman a las mismas criaturas de modo diferente
cuando se les encuentra en periodos geológicos diferentes?’ Él contestó que
aunque esto suceda, no deja de ser un error. Cuando se le preguntó lo mismo al
Dr. Patterson del Museo Británico de Londres, él respondió: ‘¡Oh, sí! Eso se
hace en gran medida’. Después se le preguntó: ‘Eso no parece muy honesto.
¿Usted no haría eso, verdad? A lo que él dijo: “espero que no…”
“Esta
práctica ¿no generaría muchas más especies de las que en realidad hay? El Dr.
Raup (del Museo de Chicago), dijo que sí; y que quizás hasta 70 por ciento de
las especies descritas (en las rocas fósiles), se encuentra más adelante, que
son exactamente las mismas que especies aún existentes. Así que hasta 70 por
ciento de las especies encontradas y nombradas, no debieron recibir nuevos
nombres; pero los recibieron bien sea por ignorancia, o por normas de
procedimiento (incorrectas) seguidas por los taxónomos.” L.D. Sunderland,
Darwin’s Enigma (1988), pp. 130-131.
Obviamente,
tal práctica agudiza el problema para los expertos. En este capítulo nuestro
interés se centrará en los hechos y principios subyacentes, no obstante que duplicar
o triplicar los nombres de una especie fósil, les dificulta más a los expertos
librarse del embrollo darwiniano.
“Un
asistente del Dr. Eldredge, que estudia fósiles de trilobites en un Museo
Estadounidense, explicó al autor cómo toma la decisión de nombrar una nueva
especie: ‘Busco al fósil durante dos semanas y, luego, si creo que se ve lo
suficientemente diferente, le doy un nuevo nombre. Así es que sólo es asunto de
juicio, sin normas de procedimientos.” Op. cit., p. 131.
Los expertos nos
dicen que existen “millones de especies,” cuando que la realidad es que no hay
tantas. Los taxónomos son los que clasifican y asignan nombres a las
plantas y animales. Entre ellos, se conocen como ‘separadores’ a los que
se les facilita más crear nuevos nombres, que tomarse la molestia de
identificar adecuadamente cada espécimen en cuestión.
“Todos
sabemos que muchas de las aparentes cadenas evolutivas no son otra cosa que
ideas concebidas en los cerebros de
ciertos paleontólogos. Así, un separador, en una biblioteca, puede
fabricar más especies que millones de años de mutación genética.” *V. Ager, “The Nature of the
Fossil Record”, Proceedings of the Geological Association, Vol. 87, No. 2,
1976, p. 132 [presidente del Departamento de Geología, Universidad Swansea].
(Léase
más sobre el tema en el capítulo 11, Especies de Plantas y Animales). Es
bien sabido entre los expertos, que existen más separadores que englobadores,
simplemente porque asignar un nuevo nombre al fósil encontrado, es más fácil y
da más fama, que realizar todo el arduo trabajo de investigar quién lo nombró
por primera vez, y “englobarlo” con las especies ya conocidas y
nombradas.
*Edward
Cope y *Othniel Marsh fueron dos de los principales coleccionistas de fósiles
para museos, del occidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Se odiaban a
morir, y durante décadas, duplicaron los nombres de múltiples especímenes.
(Léase más sobre ésto en el capítulo 11. Especies de Plantas y Animales).
“Lamentablemente,
a causa de la amarga rivalidad entre Cope y Marsh, en los últimos tiempos,
Leidy (un coleccionista de fósiles anterior a ellos), fue olvidado. Al
respecto, el paleontólogo Henry Fairfield Osborn, director del Museo Americano
de Historia Natural, recordó que muchos de los animales del Eoceno y del
Oligoceno, recibieron hasta tres nombres en la literatura científica: El nombre
original dado por Leidy, y los otros dos, dados por Cope y Marsh.” *Milner,
Encyclopedia of Evolution (1990), pp. 272-273.
11. MÁS GRANDES ANTES QUE
AHORA.
HAY FÓSILES MÁS GRANDES EN
EL PASADO. Es un hecho intrigante el reconocer que si la evidencia del
registro fósil sustentara alguna
modificación en las especies, ésta sería involución, más que evolución, ya que
ahora sabemos que las plantas y animales en la antigüedad, eran
frecuentemente de mayor tamaño que cualquiera de los actuales.
Así,
no sólo no encontramos que alguna vez se rebase la línea de una especie a otra,
sino que descubrimos que las especies en vez de estar evolucionando, con
el paso del tiempo se están degenerando cada vez más.
Un principio fundamental de
la teoría de la evolución es que las criaturas han de evolucionar en otras cada
vez más complejas y de mayor tamaño. Pero la realidad, es que el registro fósil
no sustenta ninguna de estas dos teorías. No sólo es muy clara la evidencia sobre la
complejidad inicial de los invertebrados, que supuestamente son de las formas
de vida más “inferiores,” sino que además, están las diferencias en cuanto al
tamaño:
“[Edward
Drinker] Cope es conocido entre muchos estudiantes por la llamada ‘Ley de Cope’
que afirma, a grandes rasgos, que todo continúa haciéndose más grande... Pero,
¡vaya que esto en general, no es cierto! Ya que por ejemplo, el tigre moderno
es más pequeño que el tigre colmillos de sable, de la última era de hielo...
Los equisetos actuales de nuestras zanjas, son minúsculos, comparados
con los equisetos de 60 pies [18 m] encontrados en el Carbonífero. ¿Y
dónde están los caracoles gigantes del Cámbrico temprano o las ostras gigantes
del terciario?” *G.R. Taylor, Great Evolution Mystery (1983), p 122.
También,
tómese en cuenta que la Biblia indica que en los tiempos antiguos, la gente
vivía más, y era de mayor estatura promedio que la actual. Así que no
debería sorprendernos que también las criaturas extintas fueran de mayor tamaño
que las que viven en la actualidad, pues probablemente también vivían más
tiempo.
Así, entre los fósiles podemos encontrar lo
siguiente:
Plantas: 1) Alguna vez
existieron plantas enormes, mayores que cualquier vegetal vivo actualmente. 2)
Hubo helechos con una altura hasta de cincuenta pies (15 m), y frondas de 5-6
pies (1.5 a 1.8 m). 3). La planta cola de caballo, crecía con una anchura de 12
pulgadas (30.5 cm) de diámetro. 4) Los árboles de grandes alturas (100 pies o
30 m), con troncos de 4-6 pies (1.2 a 1.8 m) de diámetro, sólo se encuentran en
forma de fósiles, pues actualmente, ya no existe ninguno vivo.
Pequeños seres marinos: 5) Trilobites
gigantes hasta de 18 pulgadas (46 cm) de largo, actualmente inexistentes, pues
las criaturas vivas que más se les asemejan, son mucho más pequeñas. 6) Alguna
vez vivieron cefalópodos (Enckiceras proteiforme) de concha
recta, de hasta 15 pies (4.5 m) de largo; y escorpiones marinos (Euryprids)
de 9 pies (2.8 m). Nada con tan inmensas dimensiones, se encuentra en la
actualidad entre ellos. Es más, los Euryprids fosilizados, son reconocidos
como los artrópodos de mayor tamaño que alguna vez hayan vivido.
Insectos: 7) Algunos insectos
medían hasta 4 a 8 pulgadas (10 a 20.5 cm) de largo. Por ejemplo, la distancia
entre las puntas de las alas de las libélulas, llegó a ser de 29
pulgadas (73.66 cm), y algunos centípedos (cien pies), medían hasta 12
pulgadas (30.5 cm) de largo.
Anfibios: 8) Los anfibios actuales
son pequeñas salamandras o ranas. Pero en el pasado, existieron los gigantes estegocéfalos,
de los cuales el Onychopus gigas pesaba hasta 500 libras (227
kg).
Grandes seres marinos: 9) ¿Qué les parecería
encontrarse con un tiburón con quijadas de 6 pies (1.83 m) de ancho?
Pues así eran los tiburones en los tiempos antiguos. 10) El basilosaurio
era un mamífero marino con una cabeza de 4 pies (1.2 m), un cuerpo de 10 pies
(3 m) de largo, y una cola de 40 pies (12 m).
Aves: 11) La Diatiyma parecía un
avestruz, pero de 7 pies (2.1 m) de altura, y con una cabeza tan grande como la
de un caballo. 12) El fororraco tenía una altura de casi 8 pies
(2.4 m), y un cráneo de 23 pulgadas (58.5 cm) de un extremo al otro. 13) La Dinornis
tenía 10 pies (3 m) de altura, y se reconoce como el ave de mayor tamaño que
jamás haya existido.
Grandes Mamíferos: 14) El andresarco
mongol, tenía un cráneo de 2½ pies
(76 cm) de largo, y es uno de los carnívoros más grandes que haya existido. 15)
Imagine conocer a un rinoceronte de cuernos largos, y 14 pies
(4.3 m) de altura; y a otro rinoceronte, el Baluchiterio, que
tenía 13 pies (4 m) de altura, y 25 pies (7.6 m) de largo.
16)
También, existieron los inmensos mamuts lanudos, los gigantes mastodontes
peludos, y los mamuts imperiales de 14 pies (4.3 m) de altura.
17) Sabemos que alguna vez, existieron armadillos gigantes, y perezosos
tan grandes como elefantes. 18) Así como Cerdos (Entelodontes) de
6 pies (1.8 m) de altura; y 19) Un bisonte (Bison latifrons),
con una separación de 6 pies (1.80 m), entre sus cuernos.
Reptiles: 20) Los fitosaurios,
parecidos a los cocodrilos, medían 25 pies (7.6 m) de largo, y los ictiosaurios,
parecidos a los delfines, tenían 30 pies (9 m) de largo. 21) También
hubo reptiles marinos (los mosasaurios), de hasta 35 pies (17 m)
de largo; y tortugas marinas (Archelon) de 11 pies
(3.4 m). 22) El Pteranodon, tenía 25 pies (7.6 m) de punta a
punta en las alas; y 23) además, existieron los gigantes reptiles terrestres,
como el conocido Tiranosaurio rex
de 45 pies (3.7 m) de altura; el Brontosaurio de 65 pies
(19 m) de largo; el Estegosaurio de 10 toneladas (9,000 kg) de
peso; y el Diplodoco de 80 pies (24.5 m) de largo. El Brachiosaurio,
tenía una altura de 50 pies (15 m), 100 pies (30.5 m) de largo, y pesaba 80
toneladas (7,250 Kg), o sea, aproximadamente el triple del peso del dinosaurio
más grande conocido hasta la actualidad, colocándose en el rango de peso de la
actual ballena azul, la cual se dice que actualmente, es la criatura más grande
del planeta.
En
1971, *Douglas Lawson encontró en Texas, tres especímenes del ave de mayor
tamaño: El Pterosaurio, cuya distancia de punta a punta en las
alas, era de 51 pies (15.5 m), el doble que cualquier reptil volador hasta
entonces descubierto. En contraste, el ave actual, con mayor despliegue en las
alas, el albatros errante, mide 11 pies (3.35 m); y un avión de propulsión a
chorro, alcanza una distancia de ala a ala, de 43 pies (13 m).
12. REVISIÓN DE LA EVIDENCIA
BÁSICA DE FÓSILES
EL ÁRBOL PERDIDO. En el registro
fósil no existe un “árbol genealógico;” pues no hay un tronco común, ni unas
cuantas ramas principales. Sólo hay ramas finales (géneros y especies).
Si usted quita las conexiones principales en un árbol (el tronco y las grandes
ramas principales) ¿Qué le queda? Sólo las ramas finales separadas y regadas
unas junto a otras, en el suelo. Pues precisamente esa, es la imagen que
encontramos al analizar las diferentes especies de plantas y animales actuales;
y es también la misma imagen que encontramos en la columna geológica, donde tampoco
hay un tronco común con unas cuantas ramas principales, sino sólo ramas
finales, cada una diferente de todas las demás.
“Por
lo que se puede juzgar de acuerdo con el registro geológico, los grandes
cambios parecen haber surgido, por lo general, en forma más bien súbita, en
términos de tiempo geológico. Así las formas fósiles intermedias entre las
grandes subclasificaciones, como las órdenes y clases, rara vez aparecen.” *Paul
A. Moody, Introduction to Evolution (1962), p. 503.
EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
MUNDIAL WOODMORAPPE. Desde la temprana infancia, todos hemos sido expuestos a las graficas
de la llamada “Columna geológica,” que muestran los estratos
sedimentarios, con sus “fósiles índice” (indicadores), y sus impresionantes
fechas. Pues un análisis científico correlativo, notorio por su meticulosa
profundidad y cobertura mundial, fue publicado en el número de Diciembre de
1983, del Creation Research Society Quaterly. Fue escrito por John
Woodmorappe, y consiste de 53 páginas, con 807 citas bibliográficas, 17
tablas y gráficas muy detalladas, 35 mapas mundiales, y 2 mapas regionales.
En
este largo artículo, Woodmorappe sustenta varios puntos interesantes, entre los
cuales se citan los siguientes: 1. Los fósiles no tienden a colocarse
unos sobre otros, en los distintos estratos sucesivos; en cambio, tienden a
mezclarse entre sí, en los estratos sucesivos; y una tercera parte de ellos, se
extienden a través de tres estratos y hasta más.
2. No existe una
progresión ordenada de los estratos, a partir del fondo y hasta el estrato
superior. Los fósiles indicadores (o índice), progresivamente “superiores” no
se encuentran necesariamente en estratos “superiores,” como se supone que
debería ser. Así,
los fósiles indicadores, no tienden a colocarse unos sobre otros en estratos
sucesivos; en cambio, por lo general se localizan aquí y allá, en lo que
más parece una distribución al azar. Tales fósiles más a menudo se
agrupan a una gran distancia horizontal, de los otros fósiles indicadores,
sobre los cuales se supone que deberían estar. Más de 9,500 casos de los
principales fósiles indicadores, fueron registrados en 34 mapas mundiales, con
la finalidad de analizar su patrón de superposición.
Grande
fue el cuidado que se tuvo para asegurar que los datos de estos mapas fueran
tan precisos, como fuera posible. Después de preparar mapas para cada uno de
los fósiles índice o indicadores, Woodmorappe los colocó unos sobre otros a
trasluz, con el fin de comparar y tabular los casos en los cuales los fósiles
indicadores se encontraban unos sobre otros, y en armonía con la teoría clásica
de los estratos rocosos evolutivos.
Por
fin, se preparó la tabla 3, con el fin de comparar los 34 mapas mundiales con
fósiles indicadores (Estos mapamundi, están disponibles para ser copiados en
papel traslúcido o en acetatos listos para colocar unos sobre otros, para su
exposición en salas de clase o conferencia).
“La
tabla 3 ha sido diseñada para mostrar los resultados de la superposición de los
mapas 1 al 34. Ahí se hacen 479 comparaciones cruzadas, entre los resultados de
un fósil índice, con todos los pertenecientes a los demás periodos geológicos.
Se puede apreciar que sólo un mínimo porcentaje de cualquiera de los fósiles
índices, en todas sus localizaciones, se llega a colocar por encima, o por
debajo de algún otro fósil índice de otro periodo geológico diferente. En otras
palabra, los fósiles índice de diferentes periodos geológicos, invariablemente
tienden a esquivarse entre sí, desde el punto de vista geográfico, lo cual
puede tomarse como evidencia prima facie de que todos los fósiles son
equivalentes desde el punto de vista ecológico, y biogeográfico, invalidándose
así, todos los conceptos sobre evolución, periodos geológicos, y tiempo
geológico.
En
cambio, para un diluviólogo (estudioso del diluvio universal), esta tendencia
de los fósiles de dos diferentes ‘eras,’ a ser incompatibles desde el punto vista
geográfico, es más fácil de comprender a la luz del Diluvio Universal (del
Génesis).”
Una
Tabla 4, fue diseñada para mostrar las posibles superposiciones múltiples de
los “fósiles índice” (en más de dos ocasiones, y de acuerdo con la Tabla 3).
Los resultados finales de esta presentación, fueron desastrosos para la teoría
de la evolución, ya que “no se encontró tendencia alguna en algún fósil índice
en lo individual, a colocarse regularmente, en cierta yuxtaposición o en
ninguna, con relación a los demás.” John Woodmorappe “A
Diluviological Treatise on the Stratigraphic Separation of Fossils.” Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1983,
p. 150-151 [las negritas son nuestras].
Como
ya hemos explicado con anterioridad, esto es con relación a los “fósiles
indicadores,” que son presentados como prueba fundamental de la teoría de la
evolución, en lo que toca al ordenamiento y fechado de los estratos fósiles.
He aquí la conclusión de Woodmorappe, respecto a los fósiles índice:
“Un
total de más de 9,500 ocurrencias a nivel global, de los principales fósiles
indicadores, se han integrado en 34 mapas mundiales, con el propósito de
identificar su tendencia a superposicionarse. En 479 ocasiones de
yuxtaposición, se demuestra que sólo un pequeño porcentaje de fósiles
indicadores tienden a yuxtaponerse uno sobre otro. Y muy rara vez, más de una
tercera parte de todos los 34 fósiles índice (nunca más de la mitad de ellos),
llegan a encontrarse simultáneamente, en un radio de 200 millas (320
kilómetros), a la redonda. Op. cit., p. 133 [las negritas son nuestras].
1.
Al principio de la página 151 de su artículo, él analiza otras causas
posibles, y los mecanismos del Diluvio, como posibles soluciones al enigma de
por qué estos fósiles muestran un patrón tan confuso.
2.
Woodmorappe incluye en su extensa discusión, en las páginas 167 a 171, las
razones por las que cree que se han encontrado tan pocos fósiles de mamíferos,
aves, y humanos. Para copias del artículo y las tablas, consulte la referencia
bibliográfica John Woodmorappe “A Diluviological Treatise on the
Stratigraphic Separation of Fossils.” Creation Research Society Quarterly,
Diciembre 1983, p. 150.
CONSULTANDO A LOS EXPERTOS. Dejemos por un
momento, el examen de las evidencias dadas por los estratos fósiles, y lo que
enseñan; y por ahora, vamos a trasladarnos hasta los tres acervos
paleontológicos más grandes del mundo.
Primero iremos al Museo
Británico de Historia Natural, donde el *Dr. Colin Patterson está a cargo de su
enorme colección de fósiles. Después de publicar su libro Evolution en
1978, al *Dr. Colin Patterson del
Museo Británico de Historia Natural, se le preguntó por qué no incluyó
una sola fotografía de un fósil transicional. En respuesta, el Dr. Patterson
declaró lo siguiente:
“Concuerdo
absolutamente con sus comentarios sobre la falta de ilustraciones directas de
transiciones evolutivas en mi libro. Si conociera alguna, fosilizada o
viviente, de seguro la hubiera incluido. Pero si usted sugiere que debí usar un
artista para que representara tales transformaciones, ¿de dónde obtendría el
artista la información necesaria? Pues honestamente, yo no podría
proporcionársela.”
