Las travesías
tempestuosas que solemos experimentar, hacen valorar grandemente lo que hoy es
imperceptible por su presencia o asistencia continua.
Puede ser que el arribo de penurias tenga entre otros el propósito, de reconocer que existe un ámbito que predomina sobre el individuo y no pasará hasta lograr experimentarlo.
Cuando somos recalcitrantes con nuestra obediencia, solemos recabar solo sufrimientos de situaciones que deberían aportar herramientas para el socorro a los demás.
Puede ser que el arribo de penurias tenga entre otros el propósito, de reconocer que existe un ámbito que predomina sobre el individuo y no pasará hasta lograr experimentarlo.
Cuando somos recalcitrantes con nuestra obediencia, solemos recabar solo sufrimientos de situaciones que deberían aportar herramientas para el socorro a los demás.