Las ansias
de poder y fortaleza conducen a las atrocidades que hoy evidenciamos por
doquier vejando la Justicia, bondad y verdad.
Ignoramos
que practicando lo desestimado logramos, de forma perdurable y de disfrutar más
de lo que con injusticia pretendiéramos.
Puede
padecer que con rectitud accionamos a la inversa siendo unos tontos, la
realidad es que la lógica de la sociedad
opera en decadencia y detrimento y no hacia la abundancia, por eso parece que
accionamos inversamente.
Mas los frutos
de desempeño hablarán.