“Sería
difícil contradecir a [Steven] Gould [de Harvard], y al personal del Museo
Estadounidense, cuando dicen que no hay fósiles transicionales. Yo, como
paleontólogo, me ocupo mucho en los problemas filosóficos en torno a la
identificación de las formas ancestrales del registro fósil. Y usted me dice
que yo debería, cuando menos, mostrar una foto del fósil a partir del cual, cada
tipo de organismo se desarrolló. Pues le hablaré sin rodeos: no existe ni un
tal fósil, sobre el que pudiera formular un argumento incontrovertible; y la
razón es que los conceptos sobre ancestros y descendientes, no son aplicables
al registro fósil. Aunque es fácil crear historias de cómo una forma dio lugar
a otra, y encontrar razones por las cuales las etapas fueron favorecidas por la
selección natural, tales historias no son parte de la ciencia, pues no hay
manera de ponerlas a prueba” *Dr. Colin Patterson, carta fechada Abril 10,
1979 a Luther Sunderland, citada en L.D. Sunderland, Darwin’s Enigma, p. 89.
Dejemos por ahora al *Dr.
Colin Patterson en Londres, y vayamos al Museo Field de Historia Natural en
Chicago. Es uno de los museos de Historia Natural, más grande y antiguo de los
Estados Unidos de Norteamérica, y probablemente del mundo: Alberga el 20 por
ciento de todas las especies fósiles conocidas.
Habiendo
tenido la oportunidad de estudiar con cuidado todo este material durante años,
el *Dr. David Raup, paleontólogo principal del Museo Field, está más que
calificado para hablar con autoridad. Así es como él comienza un artículo
clave, que resume lo que revelan las evidencias fósiles:
“La
mayoría de la gente supone que los fósiles constituyen una parte importante del
argumento general, a favor de las interpretaciones darwinianas sobre la
historia de la vida. Desafortunadamente, esto, en sentido estricto, no es
cierto.” *David Raup, “Conflicts between Darwin and Paleontology,” en Field
Museum of Natural History Bulletin, Enero 1979.
A
continuación, el *El Dr. Raup cita una declaración bien conocida de *Charles
Darwin, sobre que él (*Darwin), se sentía “avergonzado” por la falta de
evidencias fósiles sobre los orígenes (el problema cambriano), y las
transiciones (el problema de las brechas entre especies), que prevalecía en sus
días. Luego *Raup declara que la situación actual es aún peor, ya que ahora,
aún con la mucha mayor evidencia fósil disponible, el mensaje que seguimos
recibiendo de los fósiles es el mismo que entonces le dieron a Darwin.
Sobre
los escritos de *Darwin con respecto a su esperanza de que en el futuro se
desenterrarían los fósiles que llenarían las brechas, y proporcionarían los
eslabones perdidos, *Raup dijo:
“Estamos
ahora a 120 años del tiempo de Darwin, y el conocimiento del registro fósil se
ha expandido en gran manera; pero a pesar de que ahora contamos con un cuarto
de millón de especies fósiles, la situación no ha cambiado mucho. El registro
de la evolución es sorprendentemente escaso, e irónicamente, tenemos aún menos
ejemplos de transición evolutiva, que los disponibles en los tiempos de Darwin.
Con esto, quiero decir que algunos de los casos clásicos de cambios darwinianos
en el registro fósil, como la evolución del caballo en Norteamérica, tuvo que
descartarse o modificarse como resultado de información (posterior), más
detallada.” *Dr. David Raup, en op. cit.
Dejemos ahora Chicago, y
viajemos a uno de los museos más grandes de E.U.A., el Museo Americano de
Historia Natural, de la Ciudad de Nueva York, donde, el *Dr.
Niles Eldredge, está a cargo de su enorme colección de fósiles.
Mientras
asistía a una convención de escritores de ciencia, en Gatlinburg, Tennessee, en
noviembre de 1978, un periodista le preguntó al *Dr. Eldredge sobre las
evidencias que hay en el registro fósil, con relación a los cambios transicionales entre una especie
y otra. Un informe de su respuesta,
se imprimió poco tiempo después en Los Ángeles Times: “Nadie ha encontrado
tales criaturas intermedias. Estas, durante mucho tiempo han sido propuestas
para llenar las brechas del registro fósil, brechas que los defensores del
gradualismo (los cambios evolutivos graduales de una especie a otra),
confiadamente esperaban que algún día fueran llenadas, cuando al fin se
localizaran los estratos rocosos con la antigüedad apropiada.
Pero
todas las evidencias fósiles hasta la fecha, no han podido hacer aparecer los
eslabones perdidos, y existe la convicción creciente entre muchos científicos,
que estas formas transicionales nunca existieron.” *Niles Eldredge, citado
en “Alternate Theory of Evolution Considered,” en Los Angeles Times, Noviembre
19, 1978.
Los
doctores *Patterson, *Raup, y *Eldredge,
ya habían dedicado su vida entera al análisis de fósiles, antes de hacer
las declaraciones anteriores; y juntos, han estado a cargo de por lo menos, el
50 por ciento de las principales colecciones de fósiles del mundo. Así, no sólo
tienen la evidencia y conocen la evidencia, sino que además, trabajan con ella
día tras día. En sentido figurado, se sientan sobre la pila más alta de huesos
fósiles que existe en el mundo, y por lo tanto, saben muy bien de lo que están
hablando. Su conclusión es: “No existen formas transicionales.”
¡Pero SIN formas
transicionales NO puede haber evolución! Ya que DE ESO se trata la evolución. La
evolución no consiste en transformar cobre en sulfuro, ni aire en luz solar, ni
lobos en perros pastor alemán, sino el real cambio de una especie en otra.
La evolución es que uno de los tipos
básicos de plantas o animales se cambie en otro de los tipos básicos de plantas
o animales (como que manzanos se transformen en robles, o
cabras en vacas). Deberían existir evidencias de esos cambios en el registro
fósil. Y tales evidencias serían las “formas transicionales” que
llenarían las “brechas” entre los tipos básicos. Pero tales
transiciones no se han encontrado por ninguna parte.
EL PEZ QUE SE CONVIRTIÓ EN
NUESTRO ANCESTRO (*#10 From Fish to Amphibian*). De acuerdo con una de las leyendas
de la evolución, un punto crítico en nuestros ancestros ocurrió cuando a un pez
un día se le ocurrió arrastrarse fuera del agua, para empezar a caminar.
Todo esto le pareció tan emocionante, que decidió transformarse en animal
terrestre. El resto, es historia evolutiva pura: Eventualmente, aparecieron los
anfibios, reptiles, aves, mamíferos, y el humano. Así que usted tiene mucho que
agradecer a ese pez y sus ocurrencias.
En
los años 1980, Luther Sunderland, entrevistó a los paleontólogos encargados
de cinco de los museos de historia natural, más grandes de Estados Unidos, y
responsables del cuidado de cuando menos el 60 por ciento de las colecciones de
fósiles existentes en el mundo. Una de las preguntas que les hizo fue
precisamente sobre el tal pez que saltó a tierra, y empezó a caminar. Y otra
de sus preguntas fue sobre si conocían alguna especie transicional. La
respuesta de los cinco varones a ambas preguntas fue, o un silencio estudiado,
o una embarazosa evasión del tema. Para la historia completa sobre esta
entrevista, consulte (*#10 From Fish to
Amphibian*) en nuestro sitio evolutionfacts.com; y luego, el Apéndice 10
de este capítulo: Fósiles y Estratos. Para conocer más sobre este maravilloso
cuento de hadas, lea el capítulo 22: Ciencia Ficción En La Teoría De La
Evolución.
LA GRAN PREOCUPACIÓN DE
DARWIN. Hace más de cien años, *Charles Darwin reconoció la importancias del
problema de las brechas entre los fósiles (la falta de especies
transicionales). En su tiempo, ya eran bien conocidas las brechas, y al darse
cuenta que esas brechas debilitaban su teoría general, él escribió lo
siguiente:
“Esta
es quizá, la más obvia y seria objeción que se puede argüir contra la teoría
(de la evolución). La explicación radica, creo, en la extremada imperfección
del registro geológico.” *Charles Darwin, Origin of the Species, sexta
edición (1956), pp. 292-293.
Pero
*Darwin expresó su esperanza de que las brechas se llenaría más tarde, aún
después de su muerte. Así, desde su tiempo (*Darwin murió en 1882), se ha
realizado una gran campaña para terminar con aquellas “imperfecciones,” del
registro fósil. Pero los cientos de miles de fósiles que se han encontrado y
examinado hasta hoy, sólo revelan, con una mayor claridad y nitidez, a las
especies que existen en la actualidad, junto con los fósiles de algunas otras
especies ya extintas.
AHORA ESTÁN PEOR QUE ANTES. *Charles Darwin
especulaba que, en el mundo moderno, la selección natural, transformaba unas
especies en otras flamantes especies nuevas. Pero la realidad es que
descubrimos que *Darwin estaba equivocado (véanse los capítulos 9, 10 y 11:
Selección Natural, Mutaciones, y Especies Animales y Vegetales).
*Darwin
también afirmó que en un futuro, el registro fósil debería mostrar lo que la
selección natural había estado haciendo en el pasado, y que el descubrimiento
posterior de más fósiles, demostraría que su teoría era cierta; pero los
fósiles actualmente, demuestran que *Darwin estaba equivocado. *Raup dice que
la situación de los fósiles es incluso peor ahora de lo que lo fue en los días
de *Darwin, y otros expertos concuerdan con él.
¡Los esfuerzos desesperados
de los evolucionistas son ocasionados por su frenético intento por probar que
la evolución es verdadera! Pero tales esfuerzos, sólo han logrado sacar a luz,
con los fósiles, una vasta riqueza de datos que son más que suficiente para
sepultar su teoría. Y en efecto tal evidencia la enterraría, si la verdad se diera
a conocer a todos. Pero la realidad es que tanto los libros de texto oficiales,
como muchas revistas populares, siguen machacando la falsa afirmación de que “Se
ha comprobado que la evolución es un hecho,” argumentando como
evidencias y prueba de ella, el ejemplo de la polilla moteada, y del supuesto
fenómeno de la “recapitulación.” (Consulte sobre la polilla moteada en el
capítulo 9: Selección Natural; y sobre el fenómeno de la recapitulación, en el
capítulo 16. También lea el capítulo 17: El Escaparate Evolutivo, que lo dejará
pasmado).
Ya
sea en el pasado fósil, o en el mundo natural, actualmente a nuestro alrededor,
es obvio que las únicas variaciones que se aprecian, siempre suceden dentro de
las verdaderas especies; y nunca con el fin de transformar una especie en otra.
Podemos criar nuevas variedades de rosas, palomas, o perros, pero todas las
variantes, seguirán siendo, o rosas, o palomas, o perros. Los estudios
genéticos actuales, muestran con claridad, que las mutaciones y la selección
natural, obrando de manera individual o conjunta, nunca pueden producir cambios
evolutivos; cosa que además, es confirmada por las evidencias del registro
fósil.
LO QUE SE REQUIERE PARA
SOBREVIVIR. Hablando de la “supervivencia del más apto,” podemos afirmar
que la misma larga supervivencia de la
teoría de la evolución, refuta tal concepto, pues ella
misma hace evidente la supervivencia de los conceptos “científicos” más
débiles, absurdos, y fáciles de refutar.
La evolución como teoría sobrevive porque 1) el público no
sabe lo qué está sucediendo, 2) la mayoría de los científicos
trabajan en áreas o campos muy estrechos, y no ven el panorama completo
que usted está viendo en este libro, y 3) muchos investigadores
concienzudos no se atreven a publicarlos, por miedo a perder sus
puestos y sueldo.
Sí,
los científicos trabajan en áreas o campos estrechos: Muchos biólogos y
genetistas se lamentan de no encontrar evidencias de la evolución en su campo
(las especies vivientes y la investigación genética); pero se consuelan,
al suponer que quizás la evidencia fósil, ya la haya fundamentado.
Los
paleontólogos y los expertos en estratigrafía, lamentan el vacío de la
evidencia evolutiva en los estratos fósiles (especies que previamente vivieron sobre la
tierra) pero suponen que, seguramente, los sorprendentes avances en el
estudio de las especies, y en la
investigación genética, la sustentan.
Es
un hecho que muchos eruditos e investigadores sólo asisten a sus reuniones
científicas cerradas, y rara vez se toman el tiempo para intercambiar
conocimientos con los especialistas de otros campos de estudio diferentes al
suyo. Muchos expertos de cada especialidad científica, suponen que
los expertos de otros campos, han demostrado con solidez, la teoría de la
evolución, a pesar de que es obvio que en su campo de estudio, tal teoría, esté
lista para caer por tierra.
Actualmente
es tanto lo que se sabe sobre cada reducida área de la ciencia, que son pocos
los expertos que se toman el tiempo de evaluar el panorama completo. Además, es
obvio que al público en general, se le presenta el panorama EQUIVOCADO. A pesar
de que podemos afirmar que la teoría de la evolución está actualmente tan
muerta, como las aves Dodo de las islas Mauricio, que se extinguieron
hace casi doscientos años, la mayoría de la gente del mundo moderno no lo sabe.
ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS. He aquí
algunos de los problemas relativos a los fósiles de los estratos. Cada
uno de estos problemas son lo suficientemente graves como para destruir por sí
sólo, la teoría de la evolución, desde el punto de vista de la
paleontología y la estratigrafía:
1)
La vida aparece de repente, y sin precursores, en el nivel más profundo de los
estratos fósiles: el Cámbrico.
2)
Las formas de vida inferiores que primero se hacen aparentes, son pequeñas, de
lento movimiento, y propias del mar poco profundo; son extremadamente
abundantes (su número alcanza miles de millones de especímenes), y ya son muy
complejas.
3)
En el fondo de los estratos, en el Cámbrico, no se encuentran especies
transicionales.
4)
No hay fósiles justo por debajo del Cámbrico: en el Precámbrico.
5)
No hay especies transicionales en el Precámbrico.
6)
No hay especies transicionales, en ninguno de los otros estratos fosilíferos
(del Ordoviciano para arriba).
7)
Los taxones (formas de vida) superiores (castores, jirafas, etc.), aparecen
igual de súbitamente, en los estratos más altos, y sin rastro de formas de vida
transicionales que conduzcan hacia ellas.
8)
Además, cuando aparecen, éstos se encuentran en gran variedad y cantidad.
13. LOS FÓSILES
UN NÚMERO INMENSO DE
FÓSILES. Uno de los hechos más sorprendentes sobre los estratos sedimentarios en
todo el mundo, son las vastas cantidades de fósiles que contienen. Sin un
Diluvio universal, hubiera sido imposible que cantidades tan inmensas de
plantas y animales, se hubieran enterrado con la rapidez necesaria para
fosilizarse. Así es, es inmenso el número de fósiles que fueron sepultados
rápidamente:
Aproximadamente
una séptima parte de la superficie terrestre es tundra (lodo congelado), donde
se encuentran los restos fosilizados de millones de mamuts, junto con
otros animales grandes y pequeños. También hay grandes concentraciones de
enormes huesos de dinosaurios, en muchos lados del mundo. Sólo en las
excavaciones hechas en el estado de Utah, E.U.A., se han encontrado osamentas
de más de 300 diferentes tipos de dinosaurios. Igualmente, hay vastos
lechos de plantas fósiles en diversos lugares, que actualmente son llamadas
minas de carbón. Sólo en Geiseltal, Alemania, se encontraron los restos de
6,000 vertebrados, y en estrato pérmico, en Texas, E.U.A., se encontró un gran
cúmulo de anfibios, y en otros lugares también de Texas, se han
desenterrado enormes cantidades de almejas fósiles, a pesar de que
actualmente, nunca las almejas vivas, se encuentran tan juntas unas de otras.
Al examinarlas, se encontró que las conchas de las almejas estaban cerradas.
Cuando una almeja muere, la concha se abre, excepto cuando antes de morir,
es súbitamente enterrada bajo toneladas de lodo y piedras. En un lugar de
Sudáfrica, existen alrededor de 800 mil millones de fósiles de anfibios y
reptiles, en un área de 200 mil millas cuadradas [517,980 km2].
Old
Red Sandstone en Inglaterra tiene miles y miles de millones de peces,
diseminados en 10 mil millas cuadradas, con hasta 1,000 fósiles de peces por
metro cuadrado. Los trilobites se
encuentran entre los fósiles más pequeños y suelen encontrarse en el fondo del
estrato cámbrico, sin embargo, tanto el cámbrico como sus trilobites,
pueden encontrarse en lo alto de las montañas, hasta a 7 mil pies de altura.
Siendo los trilobites criaturas marítimas y de aguas poco profundas,
¿Qué tipo de inundación las pudo llevar a tales alturas?
Estas gruesas capas de
estratos sedimentarios fosilíferos, cubren alrededor de las tres cuartas
partes de la superficie terrestre, y llegan a tener un espesor de hasta 40 mil
pies (12 mil metros).
CERROS DE COLECCIONES. Existen cerros y
cerros de especímenes fósiles en las colecciones de paleontólogos y museos.
Ha habido personas buscando fósiles desde principios del siglo XIX, y el
resultado está a la vista: No hay evidencia alguna de evolución, en el registro
fósil.
Hace 4,300 años,
una gran catástrofe, el Diluvio, se extendió sobre toda la tierra. De la misma manera, en
nuestros días, una gran catástrofe ha inundado la teoría de la evolución.
Nadie menos que una autoridad en paleontología del Instituto Smithsoniano,
describe así la magnitud del problema: “Existen 100 millones de fósiles, todos
identificados y catalogados en museos de todo el mundo.” *Porter Kier,
citado en New Scientist, Enero 15, 1981, p. 129 [científico del Intituto
Smithsonian].
También
*David Raup, paleontólogo principal del Museo Field de Historia Natural de
Chicago, describe así el meollo del problema: “Así que la escala geológica de
tiempo y los datos básicos del cambio biológico con el tiempo son (ahora),
totalmente independientes de la teoría evolutiva. En los años posteriores a
Darwin, sus defensores esperaban encontrar progresiones predecibles, pero en
general, éstas no han sido encontradas.
Sin
embargo, el optimismo ha sido pertinaz, de tal manera que algo de fantasía
pura, se ha infiltrado en los libros de texto.” *David M. Raup, “Evolution
and the Fossil Record”, en Science, Julio 17, 1981, p. 289.
NO HAY FOSILIZACIÓN
ACTUALMENTE. Hace varios años, dos científicos intentaron fosilizar restos de
animales. Según los libros de texto, no debería ser difícil lograrlo. Así,
*Rainer Zangerl y *Eugene S. Richardson Jr. colocaron peces muertos en jaulas
metálicas, y los tiraron en varias lagunas y pantanos de Luisiana. Cuando
regresaron seis y medio días más tarde, encontraron que las bacterias y los
carroñeros, habían consumido todas sus partes blandas, y habían esparcido sus
huesos por toda la jaula.
A pesar de que los estratos
sedimentarios están repletos de fósiles de peces, actualmente, cuando un pez
muere, jamás se fosiliza: Se hincha, flota, y es consumido por carroñeros y
otras pequeñas criaturas.
“Cuando
un pez muere, su cuerpo flota, o se hunde hasta el fondo, para ser rápidamente
devorado, en cuestión de horas, por otros peces. Sin embargo, el pez fósil
conservado en las rocas sedimentarias, a menudo se preserva con los huesos
intactos. Así, diseminados en grandes áreas, hay bancos enteros de peces que
alcanzan los miles de millones de especímenes, que aunque en estado de agonía,
nunca muestran señales de haber sido atacados por carroñeros.” *lmmanuel
Velikovsky, Earth in Upheaval (1955), p. 222.
