viernes, 18 de enero de 2013

 

 

Olvidarse de Dios implica dejar a un lado la verdad, justicia, y bondad en cada acción ejecutada, adoptando toda cosa que reste responsabilidad de nuestros actos, y nos haga creer que somos animales irracionales y por eso nos apartamos de todo valor moral, que exalte un carácter de vida digno de vida abundante.

También implica abandonar todo acto de bondad hacia el necesitado, teniendo al alcance de nuestra mano lo necesario para socorrer al necesitado,  es claro que es menester distinguir al carenciado verdadero del que solo busca timar.

Ese discernimiento sabio, sólo Dios lo provee cuando decidimos operar diaria mente como el desea que accionemos y poco importa si llevamos una biblia bajo el brazo o asistimos a centros de religiones.

Tener discreción en esta época es casi algo imposible de comprender, cuando por todo medio es impulsado el deporte favorito, de los adultos mayores en casi todo estrato social.

La falta de discreción eso que hace que no se cueza ni lo que comemos, nos conduce a un deambular  errante transformando en adversidades constantes, nuestra reputación de poca fiabilidad.

Transcurriendo por la vida en la oscuridad de falta de credibilidad por el poco dominio de cerrar la boca y dejar de decir aquello que no nos compete decir.

Todo mundo busca éxito en todo cuanto emprende,  se olvida de algo primordial que en ninguna escuela se nos dirá porque esto esta devaluado ante la sociedad.

Buscar al todo poderoso con nuestros actos de rectitud, honestidad y justicia que sólo viene del que se esfuerza por agradar a Dios.

El decidir orientarnos de esta manera está en nuestra decisión diaria, no dejándonos arrastrar por la forma de actuar de la mayoría.

La pureza de nuestro corazón y acciones tiene que ver con el grado de prosperidad que abarcaremos, por eso existen personas que empiezan como empleados y terminan siendo dueños de la empresa conde comenzaron a laborar. Esto no lo hicieron con trampas y fraudes porque de hacerlo así poco les ayudaría para una vida plena, longeva y pacifica.

