Hogaño, solemos atribuir lo estimado como favorable o desfavorable a la casualidad; sin comprender que el ámbito Espiritual rige sobre todo ámbito, y somos espíritu, alma y cuerpo. Así que es menester de ocuparse de edificar las tres áreas para obtener cambios hacia la vida abundante. Si pretendemos dejar las penurias.

 Recordemos, los años sobre la tierra es la calificación de nuestra obediencia, a la realización de Justicia; de ello depende ser longeva o no.
Justicia nada versa con nuestra conveniencia, sino con lo correcto y debido.

Siempre, realizamos lo que represente el mínimo esfuerzo a expensas de daños a nuestro prójimo; sin miramientos de lo Justo que actuemos o dejemos de realizar. Tarde descubriremos que todos nuestros actos con llevan  fruto, de la misma naturaleza prodigados.

 A veces, se presenta el rectificar por medio de trances angustiosos; pero es difícil modificar procederes al impeler la vorágine beligerante de la sociedad. Los de mucho carácter sí lo logran. Ese carácter todos lo poseen el punto   es la cantidad de él permitido aflorar en vida diaria, para alcanzar la vida abundante.

En trance de adversidades buscamos formas de amainar consecuencias pero por lo regular son procedentes de injusticias. Sin considerar que las adversidades se suscitan para rectificar procederes e inclinar a la práctica de Justicia y rectitud; nunca toparemos con las herramientas detrás de ese trance para superar lo presente y futuro.
 

La mayoría  de Latinoamericanos declaran ser cristianos; pero si, esto es, verdad Latinoamérica sería modelo al mundo, de conducta en vida plena, pero no lo es.  Así parece que lo afirmado es por religiosos y no por conducta. El único Dios  requiere de nuestra parte temor de no realizar actos fuera de su carácter y sí  realizar todo acto con integridad y verdad, que comprende la Justicia. Abandonar todo lo que no es Dios, por ser Dios único.

Aquí está, el "hándicap"  de la sociedad que prima el materialismo sobre lo Espiritual; nunca se logra cambios gratos, sin atender lo Espiritual.

Son diversas las promesas a los que deciden someter su voluntad a la Justicia; pero diversas son las consecuencias de elecciones fatales; de obviar la práctica de la Justicia. Ninguna de las promesas eternas falta  sí su condicionante se presenta.

Manual de comportamiento tenemos para alinear el desempeño, para alcanzar vida abundante. Preferimos el caso omiso a ese proceder Justo con tal de seguir nuestras bellacas preferencias. No caemos a cuenta,  que en esta vida solo somos administradores; con propiedad no podemos proferir es mi vida. 

Algunos sufren penurias, adversidades y reveses  por realizar todo lo que evoca estas consecuencias como: injusticias, egoísmo, violencias; pero otros aúnan la pereza y desidia frente al amplio mundo laboral que requiere esfuerzo.

La mentada prosperidad que propagan los religiosos pondera al dinero. Desde doquier el trabajo honrado, honesto y lícito siempre exaltará la dignidad ante el Creador.