Los estratos tienen grandes
números de animales en ellos, pero si un animal muere en la actualidad, nunca
se fosiliza. Se pudre y descompone, si es que los buitres no lo encuentran
primero, ya que actualmente, los animales muertos no se fosilizan.
“Los
innumerables millones de cadáveres de búfalos que quedaron diseminados por las
planicies, hace apenas dos generaciones, difícilmente dejaron huella alguna, ya
que fueron devorados por lobos y buitres a las pocas horas o días de su muerte,
y aún sus esqueletos, por efecto del clima, han casi totalmente desaparecido,
al desintegrarse hasta hacerse polvo.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology
(1949), p. 39.
Aunque en los estratos,
abundan las plantas fosilizadas; sin embargo, cuando actualmente una hierba,
arbusto, o árbol se muere, eventualmente se vuelve tierra, pero no se endurece
ni convierte en fósil.
Se requieren condiciones muy especiales
para producir fósiles, y estas condiciones se presentaron una sóla vez en la
historia. La evidencia es clara en el sentido de que fue un fenómeno mundial, y
que sucedió en forma muy, muy rápida.
UN ENTERRAMIENTO RÁPIDO. Un hecho sorprendente
sobre los fósiles es que fueron depositados al mismo tiempo, y mucho muy
rápido.
¿Dónde
están los bisontes actualmente? Como acabamos de leer, la mayoría de los
bisontes murieron a manos de cazadores en las planicies de los Estados Unidos
de Norteamérica, hace más de cien años. Pero, ¿dónde están sus fósiles? No hay
ninguno. Millones de bisontes murieron, pero no dejaron restos fosilizados. Los
bisontes muertos o se pudrieron, o fueron consumidos por los carroñeros, y sus
restos lentamente, se desintegraron y eventualmente, fueron reintegrados a la
tierra.
El
hecho es que actualmente no se forman fósiles; sin embargo, en los estratos
sedimentarios, encontramos literalmente miles de millones de ellos, y un
cuidadoso análisis de los estratos, revela que obviamente, todos fueron
depositados por una inundación masiva.
La impresionante
inmensidad de estas fosas comunes llenas de fósiles es fantástica. Y pensar que esto nunca
ocurre en la actualidad, hablando de la magnitud de los depósitos sedimentarios
que encontró en Geiseltal, en Alemania central, *Newell dice: “Más de seis mil
restos de animales vertebrados, y un gran número de insectos, moluscos, y
plantas, se encontraron en estos depósitos. Los restos comprimidos de los
tejidos blandos de muchos de estos animales, mostraban detalles de su
estructura celular, y hasta pequeñas porciones de pelo, plumas, y escamas...
(así como) el contenido estomacal de algunos escarabajos, anfibios, peces,
aves, y mamíferos, (que) nos dieron evidencias directas, sobre sus hábitos
alimentarios.” *N.O. Newell “Adequacy of the Fossil Record,” en Journal of Paleontology,
Mayo 1959, p. 496.
En
las condiciones actuales, sería prácticamente imposible que grandes números de
plantas y animales fueran enterrados súbitamente. Sin embargo, encontramos que los
fósiles fueron enterrados tan rápido, que aún podía identificarse la comida en
el estómago de muchos.
Fueron
tan rápidamente sepultados, que aun detalles de sus partes blandas, eran
visibles. Las evidencias de una intensa y rápida comprensión, constituye
una prueba más, de lo extraordinariamente rápido que fueron sepultados, pues
todas las formas de vida, fueron súbitamente aplastadas. Se han
encontrado tiburones aplanados hasta un mínimo grosor de ¼ de pulgada [1.27
cm], aún con su cola elevada, lo que sugiere un enterramiento
catastrófico repentino, pues sólo una acción rápida podría lograr eso.
“Robert
Broom, un paleontólogo sudafricano, estimó que existen ochocientos millones de
esqueletos de animales vertebrados, sólo en la formación Karro.” *Op. cit.,
p. 492.
Al
describir fósiles de arenques (unos peces), en los depósitos del Mioceno en
California, un experto de la Inspección Geológica de Estados Unidos dice: “Más
de mil millones de peces, de 6 a 8 pulgadas [15 a 20.5 cm] de largo, en
promedio, murieron en un área de 4 millas cuadradas [10 km2], en el
fondo de la bahía.” *Harry S. Ladd, “Ecology, Paleontology, and
Stratigraphy,” en Science, Enero 9, 1959, p. 72.
¿Qué
fue lo que ocurrió? Pues ¡una terrible catástrofe que de repente, inundó la
tierra entera! Se han encontrado conchas marinas fosilizadas en las montañas
más altas del planeta, incluyendo la cordillera más alta de todas, el Himalaya,
que atraviesa en forma de arco, el Asia Central.
PECES COMIENDO PECES. Científicos de la
Universidad de Princeton, trabajando en Fossil Lake, Wyoming, encontraron el
fósil de un pez comiéndose a otro pez. Debido a que ambos peces fueron
aplastados al ser súbitamente enterrados, los paleontólogos podían apreciar
al pez que estaba dentro del otro, con su cola apenas saliendo de la garganta
del más grande. Era una perca tragándose un arenque. ¡Se requirió un
acontecimiento repentino para lograr capturar y matar a un pez comiéndose a
otro pez! Nada similar ocurre en
la actualidad.
En
el Salón de Paleontología de la Universidad Estatal de Kansas, puede verse un
pez de 14 pies (4 m) que se comió a un pez de 6 pies (1.8 m). El pez aún no
había sido digerido cuando ambos fueron sepultados.
HUELLAS DE FÓSILES. Leonard Brand y James
Florence hicieron una excelente investigación. Recopilaron la mayoría de los
registros de huellas fósiles en aproximadamente 800 ponencias publicadas, así
como los datos de cinco de los principales museos paleontológicos. Esta
información se correlacionó con los registros de enterramiento de fósiles.
Al
comparar toda la información, llegaron a conclusiones sorprendentes:
1.
Las aves y mamíferos fueron sepultados (literalmente, por cerros
de lodo y piedra que repentinamente se deslavaron), cerca de los mismos
niveles donde se encontraron las huellas de sus especies. Esto ocurrió en las
eras Terciaria y Cuaternaria (al final de Diluvio).
2.
Pero debajo de los estratos más altos, las huellas de anfibios, dinosaurios,
y otros reptiles que no eran dinosaurios, se encontraron a niveles muy
por debajo de donde las masas de sus cuerpos fueron enterrados.
Ese
segundo descubrimiento es más bien sorprendente. Si hubieran transcurrido
largas eras entre cada estrato, entonces las huellas y cuerpos debieron haberse
encontrado juntos (en el mismo estrato). Pero si un solo Diluvio
universal fue responsable de todos los estratos, entonces sí podríamos
esperar encontrar las huellas de un gran número de anfibios, reptiles y dinosaurios,
dejadas mientras caminaban en los primeros días del diluvio, y posteriormente
(en un estrato posterior), sus cuerpos sepultados.
Se
encontrarán más datos y gráficas en el artículo de Brand y Florence que se cita
a continuación:
“Durante
la primera parte del Diluvio hasta mediados de éste, un gran número de anfibios
y reptiles se movían y dejaban huellas (en el suelo mojado y reblandecido por
la lluvia).
Más
tarde, conforme progresó el Diluvio (Jurásico superior y Cretáceo), con
excepción de los grandes dinosaurios, quedaron muy pocos anfibios y reptiles
que dejaron huellas (fosilizadas); pero durante el Cretáceo, cuando las únicas
huellas preservadas eran las trayectorias de los grandes dinosaurios, ya muchos
cuerpos de anfibios y reptiles, estaban siendo sepultados, creando los
abundantes bancos de fósiles del Cretáceo. Ya para la era Cenozoica, casi no
quedaron anfibios o reptiles que dejaran huellas reservables... Durante el
Diluvio, las aves y los mamíferos se trasladaron a las tierras altas, lejos de
las cuencas donde se acumularon los fósiles, quizás por las variaciones
ecológicas, o debido a comportamientos de adaptación a la inusual crisis
biológica ocasionada por el Diluvio.” Leonard Brand y James
Florence, “Stratigraphic Distribution of Vertebrate Fossil Footprints Compared
with Body Fossils,” en Origins, Vol 9, no. 2 (1982), p. 71.
LAS PLANTAS Y ANIMALES NO
QUEDARON JUNTOS. Según la teoría, durante un periodo de millones de años, al morir las
plantas y animales, cayeron al suelo y se transformaron en fósiles (aunque tal
fosilización nunca ocurre en la actualidad). Gradualmente y durante siglos, se
cubrieron de tierra, tal como ahora las hojas caídas se convierten en tierra.
Pero
la realidad, es que rara vez encontramos plantas y animales juntos en los
estratos fósiles. Por esta razón
la región llamada “Minium’s Dead Cow Quarry,” en Kansas, E.U.A., es
especialmente apreciada por los paleontólogos: Es una excepción a la regla,
pues contiene plantas y semillas de éstas, en la misma roca en que hay también
animales. *R. Milner, Encyclopedia of Evolution 1990, p. 307.
¿Por qué normalmente, no
se encuentran plantas y animales juntos en los estratos fósiles? La razón
es sencilla; Porque todos fueron desplazados en forma diferente, por el Diluvio
universal. El agua tendía a ordenarlos, lo que dio por resultado que
grandes masas flotantes de vegetación, fueran relocalizadas, depositadas, y
convertidas en las actuales minas de carbón, mientras que otros sitios en los
estratos, se transformaron en “cementerios de fósiles,” llenos de animales
desplazados por el agua, y acumulados ahí.
¿QUÉ FORMA TIENEN LOS
FÓSILES? Existen millones y millones de fósiles, y usted podrá preguntarse ¿qué
aspecto tienen los fósiles? Pues a continuación se describen siete
tipos principales de fósiles:
1.
Las Partes duras (como huesos y conchas) de algunas plantas y
animales, fueron las preservadas.
2.
El Carbón, fue lo único que se preservó. Es de ahí que provienen
los lechos actuales de carbón.
3.
Moldes y relieves de la forma original. Aunque el material original se
disolvió, la forma del ser vivo se preservó en forma de molde. Hacer este tipo
de fósil requiere igualmente, un enterramiento rápido.
4.
Madera Petrificada. En ocasiones la madera se petrificó. Un excelente
ejemplo de esto es el Bosque petrificado (Petrified Forest) de Arizona, donde
encontramos troncos enteros de árboles que se convirtieron en piedra. Esto
sucede porque después de su rápido enterramiento, cada célula de la madera es
sustituida gradualmente, por minerales provenientes de un flujo subterráneo de
agua.
5.
Huellas de animales. Miles de trayectorias de animales se han preservado
en piedra, y tales huellas siempre representan al animal huyendo. En
Glen Rose, Texas y en otros lugares, se han encontrado huellas de humanos
gigantes, y en el mismo estrato donde se conservaron huellas humanas, se han
encontrado huellas en trayectoria, de dinosaurios. Esto demuestra que los
humanos fueron contemporáneos de los dinosaurios y no que vivieron millones de
años después de ellos, como proclaman los evolucionistas. (Se encontrará
más información sobre esto, en el capítulo 13: El hombre Primitivo).
6.
Marcas de olas pequeñas y salpicaduras de gotas de lluvias. Nunca se
han encontrado impresiones de granizo antiguo (son muy distintas a las de las
gotas de lluvia), lo que nos hace pensar que el clima debió de ser templado
cuando se inició el diluvio. (*W.H. Twenhofel, Principles of
Sedimentation (1950), p. 621).
7.
Los rastros de lombrices, excretas, plumas, sustancias químicas, e incluso
olor a pez, fueron preservados, gracias a que fueron sepultados
súbitamente.
FOSILES DEL CAMBRICO CON
GRAN DETALLE.
Antes
de concluir esta sección sobre de qué están formados los fósiles, debemos
mencionar que en ocasiones, las partes blandas de plantas y animales han
quedado claramente grabadas en las rocas sedimentarias.
Un
excelente ejemplo de ellos son los fósiles del llamado “Burguess Pass.” En 1910 una caravana de mulas cargadas se
esforzaba por cruzar el sendero “Burguess Pass” en lo alto de las montañas
rocallosas de British Columbia, E.U.A, cuando una tropezó y pateó una roca
negra. Uno de los hombres examinó la roca y encontró que tenía marcas fósiles
finamente detalladas. Posteriormente, el Instituto Smithsoniano envió
paleontólogos y asistentes que removieron toneladas de piedras de la ladera de
esa montaña y otras vecinas, enviando 35,000 fósiles para ser analizados y
conservados en el museo Nacional de la ciudad de Washington, B.C., E.U.A.
Los
fósiles pertenecían principalmente a seres rastreros del antiguo fondo del mar,
como gusanos, trilobites, braquiópodos, conchas, y otros. ¡Aquí, en estas
muy altas montañas, los restos blandos de animales del Cámbrico (el más
profundo de los estratos fosilíferos), quedaron claramente visibles! Aún
algunos delicados órganos internos, quedaron grabados en la piedra. Pero
aunque se supone que deberían haberse encontrado las formas transicionales que
evolucionaron hasta esas especies comunes del Cámbrico, esto no sucedió.
Sin embargo, “Burguess Pass” y otros sitios vecinos excavados (como la Montaña
Stephen), produjeron copiosas cantidades de fósiles representativos de casi
todos los tipos o géneros de seres vivos.
“Aún
se llegó a más que delimitar el contorno de los cuerpos (e incluir sus huesos fosilizados),
pues aún los órganos blandos internos, fueron en ocasiones grabados como
radiografías en miniatura. Dentro de los fósiles encontrados, hay una gran
variedad de los grupos principales. Ya me referí anteriormente a tres de los
grupos principales: braquiópodos, gusanos, y artrópodos (Trilobites); pero casi
todos los tipos principales de animales, han sido identificados aquí, con
excepción de los vertebrados. Harold O. Coffin, “Famous fosils from a
Mountaintop,” en Origins, Enero1, 1974, p.46.
BOSQUE ENTERADO. Otra
dramática evidencia de un diluvio catastrófico de dimensiones masivas, como
causa de los estratos sedimentarios, es el bosque enterrado.
Por supuesto que las minas de carbón son otro
ejemplo de un bosque enterrado, y serán analizadas más adelante en este
mismo capítulo. Uno de los mejores lugares para ver bosques enterrados, es
“Specimen Ridge” en el parque Yellowstone, en Montana, E.U.A. Ahí se pueden
apreciar varias capas de árboles petrificados. Los evolucionistas
uniformitarianistas, alegan que tales árboles, nacieron, crecieron y murieron
en ese sitio, y que gradualmente, mientras permanecían inmóviles ahí, fueron
cubiertos por depósitos de tierra a través de las edades. Poco a poco, tras
decenas de miles de años, otros árboles murieron ahí y fueron cubiertos de
polvo depositado a lo largo de miles de años. Pero el análisis cuidadoso del
área, demuestra que todos tienen una antigüedad, forma de sepultura, y área
vecina, similar. Una serie de fuertes corrientes de agua, desviadas por
flujos y lloviznas volcánicas contrarias, arrastró y colocó cada estrato
sedimentario en ese lugar.
Póngase a pensar por un momento: ¿Moriría
un árbol quedando en forma vertical por medio millón de años, mientras es
cubierto por uno tras otro estrato rocoso? Pues el hecho es que existen
aún en las minas de carbón, los árboles fosilizados llamados poliestráticos
(porque uno de sus extremos está en un estrato, y el otro, en uno o dos
estratos superiores).
(Tanto más adelante en este capítulo, como en
el capítulo 14, y otro poco, en el 6, mencionamos más sobre las implicaciones
de estos árboles fósiles, de posición vertical, y poliestráticos).
LOS FOSILES NO EXTINTOS. La gran mayoría
de las plantas y animales que vivieron hace mucho tiempo, fueron iguales a los
actuales, con la excepción de algunas especies extintas. He aquí una muestra
de lo que se puede encontrar en los estratos sedimentarios de la “columna
geológica” completa; pero recuérdese que en ningún lado del mundo se encuentra
tal columna en forma “completa.” Así, iniciando desde el estrato inferior
hasta el superior, esto es lo que encontramos:
Precámbrico: Algas,
bacterias, hongos
Cámbrico: Esponjas,
caracoles, aguamalas.
Ordoviciano: Almejas,
estrellas de mar, gusanos.
Silúrico: Escorpiones y corales.
Devónico: Tiburones y otros
peces con pulmones.
Carbonífero: Helechos,
cucarachas.
Pérmico: Escarabajos,
libélulas.
Triásico: Pinos, palmas.
Jurásico: Cocodrilos,
tortugas.
Cretácico: Patos, pelícanos.
Paleoceno: Ratas, erizos.
Eoceno: Lémur, rinocerontes.
Oligoceno: Castor, ardillas,
hormigas.
Mioceno: Camellos, aves.
Plioceno: Caballos,
elefantes.
Pleistoceno: Humanos.
(Más adelante en este mismo capítulo, en la sección: “Fósiles fuera
de lugar,” mencionaremos que los fósiles no están estrictamente confinados
a cierto estrato, sino que frecuentemente, se encuentran muy por arriba o
muy por debajo de su estrato asignado).
Es obvio, que de acuerdo con la lista previa, esas especies existentes
anteriormente, son iguales a las actuales. Por supuesto que hay especies y
tipos (géneros) que se han extinguido, pero es sumamente interesante mencionar
que ¡algunas de las especies que se creían extintas, recientemente se han
encontrado vivas!
Mencionemos algunas de las miles de especies vivas, cuya apariencia
actual, es idéntica a la que supuestamente tenían hace millones de años: La
cucaracha (250 millones de años); la estrella de mar (500 millones de años); el
tiburón (181 millones); el erizo de mar (100 millones de años); árbol ginkgo
(200 millones de años); libélulas (170 millones de años); las bacteria (600
millones de años).
Consideremos al murciélago. Todos los fósiles
de murciélago lucen idénticos al murciélago actual. *Jepsen reportó haber
encontrado el fósil de murciélago más antiguo conocido (*G.L. Jepsen.
Reportado en Science, Diciembre, 9, 1966). En el artículo, se incluyen una
fotografía de su esqueleto y un esquema de su posible apariencia, y el tal
murciélago de supuestamente 50 millones de años de antigüedad, tiene un
esqueleto idéntico al de cualquier murciélago moderno. ¿Y por debajo de éste?
Ni un fósil de alguna forma transicional que llevara hacia él, a partir de
“formas más inferiores de vida,” fue localizado. Así, desde que apareció por
primera vez el murciélago, ¡nunca fue otra cosa que murciélago!
FOSILES VIVIENTES. (*#17 Living fossils
[coelacanth and plesiosaur]*) [En el apéndice 17
de nuestro sitio web, se encuentran historias, 4 fotografías, y más, pero no
citas].
Hay especies que sólo se encuentran en la rocas sedimentarias, y
que supuestamente tienen millones de años de antigüedad, y que han sido
declaradas “extintas desde hace millones de años.”
Y aunque se les presenta como evidencias de la evolución, la realidad es que la
extinción no es evidencia alguna de evolución, esto es, de evolucionar hacia
nuevas formas de vida.