miércoles, 16 de enero de 2013


La evolución no es ciencia
Capítulo 12
FOSILES Y ESTRATOS.
Porqué la teoría de los fósiles y estratos, es un fraude.
Este capítulo se basa en las páginas 497 a 605 de El Origen De la Vida, contenido en el Tomo 2 de  la serie de tres tomos, Evolution Disproved (la Evolución descartada). No están incluidas en este capítulo por lo menos 472 citas hechas por científicos. Estas las encontrará, junto con mucho más sobre el tema, en nuestro sitio de Internet: evolutionfacts.com
Nota: Un asterisco (*) precediendo un nombre, significa que tal persona, hasta donde se sabe, no es creacionista.
Este es el capítulo más largo y uno de los más importantes de este libro. Los restos fósiles proporcionan a los evolucionistas su única esperanza real de encontrar evidencias de que la evolución ocurrió. Si los fósiles no aportan testimonios de que la evolución ocurrió en el pasado, tampoco puede estar ocurriendo ahora.
La única evidencia sustancial de que la evolución tuvo lugar en edades previas (si es que tal evidencia existe), debe de encontrarse en los fósiles. De la misma manera, la única evidencia definitiva y actual de que realmente existen mecanismos mediante los cuales la evolución pudo ocurrir, sea en el pasado o el presente (si es que tal evidencia existe), debe encontrarse en la llamada selección natural, y en las mutaciones. Hay un capítulo en el presente libro, que trata de cada uno de estos temas (capítulos 9,10, y 12).
El tema parece complicado, pero en realidad no lo es. Comenzaremos el presente capítulo con una introducción y panorama general sobre algunos de los problemas con los fósiles. Luego daremos suficiente atención a cada uno de esos problemas — y otros más— a fin de que se tenga una visión clara de los principios y conclusiones.
Y cuando logremos esto, usted se sorprenderá de la cantidad abrumadora de evidencias que sustentan que no hay absolutamente ni un indicio en los registros fósiles, de que la evolución haya ocurrido alguna vez en nuestro planeta.
“Aún no conocemos los mecanismos de la evolución, a pesar de los argumentos expresados con extraordinaria seguridad sobre algunos puntos; tampoco parece factible que hagamos mayores progresos mediante los métodos clásicos de la paleontología o la biología. De seguro tampoco avanzaremos más en el tema, saltando de aquí para allá gritando: ‘Darwin es dios, y yo, fulano de tal, soy su profeta.’” *Errol White, Proceedings of the Linnean Society, Londres, 177:8 (1966).
1. INTRODUCCIÓN
DEFINICIONES. (*#1/9 Introduction*). La mayoría de la gente no sabe mucho sobre geología. A continuación se señalan las principales áreas que estudia la geología. De los términos geológicos aquí definidos, le recomiendo que ponga especial atención a los escritos en cursiva y negrita.
Las principales ramas de la Geología Física son: 1) Geoquímica, que es el estudio de las sustancias contenidas en la tierra, y de los cambios químicos que experimentan. 2) Petrología es en general, el estudio de las rocas. 3) Mineralogía es el estudio de los minerales, tales como el hierro y el uranio. 4) Geofísica es el estudio de la estructura, composición, y desarrollo de la tierra. 5) Geología estructural es el estudio de las localizaciones y formas de las rocas que se encuentran a grandes profundidades de la tierra.
Tanto la geología física como la geografía histórica incluyen tres áreas: 1) Geocronología es el estudio del tiempo geológico. 2) Procesos de la tierra es el estudio de las fuerzas que producen cambios en la tierra. 3) Sedimentología es el estudio de los sedimentos y las formas en que éstos se asientan.
La geología histórica comprende por lo menos cuatro campos: 1) Paleontología es el estudio de los fósiles (Los paleontólogos son aquellos que estudian los fósiles). 2) Estratigrafía es el estudio de los estratos rocosos en los cuales se encuentran los fósiles.
3) Paleogeografía es el estudio de la geografía pasada de la tierra. 4) Paleoecología es el estudio de las relaciones entre las plantas y animales prehistóricos, y sus alrededores (medio ambiente).
Los fósiles son los restos de los seres vivos, tanto vegetales como animales, o de sus huellas. Tales restos o huellas se encuentran en las rocas sedimentarias. Las rocas sedimentarias se componen de estratos, que son capas de piedras, apiladas una sobre la otra, a la manera de las capas de un pastel. A las rocas sedimentarias, por contener fósiles, también se les llaman rocas fosilíferas.
Los cazadores de fósiles utilizan la palabra taxones (taxón en singular) para describir los diferentes tipos básicos de las diferentes plantas y animales encontrados en los registros fósiles. Con esto, por lo general, se refieren a las especies, pero en ocasiones, a géneros, o a clasificaciones con más divisiones, como familias o incluso filos. Taxón es por lo tanto, un término un tanto flexible, que se mencionará en algunas citas de este capítulo. El término Taxón  superior, se refiere a las criaturas más grandes, como los vertebrados (animales con columna vertebral).
“A la parte de la geología que trata sobre el análisis del registro geológico del pasado, se le denomina geología histórica. La geología histórica se apoya principalmente en la paleontología, que es el estudio de los fósiles y su evolución, según está preservado en el registro fósil, con el fin de identificar y correlacionar el registro lítico (de las rocas), de la antigüedad.” *O.D. von Engeln and *K.E. Caster, Geology (1952), p. 423.
Estos restos fósiles pueden ser conchas, colmillos, huesos, o esqueletos completos. Un fósil también puede ser la huella dejada y preservada, de la pata o la cola de un animal, un ave, o un reptil. Pueden ser incluso gotas de lluvia. Muchos fósiles no contienen en el presente su material original, pero se componen de depósitos minerales que han infiltrado sus restos, y han adoptado sus formas.
Los fósiles son extremadamente importantes para la teoría de la evolución, porque constituyen el único registro de plantas y animales de los tiempos antiguos. El registro fósil es de la mayor importancia como prueba de la evolución, pues en los fósiles, los científicos deberán encontrar toda la evidencia necesaria para probar que una especie evolucionó a partir de otra.
“Aunque el estudio comparativo de los animales y plantas vivos, pueden aportar evidencias circunstanciales muy convincentes, los fósiles nos proporcionan la única evidencia documental e histórica de que la vida evolucionó de formas más simples a otras más complejas.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology (1949), p. 52.
“Por fortuna, existe una ciencia capaz de observar el progreso de la evolución a través de la historia de nuestra Tierra. La geología estudia los estratos rocosos de la tierra, que se fueron colocando uno sobre otro, en las épocas geológicas pasadas, y a lo largo de cientos de millones de años. Además, determina su orden y tiempo de aparición, y da a conocer los organismos que vivieron en cada uno de esos periodos (estratos). Por lo tanto, la paleontología, ciencia que estudia los restos fósiles, es la que nos presenta la evolución orgánica como un hecho visible.” *Richard B. Goldschmidt, “An Introduction to a Popularized Symposium on Evolution”, in Scientific Monthly, Vol. 77, Octubre 1953, p. 184.
LOS PALEONTÓLOGOS CONOCEN LOS HECHOS. (*#3/25 The Experts Speak*) El estudio de los fósiles y de las mutaciones, figuran como las dos evidencias claves de la evolución: La evidencia fósil prueba o descarta que la evolución ocurrió en el pasado; y las mutaciones, prueban o descartan la posibilidad de que la evolución pudo o puede suceder.
Es por eso que los paleontólogos y los genetistas, de entre todos los científicos, son los que tienen la mayor probabilidad de manifestar públicamente, con disgusto, su repudio a la teoría de la evolución. (*A.H. Clark, *Richard Goldschmidt, *Steven Gould, *Steven Stanley, *Colin Patterson, etc.); y es que han invertido sus vidas y trabajo (sin obtener los frutos esperados), en alguno de los dos pilares principales de la evolución: Sus evidencias (los fósiles), y el mecanismo mediante el cual ocurre (las mutaciones), y en la parte del cuerpo en donde debe ocurrir (el ADN).
LOS CAZADORES DE FÓSILES. (*#2 The Fossil Hunters). Durante más de un siglo, miles de hombres han dedicado su vida entera a encontrar, limpiar, catalogar, y almacenar millones de fósiles. Este trabajo demanda tiempo y es fatigoso; sin embargo, no han encontrado la evidencia que buscaban.
NO HAY EVOLUCIÓN EN LA ACTUALIDAD. Los evolucionistas admiten que la evolución (la transformación de un tipo de animal en otro diferente) no ocurre en la actualidad.
“Ningún biólogo ha visto el origen, por evolución, de algún grupo principal de organismos.” *G. Ledyard Stebbins, Process of Organic Evolution, p. 1. [Stebbins es genetista.] 
TODO DEPENDE DE LOS FÓSILES. Está claro entonces, que dado que la evolución no ocurre ahora, todo lo que les queda a los evolucionistas para probar su teoría, es que haya en los fósiles, la evidencia de formas de vida que sólo existieron en el pasado. Si la evolución es la causa de la vida en la tierra, entonces deberían existir miles de formas de vida en evolución en los fósiles. Y para que la evolución se completara, esas formas de vida deberían estar presentes en gran abundancia. Además, los fósiles deberían revelar grandes números de especies en proceso de transmutación: criaturas mitad pez y mitad reptil, etc.
A lo largo de estos estudios, nos referiremos a las clases o tipos básicos de plantas y animales como “especies”. Sin embargo, como se expuso en el capítulo 11 (Especies animales y vegetales), debe tomarse en cuenta que los biólogos con frecuencia clasifican como “especies” a plantas y animales que son subespecies.
UNIFORMITARIANISMO. (*#4/29 Uniformitarianism vs. Catastrophism*). Un postulado fundamental de la evolución es el concepto de uniformitarianismo (o uniformismo). Según esta teoría, la forma en que todo ocurre en la actualidad, es la misma en que siempre han ocurrido las cosas en nuestro planeta. Este punto de vista, encuentra un gran apoyo en los estratos rocosos. Se dice que como en el presente, en las áreas sin precipitación pluvial, no más de una pulgada de sedimento se deposita cada año, se supone entonces que una cantidad no mayor a ésta, es la que se debió haber depositado por año, en esos mismos lugares, en el pasado. Y dado que hay estratos rocosos gruesos que contienen fósiles, quiere decir que tales estratos y su contenido deben haber requerido millones de años para depositarse. Así es como lo explica esta teoría.
El punto de vista opuesto se conoce como catastrofismo, y enseña que en el pasado, hubo una gran catástrofe (el diluvio universal), que en pocos meses, asentó y formó todos los estratos de roca sedimentaria, enterrando, en forma abrupta, todos los seres vivos que dentro de ellos, se convirtieron en fósiles.
LA TEORÍA QUE LO INICIÓ TODO. Los naturalistas de París, pocos años antes de que naciera *Charles Lyell, descubrieron estratos rocosos que contenían fósiles. *Lyell, tiempo después, incluyó esta información en su importante libro Principios de Geología, y decidió dividir los estratos en 3 grandes segmentos. Él decidió fechar a uno, como reciente; a otro, como viejo y al tercero, como muy antiguo.
Nótese que a *Lyell y a otros, se les ocurrió la datación de los estratos a principios del siglo XIX, cuando muy poco se conocía aun sobre los estratos rocosos y sus fósiles. Los primeros en ser estudiados, fueron algunos estratos encontrados en Inglaterra, Escocia, y Francia. *Lyell basó su teoría de las edades, en la cantidad de especies aún vivientes, que estaban representadas en los fósiles de cada estrato. Cuando en un estrato se encontraban pocos fósiles de seres aún viviendo actualmente, entonces *Lyell los fechaba como más antiguos.
Pero de entonces a la fecha, ya ha quedado establecido que la teoría de *Lyell no concuerda con la  realidad: el porcentaje de especies que aún viven, es muy alto en todos los estratos, y además, según sea su localización, las especies descubiertas en el mismo estrato, varían de un lugar a otro. Pues aún así, tras discutir sobre los detalles, los seguidores de Lyell persistieron con su engaño, y aunque cambiaron los nombres originales de los principales estratos, continuaron apoyando y elaborando sobre tal error. Y aunque algunos de los estratos cambiaron de nombre, a finales del siglo XIX, los científicos del siglo XX, se quedaron estancados en este error, vestigio del siglo XIX, dado que eso es lo que se les enseñó en los institutos de educación superior y en las universidades.
LAS ERAS. Se dice que los estratos rocosos que contienen fósiles, se pueden colocar en uno de tres segmentos principales llamados eras. En la parte superior, se encuentran las rocas de la Era Cenozoica. Debajo de ésta, aparecen los niveles de la Era Mesozoica; y más abajo, la capa de la Era Paleozoica. (Cenozoica significa “vida reciente”, mesozoica significa “vida media,” y Paleozoica significa “vida antigua”.)
En el fondo, está el Periodo Cámbrico, el cual contiene las rocas con fósiles, más profundas de la Tierra, y por debajo de éste se encuentra ya, el Precámbrico (prácticamente sin fósiles).   
FECHAS EN QUE SE ORIGINARON LAS ESCALAS DEL TIEMPO GEOLÓGICO. Esta teoría de los fósiles y los estratos es genuinamente arcaica. Los fundamentos de esta teoría se establecieron cuando muy poco se sabía sobre los estratos y los fósiles; pero aún así, la geología y la paleontología han cargado con ella desde entonces. A continuación se proporcionan las fechas en que las primeras escalas de tiempo geológico se desarrollaron:
LOS PERIODOS:
Cuaternario     -1829
Terciario          -1759
Cretáceo          -1822
Jurásico            -1795
Triásico            -1834
Pérmico           -1841
Carbonífero    -1822
Devónico         -1837
Silúrico             -1835
Ordovícico -1879
Cámbrico         -1835
LAS ERAS:
Cenozoica        -1841
Mesozoica       -1841
Paleozoica       -1838
Quizá lo más ridículo de esto es que los resultados del actual radio fechado de las rocas, que no existía cuando se postularon las teorías del siglo XIX, son actualmente forzados a cuadrar con la datación de estratos hecha arbitrariamente en el siglo XIX. Esto se logra, aceptando sólo unas cuantas muestras que se adaptan a las fechas dadas en el siglo XIX, y descartando todas las restantes. (Véase el capítulo 6: Métodos imprecisos de fechado o medición del tiempo).
EVIDENCIAS DE LA EVOLUCIÓN. Si la evolución fuera un hecho, debería haber, en sucesos actuales y en el registro de sucesos pasados, abundantes evidencias de la transformación de unas especies en otras. Pero, ni en lo observado en la historia pasada, ni en el presente, se ha visto que tal cosa suceda. Previo a la historia escrita, sólo tenemos las evidencias fósiles.
Los científicos, alrededor del mundo, han colectado y estudiado fósiles por más de cien años, y literalmente, han logrado reunir millones de ellos; pero en todas sus investigaciones, esto es lo que han descubierto: 1) Que no hay evidencias de que una especie se haya trasformado en otra. 2) Que en los fósiles se encuentran nuestras mismas especies modernas, más unas cuantas más que ya están extintas. 3) Que no hay formas transicionales o transformadas a medias, entre las especies bien definidas.
Sí, existen criaturas extintas entre los fósiles: Son plantas y animales que ya no viven en la tierra. Pero incluso los científicos, concuerdan en que las especies extintas no constituyen una evidencia de evolución. Aún así, los evolucionistas exhiben los huesos de dinosaurios como una gran prueba de la evolución, cuando que en realidad no lo son, pues ¡la extinción no es evolución!
Antes de proseguir este estudio, debemos mencionar dos puntos que contribuyen a aclarar el problema:
¿POR QUÉ HAY SERES TAN COMPLEJOS EN EL FONDO? Como ya lo mencionamos, el estrato más bajo de los que contienen fósiles, es el Cámbrico. Por debajo de éste está el Precámbrico. En el Cámbrico, justo por encima del Precámbrico, ya se encuentran invertebrados (sin columna dorsal), como los Trilobites y los Braquiópodos, que en realidad son animalitos muy complejos, lo mismo que otros animales, y plantas modernas.
¿Cómo es que se encuentran abundantes criaturas tan complejas y multicelulares en el fondo del Cámbrico, el último de los estratos con fósiles? Pues el hecho es que ahí están, y que aparecieron súbitamente, y sin evidencia alguna de que hayan evolucionado a partir de algún ser inferior.
“Lo cierto es que como todo paleontólogo lo sabe, que la mayoría de las nuevas especies, géneros, familias, y prácticamente todas las categorías por encima del nivel de las familias, aparecen en el registro [fósil], súbitamente, y sin estar precedidas por alguna gradual y continua transición o secuencia conocida.” *George G. Simpson, The Major Features of Evolution, p. 360.
Los paleontólogos (“cazadores de fósiles”), llaman a este fenómeno (e inmenso problema para los evolucionistas), “la explosión cambriana,debido a que un vasto número de complejas criaturas, súbitamente aparecieron en ese estrato fósil, y sin evidencia de que hayan evolucionado a partir de seres menos complejos.
Abordaremos el problema precámbrico-cámbrico, más adelante en este mismo capítulo.
¿Qué fue pues, lo que ocasionó esta repentina y abundante aparición de tantas formas de vida? ¿Qué fue lo que causó la formación de los estratos? ¿Por qué se encuentran todos esos fósiles en los estratos? ¿Cuál es la respuesta para todas estas interrogantes?
EL DILUVIO DEL GÉNESIS. La respuesta es que un gran Diluvio (el descrito en la Biblia en Génesis capítulos 6 al 9), cubrió rápidamente toda la tierra con agua, y cuando ésto sucedió, múltiples sedimentos de piedras redondas, grava, arcilla, y arena, fueron depositados sucesivamente y en los diferentes estratos, en los cuales, quedó sepultada toda la vida vegetal y animal de ese tiempo. Al quedar bajo enorme presión, estos sedimentos se convirtieron en lo que conocemos hoy como las “rocas sedimentarias”. (La arcilla se convirtió en pizarra; la arena en lajas; y las mezclas de grava, arcilla y arena, formaron rocas compactas). Toda esa gran masa de material depositado por el agua, cubrió a millones de seres vivos, siendo el resultado, los fósiles actualmente presentes en los diferentes estratos de roca sedimentaria.
Cuando el Diluvio inundó el mundo, los primeros en ser sepultados fueron los animales de lento movimiento; luego le siguieron los animales con mayor tamaño y con movilidad algo más rápida, y así sucesivamente. Así, actualmente, al excavar esos estratos rocosos, encontramos que el estrato más profundo, tiende a tener las criaturas de movimiento más lento; y que en los estratos superiores, se pueden encontrar progresivamente, los fósiles de animales con movimientos más rápidos.
Los científicos evolucionistas aseguran que los estratos más profundos tienen millones de años (570 millones de años para el más antiguo: el Cámbrico), y que el que está por encima de todos, es el más reciente. Así se dice que el Plioceno, tiene 10 millones de años de antigüedad; y el Pleistoceno, 2 millones de años.
Pero descubriremos que la realidad es que las evidencias indican que todos los estratos sedimentarios, con todo y su cúmulo de fósiles, fueron depositaron en un corto periodo de tiempo.
¿HAY SUFICIENTES EVIDENCIAS DISPONIBLES? Antes de continuar, es vital saber si se dispone de suficientes evidencias para resolver el problema de los fósiles. ¿Podemos actualmente saber con seguridad, si de acuerdo con el registro fósil, la evolución ha ocurrido o no?
Sí, ¡sí lo podemos saber! Desde principios del siglo XIX, muchos han trabajado arduamente, tratando de encontrar evidencias de la evolución en los estratos fósiles.
“La suficiencia del registro fósil como para proporcionar evidencias concluyentes, está sustentada por el hecho de que 79.1 por ciento de las familias de vertebrados terrestres en existencia hoy, ya están representadas en los fósiles. (Si se incluyen las aves, sube a 87.7 por ciento).” R.H. Brown, “The Great Twentieth-Century Myth”, en Origins, Enero 1986, p. 40.
“Charles Darwin mantuvo grandes expectativas en la geología y la paleontología, pero aún en 1859 [cuando publicó su libro El origen de las especies], él admitió que ya ambas representaban la evidencia más contundente en contra de su teoría.
Para él, los fósiles constituían un desconcertante rompecabezas, pues no revelaban evidencia alguna de una evolución gradual y continua de la vida, a partir de un ancestro común. Así, aunque para Darwin los fósiles eran un enigma, ignorando el problema, encontró consuelo en la fe que tenía de que futuras excavaciones, revirtieran la situación, y finalmente comprobaran que su teoría era correcta.”
“Él declaró en su libro El origen de las especies: ‘El registro geológico es extremadamente imperfecto y esto explica, en gran medida, por qué es que no encontramos las variedades intermedias, que relacionan a todas las formas de vida extintas y existentes entre sí, mediante finos y graduados pasos. Aquel que rechace estos puntos de vista sobre la naturaleza del registro geológico, con toda razón rechazará mi teoría entera’ [citado de la sexta edición (1901) del libro de Darwin, páginas 341-342].
“Ahora, más de 120 años después, y tras una exploración geológica por demás extensa y cuidadosa de todos los continentes y del fondo del mar, el cuadro es mucho más vívido y completo de lo que era en 1859. Se han descubierto depósitos que contienen cientos de miles de millones de fósiles, de tal manera que nuestros museos están atestados con más de 100 millones de fósiles, de 250 mil especies diferentes. La disponibilidad de esta profusa cantidad de sólidos datos científicos, debería permitir a los investigadores objetivos, determinar si Darwin iba por buen camino.” Luther D. Sunderland, Darwin’s Enigma (1988), p. 9 [Las cursivas son nuestras]. 
“Hay, en los museos alrededor del mundo, cien millones de fósiles, todos identificados y catalogados.” Porter Kier, citado en New Scientist, Enero 15, 1981, p. 129.
Siendo que en los museos y en otras colecciones privadas, hay cien millones de fósiles, estos deberían ser más que suficientes como para que se localizaran los eslabones perdidos y se comprobara así, la teoría de la evolución.
Así es. Ya se dispone de suficiente información como para que se pueda determinar con certeza, a partir del registro fósil, si la evolución alguna vez ocurrió en nuestro planeta. Este capítulo les presentará un resumen de los datos disponibles.
“La razón de las aparentes abruptas apariciones, y de las brechas (entre las especies), ya no puede atribuirse a la imperfección de los registros fósiles, como lo era para Darwin, cuando la paleontología era una ciencia joven. Con más de 200 millones de especímenes catalogados, y correspondientes a 250 mil especies fosilizadas, muchos paleontólogos evolucionistas, como Stanley, aceptan que el registro de fósiles es suficiente.” W.R. Bird, The Origin of Species Revisited (1954), p. 48 [Las cursivas son  nuestras].
“En parte, el papel de la paleontología en la investigación evolutiva se ha definido de manera estrecha, debido a la falsa creencia, que data de los tiempos de Darwin y sus primeros seguidores, de que el registro fósil está deplorablemente incompleto. En realidad, el registro tiene la suficientemente alta calidad, como para permitirnos emprender, a nivel de las especies, ciertos tipos de análisis significativos.” *S. Stanley, "Macroevolution," p. 1 (1979).
“Se han identificado más de 10 mil especies fósiles de insectos; más de 30 mil especies de arañas, y números similares de criaturas marinas. Sin embargo, es muy improbable que se encuentren evidencias de los cambios que paso a paso, condujeron a una transición evolutiva mayor. La supuesta transición de insectos sin alas a insectos con alas, aún está por encontrarse, lo mismo que la transición entre los dos tipos principales de insectos con alas: Los paleópteros (como las libélulas), y los neópteros (la mosca común, los escarabajos, las hormigas, y las abejas).” *Fred Hoyle, “The Intelligent Universe: A New View of Creation and Evolution”, 1983, p. 43.
150 AÑOS DE EVIDENCIAS ACUMULADAS. Debido a tan inmensa cantidad de evidencias fósiles, *Heribert-Nilsson de la Universidad de Lund en Suecia, tras 40 años de estudios en paleontología y botánica, afirmó que los faltantes (los eslabones perdidos), ya no se encontrarán jamás.
“A partir de los hallazgos paleobiológicos disponibles, no es posible ni siquiera hacer una caricatura [un vago esbozo] de la evolución.
El material fósil es ahora tan completo que... la falta de series transicionales, no puede atribuirse a la escasez del material. Las deficiencias son tan reales que nunca serán remediadas.” *N. Heribert-Nilsson, Synthetische Artbildung (The Synthetic Origin of Species), 1953, p. 1212.
Desde hace más de un siglo y por el estudio de los fósiles, suficiente cantidad de evidencias fósiles se ha acumulado como para determinar que los fósiles que deberían llenar las brechas que hay entre los géneros del Génesis, no podrán encontrarse jamás. Incluso *Charles Darwin admitió este problema en su libro: “¿eslabones intermedios? Ciertamente, la geología no revela ningún cambio gradual, orgánico y discreto, y esta es quizá la más obvia y seria objeción que puede argüirse en contra de la teoría [de la evolución].” *Charles Darwin, Origin of the Species, citado en *David Raup, "Conflicts Between Darwin and Paleontology", en Field Museum Bulletin, Enero 1979.
Por más de un siglo, cientos de personas han dedicado a esto su vida, en un intento por encontrar los eslabones perdidos. Si las formas transicionales que conectan una especie con otra, en realidad existieron, a estas alturas, ya se habrían encontrado.
Sunderland (ya citado anteriormente), dijo: “Nuestros museos están repletos con más de 100 millones de fósiles, de 250 mil especies diferentes”.
A continuación, en dos breves párrafos, se proporciona una clara descripción de la magnitud del problema del eslabón perdido:
“El tiempo requerido para que uno de estos invertebrados evolucione hasta un vertebrado, o un pez, se ha calculado en aproximadamente en 100 millones de años; y se cree que la evolución de un pez en anfibio, requirió de alrededor de 30 millones de años.
La esencia de la nueva visión darwiniana, es la de una evolución lenta y gradual. De una planta o animal en otro, mediante la gradual acumulación de micro-mutaciones, y gracias a la selección natural de las variantes más favorecidas.
“Si el punto de vista de la evolución es cierto, el registro de fósiles ya debería haber producido un enorme número de formas transicionales. Los museos de historia natural deberían estar rebosando con incuestionables formas intermedias. Alrededor de 250 mil especies de fósiles han sido colectadas y clasificadas. Tales fósiles han sido recolectados al azar, de rocas que se supone que representan todos los periodos geológicos de la historia de la tierra. De acuerdo con la teoría de la evolución y la ley de probabilidades, la mayoría de estas 250 mil especies deberían representar formas transicionales. De ahí que, si la evolución es cierta, no debería ya haber dudas, cuestionamientos, o debates, respecto al hecho de la evolución,” Duane T. Gish, “The Origin of Mammals”, en Creation: the Cutting Edge (1982), p. 76.
La cita anterior constituye un excelente resumen del problema de las brechas sin fósiles. Supuestamente, el registro fósil contiene un registro de los miles de millones de años de vida terrestre. Si toma “100 millones de años” para que un invertebrado evolucione, a través de formas transicionales, hasta llegar a ser un pez, los estratos fósiles deberían mostrar vastos números de las formas intermedias correspondientes. Pero nunca las muestran. Los científicos que discuten estos hechos entre ellos; deberían cumplir con su responsabilidad de comunicárselos al público.
La evidencia apoya la información proporcionada en el libro más antiguo existente en el mundo: el libro de Génesis.
2. FECHADO DE ESTRATOS Y FÓSILES
¿CÓMO SE DETERMINA LA EDAD DE LAS ROCAS? Existe una abundante cantidad de fósiles, diseminada por todo el mundo, en varios de los estratos sedimentarios; pero ¿cómo se determina la edad de las rocas y los fósiles? En esta sección aprenderemos  que la edad de las rocas se determina a partir de las teorías sobre los fósiles, y que la edad de los fósiles se determina a partir de las teorías sobre las rocas.
“Difícilmente tomaremos un periódico o una revista en la actualidad sin que se nos informe, exactamente, cuántos millones de años atrás, ocurrió un acontecimiento notable en la historia de la tierra.” *Adolph Knopf, citado en Isaac Asimov’s Book of Science and Nature Quotations, p. 62 [Knopf fue un geólogo estadounidense].
Examinemos el proceso de datación o determinación de la edad con mayor detenimiento.
LA HISTORIA REAL. La historia real data de hace 4,500 años. La primera dinastía de Egipto dejó registros que se remontan al año 2,200 a.C.  (Esa es la fecha corregida según lo determinaron los eruditos).
El relato de Maneto se remonta a 3,500 a.C. Véase el capítulo 21 (Fechado arqueológico). [Debido a la falta de espacio, tuvimos que omitir casi todo ese capítulo en este libro; pero puede consultarse completo, en nuestro sitio de Internet]. Moisés comenzó a escribir parte de la Biblia alrededor de 1,480 a.C., y él escribió sobre acontecimientos ocurridos hacia el 4,000 a.C. Sin embargo, los evolucionistas aseguran que ellos pueden determinar la edad de esta o aquella roca, que data de hace millones de años.
La columna geológica entera (desde su parte inferior hasta la superior), se supone que abarca un periodo de 2 mil millones de años, y a cada estrato, se le han asignado millones de años. ¿Sobre qué bases presuponen que pueden asignarle fechas tan antiguas, al origen de las diversas rocas? Con la excepción de la lava de alguna erupción volcánica reciente, nadie ha presenciado el momento en que las rocas se depositaron por primera vez. Una persona recoge un pedazo de roca perteneciente a un pasado distante, y a pesar de que ella sólo cuenta con medio siglo de edad, afirma que puede determinar que la edad de la roca es de 110 mil millones de años.
LA EDAD NO SE DETERMINA POR LA APARIENCIA. La edad de las rocas no se determina por su apariencia, pues rocas de todo tipo (piedras calizas, pizarra, gabro, etcétera), se pueden encontrar en todas las “eras” evolutivas. Tampoco se determina la edad de las rocas por su contenido de minerales, metales, o petróleo, pues todo tipo de minerales se pueden encontrar en prácticamente cualquier “era”.
LA EDAD NO SE DETERMINA POR LA UBICACIÓN. La edad de las rocas no se determina de acuerdo con las rocas vecinas a ella. Las rocas que se encuentran por encima de ciertas rocas en un estrato sedimentario, pueden ser las mismas que están por debajo de esas rocas, en el siguiente estrato. Así, las “rocas más antiguas” pueden situarse por encima de las llamadas “rocas más jóvenes”. Tampoco puede fecharse las rocas, por su estructura, fracturas, defectos, o pliegues. Nada de eso influye en el fechado que los evolucionistas aplican a las rocas. Los libros de texto, las revistas, y las exhibiciones de los museos, dan la impresión de que es la ubicación de los estratos lo que determina su edad, pero esto no es cierto.
“En efecto, es un hecho (físico-estratigráfico) bien establecido, que las rocas unitarias y sus límites, a menudo traspasan los planos de tiempo geológico, de manera sumamente irregular, aún en distancias cortas.” *J.A. Jeletzsky, “Paleontology, Basis of Practical Geochronology”, en Bulletin of the American Association of Petroleum Geologists, Abril 1956, p. 685.
LA EDAD NO SE DETERMINA POR LA UBICACIÓN EN EL PLANO VERTICAL. La edad de las rocas, no se determina por lo alto o profundo que estén, en los estratos, en otras palabras, porque sean las rocas de “encima,” o las “del fondo,” o las de “en medio.” Su ubicación en el plano vertical y su secuencia, poco  influyen en este asunto. Tiene que ser así, ya que la disposición de los estratos en cualquier parte del mundo, muestra pocos indicios de uniformidad. (Más sobre el tema, después, en este capítulo).
LA EDAD NO SE DETERMINA POR LA RADIACTIVIDAD. La edad de los estratos rocosos no se determina por su contenido de minerales radiactivos. Su fechado fue determinado décadas antes de que alguien escuchara o pensara en la datación radiactiva. Además, aprendimos en el capítulo sobre métodos de fechado, que son tantas las circunstancias por las que la datación radiométrica puede ser incorrecta, que no nos atrevemos a confiar en el uranio o minerales similares, como métodos confiables de fechado.
El hecho es que la edad de las rocas, no se determina por ninguna de sus características físicas. ¿Cómo son entonces, fechadas?
¿DATACIÓN DE ACUERDO A LOS FÓSILES? Se dice que la edad de los estratos se determina por sus  fósiles. Bueno, ahora sí llegamos a algo concreto. Aunque los estratos en ocasiones están mezclados, o por encima o debajo de donde deberían de estar, o simplemente ausentes, cuando menos, podemos determinar la edad de los presentes, de acuerdo con los fósiles que contienen.
Pero ¡Un momento! No podemos determinar la edad del estrato ni aún basándonos en el 99 por ciento de sus fósiles, puesto que ¡los mismos tipos de fósiles encontrados en un estrato, están también presentes en muchos otros estratos!
Además, en cada estrato se encuentran millones de fósiles que representan cientos e incluso miles de especies diferentes de vida vegetal o animal.
Por todo lo anterior, lo que encontramos es un verdadero laberinto desconcertante con estratos mezclados y hasta inexistentes, cada uno, con restos fósiles de una amplia variedad de plantas y animales antiguos, que podemos encontrar incluso en otros estratos rocosos.
Y aún así, en medio de tal confusión, los evolucionistas nos aseguran que la datación por fósiles es de extrema importancia, lo cual es cierto, pues sin ella, el científico evolucionista no tendría fundamento para teorizar sobre las “eras antiguas” de la tierra. El fechado por fósiles, es crucial para su teórico castillo de naipes.
Pero si la edad de las rocas no puede determinarse de acuerdo a la mayoría de los fósiles que contienen, ¿cómo entonces se determina la edad de las rocas?
LA EDAD DE LAS ROCAS SE DETERMINA POR LOS FÓSILES INDICE.  (*#5/6 Index Fossils*). De acuerdo con los evolucionistas, la edad de un estrato está determinada por la presencia de lo que ellos llaman sus “fósiles índice” o indicadores. Así, en cada estrato se han identificado fósiles que generalmente no apareen en los otros estratos, y que han sido tomados como justificación para fechar tanto al estrato como a todos los demás fósiles encontrados en él.
Aunque les parezca ridículo, esa es la forma en que se calcula la edad de los estratos. Pues ¿qué magia hay en estos fósiles que tienen el poder de decirle a los humanos la FECHA en que vivieron? (o sea, cuántos millones de años atrás). Por lo general, los fósiles indicadores son pequeños invertebrados marinos (sin columna vertebral), que no hubieran podido subir a niveles superiores, en el tiempo del diluvio. Aún así, se supone que su presencia es prueba plena y cierta, de que un estrato sedimentario es tantos millones de años menor o mayor que otro.
Pero, igual de misteriosamente, la magia desaparece cuando se encuentra que un fósil índice sigue vivo aún. “La mayoría de las especies de culandrillo [una clase de helecho], se encuentran extintas; y en efecto, ellas sirvieron como fósiles indicadores para su estrato, hasta que se encontró uno vivo”. “El fósil más reciente del celacanto (un pez enorme), tiene alrededor de 60 millones de años; pero desde que se descubrió uno vivo, en las costas de Magadascar, ya dejó de ser utilizado como ‘fósil indicador’ (o sea, como fósil que es capaz de determinar la madures y edad de los demás fósiles presentes en ese estrato).” Michael Pitman, Adam and Evolution (1984), pp. 186, 198.
La realidad es que dentro de cada estrato, se encuentra una absoluta confusión de miles de diferentes tipos de plantas y animales. Aún así, los evolucionistas sostienen que basta con que se encuentre uno sólo de estos tipos de criaturas (un “fósil indicador”), para que automáticamente, a un estrato se le asigne un nombre, y más: una edad (que se remonta a millones de años atrás), que corresponderá a cuando se supone que todas esas criaturas vivieron. Pero, en realidad no hay manera de determinar, con sólo examinar un fósil indicador en particular, qué tantos millones de años atrás existió. Así, todo esto no es más que parte de una fantástica teoría evolucionista, que en realidad, no es otra cosa que un gigantesco fraude. Y muchos científicos expertos, ya la han denunciado como falsa.
A cualquier roca que contenga fósiles de un tipo de trilobite (Paradoxides) se le denomina roca “cámbrica,” suponiéndose por ello, que la edad de todas las otras criaturas que se encuentre en esa misma roca, será de hace 600 millones de años; mientras que las rocas que contienen otro tipo de trilobite (Bathyurus), son clasificadas arbitrariamente, como correspondientes al periodo Ordoviciano, que se extendió durante 45 millones de años, a partir de hace 480 millones de años.
Pero ¿cómo pudo alguien idear tan antiguas fechas sólo con examinar dos variedades diferentes de trilobites? La verdad es que no es posible, y que no es más que ciencia ficción pretender hacerlo.
Añada a esto el problema de la mezcla de fósiles indicadores (cuando fósiles indicadores de varios estratos, son encontrados juntos). Ese es un problema que los paleontólogos no discuten en público. Así, a medida que analizamos un aspecto tras otro de la evolución (estelar, geológica, biológica, genética, etcétera), encontramos que no es sino poco más que un libro de historietas de ciencia ficción, cuidadosamente elaborado.
LA EDAD DE LOS FÓSILES SE DETERMINA POR UNA TEORÍA. Pero ahora surge la incógnita: ¿Cómo pueden los geólogos evolucionistas saber qué fechas aplicar a los fósiles indicadores? La respuesta a esta pregunta es: “De acuerdo con una teoría.”
Así es como lo hacen: Primero, los darwinistas especulan sobre cuáles animales aparecieron primero, y en qué fecha entraron a escena. Luego, determinan la edad de las rocas de acuerdo con su teoría (sin tomar en cuenta la gran mezcla de otros fósiles presentes en ese estrato), y asignándoles (arbitrariamente) a ciertos fósiles “indicadores,” fechas y antigüedad, basadas en su teoría. Este no es sino un gigantesco fraude fundado en un razonamiento circular.
