Cada persona actúa conforme a lo que los demás consideran bueno, bajo  premisas y deseos de los demás.

Pocos muestran carácter de trazar sus propias acciones vejando todo proceder fuera de rectitud y bondad, prefiriendo padecer el detrimento de la mayoría por creer que así tendrán su apoyo, de serle posible pasarán sobre la persona con tal de obtener sus objetivos.

No dejarse manipular es tomado como ser raro, cuando los raros es la orla de quienes actúan deshonestamente.

El costo de nuestra mala elección frente a decisiones diarias, no parece al momento de gran alcance, cuando contamos con abundancia de lo que se pide, pero las carencias de todo tipo nos deben obligar actuar con cordura y sensatez tal vez para aprender fluir en ella la experimentamos.

Ahora identificar buena decisión es con base a lo recto, Justo y honesto, donde no importa que sea de nuestro agrado, más produce paz y tranquilidad si dejamos de atender la lógica social.

En lo último que pensamos es ayudar a los necesitados cuando contamos con los medios, es decir practicar bondad,  para de esta forma encontrar aliciente al momento presentado de nuestra angustia fortuita, que puede ser ayuda Espiritual, laboral o material.

Recuerde solemos recibir de la misma calidad ofrecida, no esperemos más allá de lo otorgado a otros para recibir,aquí la importancia de nuestro desempeño.

Lo que aparenta ser ganancia sobrante libre de cubrir requerimientos, bien puede ser lo que más adelante necesitemos para imprevistos.

Poder ahorrar parece imposible pero no tanto cuando identificamos lo indispensable de lo fútil,  los que tienen economía fuertes, no siempre es por suerte sino por saber emplear los recursos.

Atendamos no llegar a la avaricia o al disipar desaforado trayendo males.  

Existen ocasiones que aparenta ser un camino de mucho esfuerzo y sacrificio, siendo esto desmoralizador de muchos y jamás atendemos que ahí puede estar la recompensa, si todo está alineado con la rectitud y Verdad.

No todo lo que aparenta ser valioso lo es, sepamos discernir lo correcto de lo incorrecto.

Por lo regular tenemos vejado toda acción de Justicia y honestidad calificada como supina tontería y como deseamos aceptación social preferimos el error de muchos y no evaluar nuestro desempeño diario.

La sabiduría es cosa fácil para los que se conducen con rectitud, no confundamos la destreza, agilidad de pensamientos y carga intelectual, que puede cultivar en nuestro ser como efecto mecánico en acciones propias del campo laboral.

Con la convicción de otorgar correcto empleo y eficiente a lo conferido para un fin específico.

Hoy es muy valorado y requerido el trabajador que demuestra rectitud, haciendo méritos de confianza y por consiguiente mejor calidad de vida en lo materia y Espiritual. 

No gastemos energías y recursos en tratar de dar el pago que consideramos a los que procuran nuestro mal, lo que hoy consideramos daño a nuestros planes, puede ser militantes para nuestro bienestar, de ser verdadero daño la retribución a sus acciones injustas gravitan sobre sus cabezas, que será propinada en su grado justo.

Lo primero que llega a mente si tenemos la conciencia percudida por la injusticia es causar mayor daño que el sufrido, cayendo también nuestro ser en injusticia listo para recibir retribución por ello.