Aún así, en décadas recientes, algunas
de estas especies declaradas “extintas desde hace millones de años,” se
ha encontrado que en realidad no están extintas.
La GRAN
pregunta es esta: ¿Dónde pues estuvieron durante todos estos “millones de años”
en que aparecen ausentes en los estratos sedimentarios superiores?
“Mucho antes de que empezara a investigar
a fondo sobre el tema, ya habían especulado sobre algunos aspectos intrigantes;
asuntos que no parecían concordar con el argumento (evolucionista), y que los
libros de texto excluían en su gran mayoría.
Está por ejemplo, el hecho de que algunas
criaturas a pesar de que nunca evolucionaron, continúan exitosamente como
“fósiles vivientes.” Las abejas conservadas en ámbar del periodo Terciario, son
prácticamente idénticas a las abejas actuales; y todos han escuchado sobre el
Celacanto que supuestamente se había extinguido desde inicios del periodo
Cretáceo. También el mundo vegetal tiene fósiles vivos, como el del árbol
Gingko, con sus hojas diferentes a cualquier otro árbol moderno.” *G.R.
Taylor, Great Evolution Mystery (1983), pp. 25-26. Son tantos los fósiles
vivientes que se han encontrado, que los científicos ya le dieron un nombre a
su estudio: La Criptozoología, el estudio de los animales “ocultos.” De
acuerdo con los evolucionistas estos animales vivieron un tiempo, luego “se
ocultaron” por millones de años, y actualmente, siguen vivos.
He aquí una lista de algunos de esos fósiles vivientes actualmente:
1. El Celacanto. El pez
crosopterigiano. “Extinto” desde el Cretáceo, que aunque no se encuentra en
los estratos fosilíferos de los últimos “50 millones de años,” actualmente se
encuentra vivo.
2. El Metasequoia. “Pino del amanecer”
supuestamente extinto desde el Mioceno, y ausente de los estratos durante
los últimos “60 millones de años;” y sin embargo actualmente vivo.
3. El Tuatara. Un reptil con
cabeza picuda, “extinto” desde el Cretáceo, y ausente de los estratos
durante los último “135 millones de años,” pero vivo actualmente.
4. La Neopilina. Un molusco
segmentado de aguas profundas, “extinto” desde el Devónico, y ausente de los
estratos durante los últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
5. La Língula. Un braquiópodo
(concha marina), “extinto” desde el Ordovíciano, y ausente de los estratos
durante los últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
El ahora famoso Celacanto, era
un gran pez conocido sólo por sus restos fósiles, y supuestamente extinto
desde hace 50 millones de años, hasta que varios especímenes fueron encontrados
nadando en el océano. El primero de ellos, se encontró en la red de un
pescador en las costas de Madagascar, el 25 de diciembre de 1938, y desde
entonces 8 más han sido encontrados vivos.
Sólo se necesita un momento para llegar a la
siguiente sorprendente conclusión: ¿Cómo fue que habiéndose extinguido el
Celacanto hace 50 millones de años, se encuentra actualmente vivo? Para que
fuera declarado “extinto” por tanto tiempo, los paleontólogos tuvieron que
haber encontrado sus fósiles en los estratos más antiguos, y no haberlo
encontrado en ninguno de los estratos más recientes. ¿Cómo es que no se
encuentra el Celacanto en esos estratos más recientes? ¿Habrá decidió
hibernar por 50 millones de años?
Esta es una clara evidencia de que los estratos sedimentarios fueron
depositados en poco tiempo, durante el Diluvio Universal, en
vez del paulatino y lento depósito a razón de menos “de 2 cm por cada
doscientos años” que proponen los teóricos de la evolución.
Es interesante mencionar que algunos de estos “fósiles vivientes,”
anteriormente fueron usados por los evolucionistas como “fósiles índice,”
con el fin de sustentar la antigüedad de un cierto estrato.
La mayoría de estos fósiles índice eran pequeños organismos marinos, que vivían
en las mayores profundidades del mar (trilobites, graptolitos, amonites), de
tal manera que no sería excepcional que algunos de ellos aún tengan actualmente
representantes vivos, pues aún es muy limitada la exploración hecha del fondo
del mar. Hay científicos que están seguros que pronto serán capaces de
encontrar trilobites vivos (léase “Start Search for Living Trilobites,”
Science Digest, Septiembre, 1959, ya que un fósil viviente, muy parecido a
los trilobites, ya fue encontrado (léase “living fossil Resembles
Long-Extinct Trilobite,” Sience Digest, Diciembre 1957).
Se podrían citar muchos otros ejemplos. Aquí,
dos más: “En el siglo XIX, unos cazadores reportaron la leyenda común entre
miembros de una tribu del Congo, sobre un enorme animal con pezuña hendida,
“cabeza de jirafa,” y “estrías de cebra” en sus ancas y patas traseras. La
mayoría de los zoólogos la descartaron como una leyenda local; pero Sir Harry
H. Johnston, quedó fascinado cuando leyó sobre esta desconocida bestia de los
bosques. Años después, organizó una expedición en busca de tal criatura, a la
que los nativos llamaban Okapi. Tras varios intentos fallidos y casi
desastrosos, finalmente pudo capturar un Okapi vivo en 1906. Siendo uno de los
pocos nuevos mamíferos descubiertos en el siglo XX, el Okapi resultó ser un
representante vivo de un género (palaeofragus), conocido por sus
fósiles, y considerado por los zoólogos, como extinto desde hace 30 millones de
años.” *R. Millner, Encyclopedia of Evolution (1990), p.102.
“De acuerdo con Science News (Junio 9,
1990, p.359), los botánicos consideraban que una especie de Cornejo (Dogwood
tree), el Diplopanax stachyanthus, había muerto hace 4 millones de
años, y que aparentemente, sólo quedaban restos fósiles de este árbol. Pero
ahora, un botánico de la Universidad Estatal de Washington, ha examinado la
fruta fosilizada de árboles considerados extintos hace 15 millones de años, y
encontró que es esencialmente idéntica a la fruta de un árbol de la familia del
Cornejo, descubierto en la China en 1928.”
“Pero, ¡Espere un momento! Si la evolución es
influida por la supervivencia del más apto, se esperaría que las especies más
viejas e inferiores, desaparecieran y fueran reemplazadas por especies mejores,
superiores, y más evolucionadas. Si así fuera, ¿Qué hace un árbol con 15
millones de antigüedad, aún vivo en la actualidad? Debería haberse extinguido
hace mucho tiempo, de otra manera, la supuesta antigüedad de 15 millones de
años, es un craso error. De cualquier manera, evidentemente, algo está mal en
la teoría de la evolución.” Bob Vun Kannon, “A Living Fossil,” The
Adventure, Septiembre 1990.
La existencia de “fósiles vivos,” es un
problema serio para los evolucionistas. La teoría de la evolución está
fundamentada en varios conceptos, de los que dos son aquí, seriamente violados:
1. Que si una especie queda extinta, no puede volver a existir. 2. Que
las especies evolucionan hacia otras mejores, y nunca pueden regresar a sus
formas más primitivas. Si tal especie en particular dejó de existir
durante los pasados 15 millones de años, ¿cómo es que existe actualmente?
LOS DINOSAURIO EXTINTOS. Desde los
tiempos de *Charles Lyell, la extinción de los dinosaurios ha sido
considerada como una de las pruebas sobresalientes de la evolución, a pesar de
que lo único que realmente prueba, es que los animales pueden extinguirse.
No hay ningún hallazgo en los dinosaurios, que pruebe la evolución (cambio
de especies), o el cambio de una forma de vida en otra. Lo que los
dinosaurios extintos sí prueban es que la teoría del uniformitarianismo (la
base de la evolución), es incorrecta; pues fue una catástrofe masiva, la que
venció y destruyó a los dinosaurios.
Para que los dinosaurios pudieran probar la evolución, deberían
encontrarse formas transicionales que llevaran hacia ellos; pero los
dinosaurios como todas las demás, fueron especies bien definidas.
LOS DINOSAURIOS VIVOS. A los
evolucionistas les interesa sobremanera que se siga creyendo que actualmente no
hay dinosaurios vivos. De acuerdo a su teoría, los dinosaurios vivieron
durante la era Mesozoica (desde hace 225 hasta hace 65 millones de años). Si
alguno fuera encontrado vivo actualmente, los evolucionistas creen que eso
debilitaría su teoría; pero la realidad es que ni apoyaría ni debilitaría su
teoría, ya que los dinosaurios (pasados o presentes), no son evidencia alguna
del proceso evolutivo.
En todos los museos del mundo, se exhiben los
huesos de dinosaurios como evidencia de la evolución, y se supone que su mera
extinción, fundamenta tal concepto. Pero ¿sabía usted que ya fue encontrado un
dinosaurio vivo? En abril de 1977, un barco pesquero japonés, en la costa este
de Nueva Zelanda, capturó en sus redes una criatura muerta de 4,000 libras (1,814
kg). Fue fotografiada, dibujada, y cuidadosamente medida, conservándose
muestras de sus aletas, con el fin de hacer análisis de sus tejidos. Tenía toda
la apariencia de ser un Plesiosaurio, o sea un dinosaurio marino,
que hasta 1977, sólo se había encontrado en forma fósil. Los científicos
japoneses quedaron convencidos de que se trataba de un Plesiosaurio, y Japón
imprimió una estampilla postal de la criatura, en honor del hallazgo (Copias de
la fotografía y los esquemas puede encontrarse en la internet, y en la página
107 del excelente libro por Ian Taylor, In the Minds of Men).
Pero hay otras criaturas que cumplen los
requisitos para considerarse dinosaurios. ¿Qué es un dinosaurio? Simplemente
es un reptil muy grande. Algunos cocodrilos, lagartos, y caimanes (e
iguanas gigantes), son reptiles enormes.
“Aunque actualmente se encuentran extintos en
un 99%, y rara vez miden más de 12 pies (4 m) de largo, a principios del siglo
XX, hubo cocodrilos americanos que llegaron a medir cerca de 20 pies (6.5 m) de
largo (Lea el National Geographic Magazine de Enero 1967, p. 137); y
hace apenas 500 años, el aepyornis, un dinosaurio volador de cerca de 10
pies (3 m) de altura y casi media tonelada de peso, todavía vivía en la isla de
Madagascar (lea National Geographic Magazine, de Octubre 1967, p. 493).”
*John C. Witcomb, World that Perished (1988), p. 30.
“Dado que los enormes esqueletos que han sido
restaurados a partir de restos fosilizados, pertenecen sin lugar a dudas a
reptiles, éstos fueron llamados por Sir Richard Owen, un zoólogo, del siglo
XIX, dinosaurios (en griego, “lagartos terribles”), aunque por parecerse
más a los cocodrilos que a los lagartos, debieron haberse llamado
“dinococodrilos.” *Asimov´s Book of Facts (1979), p. 136.
Pero sigue habiendo actualmente, criaturas grandes y pequeñas,
parecidas a los cocodrilos.
Aunque algunos dinosaurios extintos eran tan
pequeños como una gallina, hay actualmente, animales modernos y bastante
grandes, semejantes a los cocodrilos. Hay algunos cocodrilos (Crocodylus porosus)
que llegan a medir hasta 33 pies (10 m) de largo, y todos son reptiles grandes,
pesados y feroces.
El Dragón Komodo (Varanus
Komodoensis), es otro reptil grande que se parece mucho a un dinosaurio.
Fue descubierto en 1912; y aunque los evolucionistas han intentado descartarlo
llamándolo un tipo de “lagarto,” seguramente es más que eso. Considere la
siguiente descripción: “Su cuerpo está cubierto de pequeñas escamas, su cuello
es grueso y su cabeza ancha y elongada.
Tiene dientes de 1cm de largo, y una a larga
lengua hendida, de 30 a 40 cm (12 a 16 in.) de largo. Tiene extremidades bien
desarrolladas, con grandes garras en las patas. Su larga cola no tiene
divisiones y tiende a desviarse hacia un lado. El dragón Komodo, es el
depredador más grande de las islas donde vive (en Indonesia). Caza jabalíes,
venados, cerdos salvajes, macacos y ratas, y excava los huevos de aves
rastreras. Puede correr tan rápido como un humano, por cortas distancias. Se
dice que algunos especímenes menos grandes, tienden a emboscarse en los árboles
sobre los trayectos de otros animales, y caer sobre venados y cerdos, cuando
pasan.” *Great Book of the Animal Kingdom (1988), p. 152.
El dragón Komodo, un reptil verdaderamente gigante, que ataca y mata a
los grandes cerdos, tiene una vida media de 25 años, mide 3 metros (10 pies) de
largo, y pesa unos 160 Kg (350 lb.), siendo definitivamente
más grande que algunos de los reptiles extintos y llamados “dinosaurios.”
(Hubo una gran variedad de dinosaurios ahora extintos: algunos fueron muy
pequeños; algunos corrían muy rápidamente, como los avestruces actuales, o
capturaban pájaros con sus patas delanteras; y aún otros, volaban, como aves.)
El dragon Komodo es el más grande de su
género, del que hay 31 especies, algunas bastante grandes. La mayoría habita
las islas al norte de Australia, como la especie Papúa monitor (Varanus
salvadori), que aunque es más largo que el dragón Komodo (más de 4 m:
13 pies), no es tan voluminoso.
Varios científicos prominentes, incluyendo *Myer, considera que los
caimanes y cocodrilos, son fósiles vivientes.
“Los cocodrilos del Nilo y los caimanes de
Norteamérica, pertenecen a un grupo de reptiles conocidos como cocodrilianos de
nariz ancha, que en las áreas cálidas del mundo, son los más grandes depredares
terrestres. Son fósiles vivientes, en el sentido de que se asemejan, en la
forma y aspecto de sus cuerpos y cabezas, a formas de vida ancestral.” *Ernst Myer, “Crocodilians
as living fossils,” en Living Fossils (1984), p. 105.
FOSILES EXTINTOS. ¿Y qué hay de
las criaturas fosilizadas que ahora están extintas? Todo lo que
prueban los fósiles de extintos, como los de los dinosaurios, es que los
animales pueden desaparecer, pues la extinción ni es evolución, ni provee
evidencia alguna de la evolución.
Además de los dinosaurios, hay un buen número
de especies de plantas y animales que se extinguieron. Es interesante mencionar
que generalmente, las especies que se extinguieron, eran más complejas
que las de las plantas y animales actualmente vivos.
NINGUNO DE LOS FOSILES O ESTRATOS SON ANTIGUOS.
Fósiles de todos los niveles y estratos sedimentarios, han sido fechados por
medio del método de residuos de aminoácidos (ver capítulo 6: Métodos
Inexactos de Fechado); y los científicos se han quedado atónitos al descubrir
que tanto los fósiles más “recientes,” como los más “antiguos” (incluyendo a
los del Cámbrico), revelan tener aún rastros de aminoácidos. Estás son
noticias asombrosas y contrarias a la teoría de la evolución, ya que significan
que en vez de estar separados unos de otros por cientos de millones de años,
¡TODOS los estratos fosilíferos, fueron depositados, más bien recientemente, y
prácticamente al mismo tiempo! Así, con el fin de “preservar a los
fósiles” como un trofeo y prueba de la evolución, se ha especulado que la
presencia de aminoácidos en los fósiles más antiguos, son consecuencia de un
acto de contaminación, que de alguna manera, se infiltro en ellos en tiempos
recientes.
A conchas tan antiguas como las del estrato
Jurásico, que supuestamente tienen una antigüedad de 135 a 180 millones de
años, se les han encontrado aún aminoácidos ligados a estructuras proteicas.
Así, tales residuos de aminoácidos provienen de estructuras internas de las
conchas, que por lo tanto, ¡no pueden tener más de unos cuantos miles de años
de edad! Por lo tanto, los estudios de residuos de aminoácidos en los
estratos fosilíferos, demuestran que nos hay tal cosa como estratos
sedimentarios ancestrales.
RESTOS HUMANOS EN DEPOSITOS ANCESTRALES.
Casi al final del capítulo 13: El Hombre Primitivo, describiremos varios
hallazgos que evidencian la presencia de seres humanos en los que los
evolucionistas consideran como carbón y rocas extremadamente antiguas.
Tal información claramente descarta las teorías del fechado basadas en la
columna geológica, por lo que resumiremos tal información aquí; pero para
una descripción más detallada, consulte el capítulo 13: El Hombre Primitivo.
Se supone que el ser humano moderno, varones y mujeres, sólo ha
existido sobre la tierra, durante los últimos 2 millones de años, mientras que
la mayor parte de los estratos sedimentarios, se extienden entre los 35 y los
570 millones de años de antigüedad; sin embargo, hay evidencias de que los
humanos estaban presentes cuando tales sedimentos fueron depositados.
Tales hallazgos significan que o los humanos tienen billones de años de
antigüedad, o que esos estratos, son mucho más recientes.
Tanto las evidencias presentadas en el
capítulo 3: La Edad De La Tierra, como en el capítulo 13: El Hombre Primitivo,
prueban que tanto el planeta, como la humanidad, son relativamente jóvenes, y
que no tienen más de 6 mil a 10 mil años de antigüedad.
He aquí algo de la evidencia presentada en el
capítulo 13:
1.
La Mujer De Guadalupe. El esqueleto casi completo de una mujer, fue
encontrado en una piedra caliza de supuestamente 28 millones de antigüedad, y
que formaba parte de un bloque duro, grueso, y de más de 1.5 Km (1 milla) de
largo.
2. El cráneo de Calaveras. Un cráneo humano, completamente
mineralizado, fue encontrado en el estrato Plioceno, que supuestamente tiene
“más de 2 millones de años de antigüedad.
3. Huellas humanas. En varios sitos de Norteamérica y en Laetoli, África, se han encontrado
huellas de pisadas humanas:
1) Huellas en Glen Rose: A
lo largo de todo el siglo XX, varias huellas de pisadas tanto de niños como de
adultos entre 38 y 55 cm (15 a 21.5 pulgadas), fueron preservadas en rocas del Cretáceo temprano (que supuestamente
datan de hace 120 millones de años), en el lecho del antiguo río Pulaxy, en Texas, E.U.A.
Las huellas de los niños siempre van acompañadas de huellas de adultos, y en
una ocasión, se cruzan con las
grandes huellas dejadas por un dinosaurio, que pasando sobre ellas, al igual
que las de los humanos, muestran que iban corriendo (como huyendo).
2) Huellas
en Atelope Springs: Tanto William Meister como otros, han encontrado,
en Utha. E.U.A., huellas de sandalias
humanas, pisando trilobites, en estratos cámbricos (de hace “570 millones”
de años).
3) Evidencias en
las minas de Carbón. Restos humanos y reliquias de varios tipos, han
sido encontradas en las minas de Carbón, que datan de hace “millones de años.” Se incluyen un
cráneo humano, dos dientes humanos gigantes, una cadena de oro, hilo de oro,
clavos de acero, un tornillo metálico, un objeto en cuña, y una olla de metal.
14. EL CARBON.
¿POR QUÉ NO SE FORMA CARBÓN ACTUALMENTE? (*#20-21/13 considering Coal/Making Petroleum and Coal*). Un enigma relacionado, es la gran cantidad de petróleo
y carbón en nuestro planeta. Los expertos reconocen que el petróleo proviene de
animales ancestrales, y que el Carbón, proviene de plantas ancestrales.