 “Los fósiles proporcionan la única evidencia histórica y documental, sobre que la vida evolucionó de formas simples a formas cada vez más complejas.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology, 2ª edición (1960), p. 47.
La conclusión sobre qué fósiles aparecieron primero, se basa en presuposiciones hechas por la teoría de la evolución: Así, los estratos rocosos son analizados; unos cuantos fósiles indicadores son localizados (si es que se encuentran); y de acuerdo con ello, a cada estrato se le da un nombre. Puesto que los estratos pueden encontrarse por arriba, por abajo, o en medio de otros estratos, y en la mayoría de los lugares, algunos hasta pueden estar ausentes, ¿cómo pueden los teóricos “determinar la edad” de cada estrato? Pues la realidad es que lo hacen a base de especulación evolutiva, y simplemente asignándoles las fechas que se imaginan que deben tener.
Este tipo de actividad se debe calificar como ficción interesante, pero seguramente, no puede ser considerada ciencia. Así, la verdad es ésta: Que fue la teoría de la evolución la que se utilizó para determinar la edad de los fósiles; y no los estratos, ni los “fósiles indicadores.”
“Los paleontólogos de vertebrados se han apoyado en la ‘etapa de la evolución,’ como el criterio para determinar la relación cronológica de la fauna. Antes del establecimiento de las fechas físicas, la progresión evolutiva era el mejor método para determinar la edad de los estratos fosilíferos.” *J.F. Evernden, *O.E. Savage, *G.H. Curtis, y *G.T. James, “K/A Dates and the Cenozoic Mammalian Chronology of North America,” en American Journal of Science, Febrero 1964, p. 166.
Estratos fosilíferos” son aquellos que contienen fósiles. Tenga en mente que sólo las rocas sedimentarias tienen fósiles, pues fueron los sedimentos depositados en el tiempo del Diluvio, que luego se endurecieron bajo la presión, y posteriormente se secaron convirtiéndose en rocas. En las capas fundamentales de granito, basalto, etc., no se encuentran fósiles.
“Supuestamente, el fechado de cada estrato y de todos los fósiles que se encuentren en él, se basa en los fósiles indicadores, pero la realidad es que se basa en las especulaciones sobre la evolución, y ninguna otra cosa más.” “Mientras más se estudia la paleontología, más se tiene la seguridad de que la evolución se basa sólo en la fe.” Randy Wysong, The Creation-Evolution Controversy (1976), p. 31.
Los “fósiles indicadores” se fechan de acuerdo con la teoría. Pues en medio de la confusión de los estratos mezclados y los faltantes, no habría forma posible de “fechar” las rocas (o fósiles), por las condiciones catastróficas de los estratos sedimentarios, donde se aprecia una absoluta confusión. Así que los evolucionistas aplican su teoría a los estratos.
Así, decidieron que ciertos gusanos de agua presentes en un estrato, eran 80 mil años más antiguos que otros gusanos de agua, presentes en otro estrato; y luego, de acuerdo con lo anterior, determinaron la edad de todos los otros fósiles presentes en ese mismo estrato. ¿No les parece esto algo absurdo? ¿Cómo pudo haberse determinado la edad a un gusano de agua de hace millones de años?
“Debido a la esterilidad de sus conceptos, la geología histórica, la cual abarca la paleontología [el estudio  de los fósiles] y la estratigrafía [el estudio de los estratos rocosos], se ha vuelto estática e improductiva. Los métodos actuales para delimitar los intervalos de tiempo, los cuales son las unidades fundamentales de la geología histórica, y para establecer las cronologías, son de dudosa validez. Peor aún, los criterios de correlación (el intento de igualar en el tiempo, o sincronizar, la historia geológica de un área con la de otra), son por lógica, vulnerables. Los hallazgos de la geología histórica son dudosos porque los principios en los cuales se basa, son inadecuados (en cuyo caso deberían reformularse), o falsos (en cuyo caso deberían descartarse).
Pero la mayoría de nosotros [los geólogos], se rehúsa a descartar o reformular, y el resultado es el presente estado deplorable de nuestra disciplina.” *Robin S. Allen, “Geological Correlation and Paleoecology”, Bulletin of the Geological Society of America, Enero 1984, p. 2.
Con los impresionantes nombres y los grandes números que se les han asignado a los diversos estratos, se ha intentado darles un aire de autoridad científica. La gente común, que no es experta en la nomenclatura de la paleontología, cuando se enfrenta a estas listas de grandes palabras, tiende a darse por vencida, pues consideran que tales listas son demasiado imponentes como para ser entendidas, y aún menos, cuestionadas.
Pero la verdad es que tales impresionantes nombres y grandes números, sólo cubren una teoría vacía, sin evidencia sustancial que la fundamente.
RAZONAMIENTO CIRCULAR (*#6/10 Circular Reasoning*). Al examinarla, nos damos cuenta que la teoría sobre el fechado de los estratos, está basada en un razonamiento circular.
“El razonamiento circular” es un método de falsa lógica, mediante el cual “ésto se utiliza para probar aquello, y aquello se utiliza para probar esto”. También se le llama “razonando en círculo.” Desde hace más de cien años, se describió mediante la frase circulus in probando, que en latín significa “un círculo en la prueba”.
Hay varios tipos de razonamiento circular usados para sustentar la teoría de la evolución, y uno de ellos es el usado con relación al método de fechado geológico, en el que “el fechado de los fósiles se determina de acuerdo con el estrato en que se encuentran, y a la vez, el fechado del estrato de determina de acuerdo con los fósiles que en él se encuentran.” Otro razonamiento circular de la evolución dice: “los fósiles y las rocas se interpretan de acuerdo con la teoría de la evolución, y la teoría de la evolución es comprobada, de acuerdo con la interpretación que se le dé a los fósiles y las rocas”.
Así, los evolucionistas: 1. Utilizan su teoría de los estratos rocosos para determinar la edad de los fósiles, y luego, 2. Utilizan su teoría de los fósiles para determinar la edad de los estratos rocosos.
Así han comentado el problema del razonamiento circular, varios científicos: “La acusación de que la construcción de la escala geológica implica circularidad, tiene cierta validez,” *David M. Raup, “Geology and Creationism”, Field Museum of Natural History Bulletin, Marzo 1983, p. 21.
“Las personas inteligentes, aunque no versadas en el asunto, desde hace mucho han sospechado la presencia de razonamiento circular cuando se usan las rocas para determinar la edad de los fósiles, y se usan a los fósiles para determinar la edad de las rocas. Los geólogos nunca se han molestado en pensar en una buena respuesta; pues sienten que no vale la pena el esfuerzo de explicarlo, siempre y cuando se obtengan resultados en su trabajo; pero tal actitud supone un pragmatismo tipo “cabeza dura.” *J.E. O’Rourke, “Pragmatism versus Materialism and Stratigraphy”, American Journal of Science, Enero 1976, p. 48.
“¿Sostienen las autoridades, por un lado, que la evolución se documenta mediante la geología y, por otro, que a geología se documenta mediante la evolución? ¿Qué no es este, un argumento circular?” *Larry Azar, “Biologists, Help!”. BioScience, Noviembre 1978, p. 714.
Esto es lo que escribió un profesor de paleobiología de la Universidad Estatal de Kansas: “Contrariamente a lo que la mayoría de los científicos dicen en sus escritos, el registro de los fósiles no respalda la teoría darwiniana de la evolución, dado que es esa teoría (junto con otras más), la que usamos para interpretar el registro fósil. Pero al hacerlo, nos hacemos culpables de caer en un razonamiento circular, cuando luego decimos que el registro fósil, sustenta esa teoría.” *Ronald R. West, “Paleontology and Uniformitarianism”, en Compass, Mayo 1968, p. 216.
*Niles Eldredge, director del Departamento de Paleontología del Museo Estadounidense de Historia Natural, en Chicago, comentó lo siguiente: “Y esto conlleva cierto problema, pues si determinamos la edad de las rocas por sus fósiles, ¿cómo es que después podemos voltearnos y hablar de los patrones de cambio evolutivo a través del tiempo, por el registro fósil?” *Niles Eldredge, Time Frames: The Rethinking of Darwinian Evolution, 1985, p. 52.
El preservador de las colecciones zoológicas de la Universidad de Oxford escribió lo siguiente: (Aquí) “surge un argumento circular:
Interprete el registro fósil de acuerdo con una particular teoría de la evolución; examine tal interpretación, y luego, note que ésta confirma la teoría. Pues claro que lo haría ¿o no? *Tom Kemp, “A Fresh Look at the Fossil Record”, New Scientist 108, Diciembre 5, 1985, p. 66.
UNA DOBLE CÍRCULAR. El razonamiento circular es la base, no sólo de la teoría de los fósiles, sino de toda la teoría de la evolución.
En primer lugar, el razonamiento circular da las bases sobre la “evidencia” de que la evolución ocurrió en el pasado (cuando la edad de los fósiles se determina mediante la teoría de datación de los estratos; y la edad de los estratos se determina mediante los fósiles).
Y en segundo lugar, el razonamiento circular, da las bases sobre el “mecanismo” mediante el cual, en algún tiempo, se supone que ocurrió la evolución (Por ejemplo: Los sobrevivientes sobreviven. Los más aptos sobreviven porque son más aptos. Pero aún así, de acuerdo con esto, todo lo que lograron fue sobrevivir, y no evolucionar, transformándose en algo mejor. (Véase el capítulo 9: La Selección Natural).
A través de este libro, encontraremos muchos otros ejemplos de la extraña lógica usada por los evolucionistas: 1. Que la materia tuvo que provenir de algo: por lo tanto, que de algún modo, tuvo que provenir de la nada (capítulo 2: El Big Bang y La Evolución Estelar); 2. Que los seres vivos tuvieron que proceder de algo; por lo tanto, que de alguna manera, tuvieron que surgir a partir de tierra sin vida. (Capítulo 7: El Medio Ambiente Primitivo).
Mediante el uso del razonamiento circular, la teoría de la evolución pretende separarse (no sujetarse), de las leyes de la naturaleza; pues hay factores limitantes en las leyes de la química, biología, y física, que impiden que la materia, o los seres vivos, se originen a partir de la nada, o que evolucionen.
Así, toda la teoría de la evolución se basa en un inmenso razonamiento circular, ya que al aceptar su teoría, los evolucioncitas aceptan junto con ella, todas las demás ideas absurdas que pretenden probarla.
“Pero el peligro de la circularidad sigue presente. Para la mayoría de los biólogos, la razón más poderosa para aceptar la hipótesis de la evolución, es su aceptación de alguna teoría que la incluye. Pero hay otra dificultad: El ordenamiento temporal de los eventos biológicos más allá de la sección local, involucra críticamente, una correlación paleontológica, la cual presupone la no repetibilidad de los eventos orgánicos en la historia geológica. Aunque existen varias justificaciones para esta presuposición, la mayoría de los paleontólogos contemporáneos, aceptan que se apoyan en la aceptación de la hipótesis evolutiva.” *David G. Kitts, “Paleontology and Evolutionary Theory”, en Evolution, Septiembre 1974, p. 466.
 PROBLEMAS FUNDAMENTALES. A medida que estudiamos el registro de los fósiles, nos encontramos con una variedad de problemas muy serios que socavan la teoría de los estratos y los fósiles. Tres de los más importantes son los siguientes: 1. Que en el fondo de todos los estratos fosilíferos (de la columna geológica), se encuentra el estrato Cámbrico, que encontramos que está repleto de forma de vida complejas y multicelulares. A esto, se le denomina “la explosión cámbrica,” por la súbita aparición simultánea, de múltiples formas de vida. 2. Que no hay (formas) especies transicionales en ninguna parte de toda la columna geológica. A este problema también se le ha denominado el de las brechas sin fósiles, o de los eslabones perdidos. 3. Que es frecuente encontrar estratos fuera de lugar, o en desorden.
Tanto aislados como en conjunto, estos tres problemas destruyen el argumento evolutivo de los estratos rocosos. Pero aún existen muchos más problemas.
3. LA COMPLEJIDAD INICIAL
QUE EL MÁS SENCILLO ES IGUAL DE COMPLEJO. Debido a que las aguas del Diluvio primero cubrieron a todas las criaturas que no podían escapar con rapidez a niveles más altos, algunos de éstos “animales más sencillos,” fueron enterrados en los estratos sedimentarios más bajos. Sin embargo, todas esas criaturas ya contaban con complejas estructuras internas.
Unas de las criaturas más comúnmente encontradas en el estrato fosilífero más profundo (el Cámbrico), son los trilobites. Estos eran pequeñas criaturas que nadaban y pertenecían al mismo grupo que los insectos (los artrópodos). Sin embargo, minuciosos estudios, han revelado que tenían ojos extremadamente complejos.
Las matemáticas necesarias para analizar la estructura de sus lentes, son tan complicadas, que no pudieron desarrollarse sino hasta mediados del siglo XIX.
Un experto, *Norman Macbeth, en un discurso en la Universidad de Harvard, en 1983, declaró lo siguiente: “He tratado con biólogos durante los últimos veinte años, y me he dado cuenta que de algún modo, les ha estorbado su excesiva educación. Desde la niñez se les ha sumergido en la visión darwiniana, y como resultado de ello, ésta ha tomado posesión de sus mentes a tal grado, que casi son incapaces de apreciar muchos sucesos que no armonizan con el darwinismo. Con frecuencia, estos hechos no existen para ellos; y en otras ocasiones, parecen ser excluidos o distorsionados. Permítanme darles varios ejemplos:
“Primero, y quizá el más importante, es la aparición inicial de los fósiles, ocurrida en el tiempo llamado ‘Cámbrico,’ hace 600 millones de años según lo estimado por los fósiles. Pero los fósiles que aparecen en ese tiempo [en el Cámbrico], muestran formas bastante bien desarrolladas. No empezaron muy abajo y evolucionaron poco a poco, durante largos periodos de tiempo. Así, en el más bajo de los estratos con fósiles [el Cámbrico], ya aparecen seres bastante desarrollados, y con formas más o menos parecidas a las actuales.”
“Un ejemplo de estos pequeños animalitos, es el llamado trilobite. Hay una gran cantidad de trilobites fosilizados, desde el principio mismo, sin que haya progresión [sin formas de vida intermedia que por evolución, nos lleven a él]. Y si se los examina de cerca, encontrarán que no son animales sencillos. Son pequeños, pero tienen unos ojos que se han examinado a fondo en años recientes: ojos que simplemente, son asombrosos.
“Están formados por docenas de pequeños túbulos, todos colocados en ángulos ligeramente diferentes, con el fin de cubrir todo el campo visual. Así, cada  túbulo apunta a cada uno de los puntos del horizonte. Pero estos túbulos son aún mucho más complejos, pues contienen una lente que está ópticamente orientada en una forma por demás complicada, y además, para poder ver, todos (los túbulos con lentes), tienen que estar unidos a otra capa localizada justo en el sitio correcto... Así, mientras más complicado es (este ojo), menos probable parece que simplemente se hubiera desarrollado a partir de la nada.”
“Esta situación ha preocupado a todos desde el principio. Es como tenerlo todo desde el mismo comienzo del drama; como si “desde que se abre el telón (y aparecen las primeras formas de vida en el estrato cámbrico],” los actores ya se encuentran en el escenario, listos, y con vestimentas completamente modernas.” *Norman Macbeth, Speech at Harvard University, Septiembre 24, 1983, citado en L.D. Sunderland, Darwin’s Enigma (1988), p. 150.
Recuerde que estamos hablando sobre una de las criaturas más comunes en el fondo de los estratos fósiles, y del que sin embargo, Science News declaró que el trilobite tenía “el lente ocular más sofisticado jamás producido por la naturaleza.” (*Science News 105, Febrero 2, 1974, p. 72).
Cada ojo de los trilobites tenía dos lentes. He aquí lo que escribió uno de los principales investigadores de los trilobites: “De hecho, esta combinación de dos lentes oculares, se corresponde mucho con dispositivos típicamente asociados con los inventados por los humanos, por lo que descubrir que ya existían en los trilobites, fue realmente sorprendente; pero considerar que los trilobites desarrollaron y usaron tales dispositivos oculares, hace 500 mil millones de años, hizo que nuestra sorpresa fuera aún mayor. Pero un descubrimiento final: que la interface de refracción entre las dos lentes oculares del trilobite, fue diseñada (“diseñada”) de acuerdo con la construcción óptica ideada por Descartes y Huygens a mitad del siglo XVII, raya ya en la más pura ciencia ficción... Así, el diseño de las lentes oculares del trilobite, bien podría calificar para el registro de una patente. *Riccardo Levi-Setti, Trilobites, segunda edición, University of Chicago Press, 1993, pp. 54, 57.
Criaturas en extremo complicadas desde el principio mismo, y sin nada que condujera a ellas: Tal es el testimonio de los estratos. “Las rocas claman” y tienen un mensaje que comunicarnos. ¿Lo estamos escuchando?
ESOS MARAVILLOSOS TRILOBITES. Hay enormes cantidades de complejos trilobites en el estrato cámbrico; y sin embargo, debajo del Cámbrico prácticamente no hay nada que se semeje a un fósil. Como se mencionó antes, estas pequeñas criaturas ya tenían ojos maravillosamente complicados; pero además, tenían otras características muy avanzadas:
1. Patas articuladas y apéndices, lo que indica que tenían complejos sistemas musculares. 2. Un exoesqueleto queratinoso (una sustancia dura como cubierta exterior). 3. Ojos compuestos y antenas, lo cual indica un sistema nervioso complejo. 4. Órganos respiratorios especiales, que indican un sistema circulatorio sanguíneo. 5. Boca con partes complejas, lo indica que sus requerimientos alimenticios eran complejos.
Otro de los muchos tipos de criaturas que se encuentra en abundantes cantidades en el estrato cámbrico, son los gusanos marinos segmentados. Como sucede con los trilobites, encontramos que también poseen una musculatura compleja, requisitos y hábitos especializados de alimentación, sistema circulatorio sanguíneo, y un avanzado sistema nervioso.
NO HAY DE LO SIMPLE A LO COMPLEJO. Los evolucionistas sostienen que el registro de fósiles va de lo simple a lo complejo. Pero los investigadores han descubierto que las criaturas “simples” eran a la vez, complejas. De hecho, en realidad son pocos los ejemplos del registro fósil en que se puede decir que hay una progresión de “lo simple a lo complejo”. Esto se debe en parte, al hecho de que los fósiles aparecieron todos súbitamente, y en grandes cantidades y variedades; en demasía, como para encontrar progresión de sencillo a complejo. Ya desde el principio, se encuentran órganos complejos, tales como estómagos, intestinos, cerdas y espinas; ojos y  sensores, que demuestran la presencia de un sistema nervioso. Por ejemplo, considere las especializadas células aguijón (nematocistos) incluidas en el cuerpo de las aguamalas, con sus arpones en forma de hilo en espiral, y que son disparadas repentinamente. ¿Cómo podrían éstas haber evolucionado?
No permita que nadie le asegure que en el estrato cámbrico sólo hay criaturas “simples o primitivas” o “a medio desarrollar.”
4. LA APARICIÓN REPENTINA DE LA VIDA
LA EXPLOSIÓN CAMBRICA (*#7/52 The Cambrian and Precambrian Problem*). El estrato más profundo con contenido fósil, es el Cámbrico. Por debajo de éste, se encuentra el Precámbrico, en el cual no hay fósiles, con la excepción de la ocasional presencia de algunas algas, en su parte más superficial. Los paleontólogos llaman a esta sorprendente situación “La Explosión Cámbrica.”
Comenzando con los estratos fósiles, en el más profundo, el Cámbrico, encontramos una rica variedad de tipos diferentes de fósiles. Pero cada tipo (especie) de fósil en el Cámbrico es diferente a los demás. No hay mezclas entre ellos. Para que haya evolución, necesitaría haber mezclas en las especies; pero tal cosa nunca ocurre en la actualidad, y nunca ocurrió anteriormente. Al buscar fósiles en el mundo antiguo, verá que sólo había especies distintas y distinguibles; y al ver el mundo actual a su alrededor, verá que también, sólo hay especies diferentes una de las otras.
Mientras que hay vastas cantidades (miles de millones) de fósiles correspondientes a miles de especies diferentes, de complejas criaturas, en el Cámbrico, por debajo de éste, prácticamente no hay ni uno. La enorme cantidad de especies transicionales que deberían conducir hacia las complejas especies del Cámbrico, simplemente no existen.
CADA GRUPO PRINCIPAL ESTA REPRESENTADO EN EL CÁMBRICO. En el Cámbrico encontramos esponjas, corales, aguamalas, moluscos, trilobites, crustáceos, y prácticamente, cada una de las principales formas de vida invertebrada. En 1961. *Kai Peterson escribió: “Todos los filos de animales invertebrados se encuentran representados en los depósitos cambrianos.” *Kai Peterson, Prehistoric Life on Earth, p. 56.
Eso significa que ahí, en los estratos fósiles cambrianos, se pueden encontrar por lo menos una especie representativa de cada filo de animal sin columna vertebral. Sólo faltaba un filo: los vertebrados.
En el tiempo en que Peterson escribió ésto, se creía que ningún vertebrados (animales con columna vertebral) había aparecido antes del periodo Ordoviciano Inferior (justo por encima del Cámbrico); pero tal  creencia fue descartada, cuando en Wyoming, E.U.A., en 1977, se descubrieron en el estrato Cámbrico superior, fósiles de heterostracán, un tipo de pez completamente desarrollado; hallazgo que se reportó en el Science Magazine, del 5 de Mayo de 1978.
Este descubrimiento ubica a todos y cada uno de los principales filo animales, en las rocas cámbricas. Aunque nunca se menciona esto en los libros de texto, esta noticia sacudió al mundo profesional,  y para los evolucionistas, hizo que su situación siguiera empeorando.
Pues dado que en la “explosión cámbrica” súbitamente aparecieron todos los tipos principales de seres vivos; este solo hallazgo, destruye los fundamentos mismos de la teoría de la evolución, ya que todo tipo básico de plantas y animales, ha sido ya encontrado desde el estrato Cámbrico. Así, aunque los evolucionistas prefieren no discutir sobre esto, el hecho es que por lo menos un representante de CADA FILO, ha sido encontrado en el Cámbrico.
“Hasta hace poco, los fósiles más antiguos de peces conocidos provenían de la piedra caliza de Harding, correspondiente al periodo Ordoviciano Medio, en Colorado, E.U.A. Estos eran fósiles de peces “primitivos” heterostracán, (clase Agnatha), sin mandíbula. Así, hasta entonces, los vertebrados eran el único grupo principal de animales, no encontrado en forma de fósiles, en las rocas del Cámbrico.
“[Aquí el descubrimiento de los fósiles de peces heterostracán del Cámbrico se expone en detalle]... Este descubrimiento de peces vertebrados en el Cámbrico, es sin duda, el descubrimiento de fósiles más importante del periodo 1958-1979. La evidencia ahora se encuentra completa respecto a que todas las categorías principales de vida vegetal y animal, se encuentran en el Cámbrico.” Marvin L. Lubenow, “Significant Fossil Discoveries Since 1958”, en Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1980, p. 157.
Así, no sólo la vida animal compleja, sino también la vida vegetal compleja, están representadas en el Cámbrico. Las plantas con flores, por lo general se consideran una de las formas de vida más avanzadas en el reino vegetal. Pues sépase que las esporas de plantas con flores, también se encuentran representadas en los estratos cambrianos.
“Esporas  atribuidas a plantas terrestres se han encontrado en las rocas precámbricas y cámbricas en el Báltico. Es incierto si algunas de éstas provienen ya de briofitos.” Robert F. Scagel, et al., Plant Diversity: an Evolutionary Approach (1969), p. 25.
Durante el Diluvio del Génesis, las plantas tenderían a arrastrarse a estratos superiores, pero su polen podría ser acarreado fácilmente hasta las capas aluviales más tempranas del estrato Cámbrico e incluso el Precámbrico.
“Así como los fósiles de la mayoría... de las otras plantas terrestres se han descubierto en los depósitos cámbricos, lo mismo sucede con las plantas con flores. En 1947 Ghosh y Bose reportan haber descubierto en los lechos salitrosos seudomorfos, y los pliegues de acarreo de Dandot, Salt Range, Punjab, India (depósitos cambrianos), túbulos de angiospermas y de dicotiledóneas superiores, tanto con fibras hundidas como libriformes. Más adelante aseguraron que una investigación posterior, confirmó su reporte original, y los mismos resultados se obtuvieron del sistema cambriano de Vindbyam, y del Cámbrico de Cachemira, donde además, habían varios tipos de trilobites. Las posteriores reseñas de Axelrod y Leclercq reconocieron estos hallazgos.” Marvin L. Lubenow, “Significant Fossil Discoveries Since 1958”, en Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1980, p. 154.
5. AUSENCIA DE  VIDA POR DEBAJO DEL ESTRATO CAMBRICO.
EL PRECÁMBRICO. En contraste con éste, prácticamente no existen formas de vida debajo del Cámbrico. Las rocas cambrianas contienen literalmente miles de millones de pequeños trilobites, junto con muchas, muchas otras especies complejas; sin embargo, debajo del Cámbrico, en el Precámbrico, no encontramos prácticamente ninguna forma de vida. El mensaje del estrato rocoso es: Hubo una “SÚBITA y abundante aparición de la vida; pero por debajo, ¡NO HAY VIDA!” Además, ahí donde comienza esta extraordinaria explosión de abundancia de vida, en el Cámbrico, ya encontramos complejidad, y no simplicidad en las formas de vida.
“Los animales multicelulares aparecen de pronto y en una rica variedad desde el Cámbrico; pero por debajo de éste, en el Precámbrico, no se encuentra ninguno.” (*Preston Cloud, “Pseudofossils: A Plea for Caution”, en Geology, Noviembre 1973, pp. 123-127).
Es verdad, que hay algunos hallazgos discutibles que sugieren presencia de vida en el Precámbrico; pero la mayoría de los científicos reconocen que, en el mejor de los casos, son algas. Estas algas verde azules, aunque son plantas pequeñas (unicelulares), bioquímicamente ya son muy complejas, y capaces de captar la energía solar, transformándola en energía química (por fotosíntesis).
Tales organismos están ahí, porque probablemente se encontraban creciendo en el suelo, cuando las aguas del diluvio las inundó por vez primera.
LOS ESTROMATOLITOS. Los únicos macrofósiles que aparecen en grandes cantidades en el Precámbrico, son los estromatolitos. Estos son restos tipo arrecifes, que se piensa pudieron ser formados por precipitados de materia mineral, de comunidades microbianas, principalmente de algas verde azules, por efecto de la fotosíntesis. Así, los estromatolitos son vestigios de formaciones químicas y no de seres vivos. Por un tiempo se creyó que la formación Isua, en Groenlandia, de 3.8 mil millones de años de antigüedad, contenía la evidencia más antigua de vida. Pero en 1981, se descubrió que tales evidencias, no eran más que erosionados cristales de carbonato de magnesio y calcio: “Un análisis posterior de las rocas más antiguas del mundo, han confirmado que no contienen restos fosilizados de células vivas, sino cristales de carbonato tipo dolomita, oxidados por el agua que se filtró en la roca.” *Nigel Henbest, “ ‘Oldest Cells’ are Only Weathered Crystals”, en New Scientist, Octubre 15, 1981, p. 164.
Dos años más tarde, un reporte actualizado en el New Scientist, sobre las “rocas (precámbricas) más antiguas” de Groenlandia, afirmó lo siguiente: “Los geólogos no han encontrado una evidencia concluyente de vida, en las rocas de Groenlandia.” *Chris Peat y *Will Diver, “First Signs of Life on Earth,” en New Scientist, Septiembre 16, 1983, pp. 776-781.
Los comentarios de los científicos, califican cómo súbita, la aparición de una gran cantidad de organismos, desde el inicio mismo del Cámbrico. Todo lo cual favorece el concepto de la Creación y del Diluvio del Génesis, y no, el de una lenta evolución desarrollada a lo largo de millones de años.
6. NO EXISTEN ESPECIES EN TRANSICION.
EL PROBLEMA DE LAS BRECHAS (*#8/55 No Transitions, Only Gaps*). Aunque en esta sección abordaremos cuatro problemas específicos, frecuentemente los mencionaremos juntos, durante la exposición.
1. No existen especies transicionales que precedan o conduzcan a la aparición de las primeras criaturas multicelulares que aparecen en el Cámbrico, el más profundo de los estratos con fósiles.
2. Tampoco hay especies transicionales en las otras partes (estratos) del registro fósil.
3. Las especies fosilizadas, con frecuencia se encuentran no en uno, sino en muchos estratos diferentes.
4. La gran mayoría de las especies encontradas en los fósiles, siguen vivas en la actualidad.
NO HAY TRANSICIONES. La Explosión Cámbrica es el primero de los problemas principales respecto al registro fósil; la falta de formas en transición, es el segundo. Pero de todos los problemas, éste, la falta de criaturas transicionales (a mitad del camino evolutivo, entre especies diferentes), en la columna geológica, es actualmente para el evolucionista, quizás la crisis de mayor magnitud. De hecho, es una de los mayores, entre los muchos problemas críticos que enfrenta la teoría de la evolución.
“La evolución requiere formas intermedias entre las especies, y la paleontología no se las proporciona.” *D.B. Kitts, Paleontology and Evolutionary Theory (1974), p. 467.
En los fósiles, no encontramos transiciones de un género de criatura a otro. En lugar de eso, sólo encontramos tipos (géneros) bien diferenciados, de plantas o animales.
“Es un hallazgo en el registro fósil conocido, que la mayoría de los taxones aparecieron abruptamente. No se originan, por regla, por una secuencia de predecesores que van cambiando de manera casi imperceptible, tal como creía Darwin que debería ser lo usual, en la evolución.” *G.G. Simpson, en The Evolution of Life, p. 149.
Para complicarles más las cosas, en el registro fósil, es posible encontrar las mismísimas criaturas que aún tenemos en la actualidad, junto a unas cuantas especies ya extintas, previas a nuestra era.
Por eso, se concluye que ni en la actualidad ni en la antigüedad, han existido formas transicionales o intermedias entre las verdaderas especies.
“Cuando examinamos una serie de fósiles de cualquier edad, podemos elegir uno y decir con toda confianza: ‘Este es un crustáceo,’ (o una estrella de mar, o un braquiópodo, anélido, o cualquier otro tipo de criaturas según sea el caso).” *A.H. Clark, The new evolution: Zoogenesis, p. 100.
Por eso, en los estratos rocosos, podemos encontrar caballos, tigres, peces, e insectos, pero no formas transicionales. Así, encontramos caballos de gran tamaño y caballos pequeños, pero nada que sea parte caballo y parte alguna otra cosa.
Tras dedicar años al cuidadoso examen del registro fósil, comparándolo con el de las especies vivas de hoy, un famoso biólogo del  Instituto Smithsoniano, escribió estas palabras:
“Desde el principio [desde el nivel más bajo, de la columna geológica], todos los grupos principales de animales han mantenido la misma relación entre ellos. Los crustáceos siempre han sido crustáceos, los equinodermos siempre han sido equinodermos, y los moluscos siempre han sido moluscos. No existe la más mínima evidencia que sustente cualquier otro punto de vista.” *A.H. Clark, The New Evolution: Zoogenesis (1930), p. 114.
“De acuerdo a la evidencia tangible que hasta ahora hemos podido descubrir, somos forzados a concluir que todos los grupos principales de animales, desde el principio, mantuvieron prácticamente la misma relación entre ellos, que la que tienen en la actualidad.” *Op. cit., p. 211.
LAS BRECHAS ENTRE LOS FÓSILES. Este hecho manifiesto, no es menos que un repudio a la teoría de la evolución. Incluso, los evolucionistas le han dado un nombre a este problema: Le denominan “las brechas entre fósiles.” No hay manera de encontrar criaturas que sean mitad pez y mitad ave, o mitad cerdo y mitad vaca; sólo tipos bien definidos de animales y plantas, tal y como los conocemos en la actualidad.
Un problema relacionado con el anterior, es el hecho de que grandes números de fósiles, se extienden a través de muchos estratos, supuestamente abarcando millones de años. Esto significa que, a través del registro fósil, esas especies nunca experimentaron cambios a lo largo de “millones de años.
EL PULPO. Este es un excelente ejemplo de lo que estamos hablando: El calamar y el pulpo, son los más complejos entre los invertebrados (animales sin columna vertebral). El ojo de los pulpos, es tan extraordina-riamente complejo, como el de los humanos; y al revisar con cuidado el registro fósil, se encontrará sólo con calamares y pulpos, y nada más. Nunca ha habido algo evolucionando hacia ellos, o evolucionado a partir de ellos. Siempre ha habido sólo calamares y pulpos. Es cierto que encontrará una especie extinta, llamada nautiloide; pero aparentemente, era no menos, sino aún más compleja.
Examinando aún con mayor cuidado el registro fósil, se encontrará con que los pulpos aparecen temprano en los estratos fósiles. La razón de esto es sencilla: Cuando un pulpo se asusta, puede o encogerse y esconderse debajo de una roca o saliente, o bien, salir disparado mediante una propulsión de un chorro de agua. Por esta razón, es que algunos pulpos quedaron enterrados en los estratos inferiores, y otros, en los superiores. Es más, podrá descubrir que los pulpos se encuentran en casi todos los estratos fosilíferos, desde el inferior hasta el superior. Concluimos que muchos pulpos continuaron desplazándose hasta los niveles más altos, mientras las aguas seguían elevándose.
Posteriormente al diluvio, el equilibrio en la naturaleza aparentemente actuó en contra de los nautiloides, que fueron devorados por sus enemigos, hasta el grado de que actualmente, ya no existe ni uno. Aquí, “la supervivencia del más apto” de Darwin [que el más apto sobrevivirá más que los otros], al parecer no se aplicó a los nautiloides, los cuales siendo distintivamente diferentes de los pulpos y los calamares, eran aparentemente más capaces que ambos. Por último, al examinarlos con todo detalle, encontrará además, que los pulpos y calamares encontrados en todos los estratos, son idénticos a los actuales.
LOS ESLABONES PERDIDOS (*#11/133 Searching for Transitions [más de cien citas]* [Debe mencionarse que en el Apéndice II, después del capítulo de Fósiles y Estratos, en nuestro sitio evolutionfacts.com, se encuentra la recopilación de citas más larga de todas. Contiene 25 categorías y 133 citas. Pero hay suficientes citas a continuación, como para sustentar la tesis principal].
Los eslabones están perdidos. Casi todos los fósiles son como los animales actuales, y los eslabones que debería haber entre ellos, no aparecen. Son pocos los científicos que en la actualidad, continúan buscando eslabones entre los principales grupos de vertebrados o invertebrados, pues ¡Ya se dieron por vencidos! Los eslabones simplemente no existen, ni jamás han existido.
Los evolucionistas saben exactamente, cómo deberían lucir tales formas transicionales; pero no han podido encontrarlas en el registro fósil. Y no las han encontrado, a pesar de que miles de personas las han estado buscando desde principios del siglo XIX. Así, busquen donde busquen, los paleontólogos (cazadores de fósiles), encuentran las mismas especies distinguibles y comunes, que existen hasta hoy, junto con algunas otras ya extintas. Pero nótese que las extintas no son formas transicionales entre las especies conocidas. Por ejemplo, los grandes dinosaurios no son formas transicionales, sino especies bien definidas, que se extinguieron en la antigüedad, probablemente por las aguas del Diluvio. (Contrario a las impresionantes pinturas de dinosaurios, que los evolucionistas gustan mostrar como prueba de su teoría, la verdad es que la extinción de una especie definida, no es evolución, ni proporciona evidencia alguna de ella).
La búsqueda para encontrar los eslabones perdidos que llenen las brechas entre los distintos  tipos (géneros), ha dado por resultado que se acumulen enormes colecciones de fósiles. Recuérdense las afirmaciones mencionadas anteriormente, de Sunderland y *Kier, que aseguran que ya son más de 100 millones de fósiles los que han sido examinados por los paleontólogos alrededor del mundo.
“Ya no hay necesidad de disculparse por la pobreza del registro fósil, ya que en algunos sitios, se ha vuelto extraordinariamente rico y casi inmanejable, y el descubrimiento de cada vez más fósiles, supera a la capacidad de integrarlos… Aún así, el registro fósil continúa formado principalmente de brechas. T. Neville George, “Fossils in Evolutionary Perspective”, en Science Progress, Enero 1960, pp. 1, 3.
Si no hay formas transicionales en el registro de fósiles, no ha habido evolución.
7. LA APARICIÓN SUBITA.
APARICIÓN SUBITA DE TAXONES SUPERIORES (*#9/22 Abrupt Appearance*). Así como las criaturas más pequeñas y lentas aparecen de repente en el Cámbrico, por arriba del Cámbrico, criaturas de mayor tamaño y movimiento más rápido, también aparecen de forma súbita: Tigres, salmones, leones, pinos, tuzas, halcones, ardillas, caballos, etc., aparecen por millones.
La evolución no puede explicar esta súbita aparición, que los científicos calificados, reconocen así: “La abrupta aparición de taxones superiores en el registro fósil, ha sido un eterno misterio. No sólo los restos característicos y distintivos de filos aparecen de repente, sin ancestros conocidos, sino además, varias clases de filos, órdenes, clases, etc., aparecen generalmente, casi al mismo tiempo, y sin [formas] intermedias conocidas.” *James W. Valentine y *Cathryn A. Campbell, “Genetic Regulation and the Fossil Record”, en American Scientist, Noviembre-Diciembre, 1975.
“A pesar de estos ejemplos, es cierto, como todo paleontólogo lo sabe, que la mayoría de las nuevas especies, géneros y familias, y casi todas las categorías por encima del nivel de las familias, aparecen en el registro [de fósiles] de pronto, y no son precedidos por secuencias transicionales, continuas, y graduales conocidas.” *George G. Simpson, The Major Features of Evolution, p. 360.
“La súbita emergencia de los principales tipos adaptativos, tal y como se hace aparente en el registro fósil, por la aparición abrupta de familias y órdenes, continuaron dándonos problemas. Tal fenómeno permanece en la tierra de nadie de la genética, y más allá de los límites de la experimentación. Pocos paleontólogos en la actualidad, se aferran a la idea de que futuras recolecciones, podrán algún día, cerrar las brechas… pero la mayoría, consideran  las discontinuidades observadas, como definitivas,  y les buscan alguna explicación.” *D. Dwight Davis, “Comparative Anatomy and the Evolution of Vertebrates”, en Genetics, Paleontology, and Evolution (1949), p. 74.
 
8. ESTASIS
LAS ESPECIES NO CAMBIAN (*H 13/17 Stasis*). Un principio importante observado por todos los paleontólogos que trabajan con fósiles, es conocido como la estasis (“El Fijismo”). La estasis, significa que se retiene cierta forma, en la que se permanece fija (sin cambios).
En otras palabras, que una especie no cambia de una a otra. El problema para los evolucionistas es el hecho de que los animales del registro fósil nunca cambiaron. Toda criatura desde su primera aparición en el registro fósil, lo hace con cierta forma y estructura que permanece sin cambios (fija), durante “millones de años,” y que permanece idéntica hasta la actualidad, o hasta su extinción y desaparición. Así, mientras tales criaturas vivieron, no hubo cambios en ellas; no hubo evolución, y nunca hubo evidencia de lo que los paleontólogos denominan gradualismo, es decir, cambios graduales de una especie para transformarse en otra. Sólo hubo estasis. Tanto el problema de las brechas (la inexistencia de formas transicionales entre las especies), y el problema de la estasis (de las especies fijas y que no cambian), arruinan toda la teoría de la evolución.
“La historia de la mayoría de las especies fosilizadas presenta dos características incongruentes con el gradualismo: 1. La “Estasis: La mayoría de las especies no presentan un cambio direccional durante su estancia en la tierra, pues aparecen en el registro de fósiles con un aspecto muy similar al que tienen cuando desaparecen; así el cambio morfológico que llegan a presentar, por lo general es limitado y sin dirección alguna.
2. Aparición súbita: En cualquier localidad, una especie no surge gradualmente y mediante la constante transformación de sus ancestros, sino que aparece súbitamente, y totalmente formada.” *Steven Jay Gould, “Evolution’s Eratic Pace”, en Natural History, Mayo 1977, p. 14.
9. AUSENCIA DE CAMBIOS DEL PASADO AL PRESENTE.
LOS FOSILES SON IGUALES A LOS QUE AUN VIVEN. Todos los fósiles se pueden clasificar en uno de dos grupos: 1) Las plantas y animales que se extinguieron, y 2) Las plantas y animales iguales a los que actualmente existen. Ninguna de estas dos categorías, constituye evidencia alguna de evolución, ya que no hay formas transicionales que lleven a ellas, o que salgan a partir de ellas. Todas son especies distintas.
Algunas de estas criaturas se extinguieron en el tiempo del Diluvio o poco después; pero todas las criaturas que no se extinguieron, permanecen en esencia idénticas, ya sea como fósiles, o en la forma de sus representantes actualmente vivos. Este es uno de los puntos principales. Ni ha ocurrido evolución de las especies, ni los fósiles proveen evidencia alguna de evolución.
10. NO HAY SUFICIENTES ESPECIES
DEBERÍA HABER MÁS ESPECIES. Según la teoría de la evolución, las especies tuvieron que haber experimentado un enorme número de cambios en la antigüedad; pero no encontramos evidencia de esto en las rocas. Como evidencia del cambio de una especie en otra, se deberían encontrar un gran número de especies transicionales, intermedias entre una especie y otra, cosa que no sucede.
Un destacado paleontólogo lo explica así: “Existen unas 250,000 diferentes especies conocidas de plantas y animales fósiles... A pesar de tan abundante información, no deja de ser sino una mínima fracción de la diversidad que [según la teoría de la evolución], debió haber existido en el pasado. Además, hay más de un millón de especies actualmente vivas, y… (Por ello), podemos predecir cuántas especies deberían de existir en nuestro registro de fósiles. Tal número es por lo menos, 100 veces mayor al número que hemos encontrado.” David M. Raup, “Conflicts between Darwin and Paleontology”, en Field Museum of Natural History Bulletin, Enero 1979, p. 22.
1. La evidencia fósil no contiene suficientes especies diferentes, y 2. No revela que en la antigüedad, hayan existido especies en evolución sucesiva. Pero, además, los expertos de fósiles admiten que demasiados nombres se han aplicado a los fósiles de supuestas “especies nuevas” que se han encontrado. Considere lo siguiente:
CONFUSIÓN DE NOMBRES. Ahora mencionaremos un punto técnico que aumenta la confusión conforme los paleontólogos tratan de indagar la verdad acerca de los fósiles. Tal punto da lugar también a que aparezcan en el registro fósil, más especies extintas de las que en realidad son.
Los cazadores de fósiles tienen la práctica de darle diferente nombre a la misma especie, cuando la encuentran en periodos diferentes.
Al respeto, el *Dr. Raup, paleontólogo principal de Museo Field de Historia Natural de Chicago, afirma que hasta 70 por ciento de los fósiles “nuevos” han sido nombrados de manera incorrecta.
“Al Dr. Eldredge (del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York), se le preguntó: ‘¿Los paleontólogos llaman a las mismas criaturas de modo diferente cuando se les encuentra en periodos geológicos diferentes?’ Él contestó que aunque esto suceda, no deja de ser un error. Cuando se le preguntó lo mismo al Dr. Patterson del Museo Británico de Londres, él respondió: ‘¡Oh, sí! Eso se hace en gran medida’. Después se le preguntó: ‘Eso no parece muy honesto. ¿Usted no haría eso, verdad? A lo que él dijo: “espero que no…”
“Esta práctica ¿no generaría muchas más especies de las que en realidad hay? El Dr. Raup (del Museo de Chicago), dijo que sí; y que quizás hasta 70 por ciento de las especies descritas (en las rocas fósiles), se encuentra más adelante, que son exactamente las mismas que especies aún existentes. Así que hasta 70 por ciento de las especies encontradas y nombradas, no debieron recibir nuevos nombres; pero los recibieron bien sea por ignorancia, o por normas de procedimiento (incorrectas) seguidas por los taxónomos.” L.D. Sunderland, Darwin’s Enigma (1988), pp. 130-131.
Obviamente, tal práctica agudiza el problema para los expertos. En este capítulo nuestro interés se centrará en los hechos y principios subyacentes, no obstante que duplicar o triplicar los nombres de una especie fósil, les dificulta más a los expertos librarse del embrollo darwiniano.
“Un asistente del Dr. Eldredge, que estudia fósiles de trilobites en un Museo Estadounidense, explicó al autor cómo toma la decisión de nombrar una nueva especie: ‘Busco al fósil durante dos semanas y, luego, si creo que se ve lo suficientemente diferente, le doy un nuevo nombre. Así es que sólo es asunto de juicio, sin normas de procedimientos.” Op. cit., p. 131.
Los expertos nos dicen que existen “millones de especies,” cuando que la realidad es que no hay tantas. Los taxónomos son los que clasifican y asignan nombres a las plantas y animales. Entre ellos, se conocen como ‘separadores’ a los que se les facilita más crear nuevos nombres, que tomarse la molestia de identificar adecuadamente cada espécimen en cuestión.
“Todos sabemos que muchas de las aparentes cadenas evolutivas no son otra cosa que ideas concebidas en los cerebros  de ciertos paleontólogos. Así, un separador, en una biblioteca, puede fabricar más especies que millones de años de mutación genética.” *V. Ager, “The Nature of the Fossil Record”, Proceedings of the Geological Association, Vol. 87, No. 2, 1976, p. 132 [presidente del Departamento de Geología, Universidad Swansea].
(Léase más sobre el tema en el capítulo 11, Especies de Plantas y Animales). Es bien sabido entre los expertos, que existen más separadores que englobadores, simplemente porque asignar un nuevo nombre al fósil encontrado, es más fácil y da más fama, que realizar todo el arduo trabajo de investigar quién lo nombró por primera vez, y “englobarlo” con las especies ya conocidas y nombradas.
*Edward Cope y *Othniel Marsh fueron dos de los principales coleccionistas de fósiles para museos, del occidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Se odiaban a morir, y durante décadas, duplicaron los nombres de múltiples especímenes. (Léase más sobre ésto en el capítulo 11. Especies de Plantas y Animales).
“Lamentablemente, a causa de la amarga rivalidad entre Cope y Marsh, en los últimos tiempos, Leidy (un coleccionista de fósiles anterior a ellos), fue olvidado. Al respecto, el paleontólogo Henry Fairfield Osborn, director del Museo Americano de Historia Natural, recordó que muchos de los animales del Eoceno y del Oligoceno, recibieron hasta tres nombres en la literatura científica: El nombre original dado por Leidy, y los otros dos, dados por Cope y Marsh.” *Milner, Encyclopedia of Evolution (1990), pp. 272-273.
11. MÁS GRANDES ANTES QUE AHORA.
HAY FÓSILES MÁS GRANDES EN EL PASADO. Es un hecho intrigante el reconocer que si la evidencia del registro fósil  sustentara alguna modificación en las especies, ésta sería involución, más que evolución, ya que ahora sabemos que las plantas y animales en la antigüedad, eran frecuentemente de mayor tamaño que cualquiera de los actuales.
Así, no sólo no encontramos que alguna vez se rebase la línea de una especie a otra, sino que descubrimos que las especies en vez de estar evolucionando, con el paso del tiempo se están degenerando cada vez más.
Un principio fundamental de la teoría de la evolución es que las criaturas han de evolucionar en otras cada vez más complejas y de mayor tamaño. Pero la realidad, es que el registro fósil no sustenta ninguna de estas dos teorías. No sólo es muy clara la evidencia sobre la complejidad inicial de los invertebrados, que supuestamente son de las formas de vida más “inferiores,” sino que además, están las diferencias en cuanto al tamaño:
“[Edward Drinker] Cope es conocido entre muchos estudiantes por la llamada ‘Ley de Cope’ que afirma, a grandes rasgos, que todo continúa haciéndose más grande... Pero, ¡vaya que esto en general, no es cierto! Ya que por ejemplo, el tigre moderno es más pequeño que el tigre colmillos de sable, de la última era de hielo... Los equisetos actuales de nuestras zanjas, son minúsculos, comparados con los equisetos de 60 pies [18 m] encontrados en el Carbonífero. ¿Y dónde están los caracoles gigantes del Cámbrico temprano o las ostras gigantes del terciario?” *G.R. Taylor, Great Evolution Mystery (1983), p 122.
También, tómese en cuenta que la Biblia indica que en los tiempos antiguos, la gente vivía más, y era de mayor estatura promedio que la actual. Así que no debería sorprendernos que también las criaturas extintas fueran de mayor tamaño que las que viven en la actualidad, pues probablemente también vivían más tiempo.
 Así, entre los fósiles podemos encontrar lo siguiente:
Plantas: 1) Alguna vez existieron plantas enormes, mayores que cualquier vegetal vivo actualmente. 2) Hubo helechos con una altura hasta de cincuenta pies (15 m), y frondas de 5-6 pies (1.5 a 1.8 m). 3). La planta cola de caballo, crecía con una anchura de 12 pulgadas (30.5 cm) de diámetro. 4) Los árboles de grandes alturas (100 pies o 30 m), con troncos de 4-6 pies (1.2 a 1.8 m) de diámetro, sólo se encuentran en forma de fósiles, pues actualmente, ya no existe ninguno vivo.
Pequeños seres marinos: 5) Trilobites gigantes hasta de 18 pulgadas (46 cm) de largo, actualmente inexistentes, pues las criaturas vivas que más se les asemejan, son mucho más pequeñas. 6) Alguna vez vivieron cefalópodos (Enckiceras proteiforme) de concha recta, de hasta 15 pies (4.5 m) de largo; y escorpiones marinos (Euryprids) de 9 pies (2.8 m). Nada con tan inmensas dimensiones, se encuentra en la actualidad entre ellos. Es más, los Euryprids fosilizados, son reconocidos como los artrópodos de mayor tamaño que alguna vez hayan vivido.
Insectos: 7) Algunos insectos medían hasta 4 a 8 pulgadas (10 a 20.5 cm) de largo. Por ejemplo, la distancia entre las puntas de las alas de las libélulas, llegó a ser de 29 pulgadas (73.66 cm), y algunos centípedos (cien pies), medían hasta 12 pulgadas (30.5 cm) de largo.
Anfibios: 8) Los anfibios actuales son pequeñas salamandras o ranas. Pero en el pasado, existieron los gigantes estegocéfalos, de los cuales el Onychopus gigas pesaba hasta 500 libras (227 kg).
Grandes seres marinos: 9) ¿Qué les parecería encontrarse con un tiburón con quijadas de 6 pies (1.83 m) de ancho? Pues así eran los tiburones en los tiempos antiguos. 10) El basilosaurio era un mamífero marino con una cabeza de 4 pies (1.2 m), un cuerpo de 10 pies (3 m) de largo, y una cola de 40 pies (12 m).
Aves: 11) La Diatiyma parecía un avestruz, pero de 7 pies (2.1 m) de altura, y con una cabeza tan grande como la de un caballo. 12) El fororraco tenía una altura de casi 8 pies (2.4 m), y un cráneo de 23 pulgadas (58.5 cm) de un extremo al otro. 13) La Dinornis tenía 10 pies (3 m) de altura, y se reconoce como el ave de mayor tamaño que jamás haya existido.
Grandes Mamíferos: 14) El andresarco mongol,  tenía un cráneo de 2½ pies (76 cm) de largo, y es uno de los carnívoros más grandes que haya existido. 15) Imagine conocer a un rinoceronte de cuernos largos, y 14 pies (4.3 m) de altura; y a otro rinoceronte, el Baluchiterio, que tenía 13 pies (4 m) de altura, y 25 pies (7.6 m) de largo.
16) También, existieron los inmensos mamuts lanudos, los gigantes mastodontes peludos, y los mamuts imperiales de 14 pies (4.3 m) de altura. 17) Sabemos que alguna vez, existieron armadillos gigantes, y perezosos tan grandes como elefantes. 18) Así como Cerdos (Entelodontes) de 6 pies (1.8 m) de altura; y 19) Un bisonte (Bison latifrons), con una separación de 6 pies (1.80 m), entre sus cuernos.
Reptiles: 20) Los fitosaurios, parecidos a los cocodrilos, medían 25 pies (7.6 m) de largo, y los ictiosaurios, parecidos a los delfines, tenían 30 pies (9 m) de largo. 21) También hubo reptiles marinos (los mosasaurios), de hasta 35 pies (17 m) de largo; y tortugas marinas (Archelon) de 11 pies (3.4 m). 22) El Pteranodon, tenía 25 pies (7.6 m) de punta a punta en las alas; y 23) además, existieron los gigantes reptiles terrestres, como el conocido Tiranosaurio rex  de 45 pies (3.7 m) de altura; el Brontosaurio de 65 pies (19 m) de largo; el Estegosaurio de 10 toneladas (9,000 kg) de peso; y el Diplodoco de 80 pies (24.5 m) de largo. El Brachiosaurio, tenía una altura de 50 pies (15 m), 100 pies (30.5 m) de largo, y pesaba 80 toneladas (7,250 Kg), o sea, aproximadamente el triple del peso del dinosaurio más grande conocido hasta la actualidad, colocándose en el rango de peso de la actual ballena azul, la cual se dice que actualmente, es la criatura más grande del planeta.
En 1971, *Douglas Lawson encontró en Texas, tres especímenes del ave de mayor tamaño: El Pterosaurio, cuya distancia de punta a punta en las alas, era de 51 pies (15.5 m), el doble que cualquier reptil volador hasta entonces descubierto. En contraste, el ave actual, con mayor despliegue en las alas, el albatros errante, mide 11 pies (3.35 m); y un avión de propulsión a chorro, alcanza una distancia de ala a ala, de 43 pies (13 m).
12. REVISIÓN DE LA EVIDENCIA BÁSICA DE FÓSILES
EL ÁRBOL PERDIDO. En el registro fósil no existe un “árbol genealógico;” pues no hay un tronco común, ni unas cuantas ramas principales. Sólo hay ramas finales (géneros y especies). Si usted quita las conexiones principales en un árbol (el tronco y las grandes ramas principales) ¿Qué le queda? Sólo las ramas finales separadas y regadas unas junto a otras, en el suelo. Pues precisamente esa, es la imagen que encontramos al analizar las diferentes especies de plantas y animales actuales; y es también la misma imagen que encontramos en la columna geológica, donde tampoco hay un tronco común con unas cuantas ramas principales, sino sólo ramas finales, cada una diferente de todas las demás.
“Por lo que se puede juzgar de acuerdo con el registro geológico, los grandes cambios parecen haber surgido, por lo general, en forma más bien súbita, en términos de tiempo geológico. Así las formas fósiles intermedias entre las grandes subclasificaciones, como las órdenes y clases, rara vez aparecen.” *Paul A. Moody, Introduction to Evolution (1962), p. 503.
EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN MUNDIAL WOODMORAPPE. Desde la temprana infancia, todos hemos sido expuestos a las graficas de la llamada “Columna geológica,” que muestran los estratos sedimentarios, con sus “fósiles índice” (indicadores), y sus impresionantes fechas. Pues un análisis científico correlativo, notorio por su meticulosa profundidad y cobertura mundial, fue publicado en el número de Diciembre de 1983, del Creation Research Society Quaterly. Fue escrito por John Woodmorappe, y consiste de 53 páginas, con 807 citas bibliográficas, 17 tablas y gráficas muy detalladas, 35 mapas mundiales, y 2 mapas regionales.
En este largo artículo, Woodmorappe sustenta varios puntos interesantes, entre los cuales se citan los siguientes: 1. Los fósiles no tienden a colocarse unos sobre otros, en los distintos estratos sucesivos; en cambio, tienden a mezclarse entre sí, en los estratos sucesivos; y una tercera parte de ellos, se extienden a través de tres estratos y hasta más.
2. No existe una progresión ordenada de los estratos, a partir del fondo y hasta el estrato superior. Los fósiles indicadores (o índice), progresivamente “superiores” no se encuentran necesariamente en estratos “superiores,” como se supone que debería ser. Así, los fósiles indicadores, no tienden a colocarse unos sobre otros en estratos sucesivos; en cambio, por lo general se localizan aquí y allá, en lo que más parece una distribución al azar. Tales fósiles más a menudo se agrupan a una gran distancia horizontal, de los otros fósiles indicadores, sobre los cuales se supone que deberían estar. Más de 9,500 casos de los principales fósiles indicadores, fueron registrados en 34 mapas mundiales, con la finalidad de analizar su patrón de superposición.
Grande fue el cuidado que se tuvo para asegurar que los datos de estos mapas fueran tan precisos, como fuera posible. Después de preparar mapas para cada uno de los fósiles índice o indicadores, Woodmorappe los colocó unos sobre otros a trasluz, con el fin de comparar y tabular los casos en los cuales los fósiles indicadores se encontraban unos sobre otros, y en armonía con la teoría clásica de los estratos rocosos evolutivos.
Por fin, se preparó la tabla 3, con el fin de comparar los 34 mapas mundiales con fósiles indicadores (Estos mapamundi, están disponibles para ser copiados en papel traslúcido o en acetatos listos para colocar unos sobre otros, para su exposición en salas de clase o conferencia).
“La tabla 3 ha sido diseñada para mostrar los resultados de la superposición de los mapas 1 al 34. Ahí se hacen 479 comparaciones cruzadas, entre los resultados de un fósil índice, con todos los pertenecientes a los demás periodos geológicos. Se puede apreciar que sólo un mínimo porcentaje de cualquiera de los fósiles índices, en todas sus localizaciones, se llega a colocar por encima, o por debajo de algún otro fósil índice de otro periodo geológico diferente. En otras palabra, los fósiles índice de diferentes periodos geológicos, invariablemente tienden a esquivarse entre sí, desde el punto de vista geográfico, lo cual puede tomarse como evidencia prima facie de que todos los fósiles son equivalentes desde el punto de vista ecológico, y biogeográfico, invalidándose así, todos los conceptos sobre evolución, periodos geológicos, y tiempo geológico.
En cambio, para un diluviólogo (estudioso del diluvio universal), esta tendencia de los fósiles de dos diferentes ‘eras,’ a ser incompatibles desde el punto vista geográfico, es más fácil de comprender a la luz del Diluvio Universal (del Génesis).”
Una Tabla 4, fue diseñada para mostrar las posibles superposiciones múltiples de los “fósiles índice” (en más de dos ocasiones, y de acuerdo con la Tabla 3). Los resultados finales de esta presentación, fueron desastrosos para la teoría de la evolución, ya que “no se encontró tendencia alguna en algún fósil índice en lo individual, a colocarse regularmente, en cierta yuxtaposición o en ninguna, con relación a los demás.”  John Woodmorappe “A Diluviological Treatise on the Stratigraphic Separation of Fossils.” Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1983, p. 150-151 [las negritas son nuestras].
Como ya hemos explicado con anterioridad, esto es con relación a los “fósiles indicadores,” que son presentados como prueba fundamental de la teoría de la evolución, en lo que toca al ordenamiento y fechado de los estratos fósiles. He aquí la conclusión de Woodmorappe, respecto a los fósiles índice:
“Un total de más de 9,500 ocurrencias a nivel global, de los principales fósiles indicadores, se han integrado en 34 mapas mundiales, con el propósito de identificar su tendencia a superposicionarse. En 479 ocasiones de yuxtaposición, se demuestra que sólo un pequeño porcentaje de fósiles indicadores tienden a yuxtaponerse uno sobre otro. Y muy rara vez, más de una tercera parte de todos los 34 fósiles índice (nunca más de la mitad de ellos), llegan a encontrarse simultáneamente, en un radio de 200 millas (320 kilómetros), a la redonda. Op. cit., p. 133 [las negritas son nuestras].
1. Al principio de la página 151 de su artículo, él analiza otras causas posibles, y los mecanismos del Diluvio, como posibles soluciones al enigma de por qué estos fósiles muestran un patrón tan confuso.
2. Woodmorappe incluye en su extensa discusión, en las páginas 167 a 171, las razones por las que cree que se han encontrado tan pocos fósiles de mamíferos, aves, y humanos. Para copias del artículo y las tablas, consulte la referencia bibliográfica John Woodmorappe “A Diluviological Treatise on the Stratigraphic Separation of Fossils.” Creation Research Society Quarterly, Diciembre 1983, p. 150.
CONSULTANDO A LOS EXPERTOS. Dejemos por un momento, el examen de las evidencias dadas por los estratos fósiles, y lo que enseñan; y por ahora, vamos a trasladarnos hasta los tres acervos paleontológicos más grandes del mundo.
Primero iremos al Museo Británico de Historia Natural, donde el *Dr. Colin Patterson está a cargo de su enorme colección de fósiles. Después de publicar su libro Evolution en 1978, al *Dr. Colin Patterson del  Museo Británico de Historia Natural, se le preguntó por qué no incluyó una sola fotografía de un fósil transicional. En respuesta, el Dr. Patterson declaró lo siguiente:
“Concuerdo absolutamente con sus comentarios sobre la falta de ilustraciones directas de transiciones evolutivas en mi libro. Si conociera alguna, fosilizada o viviente, de seguro la hubiera incluido. Pero si usted sugiere que debí usar un artista para que representara tales transformaciones, ¿de dónde obtendría el artista la información necesaria? Pues honestamente, yo no podría proporcionársela.”
“Sería difícil contradecir a [Steven] Gould [de Harvard], y al personal del Museo Estadounidense, cuando dicen que no hay fósiles transicionales. Yo, como paleontólogo, me ocupo mucho en los problemas filosóficos en torno a la identificación de las formas ancestrales del registro fósil. Y usted me dice que yo debería, cuando menos, mostrar una foto del fósil a partir del cual, cada tipo de organismo se desarrolló. Pues le hablaré sin rodeos: no existe ni un tal fósil, sobre el que pudiera formular un argumento incontrovertible; y la razón es que los conceptos sobre ancestros y descendientes, no son aplicables al registro fósil. Aunque es fácil crear historias de cómo una forma dio lugar a otra, y encontrar razones por las cuales las etapas fueron favorecidas por la selección natural, tales historias no son parte de la ciencia, pues no hay manera de ponerlas a prueba” *Dr. Colin Patterson, carta fechada Abril 10, 1979 a Luther Sunderland, citada en L.D. Sunderland, Darwin’s Enigma, p. 89.
Dejemos por ahora al *Dr. Colin Patterson en Londres, y vayamos al Museo Field de Historia Natural en Chicago. Es uno de los museos de Historia Natural, más grande y antiguo de los Estados Unidos de Norteamérica, y probablemente del mundo: Alberga el 20 por ciento de todas las especies fósiles conocidas.
Habiendo tenido la oportunidad de estudiar con cuidado todo este material durante años, el *Dr. David Raup, paleontólogo principal del Museo Field, está más que calificado para hablar con autoridad. Así es como él comienza un artículo clave, que resume lo que revelan las evidencias fósiles:
“La mayoría de la gente supone que los fósiles constituyen una parte importante del argumento general, a favor de las interpretaciones darwinianas sobre la historia de la vida. Desafortunadamente, esto, en sentido estricto, no es cierto.” *David Raup, “Conflicts between Darwin and Paleontology,” en Field Museum of Natural History Bulletin, Enero 1979.
A continuación, el *El Dr. Raup cita una declaración bien conocida de *Charles Darwin, sobre que él (*Darwin), se sentía “avergonzado” por la falta de evidencias fósiles sobre los orígenes (el problema cambriano), y las transiciones (el problema de las brechas entre especies), que prevalecía en sus días. Luego *Raup declara que la situación actual es aún peor, ya que ahora, aún con la mucha mayor evidencia fósil disponible, el mensaje que seguimos recibiendo de los fósiles es el mismo que entonces le dieron a Darwin.
Sobre los escritos de *Darwin con respecto a su esperanza de que en el futuro se desenterrarían los fósiles que llenarían las brechas, y proporcionarían los eslabones perdidos, *Raup dijo:
“Estamos ahora a 120 años del tiempo de Darwin, y el conocimiento del registro fósil se ha expandido en gran manera; pero a pesar de que ahora contamos con un cuarto de millón de especies fósiles, la situación no ha cambiado mucho. El registro de la evolución es sorprendentemente escaso, e irónicamente, tenemos aún menos ejemplos de transición evolutiva, que los disponibles en los tiempos de Darwin. Con esto, quiero decir que algunos de los casos clásicos de cambios darwinianos en el registro fósil, como la evolución del caballo en Norteamérica, tuvo que descartarse o modificarse como resultado de información (posterior), más detallada.” *Dr. David Raup, en op. cit.
Dejemos ahora Chicago, y viajemos a uno de los museos más grandes de E.U.A., el Museo Americano de Historia Natural, de la Ciudad de Nueva York, donde, el *Dr. Niles Eldredge, está a cargo de su enorme colección de fósiles.
Mientras asistía a una convención de escritores de ciencia, en Gatlinburg, Tennessee, en noviembre de 1978, un periodista le preguntó al *Dr. Eldredge sobre las evidencias que hay en el registro fósil, con relación a  los cambios transicionales entre una especie y otra.  Un informe de su respuesta, se imprimió poco tiempo después en Los Ángeles Times: “Nadie ha encontrado tales criaturas intermedias. Estas, durante mucho tiempo han sido propuestas para llenar las brechas del registro fósil, brechas que los defensores del gradualismo (los cambios evolutivos graduales de una especie a otra), confiadamente esperaban que algún día fueran llenadas, cuando al fin se localizaran los estratos rocosos con la antigüedad apropiada.
Pero todas las evidencias fósiles hasta la fecha, no han podido hacer aparecer los eslabones perdidos, y existe la convicción creciente entre muchos científicos, que estas formas transicionales nunca existieron.” *Niles Eldredge, citado en “Alternate Theory of Evolution Considered,” en Los Angeles Times, Noviembre 19, 1978.
Los doctores *Patterson, *Raup, y *Eldredge,  ya habían dedicado su vida entera al análisis de fósiles, antes de hacer las declaraciones anteriores; y juntos, han estado a cargo de por lo menos, el 50 por ciento de las principales colecciones de fósiles del mundo. Así, no sólo tienen la evidencia y conocen la evidencia, sino que además, trabajan con ella día tras día. En sentido figurado, se sientan sobre la pila más alta de huesos fósiles que existe en el mundo, y por lo tanto, saben muy bien de lo que están hablando. Su conclusión es: “No existen formas transicionales.”
¡Pero SIN formas transicionales NO puede haber evolución! Ya que DE ESO se trata la evolución. La evolución no consiste en transformar cobre en sulfuro, ni aire en luz solar, ni lobos en perros pastor alemán, sino el real cambio de una especie en otra.
La evolución es que uno de los tipos básicos de plantas o animales se cambie en otro de los tipos básicos de plantas o animales (como que manzanos se transformen en robles, o cabras en vacas). Deberían existir evidencias de esos cambios en el registro fósil. Y tales evidencias serían las “formas transicionales” que llenarían las “brechas” entre los tipos básicos. Pero tales transiciones no se han encontrado por ninguna parte.
EL PEZ QUE SE CONVIRTIÓ EN NUESTRO ANCESTRO (*#10 From Fish to Amphibian*). De acuerdo con una de las leyendas de la evolución, un punto crítico en nuestros ancestros ocurrió cuando a un pez un día se le ocurrió arrastrarse fuera del agua, para empezar a caminar. Todo esto le pareció tan emocionante, que decidió transformarse en animal terrestre. El resto, es historia evolutiva pura: Eventualmente, aparecieron los anfibios, reptiles, aves, mamíferos, y el humano. Así que usted tiene mucho que agradecer a ese pez y sus ocurrencias.
En los años 1980, Luther Sunderland, entrevistó a los paleontólogos encargados de cinco de los museos de historia natural, más grandes de Estados Unidos, y responsables del cuidado de cuando menos el 60 por ciento de las colecciones de fósiles existentes en el mundo. Una de las preguntas que les hizo fue precisamente sobre el tal pez que saltó a tierra, y empezó a caminar. Y otra de sus preguntas fue sobre si conocían alguna especie transicional. La respuesta de los cinco varones a ambas preguntas fue, o un silencio estudiado, o una embarazosa evasión del tema. Para la historia completa sobre esta entrevista, consulte  (*#10 From Fish to Amphibian*) en nuestro sitio evolutionfacts.com; y luego, el Apéndice 10 de este capítulo: Fósiles y Estratos. Para conocer más sobre este maravilloso cuento de hadas, lea el capítulo 22: Ciencia Ficción En La Teoría De La Evolución.
LA GRAN PREOCUPACIÓN DE DARWIN. Hace más de cien años, *Charles Darwin reconoció la importancias del problema de las brechas entre los fósiles (la falta de especies transicionales). En su tiempo, ya eran bien conocidas las brechas, y al darse cuenta que esas brechas debilitaban su teoría general, él escribió lo siguiente:
“Esta es quizá, la más obvia y seria objeción que se puede argüir contra la teoría (de la evolución). La explicación radica, creo, en la extremada imperfección del registro geológico.” *Charles Darwin, Origin of the Species, sexta edición (1956), pp. 292-293.
Pero *Darwin expresó su esperanza de que las brechas se llenaría más tarde, aún después de su muerte. Así, desde su tiempo (*Darwin murió en 1882), se ha realizado una gran campaña para terminar con aquellas “imperfecciones,” del registro fósil. Pero los cientos de miles de fósiles que se han encontrado y examinado hasta hoy, sólo revelan, con una mayor claridad y nitidez, a las especies que existen en la actualidad, junto con los fósiles de algunas otras especies ya extintas.
AHORA ESTÁN PEOR QUE ANTES. *Charles Darwin especulaba que, en el mundo moderno, la selección natural, transformaba unas especies en otras flamantes especies nuevas. Pero la realidad es que descubrimos que *Darwin estaba equivocado (véanse los capítulos 9, 10 y 11: Selección Natural, Mutaciones, y Especies Animales y Vegetales).
*Darwin también afirmó que en un futuro, el registro fósil debería mostrar lo que la selección natural había estado haciendo en el pasado, y que el descubrimiento posterior de más fósiles, demostraría que su teoría era cierta; pero los fósiles actualmente, demuestran que *Darwin estaba equivocado. *Raup dice que la situación de los fósiles es incluso peor ahora de lo que lo fue en los días de *Darwin, y otros expertos concuerdan con él.
¡Los esfuerzos desesperados de los evolucionistas son ocasionados por su frenético intento por probar que la evolución es verdadera! Pero tales esfuerzos, sólo han logrado sacar a luz, con los fósiles, una vasta riqueza de datos que son más que suficiente para sepultar su teoría. Y en efecto tal evidencia la enterraría, si la verdad se diera a conocer a todos. Pero la realidad es que tanto los libros de texto oficiales, como muchas revistas populares, siguen machacando la falsa afirmación de que “Se ha comprobado que la evolución es un hecho,” argumentando como evidencias y prueba de ella, el ejemplo de la polilla moteada, y del supuesto fenómeno de la “recapitulación.” (Consulte sobre la polilla moteada en el capítulo 9: Selección Natural; y sobre el fenómeno de la recapitulación, en el capítulo 16. También lea el capítulo 17: El Escaparate Evolutivo, que lo dejará pasmado).
Ya sea en el pasado fósil, o en el mundo natural, actualmente a nuestro alrededor, es obvio que las únicas variaciones que se aprecian, siempre suceden dentro de las verdaderas especies; y nunca con el fin de transformar una especie en otra. Podemos criar nuevas variedades de rosas, palomas, o perros, pero todas las variantes, seguirán siendo, o rosas, o palomas, o perros. Los estudios genéticos actuales, muestran con claridad, que las mutaciones y la selección natural, obrando de manera individual o conjunta, nunca pueden producir cambios evolutivos; cosa que además, es confirmada por las evidencias del registro fósil.    
LO QUE SE REQUIERE PARA SOBREVIVIR. Hablando de la “supervivencia del más apto,” podemos afirmar que la misma larga supervivencia de la  teoría de la evolución, refuta tal concepto, pues ella misma hace evidente la supervivencia de los conceptos “científicos” más débiles, absurdos, y fáciles de refutar.
La evolución como teoría sobrevive porque 1) el público no sabe lo qué está sucediendo, 2) la mayoría de los científicos trabajan en áreas o campos muy estrechos, y no ven el panorama completo que usted está viendo en este libro, y 3) muchos investigadores concienzudos no se atreven a publicarlos, por miedo a perder sus puestos y sueldo.
Sí, los científicos trabajan en áreas o campos estrechos: Muchos biólogos y genetistas se lamentan de no encontrar evidencias de la evolución en su campo (las especies vivientes y la investigación genética); pero se consuelan, al suponer que quizás la evidencia fósil, ya la haya fundamentado.
Los paleontólogos y los expertos en estratigrafía, lamentan el vacío de la evidencia evolutiva en los estratos fósiles (especies que previamente vivieron sobre la tierra) pero suponen que, seguramente, los sorprendentes avances en el estudio de las especies, y en  la investigación genética, la sustentan.
Es un hecho que muchos eruditos e investigadores sólo asisten a sus reuniones científicas cerradas, y rara vez se toman el tiempo para intercambiar conocimientos con los especialistas de otros campos de estudio diferentes al suyo. Muchos expertos de cada especialidad científica, suponen que los expertos de otros campos, han demostrado con solidez, la teoría de la evolución, a pesar de que es obvio que en su campo de estudio, tal teoría, esté lista para caer por tierra.
Actualmente es tanto lo que se sabe sobre cada reducida área de la ciencia, que son pocos los expertos que se toman el tiempo de evaluar el panorama completo. Además, es obvio que al público en general, se le presenta el panorama EQUIVOCADO. A pesar de que podemos afirmar que la teoría de la evolución está actualmente tan muerta, como las aves Dodo de las islas Mauricio, que se extinguieron hace casi doscientos años, la mayoría de la gente del mundo moderno no lo sabe.
ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS. He aquí algunos de los problemas relativos a los fósiles de los estratos. Cada uno de estos problemas son lo suficientemente graves como para destruir por sí sólo, la teoría de la evolución, desde el punto de vista de la paleontología y la estratigrafía:
1) La vida aparece de repente, y sin precursores, en el nivel más profundo de los estratos fósiles: el Cámbrico.
2) Las formas de vida inferiores que primero se hacen aparentes, son pequeñas, de lento movimiento, y propias del mar poco profundo; son extremadamente abundantes (su número alcanza miles de millones de especímenes), y ya son muy complejas.
3) En el fondo de los estratos, en el Cámbrico, no se encuentran especies transicionales.
4) No hay fósiles justo por debajo del Cámbrico: en el Precámbrico.
5) No hay especies transicionales en el Precámbrico.
6) No hay especies transicionales, en ninguno de los otros estratos fosilíferos (del Ordoviciano para arriba).
7) Los taxones (formas de vida) superiores (castores, jirafas, etc.), aparecen igual de súbitamente, en los estratos más altos, y sin rastro de formas de vida transicionales que conduzcan hacia ellas.
8) Además, cuando aparecen, éstos se encuentran en gran variedad y cantidad.
13. LOS FÓSILES
UN NÚMERO INMENSO DE FÓSILES. Uno de los hechos más sorprendentes sobre los estratos sedimentarios en todo el mundo, son las vastas cantidades de fósiles que contienen. Sin un Diluvio universal, hubiera sido imposible que cantidades tan inmensas de plantas y animales, se hubieran enterrado con la rapidez necesaria para fosilizarse. Así es, es inmenso el número de fósiles que fueron sepultados rápidamente:
Aproximadamente una séptima parte de la superficie terrestre es tundra (lodo congelado), donde se encuentran los restos fosilizados de millones de mamuts, junto con otros animales grandes y pequeños. También hay grandes concentraciones de enormes huesos de dinosaurios, en muchos lados del mundo. Sólo en las excavaciones hechas en el estado de Utah, E.U.A., se han encontrado osamentas de más de 300 diferentes tipos de dinosaurios. Igualmente, hay vastos lechos de plantas fósiles en diversos lugares, que actualmente son llamadas minas de carbón. Sólo en Geiseltal, Alemania, se encontraron los restos de 6,000 vertebrados, y en estrato pérmico, en Texas, E.U.A., se encontró un gran cúmulo de anfibios, y en otros lugares también de Texas, se han desenterrado enormes cantidades de almejas fósiles, a pesar de que actualmente, nunca las almejas vivas, se encuentran tan juntas unas de otras. Al examinarlas, se encontró que las conchas de las almejas estaban cerradas. Cuando una almeja muere, la concha se abre, excepto cuando antes de morir, es súbitamente enterrada bajo toneladas de lodo y piedras. En un lugar de Sudáfrica, existen alrededor de 800 mil millones de fósiles de anfibios y reptiles, en un área de 200 mil millas cuadradas [517,980 km2].
Old Red Sandstone en Inglaterra tiene miles y miles de millones de peces, diseminados en 10 mil millas cuadradas, con hasta 1,000 fósiles de peces por metro cuadrado.  Los trilobites se encuentran entre los fósiles más pequeños y suelen encontrarse en el fondo del estrato cámbrico, sin embargo, tanto el cámbrico como sus trilobites, pueden encontrarse en lo alto de las montañas, hasta a 7 mil pies de altura. Siendo los trilobites criaturas marítimas y de aguas poco profundas, ¿Qué tipo de inundación las pudo llevar a tales alturas?
Estas gruesas capas de estratos sedimentarios fosilíferos, cubren alrededor de las tres cuartas partes de la superficie terrestre, y llegan a tener un espesor de hasta 40 mil pies (12 mil metros).
CERROS DE COLECCIONES. Existen cerros y cerros de especímenes fósiles en las colecciones de paleontólogos y museos. Ha habido personas buscando fósiles desde principios del siglo XIX, y el resultado está a la vista: No hay evidencia alguna de evolución, en el registro fósil.
Hace 4,300 años, una gran catástrofe, el Diluvio, se extendió sobre toda la tierra. De la misma manera, en nuestros días, una gran catástrofe ha inundado la teoría de la evolución. Nadie menos que una autoridad en paleontología del Instituto Smithsoniano, describe así la magnitud del problema: “Existen 100 millones de fósiles, todos identificados y catalogados en museos de todo el mundo.” *Porter Kier, citado en New Scientist, Enero 15, 1981, p. 129 [científico del Intituto Smithsonian].
También *David Raup, paleontólogo principal del Museo Field de Historia Natural de Chicago, describe así el meollo del problema: “Así que la escala geológica de tiempo y los datos básicos del cambio biológico con el tiempo son (ahora), totalmente independientes de la teoría evolutiva. En los años posteriores a Darwin, sus defensores esperaban encontrar progresiones predecibles, pero en general, éstas no han sido encontradas.
Sin embargo, el optimismo ha sido pertinaz, de tal manera que algo de fantasía pura, se ha infiltrado en los libros de texto.” *David M. Raup, “Evolution and the Fossil Record”, en Science, Julio 17, 1981, p. 289.
NO HAY FOSILIZACIÓN ACTUALMENTE. Hace varios años, dos científicos intentaron fosilizar restos de animales. Según los libros de texto, no debería ser difícil lograrlo. Así, *Rainer Zangerl y *Eugene S. Richardson Jr. colocaron peces muertos en jaulas metálicas, y los tiraron en varias lagunas y pantanos de Luisiana. Cuando regresaron seis y medio días más tarde, encontraron que las bacterias y los carroñeros, habían consumido todas sus partes blandas, y habían esparcido sus huesos por toda la jaula.
A pesar de que los estratos sedimentarios están repletos de fósiles de peces, actualmente, cuando un pez muere, jamás se fosiliza: Se hincha, flota, y es consumido por carroñeros y otras pequeñas criaturas.
“Cuando un pez muere, su cuerpo flota, o se hunde hasta el fondo, para ser rápidamente devorado, en cuestión de horas, por otros peces. Sin embargo, el pez fósil conservado en las rocas sedimentarias, a menudo se preserva con los huesos intactos. Así, diseminados en grandes áreas, hay bancos enteros de peces que alcanzan los miles de millones de especímenes, que aunque en estado de agonía, nunca muestran señales de haber sido atacados por carroñeros.” *lmmanuel Velikovsky, Earth in Upheaval (1955), p. 222.
Los estratos tienen grandes números de animales en ellos, pero si un animal muere en la actualidad, nunca se fosiliza. Se pudre y descompone, si es que los buitres no lo encuentran primero, ya que actualmente, los animales muertos no se fosilizan.
“Los innumerables millones de cadáveres de búfalos que quedaron diseminados por las planicies, hace apenas dos generaciones, difícilmente dejaron huella alguna, ya que fueron devorados por lobos y buitres a las pocas horas o días de su muerte, y aún sus esqueletos, por efecto del clima, han casi totalmente desaparecido, al desintegrarse hasta hacerse polvo.” *Carl O. Dunbar, Historical Geology (1949), p. 39.
Aunque en los estratos, abundan las plantas fosilizadas; sin embargo, cuando actualmente una hierba, arbusto, o árbol se muere, eventualmente se vuelve tierra, pero no se endurece ni convierte en fósil.
Se requieren condiciones muy especiales para producir fósiles, y estas condiciones se presentaron una sóla vez en la historia. La evidencia es clara en el sentido de que fue un fenómeno mundial, y que sucedió en forma muy, muy rápida.
UN ENTERRAMIENTO RÁPIDO. Un hecho sorprendente sobre los fósiles es que fueron depositados al mismo tiempo, y mucho muy rápido.
¿Dónde están los bisontes actualmente? Como acabamos de leer, la mayoría de los bisontes murieron a manos de cazadores en las planicies de los Estados Unidos de Norteamérica, hace más de cien años. Pero, ¿dónde están sus fósiles? No hay ninguno. Millones de bisontes murieron, pero no dejaron restos fosilizados. Los bisontes muertos o se pudrieron, o fueron consumidos por los carroñeros, y sus restos lentamente, se desintegraron y eventualmente, fueron reintegrados a la tierra.
El hecho es que actualmente no se forman fósiles; sin embargo, en los estratos sedimentarios, encontramos literalmente miles de millones de ellos, y un cuidadoso análisis de los estratos, revela que obviamente, todos fueron depositados por una inundación masiva.
La impresionante inmensidad de estas fosas comunes llenas de fósiles es fantástica. Y pensar que esto nunca ocurre en la actualidad, hablando de la magnitud de los depósitos sedimentarios que encontró en Geiseltal, en Alemania central, *Newell dice: “Más de seis mil restos de animales vertebrados, y un gran número de insectos, moluscos, y plantas, se encontraron en estos depósitos. Los restos comprimidos de los tejidos blandos de muchos de estos animales, mostraban detalles de su estructura celular, y hasta pequeñas porciones de pelo, plumas, y escamas... (así como) el contenido estomacal de algunos escarabajos, anfibios, peces, aves, y mamíferos, (que) nos dieron evidencias directas, sobre sus hábitos alimentarios.” *N.O. Newell “Adequacy of the Fossil Record,” en Journal of Paleontology, Mayo 1959, p. 496.
En las condiciones actuales, sería prácticamente imposible que grandes números de plantas y animales fueran enterrados súbitamente. Sin embargo, encontramos que los fósiles fueron enterrados tan rápido, que aún podía identificarse la comida en el estómago de muchos.
Fueron tan rápidamente sepultados, que aun detalles de sus partes blandas, eran visibles. Las evidencias de una intensa y rápida comprensión, constituye una prueba más, de lo extraordinariamente rápido que fueron sepultados, pues todas las formas de vida, fueron súbitamente aplastadas. Se han encontrado tiburones aplanados hasta un mínimo grosor de ¼ de pulgada [1.27 cm], aún con su cola elevada, lo que sugiere un enterramiento catastrófico repentino, pues sólo una acción rápida podría lograr eso.
“Robert Broom, un paleontólogo sudafricano, estimó que existen ochocientos millones de esqueletos de animales vertebrados, sólo en la formación Karro.” *Op. cit., p. 492.
Al describir fósiles de arenques (unos peces), en los depósitos del Mioceno en California, un experto de la Inspección Geológica de Estados Unidos dice: “Más de mil millones de peces, de 6 a 8 pulgadas [15 a 20.5 cm] de largo, en promedio, murieron en un área de 4 millas cuadradas [10 km2], en el fondo de la bahía.” *Harry S. Ladd, “Ecology, Paleontology, and Stratigraphy,” en Science, Enero 9, 1959, p. 72.
¿Qué fue lo que ocurrió? Pues ¡una terrible catástrofe que de repente, inundó la tierra entera! Se han encontrado conchas marinas fosilizadas en las montañas más altas del planeta, incluyendo la cordillera más alta de todas, el Himalaya, que atraviesa en forma de arco, el Asia Central.
PECES COMIENDO PECES. Científicos de la Universidad de Princeton, trabajando en Fossil Lake, Wyoming, encontraron el fósil de un pez comiéndose a otro pez. Debido a que ambos peces fueron aplastados al ser súbitamente enterrados, los paleontólogos podían apreciar al pez que estaba dentro del otro, con su cola apenas saliendo de la garganta del más grande. Era una perca tragándose un arenque. ¡Se requirió un acontecimiento repentino para lograr capturar y matar a un pez comiéndose a otro pez!  Nada similar ocurre en la actualidad.
En el Salón de Paleontología de la Universidad Estatal de Kansas, puede verse un pez de 14 pies (4 m) que se comió a un pez de 6 pies (1.8 m). El pez aún no había sido digerido cuando ambos fueron sepultados.
HUELLAS DE FÓSILES. Leonard Brand y James Florence hicieron una excelente investigación. Recopilaron la mayoría de los registros de huellas fósiles en aproximadamente 800 ponencias publicadas, así como los datos de cinco de los principales museos paleontológicos. Esta información se correlacionó con los registros de enterramiento de fósiles.
Al comparar toda la información, llegaron a conclusiones sorprendentes:
1. Las aves y mamíferos fueron sepultados (literalmente, por cerros de lodo y piedra que repentinamente se deslavaron), cerca de los mismos niveles donde se encontraron las huellas de sus especies. Esto ocurrió en las eras Terciaria y Cuaternaria (al final de Diluvio).
2. Pero debajo de los estratos más altos, las huellas de anfibios, dinosaurios, y otros reptiles que no eran dinosaurios, se encontraron a niveles muy por debajo de donde las masas de sus cuerpos fueron enterrados.
Ese segundo descubrimiento es más bien sorprendente. Si hubieran transcurrido largas eras entre cada estrato, entonces las huellas y cuerpos debieron haberse encontrado juntos (en el mismo estrato). Pero si un solo Diluvio universal fue responsable de todos los estratos, entonces sí podríamos esperar encontrar las huellas de un gran número de anfibios, reptiles y dinosaurios, dejadas mientras caminaban en los primeros días del diluvio, y posteriormente (en un estrato posterior), sus cuerpos sepultados.
Se encontrarán más datos y gráficas en el artículo de Brand y Florence que se cita a continuación:
“Durante la primera parte del Diluvio hasta mediados de éste, un gran número de anfibios y reptiles se movían y dejaban huellas (en el suelo mojado y reblandecido por la lluvia).
Más tarde, conforme progresó el Diluvio (Jurásico superior y Cretáceo), con excepción de los grandes dinosaurios, quedaron muy pocos anfibios y reptiles que dejaron huellas (fosilizadas); pero durante el Cretáceo, cuando las únicas huellas preservadas eran las trayectorias de los grandes dinosaurios, ya muchos cuerpos de anfibios y reptiles, estaban siendo sepultados, creando los abundantes bancos de fósiles del Cretáceo. Ya para la era Cenozoica, casi no quedaron anfibios o reptiles que dejaran huellas reservables... Durante el Diluvio, las aves y los mamíferos se trasladaron a las tierras altas, lejos de las cuencas donde se acumularon los fósiles, quizás por las variaciones ecológicas, o debido a comportamientos de adaptación a la inusual crisis biológica ocasionada por el Diluvio.” Leonard Brand y James Florence, “Stratigraphic Distribution of Vertebrate Fossil Footprints Compared with Body Fossils,” en Origins, Vol 9, no. 2 (1982), p. 71.
LAS PLANTAS Y ANIMALES NO QUEDARON JUNTOS. Según la teoría, durante un periodo de millones de años, al morir las plantas y animales, cayeron al suelo y se transformaron en fósiles (aunque tal fosilización nunca ocurre en la actualidad). Gradualmente y durante siglos, se cubrieron de tierra, tal como ahora las hojas caídas se convierten en tierra.
Pero la realidad, es que rara vez encontramos plantas y animales juntos en los estratos fósiles. Por esta razón  la región llamada “Minium’s Dead Cow Quarry,” en Kansas, E.U.A., es especialmente apreciada por los paleontólogos: Es una excepción a la regla, pues contiene plantas y semillas de éstas, en la misma roca en que hay también animales. *R. Milner, Encyclopedia of Evolution 1990, p. 307.
¿Por qué normalmente, no se encuentran plantas y animales juntos en los estratos fósiles? La razón es sencilla; Porque todos fueron desplazados en forma diferente, por el Diluvio universal. El agua tendía a ordenarlos, lo que dio por resultado que grandes masas flotantes de vegetación, fueran relocalizadas, depositadas, y convertidas en las actuales minas de carbón, mientras que otros sitios en los estratos, se transformaron en “cementerios de fósiles,” llenos de animales desplazados por el agua, y acumulados ahí.