Que en algún momento anterior en la historia de la
Tierra, la vida animal y vegetal fueron súbitamente sepultadas, produciéndose
así, el petróleo y el carbón; cosa que en ninguno de los dos casos, se está
produciendo en la actualidad. Esto constituye un gran misterio para los científicos.
Aunque las minas de
carbón constituyen menos del uno por ciento de los estratos sedimentarios
rocosos, tienen sin embargo, un significado muy especial para los que buscan
comprender el registro geológico. El estrato llamado Carbonífero, es el que
contiene la mayor parte del Carbón; pero también se puede encontrar éste en
otros estratos. El carbón se forma
cuando los restos de las plantas son fuertemente comprimidos y calentados, por el peso de gruesas capas de
sedimentos depositados sobre ellos. Es frecuente que se puedan
identificar en los márgenes de los depósitos de carbón, las plantas que lo
formaron. Seguramente, fueron enormes
los bosques que fueron sepultados para producir tal cantidad de Carbón.
La teoría uniformitariana (o uniformista), también
llamada la teoría autóctona, sostenida por los evolucionistas,
enseña que el carbón, en forma regular, se fue formando a través de millones de
años (aunque se acepta que actualmente no se está formando).
De acuerdo a esta teoría, grandes ciénagas de plantas
fueron la fuente de los inmensos lechos de carbón que actualmente existen. Se dice que grandes cantidades de las plantas de las
que se formó el carbón, se acumularon en pantanos de agua dulce, durante miles
de años.
Pero tal teoría no concuerda con los hechos. 1) La mayor parte de los depósitos de carbón
provienen de plantas y árboles (como los pinos) que no crecen en los pantanos. 2) Actualmente no se produce
carbón en los pantanos. 3) No se conoce lugar alguno en el mundo, en donde en
el fondo de las ciénagas llenas de plantas, se estén formando estratos típicos
de carbón. 4) algunas vetas de carbón
tienen hasta 30 a 40 pies (9 a 12 m) de profundidad, lo cual representa un
cúmulo de 300 a 400 pies (122 m) de grueso, formado por residuos de plantas en
una sóla veta; concluimos que la
condición requerida para producir todo ese carbón, fue realmente extraordinaria.
“Aunque un cúmulo
de plantas (como en una ciénaga o pantano), puede demostrar cómo la materia
vegetal se puede llegar a acumular en un solo sitio, en cantidades
considerables, de ninguna manera es comparable a las grandes extensiones de
vegetación que dieron lugar a la formación de las grandes vetas de carbón
actuales... ninguna ciénaga o pantano
(actualmente), lograría proveer suficiente residuo vegetal, como para
formar una gran veta de carbón.” *E.S. Moore, “Coal: Its Properties, Analysis,
Classification. Geology; Extraction, Uses and Distribution” (1940), p. 146.
La segunda teoría es llamada la teoría Alóctona, que sugiere que el estrato de
carbón, se formó a partir de las plantas y árboles que durante un diluvio
masivo que inundó continentes enteros, fueron arrancados, y rápidamente
relocalizados, transportados, y depositados en sitios distantes del original.
He aquí varias
evidencias que favorecen este segundo punto de vista: 1) La inmensa cantidad de vegetación que fue sepultada, necesaria para
producir el carbón. 2) La forma en que
la vegetación fue tan súbitamente depositada y sepultada. 3) El hecho de
que fósiles marinos, como peces,
moluscos, y braquiópodos, son frecuentemente encontrados en las minas de carbón.
“El pequeño gusano
redondo marino Spirobis,
frecuentemente está unido a las plantas carbonizadas del estrato carbonífero
tanto de Europa como Norteamérica. Dado que hay mínimas evidencias anatómicas
que sugieran que las plantas carbonizadas estuvieran adaptadas a los pantanos
de agua de mar, la coincidencia de animales marinos con plantas no marinas,
sugiere que la mezcla de ambas, tuvo lugar durante su transporte, lo cual apoya
el modelo alóctono.” Stuart E. Nevins, “The Origin of Coial,” in Up With
Creation (1978), p. 241.
Hay una tesis doctoral,
que menciona en detalle, cómo es que el carbón pudo haberse formado
rápidamente, gracias a las condiciones provocadas por un diluvio universal, que
causó el transporte de grandes masas de árboles flotantes, que junto con otra
vegetación, se hundieron, creando así los actuales lechos de carbón. (S.A. Austin, “Depositional Enviroment of the Kentuky No.12 Coal Bed,
et. al.,” Geology Ph. D., dissertation, Pennsylvania State University, 1979).
4) Los troncos verticales (árboles
poliestráticos), de 10 a 30 pies (3 a 9 m), y más de altura, que frecuentemente
se encuentran en los estratos
asociados con la presencia de carbón, o en el carbón mismo. Para lograr
esto, los sedimentos de carbón tuvieron que formarse y solidificarse
rápidamente, y antes de que los troncos pudieran pudrirse y caer por tierra
horizontales.
“…se describe un
árbol que fue sepultado a una profundidad de 4.6m (15 pies). Debido a que el
árbol se encuentra en la posición de crecimiento y no muestra regeneración en
sus raíces, muy probablemente fue sepultado rápidamente, y antes de que pudiera
deteriorarse.” *R.C. Milici, et. Al., “The Mississippian and
Pensylvanian (Carboniferous) Systems in the United States: Tennessee,” United
States Geological Survey Professional Paper 111O-G32-4.
5) Algunas veces, estos troncos verticales,
están invertidos, y en ocasiones, fue tanta la vegetación arrastrada
por el diluvio, que los troncos se
llegan a encontrar intercalados a diferentes niveles, con relación a los demás.
Justo tras la gran
explosión del volcán Santa Helena, en mayo de 1980, una observación del lago
cercano “Spirit Lake,” mostró una gran cantidad de vegetación flotando en él,
incluyendo árboles flotando en posición
vertical o casi vertical, debido al peso de sus raíces y la gran circunferencia
inferior del tronco.
Aún así, las
condiciones del lago Spirit, no igualaron ni cerca, las condiciones del Diluvio
Universal, ya que no hubo un enterramiento súbito asociado, por lo que no hubo
formación de fósiles ni carbón.
6) Los troncos huecos de grandes árboles
encontrados en las vetas de carbón, fueron rellenos de materia no propia de ese
sitio, demostrando que ya sea los troncos o el carbón, fueron transportados a
ese lugar a partir de otro distante.
7) La Estigmaria,
es el nombre que se les da a las raíces de estos árboles. Los estudios hechos
por Rupke en 1960, revelaron que estas raíces fueron traídas a partir de otro
lugar (*N.A. Rppke, “Sedimentary Evidence
for the Allochthonous Origin os stigmaria,” en Geological Society of America
Bulletin, Vol 80, 1969, pp. 2109 a 2114).
8) El carbón se
encuentra en capas llamadas ciclotemas, y
entre cada una de estas capas, se
encuentra material sedimentado por agua, como arenisca, piedra caliza, pizarra,
barro, etc.; y aunque cada una
de las capas de carbón pueda ser delgada en profundidad, generalmente es
asombrosamente ancha en cuanto a su extensión. Los estudios estratigráficos
modernos, demuestran que una de estas
vetas de carbón se extiende hacia el este, desde Oklahoma, Missouri y Iowa, a
través de Indiana, y hasta Ohio y Pennsylvania, y hacia el sur, hasta Kentucky,
E.U.A. Así, esta veta por sí sola, se extiende a lo ancho del centro y este de
E.U.A., en un área de unas 100 mil millas cuadradas (más de 250 mil Km2).
No existen ningunas condiciones actuales
que pudieran duplicar tal producción de carbón vegetal, y sin embargo
los geólogos evolucionistas, insisten en que “el presente es la clave para el
pasado,” o sea que la forma en que suceden las cosas actualmente, es la misma,
de cómo sucedieron en las eras pasadas.
9) Por encima y por debajo de las vetas de
carbón, se encuentran capas de barro compuestas de tierra que no es propia
de los pantanos ni bosques. Además, no
hay señas de la tierra fértil que fue necesaria para que floreciera la
exuberante vegetación que se transformó en carbón. Por todo esto, se concluye
que es obvio que tanto las capas de barro, como la de vegetación intermedia,
que se transformó en carbón, fueron transportadas y depositadas allí,
subsecuentemente.
10) En todo el
mundo, por más de cien años, se han encontrado grandes rocas, ajenas a la
región, mezcladas en las vetas de carbón, con pesos promedio de 12 libras (5
Kg.), siendo las más grandes hasta de 161 libras (73 Kg.). (Léase *P.H. Price, “Erratic Boulders in Sewell Coal od West Virginia,”
en Journal of Geology, Vol. 40, 1932, pp.62 a 73).
11) Por último, el análisis de la estructura del carbón
mismo, demuestra orientación en las partículas, tipos de textura, y
microlaminación, que indican que la vegetación fue transportada hasta ese sitio,
y no que ahí nació y creció. Tanto al
carbón como al petróleo, (al igual que los fósiles), sólo se les encuentra en
los estratos sedimentarios. Por
lo tanto, toda la evidencia dada por un cuidadoso estudio del carbón, señala
hacia el Diluvio Universal, como el evento que provocó el depósito de cada uno
de esos estratos.
12) Tanto el petróleo como el carbón, pueden
formarse en un tiempo relativamente corto. Los científicos e
investigadores, han descubierto que no son difíciles de hacer artificialmente,
y que pudieron haber sido hechos por la naturaleza igual de rápido, siendo la
clave para lograrlo, una enorme presión.
15. LOS PROBLEMAS CON LOS ESTRATOS FISICOS.
Los sedimentos
rocosos, frecuentemente no están colocados como se supone que lo deberían de
estar, si es que fueron depositados lentamente, a lo largo de millones de años.
Los cinco problemas
principales al respecto, son: 1) Hallazgo
de fósiles en los estratos incorrectos. 2) Ausencia de estratos.
3) La
presencia de geocíclines (plegamiento de las rocas). 4. Megabrequias
(enormes formaciones rocosas redondeadas y fuera de lugar). 5. La presencia de Fallas
verticales (acantilados). Discutiremos
cada una de estos en esta última sección del capítulo.
LAS PERSISTENTES CONTROVERSIAS SOBRE LOS ESTRATOS. Los estratos dibujados en las tablas de los libros
de texto y las revistas, se ven muy completos y organizados. Sin embargo, en la
realidad, no se encuentran así. Tal
problema es tan serio, que las controversias entre expertos sedimentólogos
contendientes, han persistido por años.
Y dado que las evidencias lo hacían todo tan confuso,
nadie en realidad sabía quién tenía la razón. Finalmente, todos
arbitrariamente, se pusieron de acuerdo en el patrón que se presentaría hasta
el día de hoy, en los esquemas (tablas) de los estratos (columna geológica).
Como ejemplo
mencionaremos la controversia
protagonizada por Sedgwick-Murchison-La Beche, con relación a los estratos
Cámbrico, Silúrico, y Devónico: “Sedgwick fue el primero en describir los
fósiles del estrato Graywacke bajo,
al que llamó el sistema Cámbrico, en referencia a un antiguo nombre para Gales.
Subsecuentemente, los estudios le llevaron a diferentes niveles del Graywacke,
donde el meticuloso y territorial Murchison, reclamó mucho del dominio de
Sedgwick para su recién fundado sistema (estrato) Silúrico.”
“Inevitablemente,
casi todos los miembros de la Sociedad Geológica fueron involucrados en la
refriega, y cuando otro geólogo de la época, Sir Henry Thomas de la Beche,
reclamó parte de la Graywacke para su
periodo Devónico, las líneas en contienda, quedaron definidas. Por casi una
década, la Gran Controversia sobre el Devónico, como fue llamada, llenó de
furiosas contribuciones las revistas y publicaciones científicas. Las
manipulaciones políticas detrás de bambalinas, estuvieron tan complicadas como
el mismo Graywacke.” *R. Milner;
Encyclopedia of Evolution (1990), p. 401.
En otro párrafo,
Milner explica cómo fue que Murchison resolvió la controversia: “Cuando los
contendientes se mostraron completamente incapaces de definir donde quedaban
los límites naturales; Murchison sin embargo, encontró una forma de resolver la
disputa: Se nombró a sí mismo director de la Inspección Geológica Nacional, y
simplemente ordenó que el término Cámbrico fuera borrado de todos los libros de
Gobierno, y de los mapas geológicos.” *R.
Milner; Encyclopedia of Evolution (1990), p. 69.
Tiempo después de
su muerte, se decidió que parte del Silúrico de Murchison, sería nuevamente
nombrado el “Cámbrico.”
FOSILES FUERA DE LUGAR (*#14/27*). ¿Ha notado que en las tablas convencionales de los estratos, ciertos fósiles siempre
aparecen en un estrato específico? Esta es otra generalización en la teoría
de la evolución que no ha sido comprobada como correcta, ya que en la realidad,
los fósiles frecuentemente son
encontrados en el lugar incorrecto, sobre todo en estratos mucho más profundos
y antiguos que en el que se supone que aparecieron por evolución.
Hay tres maneras en
que los expertos lidian con este problema. 1) Ignorando
la evidencia. 2) Diciendo que
cuando grandes cantidades de fósiles son encontrados en rocas sólidas, por
abajo del estrato correcto, fue porque fueron “deslavadas” junto con la roca sólida, hasta los estratos inferiores.
3) Y cuando son encontrados por
arriba de su estrato teóricamente correcto, dicen que se “reubicaron” a sí mismos, en un estrato superior. O sea, que fueron capaces de escabullirse,
deslizarse, o lanzarse a través de roca sólida, hasta los estratos superiores.
REUBICARSE Y DESLAVARSE. Como ya se leyó anteriormente, los términos “reubicarse”
y “deslavarse,” se usan para
explicar el hallazgo de fósiles que por su localización, contradicen la teoría
(También las “Fallas verticales,” que
en breve se discutirán, son usadas para explicar la reubicación de cantidades
mucho mayores de tales fósiles).
“Es frecuente que
los fósiles se encuentren en donde se supone que no deben estar. Es entonces
cuando se afirma que tanto la fauna (animales) o flora (plantas) en cuestión,
sobrevivió por más tiempo del que antes del hallazgo se suponía (una simple
extensión de su rango estratigráfico), o que fue “reubicado.” Para reubicarse, se afirma que el fósil fue erosionado
fuera de la roca de su estrato más antiguo, para luego ser incorporado en una
roca de un estrato más reciente. El fenómeno contrario, se denomina “deslavado.” Aquí, se dice que el
organismo fue “deslavado” a una roca mucho más antigua que las correspondientes
al tiempo en que vivió, y que luego, ahí es donde se fosilizó.” John Woodmorappe, “An Anthology of Matters Significant to Creationism
and Diluviology: Reporte 2,” en Creation Research Society Quaterly, March 1982,
p.209. (Para una lista de más de 200 fósiles fuera de lugar,
lea, en este mismo reporte, las páginas
210 a 214).
PRESENCIA DE POLEN Y ESPORAS EN EL CAMBRICO (*#15/4*). Un problema asociado es el hecho de que se ha encontrado polen de plantas con
flores en el Cámbrico y aún en las partes superiores del Precámbrico.
Esto por supuesto,
está en total desacuerdo con la teoría de la evolución que asegura que las
plantas con flores, no aparecieron sino muchos millones de años después. ¡Esto significaría que la “Explosión
Cámbrica” incluyó la aparición de plantas con flores!
LOS SALTOS. (*#16/7 Problems
with Skipping*). Otro problema más con relación a los fósiles, ha sido
denominado “Los Saltos.” Una
especie aparece en un estrato, y desaparece (“se salta”) totalmente en el
siguiente o dos más, y súbitamente, reaparece nuevamente. Es más, como
ya se ha mencionado hay especies que han aparecido en un estrato y luego
desaparecen completamente de los demás, hasta que repentinamente, son
descubiertas como aún vivas y en perfecto estado, en nuestro tiempo.
ESTRATOS FUERA DE LUGAR. (*#19/34 Mixed
Strata and Overthusts*). Los problemas de la “columna geológica” con sus
estratos y sus fósiles, siguen agravándose cada día más. Hasta ahora hemos analizado los problemas relacionados con los fósiles;
pero ahora vamos a enfocarnos en los estratos mismos, y aprenderemos que la
situación se torna totalmente insostenible. La teoría de la evolución ha
sido incapaz al tratar de resolver, con éxito, estos obstáculos infranqueables.
AUSENCIA DE ESTRATOS. Aunque a
muchos les sorprenda, la única evidencia en cuanto a la aparición geológica
y sucesiva de la vida, está en las tablas o esquemas propuestos por los
geólogos, y en su imaginación. No
hay formación geológica alguna en la que podamos encontrar: 1) Todos los estratos en orden. 2) Todos los estratos aunque sea en
desorden. 3) La mayoría de
los estratos sea en orden o en desorden. En cambio, lo frecuente es que encontremos algunos estratos aquí y
otros por allá, y que muchas veces se encuentren en desorden (fuera de su orden
y secuencia teórica).
Nunca, en ningún lado del mundo, se han encontrado todos los estratos en su
secuencia teórica y correcta de acuerdo con “la columna geológica,” como
formando un “emparedado” de estratos. La mayor parte de
los sitios estudiados (incluyendo el “Gran Cañón Del Colorado” que no presenta
más de la mitad de los estratos), no presentan más de 2 a 8 de los 21 estratos
teóricos, a pesar de que teóricamente, todos deberían estar presentes en
todos lados. ¿Cómo es que pueden estar ausentes algunos estratos? Pues el hecho
es que así es como sucede en todos lados del planeta. En el suroeste de E.U.A.,
para poder encontrar el estrato Paleozoico, tenemos que trasladarnos al Gran
Cañón; para encontrar el estrato Mesozoico, tenemos que viajar a la parte este
de Arizona; y para encontrar el Terciario, nuevamente nos tenemos que
trasladar, ahora a Nuevo México. Así en
ningún lado o localización, se puede encontrar la columna geológica de los
evolucionistas, completa, puesto que no es más que un producto de la
imaginación.
“Prácticamente en
ningún lugar de la Tierra, se puede encontrar la llamada “Columna Geológica.”
Es más en la mayoría de los continentes, más de la mitad de los periodos
geológicos están ausentes. Solo 15 a 20 por ciento de la superficie terrestre,
tiene un tercio de estos periodos en el orden correcto. Aún en el Gran Cañón,
que representa unos 150 millones de años de esta imaginaria Columna geológica,
están ausentes. Por todo ello, pretender que se pueda usar la supuesta columna
geológica para fechar los fósiles, no es más que una falacia.” Walter T. Brown, In The Beginning (1989),
p.15.
“Los datos
obtenidos de los continentes y el fondo del mar, muestran que el sistema de 10
estratos, a escala global, está pobremente representado: Aproximadamente al 77%
de la superficie terrestre y oceánica le
faltan siete o más (el 70% o más) de los estratos; al 94% de la superficie
terrestre, le faltan 3 o más de los
estratos; y se estima que al 99.6%, le
falta cuando menos un estrato. Sólo hay unos cuantos sitios en el mundo
(aproximadamente un 0.4% de su superficie), en el que se han descrito los 10 estratos
del sistema (Nepal occidental; Bolivia occidental; y Polonia Central)… Así, la
columna geológica completa, compuesta de su sistema completo de estratos, sólo
existe en los diagramas dibujados por los geólogos.” S.A. Austin, Impact 137, November 1984, p.2 (el énfasis es del
escritor).