¿QUÉ FORMA TIENEN LOS FÓSILES? Existen millones y millones de fósiles, y usted podrá preguntarse ¿qué aspecto tienen los fósiles? Pues a continuación se describen siete tipos principales de fósiles:
1. Las Partes duras (como huesos y conchas) de algunas plantas y animales, fueron las preservadas.
2. El Carbón, fue lo único que se preservó. Es de ahí que provienen los lechos actuales de carbón.
3. Moldes y relieves de la forma original. Aunque el material original se disolvió, la forma del ser vivo se preservó en forma de molde. Hacer este tipo de fósil requiere igualmente, un enterramiento rápido.
4. Madera Petrificada. En ocasiones la madera se petrificó. Un excelente ejemplo de esto es el Bosque petrificado (Petrified Forest) de Arizona, donde encontramos troncos enteros de árboles que se convirtieron en piedra. Esto sucede porque después de su rápido enterramiento, cada célula de la madera es sustituida gradualmente, por minerales provenientes de un flujo subterráneo de agua.
5. Huellas de animales. Miles de trayectorias de animales se han preservado en piedra, y tales huellas siempre representan al animal huyendo. En Glen Rose, Texas y en otros lugares, se han encontrado huellas de humanos gigantes, y en el mismo estrato donde se conservaron huellas humanas, se han encontrado huellas en trayectoria, de dinosaurios. Esto demuestra que los humanos fueron contemporáneos de los dinosaurios y no que vivieron millones de años después de ellos, como proclaman los evolucionistas. (Se encontrará más información sobre esto, en el capítulo 13: El hombre Primitivo).
6. Marcas de olas pequeñas y salpicaduras de gotas de lluvias. Nunca se han encontrado impresiones de granizo antiguo (son muy distintas a las de las gotas de lluvia), lo que nos hace pensar que el clima debió de ser templado cuando se inició el diluvio. (*W.H. Twenhofel, Principles of Sedimentation (1950), p. 621).
7. Los rastros de lombrices, excretas, plumas, sustancias químicas, e incluso olor a pez, fueron preservados, gracias a que fueron sepultados súbitamente.
FOSILES DEL CAMBRICO CON GRAN DETALLE.
Antes de concluir esta sección sobre de qué están formados los fósiles, debemos mencionar que en ocasiones, las partes blandas de plantas y animales han quedado claramente grabadas en las rocas sedimentarias.
Un excelente ejemplo de ellos son los fósiles del llamado “Burguess Pass.”  En 1910 una caravana de mulas cargadas se esforzaba por cruzar el sendero “Burguess Pass” en lo alto de las montañas rocallosas de British Columbia, E.U.A, cuando una tropezó y pateó una roca negra. Uno de los hombres examinó la roca y encontró que tenía marcas fósiles finamente detalladas. Posteriormente, el Instituto Smithsoniano envió paleontólogos y asistentes que removieron toneladas de piedras de la ladera de esa montaña y otras vecinas, enviando 35,000 fósiles para ser analizados y conservados en el museo Nacional de la ciudad de Washington, B.C., E.U.A.
Los fósiles pertenecían principalmente a seres rastreros del antiguo fondo del mar, como gusanos, trilobites, braquiópodos, conchas, y otros. ¡Aquí, en estas muy altas montañas, los restos blandos de animales del Cámbrico (el más profundo de los estratos fosilíferos), quedaron claramente visibles! Aún algunos delicados órganos internos, quedaron grabados en la piedra. Pero aunque se supone que deberían haberse encontrado las formas transicionales que evolucionaron hasta esas especies comunes del Cámbrico, esto no sucedió. Sin embargo, “Burguess Pass” y otros sitios vecinos excavados (como la Montaña Stephen), produjeron copiosas cantidades de fósiles representativos de casi todos los tipos o géneros de seres vivos.
“Aún se llegó a más que delimitar el contorno de los cuerpos (e incluir sus huesos fosilizados), pues aún los órganos blandos internos, fueron en ocasiones grabados como radiografías en miniatura. Dentro de los fósiles encontrados, hay una gran variedad de los grupos principales. Ya me referí anteriormente a tres de los grupos principales: braquiópodos, gusanos, y artrópodos (Trilobites); pero casi todos los tipos principales de animales, han sido identificados aquí, con excepción de los vertebrados. Harold O. Coffin, “Famous fosils from a Mountaintop,” en Origins, Enero1, 1974, p.46.
BOSQUE ENTERADO. Otra dramática evidencia de un diluvio catastrófico de dimensiones masivas, como causa de los estratos sedimentarios, es el bosque enterrado.
Por supuesto que las minas de carbón son otro ejemplo de un bosque enterrado, y serán analizadas más adelante en este mismo capítulo. Uno de los mejores lugares para ver bosques enterrados, es “Specimen Ridge” en el parque Yellowstone, en Montana, E.U.A. Ahí se pueden apreciar varias capas de árboles petrificados. Los evolucionistas uniformitarianistas, alegan que tales árboles, nacieron, crecieron y murieron en ese sitio, y que gradualmente, mientras permanecían inmóviles ahí, fueron cubiertos por depósitos de tierra a través de las edades. Poco a poco, tras decenas de miles de años, otros árboles murieron ahí y fueron cubiertos de polvo depositado a lo largo de miles de años. Pero el análisis cuidadoso del área, demuestra que todos tienen una antigüedad, forma de sepultura, y área vecina, similar. Una serie de fuertes corrientes de agua, desviadas por flujos y lloviznas volcánicas contrarias, arrastró y colocó cada estrato sedimentario en ese lugar.
Póngase a pensar por un momento: ¿Moriría un árbol quedando en forma vertical por medio millón de años, mientras es cubierto por uno tras otro estrato rocoso? Pues el hecho es que existen aún en las minas de carbón, los árboles fosilizados llamados poliestráticos (porque uno de sus extremos está en un estrato, y el otro, en uno o dos estratos superiores).
(Tanto más adelante en este capítulo, como en el capítulo 14, y otro poco, en el 6, mencionamos más sobre las implicaciones de estos árboles fósiles, de posición vertical, y poliestráticos).
LOS FOSILES NO EXTINTOS. La gran mayoría de las plantas y animales que vivieron hace mucho tiempo, fueron iguales a los actuales, con la excepción de algunas especies extintas. He aquí una muestra de lo que se puede encontrar en los estratos sedimentarios de la “columna geológica” completa; pero recuérdese que en ningún lado del mundo se encuentra tal columna en forma “completa.” Así, iniciando desde el estrato inferior hasta el superior, esto es lo que encontramos:
Precámbrico: Algas, bacterias, hongos
Cámbrico: Esponjas, caracoles, aguamalas.
Ordoviciano: Almejas, estrellas de mar, gusanos.
Silúrico: Escorpiones y corales.
Devónico: Tiburones y otros peces con pulmones.
Carbonífero: Helechos, cucarachas.
Pérmico: Escarabajos, libélulas.
Triásico: Pinos, palmas.
Jurásico: Cocodrilos, tortugas.
Cretácico: Patos, pelícanos.
Paleoceno: Ratas, erizos.
Eoceno: Lémur, rinocerontes.
Oligoceno: Castor, ardillas, hormigas.
Mioceno: Camellos, aves.
Plioceno: Caballos, elefantes.
Pleistoceno: Humanos.
(Más adelante en este mismo capítulo, en la sección: “Fósiles fuera de lugar,” mencionaremos que los fósiles no están estrictamente confinados a cierto estrato, sino que frecuentemente, se encuentran muy por arriba o muy  por debajo de su estrato asignado).
Es obvio, que de acuerdo con la lista previa, esas especies existentes anteriormente, son iguales a las actuales. Por supuesto que hay especies y tipos (géneros) que se han extinguido, pero es sumamente interesante mencionar que ¡algunas de las especies que se creían extintas, recientemente se han encontrado vivas!
Mencionemos algunas de las miles de especies vivas, cuya apariencia actual, es idéntica a la que supuestamente tenían hace millones de años: La cucaracha (250 millones de años); la estrella de mar (500 millones de años); el tiburón (181 millones); el erizo de mar (100 millones de años); árbol ginkgo (200 millones de años); libélulas (170 millones de años); las bacteria (600 millones de años).
Consideremos al murciélago. Todos los fósiles de murciélago lucen idénticos al murciélago actual. *Jepsen reportó haber encontrado el fósil de murciélago más antiguo conocido (*G.L. Jepsen. Reportado en Science, Diciembre, 9, 1966). En el artículo, se incluyen una fotografía de su esqueleto y un esquema de su posible apariencia, y el tal murciélago de supuestamente 50 millones de años de antigüedad, tiene un esqueleto idéntico al de cualquier murciélago moderno. ¿Y por debajo de éste? Ni un fósil de alguna forma transicional que llevara hacia él, a partir de “formas más inferiores de vida,” fue localizado. Así, desde que apareció por primera vez el murciélago, ¡nunca fue otra cosa que murciélago!
FOSILES VIVIENTES. (*#17 Living fossils [coelacanth and plesiosaur]*) [En el apéndice 17 de nuestro sitio web, se encuentran historias, 4 fotografías, y más, pero no citas].
Hay especies que sólo se encuentran en la rocas sedimentarias, y que supuestamente tienen millones de años de antigüedad, y que han sido declaradas “extintas desde hace millones de años.” Y aunque se les presenta como evidencias de la evolución, la realidad es que la extinción no es evidencia alguna de evolución, esto es, de evolucionar hacia nuevas formas de vida.
Aún así, en décadas recientes, algunas de estas especies declaradas “extintas desde hace millones de años,” se ha encontrado que en realidad no están extintas.
La GRAN pregunta es esta: ¿Dónde pues estuvieron durante todos estos “millones de años” en que aparecen ausentes en los estratos sedimentarios superiores?
   “Mucho antes de que empezara a investigar a fondo sobre el tema, ya habían especulado sobre algunos aspectos intrigantes; asuntos que no parecían concordar con el argumento (evolucionista), y que los libros de texto excluían en su gran mayoría.
Está por ejemplo, el hecho de que algunas criaturas a pesar de que nunca evolucionaron, continúan exitosamente como “fósiles vivientes.” Las abejas conservadas en ámbar del periodo Terciario, son prácticamente idénticas a las abejas actuales; y todos han escuchado sobre el Celacanto que supuestamente se había extinguido desde inicios del periodo Cretáceo. También el mundo vegetal tiene fósiles vivos, como el del árbol Gingko, con sus hojas diferentes a cualquier otro árbol moderno.” *G.R. Taylor, Great Evolution Mystery (1983), pp. 25-26. Son tantos los fósiles vivientes que se han encontrado, que los científicos ya le dieron un nombre a su estudio: La Criptozoología, el estudio de los animales “ocultos.” De acuerdo con los evolucionistas estos animales vivieron un tiempo, luego “se ocultaron” por millones de años, y actualmente, siguen vivos.
He aquí una lista de algunos de esos fósiles vivientes actualmente:
1. El Celacanto. El pez crosopterigiano. “Extinto” desde el Cretáceo, que aunque no se encuentra en los estratos fosilíferos de los últimos “50 millones de años,” actualmente se encuentra vivo.
2. El Metasequoia. “Pino del amanecer” supuestamente extinto desde el Mioceno, y ausente de los estratos durante los últimos “60 millones de años;” y sin embargo actualmente vivo.
3. El Tuatara. Un reptil con cabeza picuda, “extinto” desde el Cretáceo, y ausente de los estratos durante los último “135 millones de años,” pero vivo actualmente.
4. La Neopilina. Un molusco segmentado de aguas profundas, “extinto” desde el Devónico, y ausente de los estratos durante los últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
5. La Língula. Un braquiópodo (concha marina), “extinto” desde el Ordovíciano, y ausente de los estratos durante los últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
El ahora famoso Celacanto, era un gran pez conocido sólo por sus restos fósiles, y supuestamente extinto desde hace 50 millones de años, hasta que varios especímenes fueron encontrados nadando en el océano. El primero de ellos, se encontró en la red de un pescador en las costas de Madagascar, el 25 de diciembre de 1938, y desde entonces 8 más han sido encontrados vivos.
Sólo se necesita un momento para llegar a la siguiente sorprendente conclusión: ¿Cómo fue que habiéndose extinguido el Celacanto hace 50 millones de años, se encuentra actualmente vivo? Para que fuera declarado “extinto” por tanto tiempo, los paleontólogos tuvieron que haber encontrado sus fósiles en los estratos más antiguos, y no haberlo encontrado en ninguno de los estratos más recientes. ¿Cómo es que no se encuentra el Celacanto en esos estratos más recientes? ¿Habrá decidió hibernar por 50 millones de años?
Esta es una clara evidencia de que los estratos sedimentarios fueron depositados en poco tiempo, durante el Diluvio Universal, en vez del paulatino y lento depósito a razón de menos “de 2 cm por cada doscientos años” que proponen los teóricos de la evolución.
Es interesante mencionar que algunos de estos “fósiles vivientes,” anteriormente fueron usados por los evolucionistas como “fósiles índice,” con el fin de sustentar la antigüedad de un cierto estrato. La mayoría de estos fósiles índice eran pequeños organismos marinos, que vivían en las mayores profundidades del mar (trilobites, graptolitos, amonites), de tal manera que no sería excepcional que algunos de ellos aún tengan actualmente representantes vivos, pues aún es muy limitada la exploración hecha del fondo del mar. Hay científicos que están seguros que pronto serán capaces de encontrar trilobites vivos (léase “Start Search for Living Trilobites,” Science Digest, Septiembre, 1959, ya que un fósil viviente, muy parecido a los trilobites, ya fue encontrado (léase “living fossil Resembles Long-Extinct Trilobite,” Sience Digest, Diciembre 1957).
Se podrían citar muchos otros ejemplos. Aquí, dos más: “En el siglo XIX, unos cazadores reportaron la leyenda común entre miembros de una tribu del Congo, sobre un enorme animal con pezuña hendida, “cabeza de jirafa,” y “estrías de cebra” en sus ancas y patas traseras. La mayoría de los zoólogos la descartaron como una leyenda local; pero Sir Harry H. Johnston, quedó fascinado cuando leyó sobre esta desconocida bestia de los bosques. Años después, organizó una expedición en busca de tal criatura, a la que los nativos llamaban Okapi. Tras varios intentos fallidos y casi desastrosos, finalmente pudo capturar un Okapi vivo en 1906. Siendo uno de los pocos nuevos mamíferos descubiertos en el siglo XX, el Okapi resultó ser un representante vivo de un género (palaeofragus), conocido por sus fósiles, y considerado por los zoólogos, como extinto desde hace 30 millones de años.” *R. Millner, Encyclopedia of Evolution (1990), p.102.
“De acuerdo con Science News (Junio 9, 1990, p.359), los botánicos consideraban que una especie de Cornejo (Dogwood tree), el Diplopanax stachyanthus, había muerto hace 4 millones de años, y que aparentemente, sólo quedaban restos fósiles de este árbol. Pero ahora, un botánico de la Universidad Estatal de Washington, ha examinado la fruta fosilizada de árboles considerados extintos hace 15 millones de años, y encontró que es esencialmente idéntica a la fruta de un árbol de la familia del Cornejo, descubierto en la China en 1928.”
“Pero, ¡Espere un momento! Si la evolución es influida por la supervivencia del más apto, se esperaría que las especies más viejas e inferiores, desaparecieran y fueran reemplazadas por especies mejores, superiores, y más evolucionadas. Si así fuera, ¿Qué hace un árbol con 15 millones de antigüedad, aún vivo en la actualidad? Debería haberse extinguido hace mucho tiempo, de otra manera, la supuesta antigüedad de 15 millones de años, es un craso error. De cualquier manera, evidentemente, algo está mal en la teoría de la evolución.” Bob Vun Kannon, “A Living Fossil,” The Adventure, Septiembre 1990.
La existencia de “fósiles vivos,” es un problema serio para los evolucionistas. La teoría de la evolución está fundamentada en varios conceptos, de los que dos son aquí, seriamente violados: 1. Que si una especie queda extinta, no puede volver a existir. 2. Que las especies evolucionan hacia otras mejores, y nunca pueden regresar a sus formas más primitivas. Si tal especie en particular dejó de existir durante los pasados 15 millones de años, ¿cómo es que existe actualmente?
LOS DINOSAURIO EXTINTOS. Desde los tiempos de *Charles Lyell, la extinción de los dinosaurios ha sido considerada como una de las pruebas sobresalientes de la evolución, a pesar de que lo único que realmente prueba, es que los animales pueden extinguirse. No hay ningún hallazgo en los dinosaurios, que pruebe la evolución (cambio de especies), o el cambio de una forma de vida en otra. Lo que los dinosaurios extintos sí prueban es que la teoría del uniformitarianismo (la base de la evolución), es incorrecta; pues fue una catástrofe masiva, la que venció y destruyó a los dinosaurios.
Para que los dinosaurios pudieran probar la evolución, deberían encontrarse formas transicionales que llevaran hacia ellos; pero los dinosaurios como todas las demás, fueron especies bien definidas.
LOS DINOSAURIOS VIVOS. A los evolucionistas les interesa sobremanera que se siga creyendo que actualmente no hay dinosaurios vivos. De acuerdo a su teoría, los dinosaurios vivieron durante la era Mesozoica (desde hace 225 hasta hace 65 millones de años). Si alguno fuera encontrado vivo actualmente, los evolucionistas creen que eso debilitaría su teoría; pero la realidad es que ni apoyaría ni debilitaría su teoría, ya que los dinosaurios (pasados o presentes), no son evidencia alguna del proceso evolutivo.
En todos los museos del mundo, se exhiben los huesos de dinosaurios como evidencia de la evolución, y se supone que su mera extinción, fundamenta tal concepto. Pero ¿sabía usted que ya fue encontrado un dinosaurio vivo? En abril de 1977, un barco pesquero japonés, en la costa este de Nueva Zelanda, capturó en sus redes una criatura muerta de 4,000 libras (1,814 kg). Fue fotografiada, dibujada, y cuidadosamente medida, conservándose muestras de sus aletas, con el fin de hacer análisis de sus tejidos. Tenía toda la apariencia de ser un Plesiosaurio, o sea un dinosaurio marino, que hasta 1977, sólo se había encontrado en forma fósil. Los científicos japoneses quedaron convencidos de que se trataba de un Plesiosaurio, y Japón imprimió una estampilla postal de la criatura, en honor del hallazgo (Copias de la fotografía y los esquemas puede encontrarse en la internet, y en la página 107 del excelente libro por Ian Taylor, In the Minds of Men).
Pero hay otras criaturas que cumplen los requisitos para considerarse dinosaurios. ¿Qué es un dinosaurio? Simplemente es un reptil muy grande. Algunos cocodrilos, lagartos, y caimanes (e iguanas gigantes), son reptiles enormes.
“Aunque actualmente se encuentran extintos en un 99%, y rara vez miden más de 12 pies (4 m) de largo, a principios del siglo XX, hubo cocodrilos americanos que llegaron a medir cerca de 20 pies (6.5 m) de largo (Lea el National Geographic Magazine de Enero 1967, p. 137); y hace apenas 500 años, el aepyornis, un dinosaurio volador de cerca de 10 pies (3 m) de altura y casi media tonelada de peso, todavía vivía en la isla de Madagascar (lea National Geographic Magazine, de Octubre 1967, p. 493).” *John C. Witcomb, World that Perished (1988), p. 30.
“Dado que los enormes esqueletos que han sido restaurados a partir de restos fosilizados, pertenecen sin lugar a dudas a reptiles, éstos fueron llamados por Sir Richard Owen, un zoólogo, del siglo XIX, dinosaurios (en griego, “lagartos terribles”), aunque por parecerse más a los cocodrilos que a los lagartos, debieron haberse llamado “dinococodrilos.” *Asimov´s Book of Facts (1979), p. 136.
Pero sigue habiendo actualmente, criaturas grandes y pequeñas, parecidas a los cocodrilos.
Aunque algunos dinosaurios extintos eran tan pequeños como una gallina, hay actualmente, animales modernos y bastante grandes, semejantes a los cocodrilos. Hay algunos cocodrilos (Crocodylus porosus) que llegan a medir hasta 33 pies (10 m) de largo, y todos son reptiles grandes, pesados y feroces.
El Dragón Komodo (Varanus Komodoensis), es otro reptil grande que se parece mucho a un dinosaurio. Fue descubierto en 1912; y aunque los evolucionistas han intentado descartarlo llamándolo un tipo de “lagarto,” seguramente es más que eso. Considere la siguiente descripción: “Su cuerpo está cubierto de pequeñas escamas, su cuello es grueso y su cabeza ancha y elongada.
Tiene dientes de 1cm de largo, y una a larga lengua hendida, de 30 a 40 cm (12 a 16 in.) de largo. Tiene extremidades bien desarrolladas, con grandes garras en las patas. Su larga cola no tiene divisiones y tiende a desviarse hacia un lado. El dragón Komodo, es el depredador más grande de las islas donde vive (en Indonesia). Caza jabalíes, venados, cerdos salvajes, macacos y ratas, y excava los huevos de aves rastreras. Puede correr tan rápido como un humano, por cortas distancias. Se dice que algunos especímenes menos grandes, tienden a emboscarse en los árboles sobre los trayectos de otros animales, y caer sobre venados y cerdos, cuando pasan.” *Great Book of the Animal Kingdom (1988), p. 152.
El dragón Komodo, un reptil verdaderamente gigante, que ataca y mata a los grandes cerdos, tiene una vida media de 25 años, mide 3 metros (10 pies) de largo, y pesa unos 160 Kg (350 lb.), siendo definitivamente más grande que algunos de los reptiles extintos y llamados “dinosaurios.” (Hubo una gran variedad de dinosaurios ahora extintos: algunos fueron muy pequeños; algunos corrían muy rápidamente, como los avestruces actuales, o capturaban pájaros con sus patas delanteras; y aún otros, volaban, como aves.)
El dragon Komodo es el más grande de su género, del que hay 31 especies, algunas bastante grandes. La mayoría habita las islas al norte de Australia, como la especie Papúa monitor (Varanus salvadori), que aunque es más largo que el dragón Komodo (más de 4 m: 13 pies), no es tan voluminoso.
Varios científicos prominentes, incluyendo *Myer, considera que los caimanes y cocodrilos, son fósiles vivientes.
“Los cocodrilos del Nilo y los caimanes de Norteamérica, pertenecen a un grupo de reptiles conocidos como cocodrilianos de nariz ancha, que en las áreas cálidas del mundo, son los más grandes depredares terrestres. Son fósiles vivientes, en el sentido de que se asemejan, en la forma y aspecto de sus cuerpos y cabezas, a formas de vida ancestral.” *Ernst Myer, “Crocodilians as living fossils,” en Living Fossils (1984), p. 105.
FOSILES EXTINTOS. ¿Y qué hay de las criaturas fosilizadas que ahora están extintas? Todo lo que prueban los fósiles de extintos, como los de los dinosaurios, es que los animales pueden desaparecer, pues la extinción ni es evolución, ni provee evidencia alguna de la evolución.
Además de los dinosaurios, hay un buen número de especies de plantas y animales que se extinguieron. Es interesante mencionar que generalmente, las especies que se extinguieron, eran más complejas que las de las plantas y animales actualmente vivos.
NINGUNO DE LOS FOSILES O ESTRATOS SON ANTIGUOS. Fósiles de todos los niveles y estratos sedimentarios, han sido fechados por medio del método de residuos de aminoácidos (ver capítulo 6: Métodos Inexactos de Fechado); y los científicos se han quedado atónitos al descubrir que tanto los fósiles más “recientes,” como los más “antiguos” (incluyendo a los del Cámbrico), revelan tener aún rastros de aminoácidos. Estás son noticias asombrosas y contrarias a la teoría de la evolución, ya que significan que en vez de estar separados unos de otros por cientos de millones de años, ¡TODOS los estratos fosilíferos, fueron depositados, más bien recientemente, y prácticamente al mismo tiempo! Así, con el fin de “preservar a los fósiles” como un trofeo y prueba de la evolución, se ha especulado que la presencia de aminoácidos en los fósiles más antiguos, son consecuencia de un acto de contaminación, que de alguna manera, se infiltro en ellos en tiempos recientes.
A conchas tan antiguas como las del estrato Jurásico, que supuestamente tienen una antigüedad de 135 a 180 millones de años, se les han encontrado aún aminoácidos ligados a estructuras proteicas. Así, tales residuos de aminoácidos provienen de estructuras internas de las conchas, que por lo tanto, ¡no pueden tener más de unos cuantos miles de años de edad! Por lo tanto, los estudios de residuos de aminoácidos en los estratos fosilíferos, demuestran que nos hay tal cosa como estratos sedimentarios ancestrales.
RESTOS HUMANOS EN DEPOSITOS ANCESTRALES. Casi al final del capítulo 13: El Hombre Primitivo, describiremos varios hallazgos que evidencian la presencia de seres humanos en los que los evolucionistas consideran como carbón y rocas extremadamente antiguas. Tal información claramente descarta las teorías del fechado basadas en la columna geológica, por lo que resumiremos tal información aquí; pero para una descripción más detallada, consulte el capítulo 13: El Hombre Primitivo.
Se supone que el ser humano moderno, varones y mujeres, sólo ha existido sobre la tierra, durante los últimos 2 millones de años, mientras que la mayor parte de los estratos sedimentarios, se extienden entre los 35 y los 570 millones de años de antigüedad; sin embargo, hay evidencias de que los humanos estaban presentes cuando tales sedimentos fueron depositados. Tales hallazgos significan que o los humanos tienen billones de años de antigüedad, o que esos estratos, son mucho más recientes.
Tanto las evidencias presentadas en el capítulo 3: La Edad De La Tierra, como en el capítulo 13: El Hombre Primitivo, prueban que tanto el planeta, como la humanidad, son relativamente jóvenes, y que no tienen más de 6 mil a 10 mil años de antigüedad.
He aquí algo de la evidencia presentada en el capítulo 13:
 1. La Mujer De Guadalupe. El esqueleto casi completo de una mujer, fue encontrado en una piedra caliza de supuestamente 28 millones de antigüedad, y que formaba parte de un bloque duro, grueso, y de más de 1.5 Km (1 milla) de largo.
2. El cráneo de Calaveras. Un cráneo humano, completamente mineralizado, fue encontrado en el estrato Plioceno, que supuestamente tiene “más de 2 millones de años de antigüedad.
3. Huellas humanas. En varios sitos de Norteamérica y en Laetoli, África, se han encontrado huellas de pisadas humanas:
1) Huellas en Glen Rose: A lo largo de todo el siglo XX, varias huellas de pisadas tanto de niños como de adultos entre 38 y 55 cm (15 a 21.5 pulgadas), fueron preservadas en rocas del Cretáceo temprano (que supuestamente datan de hace 120 millones de años), en el lecho del antiguo río Pulaxy, en Texas, E.U.A. Las huellas de los niños siempre van acompañadas de huellas de adultos, y en una ocasión, se cruzan con las grandes huellas dejadas por un dinosaurio, que pasando sobre ellas, al igual que las de los humanos, muestran que iban corriendo (como huyendo).
2) Huellas en Atelope Springs: Tanto William Meister como otros, han encontrado, en Utha. E.U.A., huellas de sandalias humanas, pisando trilobites, en estratos cámbricos (de hace “570 millones” de años).
3) Evidencias en las minas de Carbón. Restos humanos y reliquias de varios tipos, han sido encontradas en las minas de Carbón, que datan de hace “millones de años.” Se incluyen un cráneo humano, dos dientes humanos gigantes, una cadena de oro, hilo de oro, clavos de acero, un tornillo metálico, un objeto en cuña, y una olla de metal.
14. EL CARBON.
¿POR QUÉ NO SE FORMA CARBÓN ACTUALMENTE? (*#20-21/13 considering Coal/Making Petroleum and Coal*). Un enigma relacionado, es la gran cantidad de petróleo y carbón en nuestro planeta. Los expertos reconocen que el petróleo proviene de animales ancestrales, y que el Carbón, proviene de plantas ancestrales.
Que en algún momento anterior en la historia de la Tierra, la vida animal y vegetal fueron súbitamente sepultadas, produciéndose así, el petróleo y el carbón; cosa que en ninguno de los dos casos, se está produciendo en la actualidad. Esto constituye un gran misterio para los científicos.
Aunque las minas de carbón constituyen menos del uno por ciento de los estratos sedimentarios rocosos, tienen sin embargo, un significado muy especial para los que buscan comprender el registro geológico. El estrato llamado Carbonífero, es el que contiene la mayor parte del Carbón; pero también se puede encontrar éste en otros estratos. El carbón se forma cuando los restos de las plantas son fuertemente comprimidos  y calentados, por el peso de gruesas capas de sedimentos depositados sobre ellos. Es frecuente que se puedan identificar en los márgenes de los depósitos de carbón, las plantas que lo formaron. Seguramente, fueron enormes los bosques que fueron sepultados para producir tal cantidad de Carbón.
La teoría uniformitariana (o uniformista), también llamada la teoría autóctona, sostenida por los evolucionistas, enseña que el carbón, en forma regular, se fue formando a través de millones de años (aunque se acepta que actualmente no se está formando).
De acuerdo a esta teoría, grandes ciénagas de plantas fueron la fuente de los inmensos lechos de carbón que actualmente existen. Se dice que grandes cantidades de las plantas de las que se formó el carbón, se acumularon en pantanos de agua dulce, durante miles de años.
Pero tal teoría no concuerda con los hechos. 1) La mayor parte de los depósitos de carbón provienen de plantas y árboles (como los pinos) que no crecen  en los pantanos. 2) Actualmente no se produce carbón en los pantanos. 3) No se conoce lugar alguno en el mundo, en donde en el fondo de las ciénagas llenas de plantas, se estén formando estratos típicos de carbón. 4) algunas vetas de carbón tienen hasta 30 a 40 pies (9 a 12 m) de profundidad, lo cual representa un cúmulo de 300 a 400 pies (122 m) de grueso, formado por residuos de plantas en una sóla veta; concluimos que la condición requerida para producir todo ese carbón, fue realmente extraordinaria.
“Aunque un cúmulo de plantas (como en una ciénaga o pantano), puede demostrar cómo la materia vegetal se puede llegar a acumular en un solo sitio, en cantidades considerables, de ninguna manera es comparable a las grandes extensiones de vegetación que dieron lugar a la formación de las grandes vetas de carbón actuales... ninguna ciénaga o pantano  (actualmente), lograría proveer suficiente residuo vegetal, como para formar una gran veta de carbón.” *E.S. Moore, “Coal: Its Properties, Analysis, Classification. Geology; Extraction, Uses and Distribution” (1940), p. 146.
La segunda teoría es llamada la teoría Alóctona, que sugiere que el estrato de carbón, se formó a partir de las plantas y árboles que durante un diluvio masivo que inundó continentes enteros, fueron arrancados, y rápidamente relocalizados, transportados, y depositados en sitios distantes del original.
He aquí varias evidencias que favorecen este segundo punto de vista: 1) La inmensa cantidad de vegetación que fue sepultada, necesaria para producir el carbón. 2) La forma en que la vegetación fue tan súbitamente depositada y sepultada. 3) El hecho de que fósiles marinos, como peces, moluscos, y braquiópodos, son frecuentemente encontrados en las minas de carbón.
“El pequeño gusano redondo marino Spirobis, frecuentemente está unido a las plantas carbonizadas del estrato carbonífero tanto de Europa como Norteamérica. Dado que hay mínimas evidencias anatómicas que sugieran que las plantas carbonizadas estuvieran adaptadas a los pantanos de agua de mar, la coincidencia de animales marinos con plantas no marinas, sugiere que la mezcla de ambas, tuvo lugar durante su transporte, lo cual apoya el modelo alóctono.” Stuart E. Nevins, “The Origin of Coial,” in Up With Creation (1978), p. 241.
Hay una tesis doctoral, que menciona en detalle, cómo es que el carbón pudo haberse formado rápidamente, gracias a las condiciones provocadas por un diluvio universal, que causó el transporte de grandes masas de árboles flotantes, que junto con otra vegetación, se hundieron, creando así los actuales lechos de carbón. (S.A. Austin, “Depositional Enviroment of the Kentuky No.12 Coal Bed, et. al.,” Geology Ph. D., dissertation, Pennsylvania State University, 1979).
4) Los troncos verticales (árboles poliestráticos), de 10 a 30 pies (3 a 9 m), y más de altura, que frecuentemente se encuentran en los estratos asociados con la presencia de carbón, o en el carbón mismo. Para lograr esto, los sedimentos de carbón tuvieron que formarse y solidificarse rápidamente, y antes de que los troncos pudieran pudrirse y caer por tierra horizontales.
“…se describe un árbol que fue sepultado a una profundidad de 4.6m (15 pies). Debido a que el árbol se encuentra en la posición de crecimiento y no muestra regeneración en sus raíces, muy probablemente fue sepultado rápidamente, y antes de que pudiera deteriorarse.” *R.C. Milici, et. Al., “The Mississippian and Pensylvanian (Carboniferous) Systems in the United States: Tennessee,” United States Geological Survey Professional Paper 111O-G32-4.
5) Algunas veces, estos troncos verticales, están invertidos, y en ocasiones, fue tanta la vegetación arrastrada por el diluvio, que los troncos se llegan a encontrar intercalados a diferentes niveles, con relación a los demás.
Justo tras la gran explosión del volcán Santa Helena, en mayo de 1980, una observación del lago cercano “Spirit Lake,” mostró una gran cantidad de vegetación flotando en él, incluyendo árboles flotando en posición vertical o casi vertical, debido al peso de sus raíces y la gran circunferencia inferior del tronco.
Aún así, las condiciones del lago Spirit, no igualaron ni cerca, las condiciones del Diluvio Universal, ya que no hubo un enterramiento súbito asociado, por lo que no hubo formación de fósiles ni carbón.
6) Los troncos huecos de grandes árboles encontrados en las vetas de carbón, fueron rellenos de materia no propia de ese sitio, demostrando que ya sea los troncos o el carbón, fueron transportados a ese lugar a partir de otro distante.
7) La Estigmaria, es el nombre que se les da a las raíces de estos árboles. Los estudios hechos por Rupke en 1960, revelaron que estas raíces fueron traídas a partir de otro lugar (*N.A. Rppke, “Sedimentary Evidence for the Allochthonous Origin os stigmaria,” en Geological Society of America Bulletin, Vol 80, 1969, pp. 2109 a 2114).
8) El carbón se encuentra en capas llamadas ciclotemas, y entre cada una de estas capas, se encuentra material sedimentado por agua, como arenisca, piedra caliza, pizarra, barro, etc.; y aunque cada una de las capas de carbón pueda ser delgada en profundidad, generalmente es asombrosamente ancha en cuanto a su extensión. Los estudios estratigráficos modernos, demuestran que una de estas vetas de carbón se extiende hacia el este, desde Oklahoma, Missouri y Iowa, a través de Indiana, y hasta Ohio y Pennsylvania, y hacia el sur, hasta Kentucky, E.U.A. Así, esta veta por sí sola, se extiende a lo ancho del centro y este de E.U.A., en un área de unas 100 mil millas cuadradas (más de 250 mil Km2). No existen ningunas condiciones actuales que pudieran duplicar tal producción de carbón vegetal, y sin embargo los geólogos evolucionistas, insisten en que “el presente es la clave para el pasado,” o sea que la forma en que suceden las cosas actualmente, es la misma, de cómo sucedieron en las eras pasadas.
9) Por encima y por debajo de las vetas de carbón, se encuentran capas de barro compuestas de tierra que no es propia de los pantanos ni bosques. Además, no hay señas de la tierra fértil que fue necesaria para que floreciera la exuberante vegetación que se transformó en carbón. Por todo esto, se concluye que es obvio que tanto las capas de barro, como la de vegetación intermedia, que se transformó en carbón, fueron transportadas y depositadas allí, subsecuentemente.
10) En todo el mundo, por más de cien años, se han encontrado grandes rocas, ajenas a la región, mezcladas en las vetas de carbón, con pesos promedio de 12 libras (5 Kg.), siendo las más grandes hasta de 161 libras (73 Kg.). (Léase *P.H. Price, “Erratic Boulders in Sewell Coal od West Virginia,” en Journal of Geology, Vol. 40, 1932, pp.62 a 73).
11) Por último, el análisis de la estructura del carbón mismo, demuestra orientación en las partículas, tipos de textura, y microlaminación, que indican que la vegetación fue transportada hasta ese sitio, y no que ahí nació y creció. Tanto al carbón como al petróleo, (al igual que los fósiles), sólo se les encuentra en los estratos sedimentarios. Por lo tanto, toda la evidencia dada por un cuidadoso estudio del carbón, señala hacia el Diluvio Universal, como el evento que provocó el depósito de cada uno de esos estratos.
12) Tanto el petróleo como el carbón, pueden formarse en un tiempo relativamente corto. Los científicos e investigadores, han descubierto que no son difíciles de hacer artificialmente, y que pudieron haber sido hechos por la naturaleza igual de rápido, siendo la clave para lograrlo, una enorme presión.
15. LOS PROBLEMAS CON LOS ESTRATOS FISICOS.
Los sedimentos rocosos, frecuentemente no están colocados como se supone que lo deberían de estar, si es que fueron depositados lentamente, a lo largo de millones de años.
Los cinco problemas principales  al respecto, son: 1) Hallazgo de fósiles en los estratos incorrectos. 2) Ausencia de estratos. 3) La presencia de geocíclines (plegamiento de las rocas). 4. Megabrequias (enormes formaciones rocosas redondeadas y fuera de lugar). 5. La presencia de Fallas verticales (acantilados). Discutiremos cada una de estos en esta última sección del capítulo.
LAS PERSISTENTES CONTROVERSIAS SOBRE LOS ESTRATOS. Los estratos dibujados en las tablas de los libros de texto y las revistas, se ven muy completos y organizados. Sin embargo, en la realidad, no se encuentran así. Tal problema es tan serio, que las controversias entre expertos sedimentólogos contendientes, han persistido por años.
Y dado que las evidencias lo hacían todo tan confuso, nadie en realidad sabía quién tenía la razón. Finalmente, todos arbitrariamente, se pusieron de acuerdo en el patrón que se presentaría hasta el día de hoy, en los esquemas (tablas) de los estratos (columna geológica).
Como ejemplo mencionaremos la controversia protagonizada por Sedgwick-Murchison-La Beche, con relación a los estratos Cámbrico, Silúrico, y Devónico: “Sedgwick fue el primero en describir los fósiles del estrato Graywacke bajo, al que llamó el sistema Cámbrico, en referencia a un antiguo nombre para Gales. Subsecuentemente, los estudios le llevaron a diferentes niveles del Graywacke, donde el meticuloso y territorial Murchison, reclamó mucho del dominio de Sedgwick para su recién fundado sistema (estrato) Silúrico.”
“Inevitablemente, casi todos los miembros de la Sociedad Geológica fueron involucrados en la refriega, y cuando otro geólogo de la época, Sir Henry Thomas de la Beche, reclamó parte de la Graywacke para su periodo Devónico, las líneas en contienda, quedaron definidas. Por casi una década, la Gran Controversia sobre el Devónico, como fue llamada, llenó de furiosas contribuciones las revistas y publicaciones científicas. Las manipulaciones políticas detrás de bambalinas, estuvieron tan complicadas como el mismo Graywacke.” *R. Milner; Encyclopedia of Evolution (1990), p. 401.
En otro párrafo, Milner explica cómo fue que Murchison resolvió la controversia: “Cuando los contendientes se mostraron completamente incapaces de definir donde quedaban los límites naturales; Murchison sin embargo, encontró una forma de resolver la disputa: Se nombró a sí mismo director de la Inspección Geológica Nacional, y simplemente ordenó que el término Cámbrico fuera borrado de todos los libros de Gobierno, y de los mapas geológicos.” *R. Milner; Encyclopedia of Evolution (1990), p. 69.
Tiempo después de su muerte, se decidió que parte del Silúrico de Murchison, sería nuevamente nombrado el “Cámbrico.”
FOSILES FUERA DE LUGAR (*#14/27*). ¿Ha notado que en las tablas convencionales de los estratos, ciertos fósiles siempre aparecen en un estrato específico? Esta es otra generalización en la teoría de la evolución que no ha sido comprobada como correcta, ya que en la realidad, los fósiles frecuentemente son encontrados en el lugar incorrecto, sobre todo en estratos mucho más profundos y antiguos que en el que se supone que aparecieron por evolución.
Hay tres maneras en que los expertos lidian con este problema. 1) Ignorando la evidencia. 2) Diciendo que cuando grandes cantidades de fósiles son encontrados en rocas sólidas, por abajo del estrato correcto, fue porque fueron “deslavadas” junto con la roca sólida, hasta los estratos inferiores. 3) Y cuando son encontrados por arriba de su estrato teóricamente correcto, dicen que se “reubicaron” a sí mismos, en un estrato superior. O sea, que fueron capaces de escabullirse, deslizarse, o lanzarse a través de roca sólida, hasta los estratos superiores.
REUBICARSE Y DESLAVARSE. Como ya se leyó anteriormente, los términos “reubicarse” y “deslavarse,” se usan para explicar el hallazgo de fósiles que por su localización, contradicen la teoría (También las “Fallas verticales,” que en breve se discutirán, son usadas para explicar la reubicación de cantidades mucho mayores de tales fósiles).
“Es frecuente que los fósiles se encuentren en donde se supone que no deben estar. Es entonces cuando se afirma que tanto la fauna (animales) o flora (plantas) en cuestión, sobrevivió por más tiempo del que antes del hallazgo se suponía (una simple extensión de su rango estratigráfico), o que fue “reubicado.” Para reubicarse, se afirma que el fósil fue erosionado fuera de la roca de su estrato más antiguo, para luego ser incorporado en una roca de un estrato más reciente. El fenómeno contrario, se denomina “deslavado.” Aquí, se dice que el organismo fue “deslavado” a una roca mucho más antigua que las correspondientes al tiempo en que vivió, y que luego, ahí es donde se fosilizó.” John Woodmorappe, “An Anthology of Matters Significant to Creationism and Diluviology: Reporte 2,” en Creation Research Society Quaterly, March 1982, p.209. (Para una lista de más de 200 fósiles fuera de lugar, lea, en este mismo reporte, las páginas 210 a 214).
PRESENCIA DE POLEN Y ESPORAS EN EL CAMBRICO (*#15/4*). Un problema asociado es el hecho de que se ha encontrado polen de plantas con flores en el Cámbrico y aún en las partes superiores del Precámbrico.
Esto por supuesto, está en total desacuerdo con la teoría de la evolución que asegura que las plantas con flores, no aparecieron sino muchos millones de años después. ¡Esto significaría que la “Explosión Cámbrica” incluyó la aparición de plantas con flores!
LOS SALTOS. (*#16/7 Problems with Skipping*). Otro problema más con relación a los fósiles, ha sido denominado “Los Saltos.” Una especie aparece en un estrato, y desaparece (“se salta”) totalmente en el siguiente o dos más, y súbitamente, reaparece nuevamente. Es más, como ya se ha mencionado hay especies que han aparecido en un estrato y luego desaparecen completamente de los demás, hasta que repentinamente, son descubiertas como aún vivas y en perfecto estado, en nuestro tiempo.
ESTRATOS FUERA DE LUGAR. (*#19/34 Mixed Strata and Overthusts*). Los problemas de la “columna geológica” con sus estratos y sus fósiles, siguen agravándose cada día más. Hasta ahora hemos analizado los problemas relacionados con los fósiles; pero ahora vamos a enfocarnos en los estratos mismos, y aprenderemos que la situación se torna totalmente insostenible. La teoría de la evolución ha sido incapaz al tratar de resolver, con éxito, estos obstáculos infranqueables.
AUSENCIA DE ESTRATOS. Aunque a muchos les sorprenda, la única evidencia en cuanto a la aparición geológica y sucesiva de la vida, está en las tablas o esquemas propuestos por los geólogos, y en su imaginación. No hay formación geológica alguna en la que podamos encontrar: 1) Todos los estratos en orden. 2) Todos los estratos aunque sea en desorden. 3) La mayoría de los estratos sea en orden o en desorden. En cambio, lo frecuente es que encontremos algunos estratos aquí y otros por allá, y que muchas veces se encuentren en desorden (fuera de su orden y secuencia teórica).
Nunca, en ningún lado del mundo,  se han encontrado todos los estratos en su secuencia teórica y correcta de acuerdo con “la columna geológica,” como formando un “emparedado” de estratos. La mayor parte de los sitios estudiados (incluyendo el “Gran Cañón Del Colorado” que no presenta más de la mitad de los estratos), no presentan más de 2 a 8 de los 21 estratos teóricos, a pesar de que teóricamente, todos deberían estar presentes en todos lados. ¿Cómo es que pueden estar ausentes algunos estratos? Pues el hecho es que así es como sucede en todos lados del planeta. En el suroeste de E.U.A., para poder encontrar el estrato Paleozoico, tenemos que trasladarnos al Gran Cañón; para encontrar el estrato Mesozoico, tenemos que viajar a la parte este de Arizona; y para encontrar el Terciario, nuevamente nos tenemos que trasladar, ahora a Nuevo México. Así en ningún lado o localización, se puede encontrar la columna geológica de los evolucionistas, completa, puesto que no es más que un producto de la imaginación.
“Prácticamente en ningún lugar de la Tierra, se puede encontrar la llamada “Columna Geológica.” Es más en la mayoría de los continentes, más de la mitad de los periodos geológicos están ausentes. Solo 15 a 20 por ciento de la superficie terrestre, tiene un tercio de estos periodos en el orden correcto. Aún en el Gran Cañón, que representa unos 150 millones de años de esta imaginaria Columna geológica, están ausentes. Por todo ello, pretender que se pueda usar la supuesta columna geológica para fechar los fósiles, no es más que una falacia.” Walter T. Brown, In The Beginning (1989), p.15.
“Los datos obtenidos de los continentes y el fondo del mar, muestran que el sistema de 10 estratos, a escala global, está pobremente representado: Aproximadamente al 77% de la superficie terrestre y oceánica le faltan siete o más (el 70% o más) de los estratos; al 94% de la superficie terrestre, le faltan 3 o más de los estratos; y se estima que al 99.6%, le falta cuando menos un estrato. Sólo hay unos cuantos sitios en el mundo (aproximadamente un 0.4% de su superficie), en el que se han descrito los 10 estratos del sistema (Nepal occidental; Bolivia occidental; y Polonia Central)… Así, la columna geológica completa, compuesta de su sistema completo de estratos, sólo existe en los diagramas dibujados por los geólogos.” S.A. Austin, Impact 137, November 1984, p.2 (el énfasis es del escritor).
Las siguientes citas contienen asombrosas consideraciones por parte de los autores, que haremos bien al tomarlas en cuenta: “Si se hiciera una pila (columna), usando el grosor mayor de cada uno de los lechos sedimentarios, de cada era geológica, esta tendría cuando menos, una altura de 100 millas (161 Km)... Es obviamente imposible que aún una fracción considerable de esto, se tuviera en sitio alguno.” *O.von Englen y *Kaster; Geology (1952), pp. 417-418.
“Independientemente de su forma de considerarlo, el geólogo debe reconocer los siguientes hechos: No hay sitio alguno de la Tierra con un registro completo de las rocas… Para reconstruir la historia de la Tierra, se deben recoger y juntar piezas de información diseminadas por miles de lugares diferentes, alrededor del mundo. Y aún así, el resultado será en el mejor de los casos, un registro aún muy incompleto. Si la historia completa de la Tierra es comparada con una enciclopedia de 30 volúmenes, sería raro que pudiéramos obtener de un sitio dado, un volumen completo de información. Algunas veces la contribución geológica total de una región, sólo será el equivalente a varios capítulos, o quizás sólo al contenido de un párrafo o dos. Es más, frecuentemente nos vemos reducidos al estudio de pequeñas piezas de información diseminadas, más bien comparables a unas cuantas palabras o hasta letras.” *H. Brown, *V. Monnett, y *J. Stovall, Introducción a la Geología (1958), p.11.
“Simplemente nos estamos engañando a nosotros mismos, si creemos que en algún lugar, hay algo aún parecido a una sucesión completa de algún segmento de la columna estratigráfica.” *Derek V. Age, Nature of the Stratigraphical Record (1981), p. 32.
Los evolucionistas dicen que el término correcto para esta incongruencia, es “discontinuidad;” y que no sería propio para los científicos usar la frase “ausencia de estratos,” porque si están ausentes, ¿A dónde se fueron? ¿Cómo fue que miles de millones de años de vida terrestre, simplemente se esfumaron?
“Potencialmente y de mayor importancia para el pensamiento geológico, son las discontinuidades que indican la ausencia de grandes porciones de historia geológica, a pesar de que los estratos en ambos lados de la discontinuidad, están perfectamente paralelos y no muestran señal alguna de erosión. ¿Será que millones de años desaparecieron sin un efecto aparente? Una posible, aunque controversial conclusión, es que nuestros relojes geológicos y conceptos estratigráficos, necesitan reparación.” *William R. Corliss, Unknown Earth (1980), p.219.
¿Cómo es que puede estar tan incompleta la columna geológica, cuando la teoría de la evolución enseña que fue depositada uniformemente, y en forma lenta y silenciosa, a través de millones de años? La verdad es que nuevamente, los estratos rocosos apuntan hacia el hecho de que hubo una terrible catástrofe mundial, un Diluvio, y no un depósito gradual de estratos sedimentarios, formados por restos de plantas muertas y polvos arrastrados por el viento.
EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO. Quien visita el Gran Cañón, se asoma a una gran fisura hecha sobre la superficie terrestre, que tiene hasta una milla (1.6 Km) de profundidad. En el fondo del mismo, se puede apreciar al río Colorado, que sigue su sinuoso trayecto, por unas 200 millas (320 Km). Para cuando el visitante se despide, ya tiene dándole vueltas en la cabeza, infinidad de charlas dadas por los Servicios del Parque Nacional, diagramas, cifras de millones de años, y cortometrajes incluyendo nombres como Kaibab, toroweap, Devónico, Pérmico, y Cámbrico. Pero lo que no se le dice al visitante es que el Gran Cañón, que tiene representados más estratos que la mayoría de los sitios de la Tierra, sólo muestra CINCO de los DOCE estratos del principal sistema de estratos: El primero, quinto, sexto y séptimo, con pequeñas porciones aquí y allá, del cuarto. ¡Completamente ausentes, están el segundo, el tercero, octavo, noveno, décimo, onceavo y doceavo!
Enseguida, se muestra la lista de los 12 principales estratos, del fondo a la superficie, tal y como se ilustran en las gráficas de la llamada “columna geológica” que se incluyen en los libros de texto. Los estratos que se pueden identificar en el Gran Cañón, se escriben con NEGRITA. El Devónico, que sólo se encuentra parcialmente en algunos de sus sitios, se escribió además, en itálica.