Las siguientes
citas contienen asombrosas consideraciones por parte de los autores, que
haremos bien al tomarlas en cuenta: “Si se hiciera una pila (columna), usando
el grosor mayor de cada uno de los lechos sedimentarios, de cada era geológica,
esta tendría cuando menos, una altura de 100 millas (161 Km)... Es obviamente
imposible que aún una fracción considerable de esto, se tuviera en sitio
alguno.” *O.von Englen y *Kaster; Geology
(1952), pp. 417-418.
“Independientemente
de su forma de considerarlo, el geólogo debe reconocer los siguientes hechos:
No hay sitio alguno de la Tierra con un registro completo de las rocas… Para
reconstruir la historia de la Tierra, se deben recoger y juntar piezas de
información diseminadas por miles de lugares diferentes, alrededor del mundo. Y
aún así, el resultado será en el mejor de los casos, un registro aún muy
incompleto. Si la historia completa de la Tierra es comparada con una
enciclopedia de 30 volúmenes, sería raro que pudiéramos obtener de un sitio
dado, un volumen completo de información. Algunas veces la contribución
geológica total de una región, sólo será el equivalente a varios capítulos, o
quizás sólo al contenido de un párrafo o dos. Es más, frecuentemente nos vemos
reducidos al estudio de pequeñas piezas de información diseminadas, más bien
comparables a unas cuantas palabras o hasta letras.” *H. Brown, *V. Monnett, y *J. Stovall, Introducción a la Geología
(1958), p.11.
“Simplemente nos
estamos engañando a nosotros mismos, si creemos que en algún lugar, hay algo
aún parecido a una sucesión completa de algún segmento de la columna
estratigráfica.” *Derek V. Age, Nature of
the Stratigraphical Record (1981), p. 32.
Los evolucionistas dicen que el término correcto para
esta incongruencia, es “discontinuidad;” y que no sería propio para los científicos usar la frase “ausencia
de estratos,” porque si están ausentes, ¿A dónde se fueron? ¿Cómo
fue que miles de millones de años de vida terrestre, simplemente se esfumaron?
“Potencialmente y
de mayor importancia para el pensamiento geológico, son las discontinuidades
que indican la ausencia de grandes porciones de historia geológica, a pesar de
que los estratos en ambos lados de la discontinuidad, están perfectamente
paralelos y no muestran señal alguna de erosión. ¿Será que millones de años
desaparecieron sin un efecto aparente? Una posible, aunque controversial
conclusión, es que nuestros relojes geológicos y conceptos estratigráficos,
necesitan reparación.” *William R.
Corliss, Unknown Earth (1980), p.219.
¿Cómo es que puede estar tan incompleta la columna
geológica, cuando la teoría de la evolución enseña que fue depositada
uniformemente, y en forma lenta y silenciosa, a través de millones de años?
La verdad es que
nuevamente, los estratos rocosos apuntan hacia el hecho de que hubo una
terrible catástrofe mundial, un Diluvio,
y no un depósito gradual de estratos sedimentarios, formados por restos de
plantas muertas y polvos arrastrados por el viento.
EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO. Quien visita el Gran Cañón, se asoma a una gran
fisura hecha sobre la superficie terrestre, que tiene hasta una milla (1.6 Km)
de profundidad. En el fondo del mismo,
se puede apreciar al río Colorado, que sigue su sinuoso trayecto, por unas 200
millas (320 Km). Para cuando el visitante se despide, ya tiene dándole
vueltas en la cabeza, infinidad de charlas dadas por los Servicios del Parque
Nacional, diagramas, cifras de millones de años, y cortometrajes incluyendo
nombres como Kaibab, toroweap, Devónico,
Pérmico, y Cámbrico. Pero lo que no se le dice al visitante es que el Gran
Cañón, que tiene representados más estratos que la mayoría de los sitios de la
Tierra, sólo muestra CINCO de los DOCE estratos del principal sistema de
estratos: El primero, quinto, sexto y séptimo, con pequeñas porciones aquí y
allá, del cuarto. ¡Completamente
ausentes, están el segundo, el
tercero, octavo, noveno, décimo, onceavo y doceavo!
Enseguida, se
muestra la lista de los 12 principales estratos, del fondo a la superficie, tal
y como se ilustran en las gráficas de la llamada “columna geológica” que se incluyen en los libros de texto. Los estratos que se pueden identificar
en el Gran Cañón, se escriben con NEGRITA. El Devónico, que sólo se
encuentra parcialmente en algunos de sus sitios, se escribió además, en itálica.
12. CUATERNARIO.
11. TERCIARIO.
10. CRETACEO.
9. JURASICO.
8. TRIASICO.
7. PERMICO.
6. PENSILVANICO.
5. MISISIPIANO.
4. DEVONICO.
3. SILURICO.
2. ORDOVICIANO.
1. CAMBRICO.
QUE EL GRAN CAÑÓN
DEL COLORADO SE FORMÓ RÁPIDAMENTE. “El hallazgo de tantas discontinuidades
mayores en el Gran Cañón es una fuerte evidencia a favor del depósito de los
estratos en corto plazo. Si fueran millones de años los que separaran a cada
uno de estos estratos, ¿cómo explican los evolucionistas la anomalía que
significa que al rio Colorado, sólo le haya tomado unos cuantos “millones” de
años, excavar unos 8,000 pies (2,438 m) de sedimentos que supuestamente tomaron
hasta 500 millones de años en ser depositados, mientras que tales estratos no
muestran señales de erosión alguna? La más obvia y sencilla explicación es que
tales estratos fueron depositados en un lapso suficientemente breve, como para
no permitir la erosión, y que posteriormente, fueron recortados por el paso de
un gran volumen de agua en movimiento, mucho mayor al que actualmente muestra
el río Clorado, y que además, todo esto sucedió hace relativamente poco
tiempo.” A.W. Mehlert, Creation Research
Society Quaterly, Junio 1987, p. 28.
En general, se puede decir que el Gran Cañón
constituye una sobresaliente evidencia del Diluvio del Génesis.
“Una de las más
espectaculares evidencias de lo que un diluvio con un año de duración, puede
lograr, se puede apreciar en el Gran Cañón de Arizona. Esta gigantesca
formación, tiene en algunos sitios, más de 5,000 pies (1,500 m) de profundidad,
y 25,000 pies (7,620 m) de anchura, y se extiende por más de 100 millas (160
Km), hacia el este y el oeste.” John C.
Withcomb, World that Perished (1988), p. 74-75.
A pesar de que el
río Colorado se encuentra en el fondo del Gran Cañón, es típicamente un río
sinuoso, lo cual es propio de terrenos más bien planos. Los ríos sinuosos, no
son los que tienden a hacer recortes profundos en la superficie. Son los ríos
rectos y empinados, con aguas rápidas y abundantes, los capaces de erosionar
profundamente la tierra, arrastrando rocas sueltas a lo largo de su cauce
descendente.
El río Colorado es
pues, un río serpenteante, propio de terrenos planos, y no pudo haber excavado el Gran Cañón a menos que 1) una colosal
cantidad de agua haya fluido; 2) Los sedimentos y capas que componen las
paredes del Cañón, a través de las cuales estaba recortando el río, fueran aún
blandas, o sea, que habían sido recientemente depositadas por las aguas del
diluvio, de tal manera que aún no se solidificaban hasta convertirse en roca; y
3) un que suceso más bien rápido, fue el que causó tal torrente de agua.
Y todas estas son
precisamente las condiciones que el Diluvio pudo haber propiciado. El río Colorado fue el que drenó
(desahogó) una inmensa extensión de Utah y la parte oriental de Nevada, que
estaba cubierta entonces por un lago que, tras un movimiento de tierra, fue
drenado súbitamente. (Lea el capítulo 14: Los Efectos del Diluvio, para mayor información sobre los eventos
durante y después del diluvio).
Poco tiempo después
del diluvio, mientras la era volcánica estaba en su apogeo, y los estratos
recién formados, aún estaban blandos, la superficie terrestre se elevó en una
gran área, y el enorme lago Bonneville, se vació. Fue ese gran
torrente de aguas fluyendo hacia el suroeste, el que formó el Gran Cañón. El
Gran Lago Salado, es lo que queda de aquel antiguo e inmenso lago. Si algún día
visita esos lugares, podrá apreciar la antigua orilla del lago Bonneville, marcada aún por encima de
las faldas de las montañas circundantes.
Nótese que el río
Colorado no arrastró muchas rocas a lo largo de su cauce, y esto es porque el
gran Cañón aún no se había solidificado en forma de roca, cuando fue excavado. Si el río Colorado hubiera excavado a
través de roca sólida, podríamos encontrar grandes masas de piedra
(redondeadas) dentro, y a las orillas del cauce y el lecho del río. Pero no
se ve tal cosa. En contraste, podemos observar en otros lados, que por
acción glacial tardía, cuando ya las rocas se habían solidificado y endurecido,
las aguas movieron grandes masas de rocas (que quedaron redondeadas), como se
puede apreciar en el río Merced, al pié del bosque Yosemite.
LAS BRECHAS ENTRE LOS ESTRATOS. Estamos
aprendiendo que no sólo hubo brechas entre los fósiles, sino que también
existen entre los estratos. Pues
estos dos hallazgos juntos, sentencian a muerte a la teoría de la evolución,
en lo que toca a los estratos sedimentarios y la evidencia fósil.
Se supone que la Tierra fue cubierta gradualmente por
cada uno de los 12 estratos principales enlistados arriba, durante un periodo
de millones de años.
Si así hubiera sido ¿Porqué la mayoría de tales
estratos está ausentes en la mayoría de las regiones del mundo? ¿Por qué es que más de la mitad están ausentes en el
mejor representante de ellos, el Gran Cañón Del Colorado?
Si los estratos de roca sedimentaria fueron lentamente
formados, a través de millones de años, en una forma uniformitariana, entonces,
todos los estratos deberían estar presentes en toda la superficie de la Tierra. Recuerde que la teoría de la Evolución dice que “cada estrato representa el sedimento
acumulado a través de millones de años, en una cierta época o era anterior de
la historia terrestre.” Si esta
teoría fuera cierta, entonces TODOS los estratos deberían encontrarse
uniformemente, en todo el globo terráqueo.
He aquí una
declaración en lenguaje científico: “Muchas de las unidades con discontinuidad
son consideradas cronoestatigráficas, a pesar del hecho de que las superficies
con discontinuidad, inevitablemente seccionan horizontes isócronos, y por lo
tanto, no pueden considerarse verdaderos límites cronoestatigráficos.” *C. Hong Chang, “Unconformities-bounded
Stratigraphic Units,” en Boletín de la Sociedad Geológica de América, Noviembre
1975, p.1544.
Esto en castellano,
quiere decir: Muchos de los estratos fosilíferos que están inclinados,
doblados, o mal colocados, teóricamente deberían representan largos periodos de
tiempo, pero en la realidad, hay tanta confusión al respecto, que es imposible
que tales estratos, midan cosa alguna.
LAS EVIDENCIAS DE LAS ROCAS. Si el
diluvio del Génesis fue el causante de la súbita formación de los estratos
rocosos, entonces esperaríamos encontrar a los estratos, tal y como actualmente
están.
Esto es lo que esperaríamos encontrar: 1) Cúmulos de
animales inundados y cubiertos aquí y allá. 2) Estratos mal colocados o ausentes por todos lados. 3) Presencia
frecuente de Geosinclinales (estratos torcidos o doblados). 4) Mega
rocas, como una ocurrencia frecuente dentro de los estratos. 5) Estratos
invertidos. 6) Fallas geológicas (desplazamiento de
unos estratos sobre otros), en las cuales un
estrato “más reciente,” yace sepultado muy por debajo de un estrato “más
antiguo.” 7) Troncos (de árboles) verticales
(árboles poliestráticos), colocados con un extremo en un estrato y el otro
en otro estrato que supuestamente corresponde a otra era geológica. 8) La
presencia de los animales marinos más
lentos, en el estrato más profundo y de los animales terrestres con mayor
movilidad, en estratos superiores. 9) El
raro hallazgo de aves en los estratos, por su capacidad de volar hasta lo
más alto. 10) La dificultad para
encontrar fósiles de simios, y la casi imposibilidad de hallar fósiles humanos,
ya que ambos tendrían la capacidad de escalar hasta las partes superiores y
permanecer ahí hasta que en caso de ahogarse, sus cuerpos muertos flotarían y
se descompondrían en vez de ser sepultados y cubiertos por sedimento y
fosilizarse. 11) El hallazgo de formas
complejas de vida aún en el estrato más profundo, con rocas fosilíferas (la
llamada “Explosión Cámbrica”), con
prácticamente nada, por debajo de éste. 12) Y en prácticamente todos los
estratos fosilíferos, la presencia sólo
de las mismas especies distintas y diferentes que actualmente podemos observar
en la tierra y el mar, junto con algunas otras ya extintas, pero con la
ausencia absoluta en los estratos fosilíferos, de algún tipo de formas
transicionales.
GEOSINCLINALES. Hay muchos sitios en donde las
capas de rocas sedimentarias se han plegado o doblado. Algunos de estos
estratos rocosos plegados son pequeños, pero otros son enormes y cubren áreas
de varios kilómetros cuadrados (montañas
plegadas). En algunos
lugares, los estratos se pliegan hacia la profundidad de la Tierra, o bien, se
proyectan hacia arriba, en bloque, en forma casi vertical, formando picos
montañosos (montañas con fallas en bloque). Hay aún otros sitios en donde
la falla toma la forma de una “U” gigantesca, ya sea formando un montículo
proyectado hacia arriba (fallas anticlinales), o invertida, formando
una depresión (fallas sinclinales). Hay ocasiones en que las rocas llegan a
formar ángulos rectos como resultado de tal plegamiento.
“Es razón de
asombro, contemplar que fuertes y quebradizas rocas puedan doblarse en pliegues
tan puntiagudos.” *C.R. Longwell, *A. Kropf, y R.F. Flint, Outlines of
Physical Geology (1950), 2ª. Ed., p 246.
El nombre genérico
para todas estas fallas, es geosinclinales. En las anticlinales, las capas superficiales
del doblez están bajo tensión, pero generalmente, sin fracturas, y en muchas
ocasiones, sin siquiera mostrar grietas. Hay
dos hechos obvios: 1) Que fueron enormes las fuerzas que causaron tal
plegamiento.
2) Que el plegamiento ocurrió mientras la roca aún
estaba considerablemente blanda.
Lo que en realidad sucedió fue que las capas aún
blandas, depositadas por el diluvio, fueron plegadas por los convulsivos
movimientos de la tierra, completando posteriormente, ya con su nueva y torcida
forma, su secado, endurecimiento y transformación en roca sólida.
“Las rocas fueron
dobladas en sus estadios tempranos, cuando los sedimentos eran aún maleables, y
antes de que su metamorfosis (en roca sólida) se llevara a cabo. Esto
fácilmente explicaría los hechos, siempre y cuando todo se hubiera llevado a
cabo en un corto periodo de tiempo (meses); pero, por supuesto, que sería
difícil descartar la conclusión de que una catástrofe mayúscula tuvo que haber
estado involucrada.” Ian Taylor, In the Minds of Men (1987), p. 105.
LAS MEGA ROCAS
(megabreccias).
Estas son gigantescas rocas redondeadas, que fueron
trasladadas a su lugar actual por las aguas de un inmenso diluvio. En todos
lados, se encuentran estratos rocosos con alguna de estas mega rocas incluidas
en ellos. Una roca
equivalente a un metro cúbico, puede llegar a pesar hasta 3 toneladas (6,614
lbs.). La mayoría de las mega rocas son aún mayores, y es obvio que tales
gigantescas rocas fueron transportadas (rodadas) hasta su presente localización.
En Perú, bloques
con pesos de hasta 5 mil toneladas métricas (11 millones de lbs.), se
encuentran en el estrato Eoceno, muy lejos de su origen. Cada mega roca
redondeada, tiene 10 a 15 metros de diámetro (32 a 49 pies). En Texas, cortes
de 30 metros de diámetro (casi 100 pies), pueden encontrarse entre piedras
arcillosas, sin que haya rocas de composición similar en la vecindad.
Nota del Traductor:
Se pueden dar otros ejemplos, como el inmenso cúmulo apretado (formado por
miles de ellas) de mega rocas (todas redondeadas y de varios metros de diámetro
y varias toneladas de peso), arrastradas y amontonadas unas sobre otras
(rebasando los 3 mil metros sobre el nivel del mar), hasta el lugar conocido
como Sierra La Rumorosa, en Baja California, México, que consiste de varios
inmensos cerros de rocas, es una área bien delimitada, y junto al inmenso lecho
seco de fina arena (de varios Km de diámetro) de la llamada laguna salada. Vea
la fotos coleccionadas en el Internet bajo “La Rumorosa.”
Vemos como los
estratos siguen haciendo estragos sobre la teoría de la evolución; pero como se dice comúnmente: “¡Esto aún no
es nada!” Analicemos ahora las fallas geológicas.
16. LAS FALLAS GEOLOGICAS
Las fallas
geológicas constituyen parte del problema con los estratos, sin embargo, son
tan importantes, que se merece una sección para ellas solas. Al considerar las implicaciones
que tiene este asombroso obstáculo en contra de la teoría de la evolución, nos
preguntaremos cómo es que alguien puede pretender que los estratos rocosos
puedan ser usados como elementos para fechar, y creer que unos estratos son
“millones de años” más o menos “viejos” que otros.
LAS FALLAS GEOLOGICAS (*#19/34 Mixed Up Strata and Overthrusts*). Ésta es la más
impresionante de las evidencias que descartan una de las teorías fundamentales de la teoría
de la evolución: La teoría de los estratos.
William “strata”
Smith (1769-1839), originario de Inglaterra, fue una de las primeras personas
en el mundo, que empezó a analizar los estratos de roca sedimentaria; y también
fue uno de los primeros que supusieron lo
más básico de la teoría de los estratos: “Que
los estratos más antiguos deben estar por debajo de los estratos más jóvenes.”
El llamó a tal teoría, la “doctrina
de la superposición.”
La evolución enseña
que algunas plantas y animales son largas
eras “más viejas” que otras, y que existieron sobre la tierra, “millones de años” antes que “las más jóvenes,” aparecieran por
evolución. Al aplicar esta teoría a
los estratos rocosos, como método para fecharlos, se infiere que cada estrato debe tener una edad que es millones de años
mayor que la del siguiente estrato, por encima de él.
“La cronología básica de la historia
terrestre, fue establecida al identificar diferentes estratos o capas como
formaciones geológicas, y al relacionar éstas, con las otras capas. Se basa en
la presuposición de que los lechos inferiores fueron depositados primero, y que
por lo tanto son más antiguos, mientras que los lechos superiores (más
tardíos), son más jóvenes.” *R. Milner,
Encyclopedia of Evolution (1990), p. 421.
Si tal teoría es correcta, entonces los estratos MAS
ANTIGUOS, siempre deberán aparecer POR DEBAJO de los estratos MAS RECIENTES.