12. CUATERNARIO.
11. TERCIARIO.
10. CRETACEO.
9. JURASICO.
8. TRIASICO.
7. PERMICO.
6. PENSILVANICO.
5. MISISIPIANO.
4. DEVONICO.
3. SILURICO.
2. ORDOVICIANO.
1. CAMBRICO.


QUE EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO SE FORMÓ RÁPIDAMENTE. “El hallazgo de tantas discontinuidades mayores en el Gran Cañón es una fuerte evidencia a favor del depósito de los estratos en corto plazo. Si fueran millones de años los que separaran a cada uno de estos estratos, ¿cómo explican los evolucionistas la anomalía que significa que al rio Colorado, sólo le haya tomado unos cuantos “millones” de años, excavar unos 8,000 pies (2,438 m) de sedimentos que supuestamente tomaron hasta 500 millones de años en ser depositados, mientras que tales estratos no muestran señales de erosión alguna? La más obvia y sencilla explicación es que tales estratos fueron depositados en un lapso suficientemente breve, como para no permitir la erosión, y que posteriormente, fueron recortados por el paso de un gran volumen de agua en movimiento, mucho mayor al que actualmente muestra el río Clorado, y que además, todo esto sucedió hace relativamente poco tiempo.” A.W. Mehlert, Creation Research Society Quaterly, Junio 1987, p. 28.