Si la teoría es
incorrecta, entonces encontraremos que frecuentemente los estratos están
invertidos. Pues precisamente eso es lo que encontramos en la superficie
terrestre.
Para estudiar los
estratos debemos trasladarnos a las montañas, ya que es ahí donde los hayamos
más claramente expuestos. En todas
las regiones montañosas de todos los continentes del globo terráqueo,
encontramos numerosos ejemplos de estratos supuestamente “más antiguos,”
superpuestos SOBRE estratos supuestamente “más jóvenes.” Una extensa
lista de tales áreas, se puede encontrar en el *Boletín de la Sociedad Americana de Geología, Febrero 1959, pp.
115-116.
Esta contradicción
en contra de la teoría de la evolución sobre los estratos sedimentaros y los
fósiles, es tan común, que ha recibido varios nombres, todos con el prefijo
“las fallas...” por lo que así nos referiremos a ellas, aquí.
En vez de aceptar la realidad, los evolucionistas han
inventado una explicación fantástica para las fallas geológicas que implican
una alteración en el orden de los estratos: En algún
momento, en las eras pasadas, los estratos inferiores (y por lo tanto “más
antiguos”), supuestamente se deslizaron
lateralmente, muchos kilómetros, para luego reubicarse al ser “empujados,” sobre y encima de los estratos “más
jóvenes.”
“La única
explicación para que los estratos (más jóvenes) estén sepultados, es que las
(más antiguas) rocas cristalinas fueron relocalizadas tras una falla geológica
subhorizontal, que las encimó.” *F.A. Cook, *L.D. Brown, y *J. E. Olwer, “The Southern
Appalachians and the Growth of the Continent,” en Scientific American, October
1980, p.161.
¡Tal explicación es verdaderamente increíble! ¡Muchas
de las grandes fallas geológicas (translocación de estratos) abarcan cientos,
si no es que miles, de kilómetros cuadrados! En su desesperación ante tales
problemas, las personas pretenden “mover montañas” con el fin de apoyar su
agonizante teoría.
“Podríamos hasta
demostrar que un estrato se ha invertido completamente, si podemos enseñar que
los fósiles propios de los estratos superiores, yacen ordenadamente, por debajo
en un estrato inferior.” *A. Geikie,
Textbook of Geology (1963), p. 387.
“Desde su más
temprano descubrimiento, la existencia de grandes extensiones de fallas
geológicas (con translocación de estratos), ha representado una paradoja de la
mecánica, que nunca ha sido satisfactoriamente resuelta.” *M.K. Hubbert y *W.W. Riley, “Role of fluid Pressure in Mechanics of
Overthrusting Faulting,” en el Boletín de la Sociedad Americana de Geología,
Febrero 1959, pp. 115-117.
Si los geólogos
evolucionistas no pueden sustentar como verdad su teoría sobre las fallas
geológicas, necesariamente perderán una prueba fundamental para la evolución:
Que los fósiles constituyen una evidencia del fechado las largas eras de
tiempo. Pero los fósiles constituyen
una prueba de la evolución, solamente porque se supone que los estratos más
recientes, yacen encima de los estratos más antiguos.
“Los fósiles han
proporcionado, por su registro de la evolución de la vida en este planeta, una
clave sorprendentemente efectiva, para el posicionamiento relativo de los
estratos, en áreas considerablemente retiradas unas de otras, y en los
diferentes continentes.” *H.D. Hedberg, en Bioscience, Septiembre, 1979.
LA MONTAÑA HEART. He aquí uno de los muchos ejemplos de una falla
geológica (con translocación de estratos): La falla de la Montaña Heart, en
Wyoming, E.U.A., es un área triangular de 30 millas de ancho por 60 millas de
largo (48 X 96.5 Km), cuyo ápex se proyecta hacia la esquina noreste del parque
Yellowstone. Incluidas en esta gigantesca falla, se encuentran 50 diferentes
bloques de estratos del Paleozoico (Ordoviciano, Devónico y Mississipiano). Estos descansan en posición horizontal como
si pertenecieran originalmente a ese lugar; pero con la salvedad de que YACEN
SOBRE un lecho del Eoceno, que supuestamente ¡es 250 millones de años más joven!
Las fotografías de la línea que delimita
la falla entre el estrato Paleozoico y el Eoceno, demuestra que están
perfectamente ajustadas e íntegras. No hay evidencias de aplastamiento
masivo de rocas (como se esperaría si es que el estrato superior y “más
antiguo” se hubiera pesadamente deslizado sobre el estrato inferior y “más
joven”). Y a pesar de la intensa búsqueda, los científicos no han podido localizar sitio alguno que pudiera considerarse el
original, a partir del cuál esta gigantesca masa se haya deslizado horizontalmente,
por encima, y sobre el otro estrato.
“La Montaña Heart
ha sido siempre desconcertante desde el punto de vista estructural porque no
hay raíces u origen estructural conocido y a partir del cual se pudo derivar.
Es más, no se conoce una falla superficial, o una zona de falla, dentro de ella
o en sus alrededores, a partir de la cual la capa superpuesta se haya
desplazado.”
Un experto *Pierce,
dijo que la solución yacía en “la gravedad” (*Op.cit, p 592 y 598); pero como
otros casos de “encimamiento,” ¡aquí se involucra una montaña entera! La
Montaña Heart es alta, y no una planicie o un valle bajo. Tiene un
lecho que yace horizontalmente, formado por cientos de metros de roca, que
descansa muy por encima de las planicies de Wyoming, y las que desde sus alturas,
se pueden apreciar. Se requeriría un tipo especial de gravedad para
encimar esta masa de miles y miles de toneladas de roca hasta esas alturas, y
con un cuidado tal, que lograra hacerla descansar en su sitio, mostrando un
lecho perfectamente definido y ajustado. Hemos de suponer que este triángulo
con base de casi 50 X 100 Km de roca compacta y sólida, milagrosamente
“gravitó” (así lo describen algunos expertos) a partir de algún sitio distante,
para luego ascender por encima de todas
las demás rocas que quedaron por debajo de ella, en la planicie.
LA FALLA DE LEWIS. Esta otra gigantesca falla por superposición, en
Montana. E.U.A., fue por primera vez descubierta en 1901, y es otro de los
problemas de este tipo. “La falla por superposición de Montana tiene una
longitud de aproximadamente 217 Km (135 millas), con un desplazamiento
horizontal de unos 24 Km (15 millas), siendo el plano de la falla descendente
en sentido suroeste, y con un ángulo como de 3 grados.” *William D. Thornbury, Principios de Geomorfología (1954), p. 268.
A partir de la
anterior descripción por *Thornbury, estudios adicionales han revelado que la falla de Lewis tiene casi 5 Km (3
millas) de profundidad, 217 Km (135 millas) de longitud, y entre 56 y 65 Km (35
a 40 millas) de ancho. (Lea *C.P. Ross y *Richard Rezak, “The Rocks and
Fossils of Glacier National Park,” en U.S. Geological Survey Peofessional
Paper, 294-K. 1959, pp.422,424.).
¡Esta es una enorme cantidad de roca! Y
con el fin de proteger su teoría sobre los estratos fósiles, la sociedad de evolucionistas,
tranquilamente nos dicen que TODA ESA ROCA, se deslizó lateralmente, a través
de muchos kilómetros, y a partir de algún otro sitio. Pero esta falla
por sobreposición es de dimensiones verdaderamente enormes. He
aquí como localizarla: En un mapa de Norteamérica 1)Ponga una X en un
punto un poco al norte de la montaña Crownsnest en la carretera 3, justo en la
frontera entre British Columbia E.U.A. y Alberta, Canadá. 2) Ponga una segunda
X un poco por debajo de Cut Bank Montana. 3) Desplácese hacia el oeste, a
partir de la segunda X, hasta el límite sur del Parque Nacional Glacier, e
inclúyalo todo en el límite suroeste, colocando ahí una tercera X. 4) Ahora
desplácese hacia el norte por todo el límite del Parque Nacional Glacier hasta
su límite noroeste, y coloque ahí la cuarta X; y por último, conecte las cuatro
X. ¡Todo ese territorio del noroeste que bordea el Pacífico, con un espesor de
hasta 5 Km de profundidad, se supone que viajó
hasta ahí a partir de algún otro lado!
Pero no solo la
falla de Lewis incluye todo el Parque Nacional Glacier y la Montaña Chief, sino
¿sabe que hay debajo de ella? Una
capa de esquisto, que no es más que barro endurecido, que no muestra señales de
haber sido perturbado. El esquisto
fácilmente se desmorona cuando es comprimido o “lijado” por una presión
horizontal, y tan inmensa área de roca
prácticamente horizontal, se supone que se deslizó lateralmente, una gran
distancia, y sobre el frágil esquisto, ¡sin haberlo alterado en lo más mínimo!
“La línea de la
falla (tal y como se puede apreciar desde el valle Bow), es nítidamente
horizontal, y las dos formaciones se muestran bien conformadas una sobre la
otra. Las capas Cretáceas de esquisto (barro endurecido) que yacen por debajo
de la falla superpuesta de Lewis, con la excepción de que se aprecian
francamente curveadas hacia el este en varios sitios, muestran mínimas
alteraciones como consecuencia del deslizamiento de la piedra caliza sobre
ellas; y su apariencia casi intacta, difícilmente es compatible con la extrema
falla (deslizamiento horizontal) que fue necesaria para que se llegara a su
localización actual.” *J.L. Kuip, “Flood Geology,” en Journal of the
American Scientific Affiliation, January 1950, pp. 1-15, citando a *R.G.
McConnell, un geólogo canadiense).
Se esperaría que la falla de Lewis hubiera arrastrado
una gran masa de rocas fracturadas (en escombro y fragmentos), delante y a los
lados, mientras se deslizaba sobre la capa inferior; pero no hizo tal cosa, y no
hay tales escombros. Esto es prueba más que suficiente para saber que la falla de Lewis no
se deslizó lateralmente.
Comentando con
relación a que no hay señales de “escombros o fragmentos de roca” desplazados
mientras supuestamente la falla de Lewis se deslizaba lateralmente a través de
muchos kilómetros, *Ross y *Rezak, dos experimentados geólogos, expresaron así
sus dudas:
“El desplazamiento
de tal bloque sobre la superficie, como se cree ahora que sucedió, de acuerdo
con las condiciones del terreno, debió de haber desfigurado y fracturado tanto
a las colinas, como a sí mismo, en mayor
o menor grado; pero ninguna evidencia de alguno de estos fenómenos, se
ha encontrado.” *C.P. Ross y *Richard Rezak, Op. Cit. P. 424.
Un científico de la
Universidad de California, examinó personalmente, el punto de contacto sobre el
cual descansa la falla de Lewis, en la roca subyacente, e hizo la siguiente
declaración: “En la actual línea de contacto, my delgadas capas de esquisto
siempre estuvieron presentes… una delgada banda de esquisto blando, se proyecta
hacia el bloque superior de piedra caliza tipo Altyn. Esto parece indicar
claramente, que justo antes de que la piedra caliza tipo Altyn fuera
depositada… una delgada y aguada capa de esquisto (barro), de un octavo a un
dieciseisavo de pulgada de grueso, fue depositada ahí… El cuidadoso análisis de
varios sitios, no demostró evidencia alguna de refriego o deslizamiento, o
límites pulidos, tal y como se esperarían encontrar de acuerdo con la hipótesis
de una masiva superposición.”
“Otro sorprendente
hecho fue el hallazgo de dos capas de piedra caliza (Altyn), de cuatro pulgadas
de grosor, que se encuentran intercaladas (en medio de) el esquisto Cretáceo… y
aún más, éste, estaba perfectamente unido (“encementado”) tanto a la capa
superior de piedra caliza, como al esquisto subyacente. También, el análisis
cuidoso de estas capas intercaladas, no demostró ni la más mínima evidencia de
acción abrasiva, tal y como uno esperaría encontrar si estas capas hubieran
sido proyectadas entre las dos capas de esquisto, tal y como la teoría del
superposicionamiento demanda.” Walter E.
Lammerts, carta personal fechada el 27 de Noviembre de 1957, y dirigida a H.M.
Morris, citada en J.C. Withcomb y H.M. Morris, The Genesis Flood (1961), pp.
189-191.
Fuerzas de fricción fantásticamente enormes, tuvieron
que haber sido vencidas con el fin de deslizar horizontalmente, estas masas
monumentales de roca, y nadie ha podido explicar cómo es que pudo haberse esto logrado. Esta
más allá de las leyes de la física. Sin embargo, los evolucionistas aseguran
que sin lugar a dudas, ésto pudo lograrse si la superficie inferior estaba
mojada, Pero un científico (*Terzaghi), tras unas cuantas pruebas, encontró que
en la realidad, el agua incrementaría
(en vez de disminuir), la resistencia a la fricción.
La falla de Lewis consiste de una masa de roca,
formada por seis capas, que supuestamente se deslizó horizontalmente, sobre un
estrato “más joven.” Tales capas en
conjunto, tienen 3 millas (5 Km) de espesor.
“esta translocación
de estratos fue descrita inicialmente, y nombrada la falla de Lewis, por Willis
en 1901. Consideremos ahora los estratos rocosos que forman la capa
supuestamente sobrepuesta. Empezando por el estrato fundamental, la piedra
caliza (tipo Altyn), que tiene un grosor promedio de 700 m (2,300 pies); sobre
esta, está la capa llamada Appekunny que tiene un grosor de más de 900 m (3,000
pies); y sobre ella, se acumula una columna de rocas de algo menos de 5 Km (3
millas) de altura, que forma la llamada “serie en cinturón.” John W. Read, Fossils, Strata, and Evolution
(1979), p. 30.
La sobreposición de Lewis tiene 217 Km (135 millas) de
largo, y un grosor máximo de ¡casi 5 Km (3 millas)! Y esto es lo que encontramos en el “cinturón de
estratos,” o capas, tal y como aparecen en el Parque Nacional Glacier,
enlistados de arriba a abajo:
Argilita (un tipo de
barro) de Kintla (nombre de una montaña). Presente en la cima de
algunas montañas.
Piedra Caliza de
Shpepard. Tiene un
espesor de 183m (600 pies).
Piedra caliza de
Siyeh. Esta segunda
capa de piedra caliza, tiene como 1.6 Km (1 milla) de espesor, y más de 1.2 Km
(4,000 pies), desde de su base, a la cima.
Argilita de
Grinnell. El Argil
es un tipo de barro, y la Argilita un tipo de esquisto frágil. Este estrato
tiene más de 900 m (3,000 pies) de espesor.
Argilita Appekuny. Esta segunda capa de esquisto, también tiene unos 900
m (3,000 pies) de espesor.
Piedra Caliza Altyn. La piedra caliza está compuesta principalmente de
carbonato de calcio, por lo que no es tan resistente como otras rocas; esta
capa mide unos 700 m (2,300 pies) de espesor.
Con este análisis detallado de la falla de Lewis, se
hace obvio porqué es imposible la teoría de la superposición; pero hay muchos otros casos de superposición en el
mundo.
Todo esto es
importante porque si se concluye que la teoría de la superposición de estratos
es incorrecta, entonces todo el concepto de la “columna geológica” está errado,
y se tendrá que concluir que los estratos rocosos con todos sus fósiles, NO
fueron depositados a través de largos periodos de tiempo, ni con cierto órden.
EL MATTERHORN. Todos han visto fotografías de la montaña triangular
llamada Matterhorn, que es parte de los Alpes Penninos, localizada en la
frontera entre Valais Suiza, y la región de Piedmont en Italia, a unos 65 Km
(40 millas) al este del famoso Mont Blanc.
Es una de las más espectaculares montañas del mundo,
luce como una puntiaguda pirámide, y mide 4,476 m (14,685 pies) de altura. Pues
¿sabía que el Matterhorn en su totalidad, no es sino otra gigantesca falla
por superposición? Los geólogos evolucionistas afirman que la montaña
entera, se desplazó horizontalmente, hasta su lugar actual, desde un lugar
distante, y a muchos kilómetros de ahí.
¡Pensar que es
necesario afirmar que montañas completas tuvieron que haberse movido de su
lugar con el único fin de apoyar la tan endeble teoría de la evolución!
Así, se supone que el Matterhorn tuvo que desplazarse
lateralmente unos 50 a 100 Km (30 a 60 millas), raspando la superficie terrestre (quizás tomándose
pausas para “recuperar el aire”), hasta llegar exitosamente a su sitio actual,
pero sin haber dejado rastro alguno (como lo debería haber dejado), de su
traumático desplazamiento. Nótese que el Matterhorn no es sino una de las
varias montañas suizas que se encuentran fuera del orden geológico que les
correspondería, y que por lo tanto, tuvieron que haber sido movidas a la
fuerza, desde lejanas tierras, hasta su sitio actual.
EL MYTHEN. Otra de las monumentales montañas en los Alpes Suizos es el pico
Mythen, que debe considerarse un verdadero “corredor de maratones,” pues se
dice que se trasladó desde el África
hasta Suiza, (seguramente empapándose al cruzar el Mediterráneo). En esta montaña, se encuentra el estrato Eoceno (de 55 millones de años
de antigüedad), que se supone debe estar
por encima de todos éstos, por
debajo de los estratos Triásico (225 millones), Jurásico (180 millones), y
Cretáceo (130 millones).
LAS APALACHES. Los geólogos siempre creyeron que como sucede con
muchas otras montañas, las Apalaches (que incluyen la mayoría de las montañas
del este de E.U.A.), eran producto de fallas verticales, que se proyectan
desde las profundidades de la Tierra, hacia arriba, y hasta formar altos picos
montañosos; pero entonces se hizo un descubrimiento desconcertante: por debajo de la cordillera entera, hay
un estrato supuestamente “más joven.” Por lo tanto, ahora los expertos
aseguran que la cordillera entera se
desplazó lateralmente, ¡a partir de las profundidades del océano atlántico,
subiendo por sus playas, y arrastrándose sobre la superficie terrestre, hasta
llegar a su localización actual!
Consulte un mapa de
Norteamérica y notará que la cordillera de los Apalaches se extiende desde por
encima de Maine, hasta Birmingham, Alabama.
“Los Apalaches que corren desde Newfounland hasta Alabama, fueron
probablemente formados, no por una falla vertical, como previamente se creía,
sino por un grueso conglomerado de roca oceánica y continental que fue empujado
horizontalmente, por lo menos 250 Km (155 millas), por encima de sedimentos
previamente existentes… Bajo todo ese conglomerado (de los Apalaches), yace un
estrato sedimentario plano, más joven y delgado (de 1 a 5 Km de grosor), que nadie
pensaba que existía. Lo ancho e íntegro de tal capa… y su similitud con otros
sedimentos encontrados en la costa este (de E.U.A.), nos confirman que las
montañas no pudieron surgir de las profundidades (de la Tierra).” Science News, 1979.
Un librito que
aunque pequeño es excelente y está repleto de diagramas y fotografía con
relación al problema de los “estratos fuera de lugar,” se titula Fossils, Strata, and Evolution (1979), editado
por John G. Read.