En general, se puede decir que el Gran Cañón constituye una sobresaliente evidencia del Diluvio del Génesis.

“Una de las más espectaculares evidencias de lo que un diluvio con un año de duración, puede lograr, se puede apreciar en el Gran Cañón de Arizona. Esta gigantesca formación, tiene en algunos sitios, más de 5,000 pies (1,500 m) de profundidad, y 25,000 pies (7,620 m) de anchura, y se extiende por más de 100 millas (160 Km), hacia el este y el oeste.” John C. Withcomb, World that Perished (1988), p. 74-75.

A pesar de que el río Colorado se encuentra en el fondo del Gran Cañón, es típicamente un río sinuoso, lo cual es propio de terrenos más bien planos. Los ríos sinuosos, no son los que tienden a hacer recortes profundos en la superficie. Son los ríos rectos y empinados, con aguas rápidas y abundantes, los capaces de erosionar profundamente la tierra, arrastrando rocas sueltas a lo largo de su cauce descendente.

El río Colorado es pues, un río serpenteante, propio de terrenos planos, y no pudo haber excavado el Gran Cañón a menos que 1) una colosal cantidad de agua haya fluido; 2) Los sedimentos y capas que componen las paredes del Cañón, a través de las cuales estaba recortando el río, fueran aún blandas, o sea, que habían sido recientemente depositadas por las aguas del diluvio, de tal manera que aún no se solidificaban hasta convertirse en roca; y 3) un que suceso más bien rápido, fue el que causó tal torrente de agua.

Y todas estas son precisamente las condiciones que el Diluvio pudo haber propiciado. El río Colorado fue el que drenó (desahogó) una inmensa extensión de Utah y la parte oriental de Nevada, que estaba cubierta entonces por un lago que, tras un movimiento de tierra, fue drenado súbitamente. (Lea el capítulo 14: Los Efectos del Diluvio, para mayor información sobre los eventos durante y después del diluvio).

Poco tiempo después del diluvio, mientras la era volcánica estaba en su apogeo, y los estratos recién formados, aún estaban blandos, la superficie terrestre se elevó en una gran área, y el enorme lago Bonneville, se vació. Fue ese gran torrente de aguas fluyendo hacia el suroeste, el que formó el Gran Cañón. El Gran Lago Salado, es lo que queda de aquel antiguo e inmenso lago. Si algún día visita esos lugares, podrá apreciar la antigua orilla del lago Bonneville, marcada aún por encima de las faldas de las montañas circundantes.

Nótese que el río Colorado no arrastró muchas rocas a lo largo de su cauce, y esto es porque el gran Cañón aún no se había solidificado en forma de roca, cuando fue excavado. Si el río Colorado hubiera excavado a través de roca sólida, podríamos encontrar grandes masas de piedra (redondeadas) dentro, y a las orillas del cauce y el lecho del río. Pero no se ve tal cosa. En contraste, podemos observar en otros lados, que por acción glacial tardía, cuando ya las rocas se habían solidificado y endurecido, las aguas movieron grandes masas de rocas (que quedaron redondeadas), como se puede apreciar en el río Merced, al pié del bosque Yosemite.

LAS BRECHAS ENTRE LOS ESTRATOS. Estamos aprendiendo que no sólo hubo brechas entre los fósiles, sino que también existen entre los estratos. Pues estos dos hallazgos juntos, sentencian a muerte a la teoría de la evolución, en lo que toca a los estratos sedimentarios y la evidencia fósil.

Se supone que la Tierra fue cubierta gradualmente por cada uno de los 12 estratos principales enlistados arriba, durante un periodo de millones de años.

Si así hubiera sido ¿Porqué la mayoría de tales estratos está ausentes en la mayoría de las regiones del mundo? ¿Por qué es que más de la mitad están ausentes en el mejor representante de ellos, el Gran Cañón Del Colorado?

Si los estratos de roca sedimentaria fueron lentamente formados, a través de millones de años, en una forma uniformitariana, entonces, todos los estratos deberían estar presentes en toda la superficie de la Tierra. Recuerde que la teoría de la Evolución dice que “cada estrato representa el sedimento acumulado a través de millones de años, en una cierta época o era anterior de la historia terrestre.” Si esta teoría fuera cierta, entonces TODOS los estratos deberían encontrarse uniformemente, en todo el globo terráqueo.

He aquí una declaración en lenguaje científico: “Muchas de las unidades con discontinuidad son consideradas cronoestatigráficas, a pesar del hecho de que las superficies con discontinuidad, inevitablemente seccionan horizontes isócronos, y por lo tanto, no pueden considerarse verdaderos límites cronoestatigráficos.” *C. Hong Chang, “Unconformities-bounded Stratigraphic Units,” en Boletín de la Sociedad Geológica de América, Noviembre 1975, p.1544.

Esto en castellano, quiere decir: Muchos de los estratos fosilíferos que están inclinados, doblados, o mal colocados, teóricamente deberían representan largos periodos de tiempo, pero en la realidad, hay tanta confusión al respecto, que es imposible que tales estratos, midan cosa alguna.

LAS EVIDENCIAS DE LAS ROCAS. Si el diluvio del Génesis fue el causante de la súbita formación de los estratos rocosos, entonces esperaríamos encontrar a los estratos, tal y como actualmente están.

Esto es lo que esperaríamos encontrar: 1) Cúmulos de animales inundados y cubiertos aquí y allá. 2) Estratos mal colocados o ausentes por todos lados. 3) Presencia frecuente de Geosinclinales (estratos torcidos o doblados). 4) Mega rocas, como una ocurrencia frecuente dentro de los estratos. 5) Estratos invertidos. 6) Fallas geológicas (desplazamiento de unos estratos sobre otros), en las cuales un estrato “más reciente,” yace sepultado muy por debajo de un estrato “más antiguo.” 7) Troncos (de árboles) verticales (árboles poliestráticos), colocados con un extremo en un estrato y el otro en otro estrato que supuestamente corresponde a otra era geológica. 8) La presencia de los animales marinos más lentos, en el estrato más profundo y de los animales terrestres con mayor movilidad, en estratos superiores. 9) El raro hallazgo de aves en los estratos, por su capacidad de volar hasta lo más alto. 10) La dificultad para encontrar fósiles de simios, y la casi imposibilidad de hallar fósiles humanos, ya que ambos tendrían la capacidad de escalar hasta las partes superiores y permanecer ahí hasta que en caso de ahogarse, sus cuerpos muertos flotarían y se descompondrían en vez de ser sepultados y cubiertos por sedimento y fosilizarse. 11) El hallazgo de formas complejas de vida aún en el estrato más profundo, con rocas fosilíferas (la llamada “Explosión Cámbrica”), con prácticamente nada, por debajo de éste. 12) Y en prácticamente todos los estratos fosilíferos, la presencia sólo de las mismas especies distintas y diferentes que actualmente podemos observar en la tierra y el mar, junto con algunas otras ya extintas, pero con la ausencia absoluta en los estratos fosilíferos, de algún tipo de formas transicionales.

GEOSINCLINALES. Hay muchos sitios en donde las capas de rocas sedimentarias se han plegado o doblado. Algunos de estos estratos rocosos plegados son pequeños, pero otros son enormes y cubren áreas de varios kilómetros cuadrados (montañas plegadas). En algunos lugares, los estratos se pliegan hacia la profundidad de la Tierra, o bien, se proyectan hacia arriba, en bloque, en forma casi vertical, formando picos montañosos (montañas con fallas en bloque). Hay aún otros sitios en donde la falla toma la forma de una “U” gigantesca, ya sea formando un montículo proyectado hacia arriba (fallas anticlinales), o invertida, formando una depresión (fallas sinclinales). Hay ocasiones en que las rocas llegan a formar ángulos rectos como resultado de tal plegamiento.

“Es razón de asombro, contemplar que fuertes y quebradizas rocas puedan doblarse en pliegues tan puntiagudos.” *C.R. Longwell, *A. Kropf, y R.F. Flint, Outlines of Physical Geology (1950), 2ª. Ed., p 246.

El nombre genérico para todas estas fallas, es geosinclinales. En las anticlinales, las capas superficiales del doblez están bajo tensión, pero generalmente, sin fracturas, y en muchas ocasiones, sin siquiera mostrar grietas. Hay dos hechos obvios: 1) Que fueron enormes las fuerzas que causaron tal plegamiento.

2) Que el plegamiento ocurrió mientras la roca aún estaba considerablemente blanda.

Lo que en realidad sucedió fue que las capas aún blandas, depositadas por el diluvio, fueron plegadas por los convulsivos movimientos de la tierra, completando posteriormente, ya con su nueva y torcida forma, su secado, endurecimiento y transformación en roca sólida.

“Las rocas fueron dobladas en sus estadios tempranos, cuando los sedimentos eran aún maleables, y antes de que su metamorfosis (en roca sólida) se llevara a cabo. Esto fácilmente explicaría los hechos, siempre y cuando todo se hubiera llevado a cabo en un corto periodo de tiempo (meses); pero, por supuesto, que sería difícil descartar la conclusión de que una catástrofe mayúscula tuvo que haber estado involucrada.” Ian Taylor, In the Minds of Men (1987), p. 105.

LAS MEGA ROCAS (megabreccias). Estas son gigantescas rocas redondeadas, que fueron trasladadas a su lugar actual por las aguas de un inmenso diluvio. En todos lados, se encuentran estratos rocosos con alguna de estas mega rocas incluidas en ellos. Una roca equivalente a un metro cúbico, puede llegar a pesar hasta 3 toneladas (6,614 lbs.). La mayoría de las mega rocas son aún mayores, y es obvio que tales gigantescas rocas fueron transportadas (rodadas) hasta su presente localización.

En Perú, bloques con pesos de hasta 5 mil toneladas métricas (11 millones de lbs.), se encuentran en el estrato Eoceno, muy lejos de su origen. Cada mega roca redondeada, tiene 10 a 15 metros de diámetro (32 a 49 pies). En Texas, cortes de 30 metros de diámetro (casi 100 pies), pueden encontrarse entre piedras arcillosas, sin que haya rocas de composición similar en la vecindad.

Nota del Traductor: Se pueden dar otros ejemplos, como el inmenso cúmulo apretado (formado por miles de ellas) de mega rocas (todas redondeadas y de varios metros de diámetro y varias toneladas de peso), arrastradas y amontonadas unas sobre otras (rebasando los 3 mil metros sobre el nivel del mar), hasta el lugar conocido como Sierra La Rumorosa, en Baja California, México, que consiste de varios inmensos cerros de rocas, es una área bien delimitada, y junto al inmenso lecho seco de fina arena (de varios Km de diámetro) de la llamada laguna salada. Vea la fotos coleccionadas en el Internet bajo “La Rumorosa.”

Vemos como los estratos siguen haciendo estragos sobre la teoría de la evolución; pero como se dice comúnmente: “¡Esto aún no es nada!” Analicemos ahora las fallas geológicas.

16. LAS FALLAS GEOLOGICAS

Las fallas geológicas constituyen parte del problema con los estratos, sin embargo, son tan importantes, que se merece una sección para ellas solas. Al considerar las implicaciones que tiene este asombroso obstáculo en contra de la teoría de la evolución, nos preguntaremos cómo es que alguien puede pretender que los estratos rocosos puedan ser usados como elementos para fechar, y creer que unos estratos son “millones de años” más o menos “viejos” que otros.

LAS FALLAS GEOLOGICAS (*#19/34 Mixed Up Strata and Overthrusts*). Ésta es la más impresionante de las evidencias que descartan una de las teorías fundamentales de la teoría de la evolución: La teoría de los estratos.

William “strata” Smith (1769-1839), originario de Inglaterra, fue una de las primeras personas en el mundo, que empezó a analizar los estratos de roca sedimentaria; y también fue uno de los primeros que supusieron lo más básico de la teoría de los estratos: “Que los estratos más antiguos deben estar por debajo de los estratos más jóvenes.” El llamó a tal teoría, la “doctrina de la superposición.”

La evolución enseña que algunas plantas y animales son largas eras “más viejas” que otras, y que existieron sobre la tierra, “millones de años” antes que “las más jóvenes,” aparecieran por evolución. Al aplicar esta teoría a los estratos rocosos, como método para fecharlos, se infiere que cada estrato debe tener una edad que es millones de años mayor que la del siguiente estrato, por encima de él.

 “La cronología básica de la historia terrestre, fue establecida al identificar diferentes estratos o capas como formaciones geológicas, y al relacionar éstas, con las otras capas. Se basa en la presuposición de que los lechos inferiores fueron depositados primero, y que por lo tanto son más antiguos, mientras que los lechos superiores (más tardíos), son más jóvenes.” *R. Milner, Encyclopedia of Evolution (1990), p. 421.

Si tal teoría es correcta, entonces los estratos MAS ANTIGUOS, siempre deberán aparecer POR DEBAJO de los estratos MAS RECIENTES.

Si la teoría es incorrecta, entonces encontraremos que frecuentemente los estratos están invertidos. Pues precisamente eso es lo que encontramos en la superficie terrestre.

Para estudiar los estratos debemos trasladarnos a las montañas, ya que es ahí donde los hayamos más claramente expuestos. En todas las regiones montañosas de todos los continentes del globo terráqueo, encontramos numerosos ejemplos de estratos supuestamente “más antiguos,” superpuestos SOBRE estratos supuestamente “más jóvenes.” Una extensa lista de tales áreas, se puede encontrar en el *Boletín de la Sociedad Americana de Geología, Febrero 1959, pp. 115-116.

Esta contradicción en contra de la teoría de la evolución sobre los estratos sedimentaros y los fósiles, es tan común, que ha recibido varios nombres, todos con el prefijo “las fallas...” por lo que así nos referiremos a ellas, aquí.

En vez de aceptar la realidad, los evolucionistas han inventado una explicación fantástica para las fallas geológicas que implican una alteración en el orden de los estratos: En algún momento, en las eras pasadas, los estratos inferiores (y por lo tanto “más antiguos”), supuestamente se deslizaron lateralmente, muchos kilómetros, para luego reubicarse al ser “empujados,” sobre y encima de los estratos “más jóvenes.”

“La única explicación para que los estratos (más jóvenes) estén sepultados, es que las (más antiguas) rocas cristalinas fueron relocalizadas tras una falla geológica subhorizontal, que las encimó.” *F.A. Cook, *L.D. Brown, y *J. E. Olwer, “The Southern Appalachians and the Growth of the Continent,” en Scientific American, October 1980, p.161.

¡Tal explicación es verdaderamente increíble! ¡Muchas de las grandes fallas geológicas (translocación de estratos) abarcan cientos, si no es que miles, de kilómetros cuadrados! En su desesperación ante tales problemas, las personas pretenden “mover montañas” con el fin de apoyar su agonizante teoría.

“Podríamos hasta demostrar que un estrato se ha invertido completamente, si podemos enseñar que los fósiles propios de los estratos superiores, yacen ordenadamente, por debajo en un estrato inferior.” *A. Geikie, Textbook of Geology (1963), p. 387.

“Desde su más temprano descubrimiento, la existencia de grandes extensiones de fallas geológicas (con translocación de estratos), ha representado una paradoja de la mecánica, que nunca ha sido satisfactoriamente resuelta.” *M.K. Hubbert y *W.W. Riley, “Role of fluid Pressure in Mechanics of Overthrusting Faulting,” en el Boletín de la Sociedad Americana de Geología, Febrero 1959, pp. 115-117.

Si los geólogos evolucionistas no pueden sustentar como verdad su teoría sobre las fallas geológicas, necesariamente perderán una prueba fundamental para la evolución: Que los fósiles constituyen una evidencia del fechado las largas eras de tiempo. Pero los fósiles constituyen una prueba de la evolución, solamente porque se supone que los estratos más recientes, yacen encima de los estratos más antiguos.

“Los fósiles han proporcionado, por su registro de la evolución de la vida en este planeta, una clave sorprendentemente efectiva, para el posicionamiento relativo de los estratos, en áreas considerablemente retiradas unas de otras, y en los diferentes continentes.” *H.D.  Hedberg, en Bioscience, Septiembre, 1979.

LA MONTAÑA HEART. He aquí uno de los muchos ejemplos de una falla geológica (con translocación de estratos): La falla de la Montaña Heart, en Wyoming, E.U.A., es un área triangular de 30 millas de ancho por 60 millas de largo (48 X 96.5 Km), cuyo ápex se proyecta hacia la esquina noreste del parque Yellowstone. Incluidas en esta gigantesca falla, se encuentran 50 diferentes bloques de estratos del Paleozoico (Ordoviciano, Devónico y Mississipiano). Estos descansan en posición horizontal como si pertenecieran originalmente a ese lugar; pero con la salvedad de que YACEN SOBRE un lecho del Eoceno, que supuestamente ¡es 250 millones de años más joven! Las fotografías de la línea que delimita la falla entre el estrato Paleozoico y el Eoceno, demuestra que están perfectamente ajustadas e íntegras. No hay evidencias de aplastamiento masivo de rocas (como se esperaría si es que el estrato superior y “más antiguo” se hubiera pesadamente deslizado sobre el estrato inferior y “más joven”). Y a pesar de la intensa búsqueda, los científicos no han podido localizar sitio alguno que pudiera considerarse el original, a partir del cuál esta gigantesca masa se haya deslizado horizontalmente, por encima, y sobre el otro estrato.

“La Montaña Heart ha sido siempre desconcertante desde el punto de vista estructural porque no hay raíces u origen estructural conocido y a partir del cual se pudo derivar. Es más, no se conoce una falla superficial, o una zona de falla, dentro de ella o en sus alrededores, a partir de la cual la capa superpuesta se haya desplazado.”

Un experto *Pierce, dijo que la solución yacía en “la gravedad” (*Op.cit, p 592 y 598); pero como otros casos de “encimamiento,” ¡aquí se involucra una montaña entera! La  Montaña Heart es alta, y no una planicie o un valle bajo. Tiene un lecho que yace horizontalmente, formado por cientos de metros de roca, que descansa muy por encima de las planicies de Wyoming, y las que desde sus alturas, se pueden apreciar. Se requeriría un tipo especial de gravedad para encimar esta masa de miles y miles de toneladas de roca hasta esas alturas, y con un cuidado tal, que lograra hacerla descansar en su sitio, mostrando un lecho perfectamente definido y ajustado. Hemos de suponer que este triángulo con base de casi 50 X 100 Km de roca compacta y sólida, milagrosamente “gravitó” (así lo describen algunos expertos) a partir de algún sitio distante, para luego ascender por encima de todas las demás rocas que quedaron por debajo de ella, en la planicie.

LA FALLA DE LEWIS. Esta otra gigantesca falla por superposición, en Montana. E.U.A., fue por primera vez descubierta en 1901, y es otro de los problemas de este tipo. “La falla por superposición de Montana tiene una longitud de aproximadamente 217 Km (135 millas), con un desplazamiento horizontal de unos 24 Km (15 millas), siendo el plano de la falla descendente en sentido suroeste, y con un ángulo como de 3 grados.” *William D. Thornbury, Principios de Geomorfología (1954), p. 268.

A partir de la anterior descripción por *Thornbury, estudios adicionales han revelado que la falla de Lewis tiene casi 5 Km (3 millas) de profundidad, 217 Km (135 millas) de longitud, y entre 56 y 65 Km (35 a 40 millas) de ancho. (Lea *C.P. Ross y *Richard Rezak, “The Rocks and Fossils of Glacier National Park,” en U.S. Geological Survey Peofessional Paper, 294-K. 1959, pp.422,424.).

¡Esta es una enorme cantidad de roca! Y con el fin de proteger su teoría sobre los estratos fósiles, la sociedad de evolucionistas, tranquilamente nos dicen que TODA ESA ROCA, se deslizó lateralmente, a través de muchos kilómetros, y a partir de algún otro sitio. Pero esta falla por sobreposición es de dimensiones verdaderamente enormes. He aquí como localizarla: En un mapa de Norteamérica 1)Ponga una X en un punto un poco al norte de la montaña Crownsnest en la carretera 3, justo en la frontera entre British Columbia E.U.A. y Alberta, Canadá. 2) Ponga una segunda X un poco por debajo de Cut Bank Montana. 3) Desplácese hacia el oeste, a partir de la segunda X, hasta el límite sur del Parque Nacional Glacier, e inclúyalo todo en el límite suroeste, colocando ahí una tercera X. 4) Ahora desplácese hacia el norte por todo el límite del Parque Nacional Glacier hasta su límite noroeste, y coloque ahí la cuarta X; y por último, conecte las cuatro X. ¡Todo ese territorio del noroeste que bordea el Pacífico, con un espesor de hasta 5 Km de profundidad, se supone que viajó  hasta ahí a partir de algún otro lado!