Walter Lammerts
pasó años coleccionando artículos de geología relacionados con el problema de
las fallas por superposición de estratos, y ha publicado 8 listas que documentan 198 casos de formaciones en orden incorrecto,
tan sólo en E.U.A. (W.E. Lammerts,
“Recorded instances of wrong-order Formations of Presumed Overthrusts in the
United States: Partes 1-8,” Creation Research Society Quaterly, ocho números
entre Septiembre 1984 y Junio 1987).
LAS FALLAS POR SUPERPOSICION DESCARTADAS. El sentido común descarta la teoría evolucionista
sobre las superposiciones de estratos (el desplazamiento lateral de enormes
masas rocosas, desde varios kilómetros de distancia, por encima y sobre otros
estratos más jóvenes), pero 3 investigadores decidieron en 1980, analizar el
asunto científicamente, y descartaron la teoría de la superposición de estratos
en su totalidad.
Ellos demostraros
que la terrorífica presión
involucrada en el movimiento lateral de estas enormes masas rocosas, causaría
tantas fracturas en la roca superpuesta, que la desmenuzaría en su totalidad.
Serían tan anormalmente enormes las
fuerzas involucradas, que el proceso de desplazar lateralmente tan monumentales
masas rocosas, sería prácticamente imposible. He aquí como lo expresaron en
lenguaje científico: “Si suponemos que las rocas no tienen resistencia a la
tensión… entonces cuando la presión de sus poros excede su menor capacidad de
tensión, se presentarán las fracturas correspondientes a la dirección de tal
presión… Estas fracturas limitan la presión de sus poros… Y nosotros proponemos
que la presión de los poros, nunca llegaría a las altas dimensiones requeridas
para permitir el deslizamiento por gravedad… antes, las rocas experimentarían
hidrofracturas.” *J.H.
Willemin, *P.L. Guth, y *K.V. Hodges,
“High Fluid Pressure, Isothermal Surfaces, and the Initiation of Nappe
Movement,” en Geology, Septiembre 1980, p.406.
“Parece
mecánicamente insostenible que grandes capas de roca pudieran haberse deslizado
sobre superficies prácticamente planas, a través de distancias considerables.” *Philip B. King, “The Anatomy and Habitat of low-Angle Thrust Faults, en
American Journal Of Sciencie, Vol. 258-A, 1960, p. 115.
Recuérdese que el
término fallas por desplazamiento, significa lo mismo que fallas por
superposición.
17 CONCLUSION.
¿POR QUÉ LO HACEN? Ante tantas evidencias
¿Por qué los evolucionistas están
dispuestos a llegar a tales extremos, con el solo fin de defender su
amada teoría sobre la edad de los estratos? Pues lo hacen porque ¡están desesperados!, ya que la teoría del
fechado por estratos y fósiles, es la piedra fundamental de la teoría de la
evolución.
“Los fósiles
proveen la única evidencia documentada e histórica, sobre la evolución de la
vida a partir de formas simples hasta formas cada vez más complejas.” *C.O. Dunbar, Historical Geology (1960),
p.47.
AFERRANDOSE A UN ERROR QUE PARECE DESMORONARSE (*#22/4 The Geological Clock*). En su reportaje sobre
una de las principales conferencias sobre evolución, en 1980, la revista Newsweek, refiriéndose a las discusiones
y argumentaciones que las personas sostenían entre sí, tratando de encontrar
una buena razón que justificara seguir apoyando la sinrazón, heredada por
Darwin, Newsweek escribió: “Las
evidencias actuales obtenidas de los fósiles, señalan abrumadoramente en una
dirección contraria al Darwinismo clásico que la mayoría de los Norteamericanos
aprendieron en la secundaria… la ausencia del eslabón perdido entre los simios
y el humano… no es sino el más glamoroso
de toda una jerarquía de criaturas ilusorias. En el registro fósil, los
eslabones perdidos son la regla… (pues) mientras más han buscado los
científicos las formas transicionales entre las especies, más frustrados han
quedado.” *Newsweek, Noviembre 3, 1980.
¿Estará la evolución empezando a verse como una
teoría sin esperanza? Pues no sólo es una teoría sin esperanza, sino que es
inútil. Cuando
*Charles Darwin publicó, allá por 1859, su libro “El Origen De Las Especies,” nadie sabía los descubrimientos que se
harían más tarde; pero en nuestros tiempos, gracias a la gran riqueza de
conocimientos que se han acumulado, la evolución ha quedado condenada a ser una
teoría sin sentido y sin valor alguno.
LOS CIENTIFICOS SE ESTAN ANIMANDO. Cada vez más científicos se están dando cuenta de las
evidencias y han decidido alzar su voz más audazmente, aunque aparentemente
sólo entre ellos y en sus revistas científicas, mientras que el público en
general, sólo continúa escuchando, como siempre, el alegato sobre que “los fósiles comprueban la evolución,” He
aquí como lo expresa un profesor de zoología, de la Universidad de Oxford:
“De cualquier
manera, ningún verdadero evolucionista, sea gradualista o no, usa el registro
fósil como evidencia a favor de la teoría de la evolución y en contra de la
creación especial.” *Mark Ridley, “Who Doubts Evolution?” en New Scientist,
Junio 25 de 1981, p. 831.
*Colin Patterson
invirtió su vida entera (como paleontólogo), tanto buscando fósiles como
posteriormente organizándolos en uno de los museos más grandes del mundo, el
Museo Británico de Historia Natural, eventualmente, el admitió que vivió auto
engañándose toda su vida. En su conferencia, durante una convención de expertos
en fósiles, en el Museo de Historia Natural de Nueva York, él expresó lo
siguiente:
“Una de las razones
por las que empecé a apoyar este punto de vista anti evolucionista, o no
evolucionista, fue que el año pasado, reflexionando sobre que durante más de
veinte años, había estado, de alguna manera trabajando a favor de la evolución,
me levanté una mañana, después de que algo me sucedió durante la noche, y me di
cuenta de que a pesar de los veinte años que había estado trabajando en el
asunto, aún no sabía nada al respecto. La verdad es que es terrible aceptar que
uno pueda vivir engañado por tanto tiempo, y que, o había algo mal en mí, o
algo estaba mal en la teoría de la evolución. Como yo sabía que no había nada
malo en mí, durante los últimos años, he estado haciéndoles esta simple
pregunta a diversas personas y grupos de personas: ¿Puede usted decirme alguna
cosa, aunque sea una sola cosa, que usted sepa que es verdadera, sobre la
teoría de la evolución? Ya le he presentado esta pregunta al personal del Museo
Field de Historia Natural de Chicago, y la única respuesta que obtuve fue un
silencio total; luego, lo presente delante de los miembros de un seminario
sobre Morfología Evolutiva en la Universidad de Chicago, un muy prestigiado
grupo de evolucionistas, y por toda respuesta, recibí un silencio muy largo,
que eventualmente, una persona interrumpió para decirme: Yo sí sé una cosa: Que
no debe ser enseñada en la secundaria.” *Colin
Patterson, Conferencia dada en el Museo Americano de Historia Natural,
Noviembre 5, 1981.
Más tarde, Phillip
Johnson, un profesor de la Universidad de Berkley, escribió: “En 1988, discutí
en Londres por varias horas sobre evolución con Patterson, y él nunca se
retractó de ninguna de las escépticas declaraciones que había hecho.” Phillip E. Johnson, Darwin on Trial, 1991,
p.157.
LAS NUEVAS ROPAS DEL EMPERADOR. Hace tiempo, alguien escribió un cuento sobre un
orgulloso rey que fue engañado por unos falsos sastres. Ellos, cuando le
dijeron que podían proveerle los más finos, puros, y extremadamente delicados
ropajes, fueron contratados por el rey para que le confeccionaran un nuevo
conjunto. Cuando se lo presentaron, se dio cuenta de que era tan puro y
transparente que no podía verlo; pero como se supone que el rey debe ser el que
mejor aprecie las cosas, no se atrevió a
decir nada.
Al fin, llegó el
gran día en que se dispuso a desfilar por todo el pueblo, engalanado con sus
nuevas ropas. Todos guardaban silencio mientras él se paseaba, montado en su
noble corcel, y orgulloso, desplegando gran majestad, aunque sólo lo cubrían
sus ropas interiores (y de acuerdo a otra versión, aun menos que eso).
Nadie se atrevía a decir nada, pues seguramente el rey podía, más que ningún otro,
apreciar sus delicados ropajes. Pero finalmente,
un niño se atrevió a hablar y dijo a
su madre: “¡El rey no trae nada de ropa
encima!” En ese momento, toda la multitud, como despertando de un profundo
sueño, después de comentarlo de boca en boca, comprensiblemente, se unieron en
un coro de carcajadas.
Del mismo modo,
nosotros en pleno siglo XXI, nos inclinamos sumisamente ante las teorías de la
“ciencia,” sin darnos plena cuenta de que un pequeño grupo de personas
mantienen un estricto control sobre lo que se puede investigar y cómo se deben
de reportar los hallazgos, mientras que la mayoría de los científicos,
permanecen contemplándolos en silencio, temerosos de que por expresarse con
verdad, puedan perder sus trabajos.
Al emperador le
dijeron que “cualquiera que no estuviera capacitado para la posición que se le
había dado, sería incapaz de ver sus delicadas ropas.” Y actualmente, a los
estudiantes se les enseña que cualquiera que no crea en la evolución, no es
apto para ocupar un lugar como científico. Así, aún seguimos esperando que alguien, a voz en cuello, se atreva a gritar:
“¡El emperador no trae ropas!” y “¡La evolución es un mito y no ciencia!”
Lo cierto es que
esa potente voz, tendrá que salir de la gente común, ya que la mayoría de los
científicos temen denunciarlo.
“Si seguimos
insistiendo en conservar y sostener a la teoría de la evolución, entonces
estamos forzados a eliminar y descartar los conceptos sobre probabilidades en
matemáticas. Pero si estamos convencidos que las matemáticas no mienten,
entonces tenemos que descartar los conceptos actuales de la evolución, ya que
ambas enseñanzas no son compatibles la una con la otra.
Como científicos
objetivos ¿Cuál de las dos debemos apoyar? ¿Recuerdan el cuento sobre “las
nuevas ropas del Emperador”? Ninguno
de sus vasallos se atrevió a denunciar el hecho obvio de que el emperador
estaba desnudo; en vez de ello, unos a otros competían por vociferar alabanzas
a la calidad de los ropajes confeccionados, y hasta se atrevían a describir en
detalle, la exquisita y fina costura que ribeteaba el ángulo inferior izquierdo
de su imaginaria capa.
Todos se
felicitaban, para satisfacción personal, de poder escucharse a sí mismos,
describiendo las virtudes y belleza de la capa; y tuvo que dejarse a la mente
sencilla de un ingenuo niño, la oportunidad de exclamar: “¡Todo eso no es
cierto!” “¡El rey está desnudo!” ¿Les parece esto familiar? Pues la historia
tiene una forma muy original de repetirse a sí misma.” I. L. Cohen, Darwin Was Wrong. Un estudio en Probablidades. (1984), pp.
217-218.
Es realmente, creo
yo, una rara situación, que los paleontólogos sigan insistiendo en que sus
registros concuerdan con una lenta, constante, y gradual evolución, cuando que
en lo privado, ellos han sabido desde hace más de cien años, que esto no es
así. Lo que yo veo es fijismo, y la proclamación del fijismo a todo el mundo
que aún cree que el registro fósil muestra un lento, constante, y continuo
cambio (en contra de los patrones de cambio por saltos), de la misma manera que
otros se creyeron lo de las “nuevas ropas
del emperador.”*Norman Eldrege (Paleontólogo en Jefe del Museo de Historia
Natural de la Ciudad De Nueva York), “Did Darwin Get it Wrong?” Noviembre
1,1981, p.6.
“Ya estamos hartos
de la falacia Darwiniana. Ya es tiempo de que proclamemos que ¡El emperador no trae ropas!” *Kenneth Hsu, “Darwin´s Three Mistakes, en
Geology 14 (1986), p.534.
NOTA: En este capítulo no se explicó exhaustivamente, como los hallazgos de
los estratos y fósiles, se relacionan con el Diluvio. Tal información se
expondrá más ampliamente, en el capítulo
13.
_______________________________________________________________
LA EVOLUCIÓN NO
PUDO HABER HECHO ESTO
Las anguilas de los ríos de Norteamérica y Europa, llegan hasta el
Atlántico y nadan hacia el sur, hasta el Mar del Sargazo, una gran
concentración de agua salada en el Atlántico Tropical, entre las Islas Bermudas
y las Antillas, repleto de varias especies de sargazo y pequeñas criaturas. Tan
pronto llegan ahí, las anguilas saben exactamente qué hacer: Descendiendo a
profundidades entre 1,300 a 2,500 pies (400 a 800 m), ponen ahí sus huevos, y
luego se van. Los progenitores pronto después de eso, mueren antes de poder
conocer a sus criaturas. Debido a dónde se pusieron los huevos, los recién
nacidos son arrastrados por la corriente hacia el este, fuera de las aguas del Golfo de México, y a
profundidades de 700 pies (200 m); para luego seguir hacia la costa noreste del
Norteamérica. La mitad de las anguilas siguen entonces hacia el oeste, por los
ríos rumbo a los Grande Lagos, llegando hasta los lugares donde antes habitaron
sus progenitores. Las demás, siguen atravesando el Atlántico hasta las costas
de Europa. Al igual que las Norteamericanas, cuando ya están a varios cientos
de metros de las playas, sufren cambios, justo cuando les es necesario,
adelgazándose, y desarrollando aletas pectorales y disminuyendo un poco de
tamaño. Por fin, llegan a parecerse a sus antecesores, cosa que no necesitaban
antes, cuando eran solo arrastradas por las corrientes marinas, pero que ahora
necesitarán para alcanzar y penetrar los ríos. Tan pronto como se completan
estos cambios, las anguilas dejan de comer, y viajan por los ríos europeos,
algunas en Inglaterra, otras en la región del Mar Báltico, y aún otras,
subiendo por los ríos de Francia. Por fin, algunas a través del estrecho de
Gibraltar, alcanzan el Mediterráneo, mientras que otras se dirigen al Mar
Negro. Así estos peces originalmente de agua salada, son capaces de seguir su
migración en los ríos de agua dulce, sin ser notados por la mayoría de los
depredadores, ya que son casi transparentes.
Cuando por fin llegan al lugar donde vivieron sus predecesores, empiezan
nuevamente a comer, a crecer hasta su máximo tamaño, y a cambiar a color opaco,
con franjas amarillas en la espalda y alos lados. Años después (3 para los
machos, y 8 o 9 para las hembras), los ojos les empiezan a crecer, ya que
necesitarán mejor visión para su travesía de regreso al mar. Se sabe que de ser
necesario, son capaces de rodear cataratas y atravesar áreas cubiertas de
niebla o rocío. Al ser identificadas y seguidas por los científicos, se ha
descubierto que en su regreso al mar, nadan a profundidades de hasta 60 m (200
pies), hacia el noroeste, y hasta alcanzar las playas continentales, donde tan
pronto llegan a alta mar, se sumergen hasta profundidades de 1,400 pies (400
m). Los radiotransmisores que se les han colocado, nos informan que tardan
¡unos 6 meses en viajar 3,500 millas (5,500 Km)!, y llegar de nuevo al Mar del
Sargazo.
Hay un murciélago (Nictophilus
geoffroyl), que por eco-localización, pude localizar pequeñas moscas en
vuelo, aunque estén a 100 pies (30 m) de distancia, y que puede atrapar hasta 5
por segundo. Hay otro, el murciélago herradura de Europa, que ha desarrollado
unas como “hojas” en su nariz (la que funciona como una bocina), con el fin de
enfocar mejor (con un haz más delgado), sus sonidos.
Así, moviendo su cabeza de lado a lado, es capaz de rastrear finamente, todos
sus alrededores. Aunque parezca increíble, hay otro murciélago que solo come
peces, y que es capaz de detectarlos bajo el agua, con su eco-localizador. Esto
implica un interesante problema de física, pues aunque este murciélago está
bien equipado con un sonar de frecuencia modulada (FM), se sabe que el sonido
pierde mucha de su energía al pasar del aíre al agua y al llegar y al pez, y
más aún, al regresar por el agua, al aire y a los oídos del murciélago, y sin
embargo, el murciélago es capaz de de percibir perfectamente el eco. ¿Cómo lo
hace?
En todos los murciélagos, sonidos de muy alta frecuencia son emitidos
por la boca o la nariz, y su eco es captado por sus orejas y oídos
especializados. Un pequeño músculo en el oído externo, ¡cierra el oído precisamente
antes de los 100 chillidos que emite por segundo, y los abre cuando el eco
retorna! ¡Qué asombrosa precisión!
CAPÍTULO
12. PREGUNTAS DE REPASO Y ESTUDIO SOBRE LAS ESPECIES.
Para alumnos del 5º año de primaria al 3º
de secundaria
1. Defina los
siguientes términos: Fósil, Estrato
sedimentario, y Paleontólogo.
2. ¿Por qué es
tan extremadamente importante decidir si la evidencia de los fósiles apoya o no
a la teoría de la evolución?
3. ¿Qué es lo que
básicamente enseña el Uniformitarianismo
(o Uniformismo)?
4. La teoría
sobre el fechado basado en los estratos geológicos y los fósiles fue inventada
a mediados del siglo XIX. ¿Por qué los evolucionistas necesitan forzar y torcer
muchos de los descubrimientos hechos en los últimos años, con el fin de
hacerlos coincidir con su teoría de más de 150 años de antigüedad?
5. Darwin estaba
convencido que los posteriores descubrimientos de fósiles comprobarían su
teoría. ¿Hay ya suficientes evidencias? ¿Han comprobado los hallazgos
posteriores a él, la veracidad de su teoría?
6. ¿Cómo fue que
en realidad los evolucionistas fecharon los estratos? ¿Por hallazgos en los
estratos o en los fósiles?
7. ¿Cómo se le
llama al razonamiento que dice que “los estratos sirven para fechar los
fósiles, y que los fósiles sirven para fechar los estratos, y que la teoría
sirve para fechar ambos”?
8. ¿Cómo es que
el sorprendente y pequeño Trilobite da testimonio en contra de la teoría de la
evolución?
9. La gran
complejidad de los fósiles encontrados en el estrato sedimentario inferior (el
Cámbrico), descarta la evolución y apoya que la gran catástrofe del diluvio
ocurrió. ¿Por qué es esto cierto?
10. La aparición
súbita de la vida en el estrato sedimentario inferior (la “explosión
cámbrica”), descarta la teoría de la evolución y favorece la Creación y el
Diluvio. ¿Por qué es esto cierto?
11. El hecho de
que prácticamente por debajo del estrato Cámbrico (en el Precámbrico), no hay
señales de vida fosilizada, descarta la teoría de la evolución y favorece la
Creación y el Diluvió. ¿Por qué?
12. El hecho de
que no hay especies transicionales (“eslabones perdidos”) en ni ninguno de los
estratos con fósiles, y sólo hay “brechas” entre una especie y otra, descarta
la teoría de la evolución, y apoya la Creación y el Diluvio. ¿Por qué?
13. El hecho de
que cada uno de los Filum (géneros) principales han sido encontrados en el
estrato sedimentario inferior (el Cámbrico), descarta la teoría de la evolución
y apoya la Creación y el Diluvio. ¿Por qué es esto cierto?
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