Pero no solo la falla de Lewis incluye todo el Parque Nacional Glacier y la Montaña Chief, sino ¿sabe que hay debajo de ella? Una capa de esquisto, que no es más que barro endurecido, que no muestra señales de haber sido perturbado. El esquisto fácilmente se desmorona cuando es comprimido o “lijado” por una presión horizontal, y tan inmensa área de roca prácticamente horizontal, se supone que se deslizó lateralmente, una gran distancia, y sobre el frágil esquisto, ¡sin haberlo alterado en lo más mínimo!

“La línea de la falla (tal y como se puede apreciar desde el valle Bow), es nítidamente horizontal, y las dos formaciones se muestran bien conformadas una sobre la otra. Las capas Cretáceas de esquisto (barro endurecido) que yacen por debajo de la falla superpuesta de Lewis, con la excepción de que se aprecian francamente curveadas hacia el este en varios sitios, muestran mínimas alteraciones como consecuencia del deslizamiento de la piedra caliza sobre ellas; y su apariencia casi intacta, difícilmente es compatible con la extrema falla (deslizamiento horizontal) que fue necesaria para que se llegara a su localización actual.” *J.L. Kuip, “Flood Geology,” en Journal of the American Scientific Affiliation, January 1950, pp. 1-15, citando a *R.G. McConnell, un geólogo canadiense).

Se esperaría que la falla de Lewis hubiera arrastrado una gran masa de rocas fracturadas (en escombro y fragmentos), delante y a los lados, mientras se deslizaba sobre la capa inferior; pero no hizo tal cosa, y no hay tales escombros. Esto es prueba más que suficiente para saber que la falla de Lewis no se deslizó lateralmente.

Comentando con relación a que no hay señales de “escombros o fragmentos de roca” desplazados mientras supuestamente la falla de Lewis se deslizaba lateralmente a través de muchos kilómetros, *Ross y *Rezak, dos experimentados geólogos, expresaron así sus dudas:

“El desplazamiento de tal bloque sobre la superficie, como se cree ahora que sucedió, de acuerdo con las condiciones del terreno, debió de haber desfigurado y fracturado tanto a las colinas, como a sí mismo, en mayor  o menor grado; pero ninguna evidencia de alguno de estos fenómenos, se ha encontrado.”  *C.P. Ross y *Richard Rezak, Op. Cit. P. 424.

Un científico de la Universidad de California, examinó personalmente, el punto de contacto sobre el cual descansa la falla de Lewis, en la roca subyacente, e hizo la siguiente declaración: “En la actual línea de contacto, my delgadas capas de esquisto siempre estuvieron presentes… una delgada banda de esquisto blando, se proyecta hacia el bloque superior de piedra caliza tipo Altyn. Esto parece indicar claramente, que justo antes de que la piedra caliza tipo Altyn fuera depositada… una delgada y aguada capa de esquisto (barro), de un octavo a un dieciseisavo de pulgada de grueso, fue depositada ahí… El cuidadoso análisis de varios sitios, no demostró evidencia alguna de refriego o deslizamiento, o límites pulidos, tal y como se esperarían encontrar de acuerdo con la hipótesis de una masiva superposición.”

“Otro sorprendente hecho fue el hallazgo de dos capas de piedra caliza (Altyn), de cuatro pulgadas de grosor, que se encuentran intercaladas (en medio de) el esquisto Cretáceo… y aún más, éste, estaba perfectamente unido (“encementado”) tanto a la capa superior de piedra caliza, como al esquisto subyacente. También, el análisis cuidoso de estas capas intercaladas, no demostró ni la más mínima evidencia de acción abrasiva, tal y como uno esperaría encontrar si estas capas hubieran sido proyectadas entre las dos capas de esquisto, tal y como la teoría del superposicionamiento demanda.” Walter E. Lammerts, carta personal fechada el 27 de Noviembre de 1957, y dirigida a H.M. Morris, citada en J.C. Withcomb y H.M. Morris, The Genesis Flood (1961), pp. 189-191.

Fuerzas de fricción fantásticamente enormes, tuvieron que haber sido vencidas con el fin de deslizar horizontalmente, estas masas monumentales de roca, y nadie ha podido explicar cómo es que pudo haberse esto logrado. Esta más allá de las leyes de la física. Sin embargo, los evolucionistas aseguran que sin lugar a dudas, ésto pudo lograrse si la superficie inferior estaba mojada, Pero un científico (*Terzaghi), tras unas cuantas pruebas, encontró que en la realidad, el agua incrementaría (en vez de disminuir), la resistencia a la fricción.

La falla de Lewis consiste de una masa de roca, formada por seis capas, que supuestamente se deslizó horizontalmente, sobre un estrato “más joven.” Tales capas en conjunto, tienen 3 millas (5 Km) de espesor.

“esta translocación de estratos fue descrita inicialmente, y nombrada la falla de Lewis, por Willis en 1901. Consideremos ahora los estratos rocosos que forman la capa supuestamente sobrepuesta. Empezando por el estrato fundamental, la piedra caliza (tipo Altyn), que tiene un grosor promedio de 700 m (2,300 pies); sobre esta, está la capa llamada Appekunny que tiene un grosor de más de 900 m (3,000 pies); y sobre ella, se acumula una columna de rocas de algo menos de 5 Km (3 millas) de altura, que forma la llamada “serie en cinturón.” John W. Read, Fossils, Strata, and Evolution (1979), p. 30.

La sobreposición de Lewis tiene 217 Km (135 millas) de largo, y un grosor máximo de ¡casi 5 Km (3 millas)! Y esto es lo que encontramos en el “cinturón de estratos,” o capas, tal y como aparecen en el Parque Nacional Glacier, enlistados de arriba a abajo:

Argilita (un tipo de barro) de Kintla (nombre de una montaña). Presente en la cima de algunas montañas.

Piedra Caliza de Shpepard. Tiene un espesor de 183m (600 pies).

Piedra caliza de Siyeh. Esta segunda capa de piedra caliza, tiene como 1.6 Km (1 milla) de espesor, y más de 1.2 Km (4,000 pies), desde de su base, a la cima.

Argilita de Grinnell. El Argil es un tipo de barro, y la Argilita un tipo de esquisto frágil. Este estrato tiene más de 900 m (3,000 pies) de espesor.

Argilita Appekuny. Esta segunda capa de esquisto, también tiene unos 900 m (3,000 pies) de espesor.

Piedra Caliza Altyn. La piedra caliza está compuesta principalmente de carbonato de calcio, por lo que no es tan resistente como otras rocas; esta capa mide unos 700 m (2,300 pies) de espesor.

Con este análisis detallado de la falla de Lewis, se hace obvio porqué es imposible la teoría de la superposición; pero hay muchos otros casos de superposición en el mundo.

Todo esto es importante porque si se concluye que la teoría de la superposición de estratos es incorrecta, entonces todo el concepto de la “columna geológica” está errado, y se tendrá que concluir que los estratos rocosos con todos sus fósiles, NO fueron depositados a través de largos periodos de tiempo, ni con cierto órden.

EL MATTERHORN. Todos han visto fotografías de la montaña triangular llamada Matterhorn, que es parte de los Alpes Penninos, localizada en la frontera entre Valais Suiza, y la región de Piedmont en Italia, a unos 65 Km (40 millas) al este del famoso Mont Blanc.

Es una de las más espectaculares montañas del mundo, luce como una puntiaguda pirámide, y mide 4,476 m (14,685 pies) de altura. Pues ¿sabía que el Matterhorn en su totalidad, no es sino otra gigantesca falla por superposición? Los geólogos evolucionistas afirman que la montaña entera, se desplazó horizontalmente, hasta su lugar actual, desde un lugar distante, y a muchos kilómetros de ahí.

¡Pensar que es necesario afirmar que montañas completas tuvieron que haberse movido de su lugar con el único fin de apoyar la tan endeble teoría de la evolución!

Así, se supone que el Matterhorn tuvo que desplazarse lateralmente unos 50 a 100 Km (30 a 60 millas), raspando la superficie terrestre (quizás tomándose pausas para “recuperar el aire”), hasta llegar exitosamente a su sitio actual, pero sin haber dejado rastro alguno (como lo debería haber dejado), de su traumático desplazamiento. Nótese que el Matterhorn no es sino una de las varias montañas suizas que se encuentran fuera del orden geológico que les correspondería, y que por lo tanto, tuvieron que haber sido movidas a la fuerza, desde lejanas tierras, hasta su sitio actual.

EL MYTHEN. Otra de las monumentales montañas en los Alpes Suizos es el pico Mythen, que debe considerarse un verdadero “corredor de maratones,” pues se dice que se trasladó desde el África hasta Suiza, (seguramente empapándose al cruzar el Mediterráneo). En esta montaña, se encuentra el estrato Eoceno (de 55 millones de años de antigüedad), que se supone debe estar por encima de todos éstos, por debajo de los estratos Triásico (225 millones), Jurásico (180 millones), y Cretáceo (130 millones).

LAS APALACHES. Los geólogos siempre creyeron que como sucede con muchas otras montañas, las Apalaches (que incluyen la mayoría de las montañas del este de E.U.A.), eran producto de fallas verticales, que se proyectan desde las profundidades de la Tierra, hacia arriba, y hasta formar altos picos montañosos; pero entonces se hizo un descubrimiento desconcertante: por debajo de la cordillera entera, hay un estrato supuestamente “más joven.” Por lo tanto, ahora los expertos aseguran que la cordillera entera se desplazó lateralmente, ¡a partir de las profundidades del océano atlántico, subiendo por sus playas, y arrastrándose sobre la superficie terrestre, hasta llegar a su localización actual!

Consulte un mapa de Norteamérica y notará que la cordillera de los Apalaches se extiende desde por encima de Maine, hasta Birmingham, Alabama. “Los Apalaches que corren desde Newfounland hasta Alabama, fueron probablemente formados, no por una falla vertical, como previamente se creía, sino por un grueso conglomerado de roca oceánica y continental que fue empujado horizontalmente, por lo menos 250 Km (155 millas), por encima de sedimentos previamente existentes… Bajo todo ese conglomerado (de los Apalaches), yace un estrato sedimentario plano, más joven y delgado (de 1 a 5 Km de grosor), que nadie pensaba que existía. Lo ancho e íntegro de tal capa… y su similitud con otros sedimentos encontrados en la costa este (de E.U.A.), nos confirman que las montañas no pudieron surgir de las profundidades (de la Tierra).” Science News, 1979.

Un librito que aunque pequeño es excelente y está repleto de diagramas y fotografía con relación al problema de los “estratos fuera de lugar,” se titula Fossils, Strata, and Evolution (1979), editado por John G. Read.

Walter Lammerts pasó años coleccionando artículos de geología relacionados con el problema de las fallas por superposición de estratos, y ha publicado 8 listas que documentan 198 casos de formaciones en orden incorrecto, tan sólo en E.U.A. (W.E. Lammerts, “Recorded instances of wrong-order Formations of Presumed Overthrusts in the United States: Partes 1-8,” Creation Research Society Quaterly, ocho números entre Septiembre 1984 y Junio 1987).

LAS FALLAS POR SUPERPOSICION DESCARTADAS. El sentido común descarta la teoría evolucionista sobre las superposiciones de estratos (el desplazamiento lateral de enormes masas rocosas, desde varios kilómetros de distancia, por encima y sobre otros estratos más jóvenes), pero 3 investigadores decidieron en 1980, analizar el asunto científicamente, y descartaron la teoría de la superposición de estratos en su totalidad.

Ellos demostraros que la terrorífica presión involucrada en el movimiento lateral de estas enormes masas rocosas, causaría tantas fracturas en la roca superpuesta, que la desmenuzaría en su totalidad. Serían tan anormalmente enormes las fuerzas involucradas, que el proceso de desplazar lateralmente tan monumentales masas rocosas, sería prácticamente imposible. He aquí como lo expresaron en lenguaje científico: “Si suponemos que las rocas no tienen resistencia a la tensión… entonces cuando la presión de sus poros excede su menor capacidad de tensión, se presentarán las fracturas correspondientes a la dirección de tal presión… Estas fracturas limitan la presión de sus poros… Y nosotros proponemos que la presión de los poros, nunca llegaría a las altas dimensiones requeridas para permitir el deslizamiento por gravedad… antes, las rocas experimentarían hidrofracturas.” *J.H. Willemin, *P.L. Guth, y *K.V. Hodges, “High Fluid Pressure, Isothermal Surfaces, and the Initiation of Nappe Movement,” en Geology, Septiembre 1980, p.406.

“Parece mecánicamente insostenible que grandes capas de roca pudieran haberse deslizado sobre superficies prácticamente planas, a través de distancias considerables.” *Philip B. King, “The Anatomy and Habitat of low-Angle Thrust Faults, en American Journal Of Sciencie, Vol. 258-A, 1960, p. 115.

Recuérdese que el término fallas por desplazamiento, significa lo mismo que fallas por superposición.

17 CONCLUSION.

¿POR QUÉ LO HACEN? Ante tantas evidencias ¿Por qué los evolucionistas están dispuestos a llegar a tales extremos, con el solo fin de defender su amada teoría sobre la edad de los estratos? Pues lo hacen porque ¡están desesperados!, ya que la teoría del fechado por estratos y fósiles, es la piedra fundamental de la teoría de la evolución.

“Los fósiles proveen la única evidencia documentada e histórica, sobre la evolución de la vida a partir de formas simples hasta formas cada vez más complejas.” *C.O. Dunbar, Historical Geology (1960), p.47.

AFERRANDOSE A UN ERROR QUE PARECE DESMORONARSE (*#22/4 The Geological Clock*). En su reportaje sobre una de las principales conferencias sobre evolución, en 1980, la revista Newsweek, refiriéndose a las discusiones y argumentaciones que las personas sostenían entre sí, tratando de encontrar una buena razón que justificara seguir apoyando la sinrazón, heredada por Darwin, Newsweek escribió: “Las evidencias actuales obtenidas de los fósiles, señalan abrumadoramente en una dirección contraria al Darwinismo clásico que la mayoría de los Norteamericanos aprendieron en la secundaria… la ausencia del eslabón perdido entre los simios y el humano… no es sino el  más glamoroso de toda una jerarquía de criaturas ilusorias. En el registro fósil, los eslabones perdidos son la regla… (pues) mientras más han buscado los científicos las formas transicionales entre las especies, más frustrados han quedado.” *Newsweek, Noviembre 3, 1980.

¿Estará la evolución empezando a verse como una teoría sin esperanza? Pues no sólo es una teoría sin esperanza, sino que es inútil. Cuando *Charles Darwin publicó, allá por 1859, su libro “El Origen De Las Especies,” nadie sabía los descubrimientos que se harían más tarde; pero en nuestros tiempos, gracias a la gran riqueza de conocimientos que se han acumulado, la evolución ha quedado condenada a ser una teoría sin sentido y sin valor alguno.

LOS CIENTIFICOS SE ESTAN ANIMANDO. Cada vez más científicos se están dando cuenta de las evidencias y han decidido alzar su voz más audazmente, aunque aparentemente sólo entre ellos y en sus revistas científicas, mientras que el público en general, sólo continúa escuchando, como siempre, el alegato sobre que “los fósiles comprueban la evolución,” He aquí como lo expresa un profesor de zoología, de  la Universidad de Oxford:

“De cualquier manera, ningún verdadero evolucionista, sea gradualista o no, usa el registro fósil como evidencia a favor de la teoría de la evolución y en contra de la creación especial.” *Mark Ridley, “Who Doubts Evolution?” en New Scientist, Junio 25 de 1981, p. 831.

*Colin Patterson invirtió su vida entera (como paleontólogo), tanto buscando fósiles como posteriormente organizándolos en uno de los museos más grandes del mundo, el Museo Británico de Historia Natural, eventualmente, el admitió que vivió auto engañándose toda su vida. En su conferencia, durante una convención de expertos en fósiles, en el Museo de Historia Natural de Nueva York, él expresó lo siguiente:

“Una de las razones por las que empecé a apoyar este punto de vista anti evolucionista, o no evolucionista, fue que el año pasado, reflexionando sobre que durante más de veinte años, había estado, de alguna manera trabajando a favor de la evolución, me levanté una mañana, después de que algo me sucedió durante la noche, y me di cuenta de que a pesar de los veinte años que había estado trabajando en el asunto, aún no sabía nada al respecto. La verdad es que es terrible aceptar que uno pueda vivir engañado por tanto tiempo, y que, o había algo mal en mí, o algo estaba mal en la teoría de la evolución. Como yo sabía que no había nada malo en mí, durante los últimos años, he estado haciéndoles esta simple pregunta a diversas personas y grupos de personas: ¿Puede usted decirme alguna cosa, aunque sea una sola cosa, que usted sepa que es verdadera, sobre la teoría de la evolución? Ya le he presentado esta pregunta al personal del Museo Field de Historia Natural de Chicago, y la única respuesta que obtuve fue un silencio total; luego, lo presente delante de los miembros de un seminario sobre Morfología Evolutiva en la Universidad de Chicago, un muy prestigiado grupo de evolucionistas, y por toda respuesta, recibí un silencio muy largo, que eventualmente, una persona interrumpió para decirme: Yo sí sé una cosa: Que no debe ser enseñada en la secundaria.” *Colin Patterson, Conferencia dada en el Museo Americano de Historia Natural, Noviembre 5, 1981.

Más tarde, Phillip Johnson, un profesor de la Universidad de Berkley, escribió: “En 1988, discutí en Londres por varias horas sobre evolución con Patterson, y él nunca se retractó de ninguna de las escépticas declaraciones que había hecho.” Phillip E. Johnson, Darwin on Trial, 1991, p.157.

LAS NUEVAS ROPAS DEL EMPERADOR. Hace tiempo, alguien escribió un cuento sobre un orgulloso rey que fue engañado por unos falsos sastres. Ellos, cuando le dijeron que podían proveerle los más finos, puros, y extremadamente delicados ropajes, fueron contratados por el rey para que le confeccionaran un nuevo conjunto. Cuando se lo presentaron, se dio cuenta de que era tan puro y transparente que no podía verlo; pero como se supone que el rey debe ser el que mejor aprecie las cosas, no se atrevió a decir nada.

Al fin, llegó el gran día en que se dispuso a desfilar por todo el pueblo, engalanado con sus nuevas ropas. Todos guardaban silencio mientras él se paseaba, montado en su noble corcel, y orgulloso, desplegando gran majestad, aunque sólo lo cubrían sus ropas interiores (y de acuerdo a otra versión, aun menos que eso).

Nadie se atrevía a decir nada, pues seguramente el rey podía, más que ningún otro, apreciar sus delicados ropajes. Pero finalmente, un niño se atrevió a hablar y dijo a su madre: “¡El rey no trae nada de ropa encima!” En ese momento, toda la multitud, como despertando de un profundo sueño, después de comentarlo de boca en boca, comprensiblemente, se unieron en un coro de carcajadas.

Del mismo modo, nosotros en pleno siglo XXI, nos inclinamos sumisamente ante las teorías de la “ciencia,” sin darnos plena cuenta de que un pequeño grupo de personas mantienen un estricto control sobre lo que se puede investigar y cómo se deben de reportar los hallazgos, mientras que la mayoría de los científicos, permanecen contemplándolos en silencio, temerosos de que por expresarse con verdad, puedan perder sus trabajos.

Al emperador le dijeron que “cualquiera que no estuviera capacitado para la posición que se le había dado, sería incapaz de ver sus delicadas ropas.” Y actualmente, a los estudiantes se les enseña que cualquiera que no crea en la evolución, no es apto para ocupar un lugar como científico. Así, aún seguimos esperando que alguien, a voz en cuello, se atreva a gritar: “¡El emperador no trae ropas!” y “¡La evolución es un mito y no ciencia!”

Lo cierto es que esa potente voz, tendrá que salir de la gente común, ya que la mayoría de los científicos temen denunciarlo.

“Si seguimos insistiendo en conservar y sostener a la teoría de la evolución, entonces estamos forzados a eliminar y descartar los conceptos sobre probabilidades en matemáticas. Pero si estamos convencidos que las matemáticas no mienten, entonces tenemos que descartar los conceptos actuales de la evolución, ya que ambas enseñanzas no son compatibles la una con la otra.

Como científicos objetivos ¿Cuál de las dos debemos apoyar? ¿Recuerdan el cuento sobre “las nuevas ropas del Emperador”? Ninguno de sus vasallos se atrevió a denunciar el hecho obvio de que el emperador estaba desnudo; en vez de ello, unos a otros competían por vociferar alabanzas a la calidad de los ropajes confeccionados, y hasta se atrevían a describir en detalle, la exquisita y fina costura que ribeteaba el ángulo inferior izquierdo de su imaginaria capa.

Todos se felicitaban, para satisfacción personal, de poder escucharse a sí mismos, describiendo las virtudes y belleza de la capa; y tuvo que dejarse a la mente sencilla de un ingenuo niño, la oportunidad de exclamar: “¡Todo eso no es cierto!” “¡El rey está desnudo!” ¿Les parece esto familiar? Pues la historia tiene una forma muy original de repetirse a sí misma.” I. L. Cohen, Darwin Was Wrong. Un estudio en Probablidades. (1984), pp. 217-218.

Es realmente, creo yo, una rara situación, que los paleontólogos sigan insistiendo en que sus registros concuerdan con una lenta, constante, y gradual evolución, cuando que en lo privado, ellos han sabido desde hace más de cien años, que esto no es así. Lo que yo veo es fijismo, y la proclamación del fijismo a todo el mundo que aún cree que el registro fósil muestra un lento, constante, y continuo cambio (en contra de los patrones de cambio por saltos), de la misma manera que otros se creyeron lo de las “nuevas ropas del emperador.”*Norman Eldrege (Paleontólogo en Jefe del Museo de Historia Natural de la Ciudad De Nueva York), “Did Darwin Get it Wrong?” Noviembre 1,1981, p.6.

“Ya estamos hartos de la falacia Darwiniana. Ya es tiempo de que proclamemos que ¡El emperador no trae ropas!*Kenneth Hsu, “Darwin´s Three Mistakes, en Geology 14 (1986), p.534.

NOTA: En este capítulo no se explicó exhaustivamente, como los hallazgos de los estratos y fósiles, se relacionan con el Diluvio. Tal información se expondrá  más ampliamente, en el capítulo 13.

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LA EVOLUCIÓN NO PUDO HABER HECHO ESTO

Las anguilas de los ríos de Norteamérica y Europa, llegan hasta el Atlántico y nadan hacia el sur, hasta el Mar del Sargazo, una gran concentración de agua salada en el Atlántico Tropical, entre las Islas Bermudas y las Antillas, repleto de varias especies de sargazo y pequeñas criaturas. Tan pronto llegan ahí, las anguilas saben exactamente qué hacer: Descendiendo a profundidades entre 1,300 a 2,500 pies (400 a 800 m), ponen ahí sus huevos, y luego se van. Los progenitores pronto después de eso, mueren antes de poder conocer a sus criaturas. Debido a dónde se pusieron los huevos, los recién nacidos son arrastrados por la corriente hacia el este, fuera de  las aguas del Golfo de México, y a profundidades de 700 pies (200 m); para luego seguir hacia la costa noreste del Norteamérica. La mitad de las anguilas siguen entonces hacia el oeste, por los ríos rumbo a los Grande Lagos, llegando hasta los lugares donde antes habitaron sus progenitores. Las demás, siguen atravesando el Atlántico hasta las costas de Europa. Al igual que las Norteamericanas, cuando ya están a varios cientos de metros de las playas, sufren cambios, justo cuando les es necesario, adelgazándose, y desarrollando aletas pectorales y disminuyendo un poco de tamaño. Por fin, llegan a parecerse a sus antecesores, cosa que no necesitaban antes, cuando eran solo arrastradas por las corrientes marinas, pero que ahora necesitarán para alcanzar y penetrar los ríos. Tan pronto como se completan estos cambios, las anguilas dejan de comer, y viajan por los ríos europeos, algunas en Inglaterra, otras en la región del Mar Báltico, y aún otras, subiendo por los ríos de Francia. Por fin, algunas a través del estrecho de Gibraltar, alcanzan el Mediterráneo, mientras que otras se dirigen al Mar Negro. Así estos peces originalmente de agua salada, son capaces de seguir su migración en los ríos de agua dulce, sin ser notados por la mayoría de los depredadores, ya que son casi transparentes.

Cuando por fin llegan al lugar donde vivieron sus predecesores, empiezan nuevamente a comer, a crecer hasta su máximo tamaño, y a cambiar a color opaco, con franjas amarillas en la espalda y alos lados. Años después (3 para los machos, y 8 o 9 para las hembras), los ojos les empiezan a crecer, ya que necesitarán mejor visión para su travesía de regreso al mar. Se sabe que de ser necesario, son capaces de rodear cataratas y atravesar áreas cubiertas de niebla o rocío. Al ser identificadas y seguidas por los científicos, se ha descubierto que en su regreso al mar, nadan a profundidades de hasta 60 m (200 pies), hacia el noroeste, y hasta alcanzar las playas continentales, donde tan pronto llegan a alta mar, se sumergen hasta profundidades de 1,400 pies (400 m). Los radiotransmisores que se les han colocado, nos informan que tardan ¡unos 6 meses en viajar 3,500 millas (5,500 Km)!, y llegar de nuevo al Mar del Sargazo.

Hay un murciélago (Nictophilus geoffroyl), que por eco-localización, pude localizar pequeñas moscas en vuelo, aunque estén a 100 pies (30 m) de distancia, y que puede atrapar hasta 5 por segundo. Hay otro, el murciélago herradura de Europa, que ha desarrollado unas como “hojas” en su nariz (la que funciona como una bocina), con el fin de enfocar mejor (con un haz más delgado), sus sonidos.

Así, moviendo su cabeza de lado a lado, es capaz de rastrear finamente, todos sus alrededores. Aunque parezca increíble, hay otro murciélago que solo come peces, y que es capaz de detectarlos bajo el agua, con su eco-localizador. Esto implica un interesante problema de física, pues aunque este murciélago está bien equipado con un sonar de frecuencia modulada (FM), se sabe que el sonido pierde mucha de su energía al pasar del aíre al agua y al llegar y al pez, y más aún, al regresar por el agua, al aire y a los oídos del murciélago, y sin embargo, el murciélago es capaz de de percibir perfectamente el eco. ¿Cómo lo hace?

En todos los murciélagos, sonidos de muy alta frecuencia son emitidos por la boca o la nariz, y su eco es captado por sus orejas y oídos especializados. Un pequeño músculo en el oído externo, ¡cierra el oído precisamente antes de los 100 chillidos que emite por segundo, y los abre cuando el eco retorna! ¡Qué asombrosa precisión!

CAPÍTULO 12. PREGUNTAS DE REPASO Y ESTUDIO SOBRE LAS ESPECIES.

Para alumnos del 5º año de primaria al 3º de secundaria

1. Defina los siguientes términos: Fósil, Estrato sedimentario, y Paleontólogo.

2. ¿Por qué es tan extremadamente importante decidir si la evidencia de los fósiles apoya o no a la teoría de la evolución?

3. ¿Qué es lo que básicamente enseña el Uniformitarianismo (o Uniformismo)?

4. La teoría sobre el fechado basado en los estratos geológicos y los fósiles fue inventada a mediados del siglo XIX. ¿Por qué los evolucionistas necesitan forzar y torcer muchos de los descubrimientos hechos en los últimos años, con el fin de hacerlos coincidir con su teoría de más de 150 años de antigüedad?

5. Darwin estaba convencido que los posteriores descubrimientos de fósiles comprobarían su teoría. ¿Hay ya suficientes evidencias? ¿Han comprobado los hallazgos posteriores a él, la veracidad de su teoría?

6. ¿Cómo fue que en realidad los evolucionistas fecharon los estratos? ¿Por hallazgos en los estratos o en los fósiles?

7. ¿Cómo se le llama al razonamiento que dice que “los estratos sirven para fechar los fósiles, y que los fósiles sirven para fechar los estratos, y que la teoría sirve para fechar ambos”?

8. ¿Cómo es que el sorprendente y pequeño Trilobite da testimonio en contra de la teoría de la evolución?

9. La gran complejidad de los fósiles encontrados en el estrato sedimentario inferior (el Cámbrico), descarta la evolución y apoya que la gran catástrofe del diluvio ocurrió. ¿Por qué es esto cierto?

10. La aparición súbita de la vida en el estrato sedimentario inferior (la “explosión cámbrica”), descarta la teoría de la evolución y favorece la Creación y el Diluvio. ¿Por qué es esto cierto?

11. El hecho de que prácticamente por debajo del estrato Cámbrico (en el Precámbrico), no hay señales de vida fosilizada, descarta la teoría de la evolución y favorece la Creación y el Diluvió. ¿Por qué?

12. El hecho de que no hay especies transicionales (“eslabones perdidos”) en ni ninguno de los estratos con fósiles, y sólo hay “brechas” entre una especie y otra, descarta la teoría de la evolución, y apoya la Creación y el Diluvio. ¿Por qué?

13. El hecho de que cada uno de los Filum (géneros) principales han sido encontrados en el estrato sedimentario inferior (el Cámbrico), descarta la teoría de la evolución y apoya la Creación y el Diluvio. ¿Por qué es esto cierto?