Existen personas que acudirán a nuestro auxilio, sin pensarlo, cuando nuestro desempeño fue similar para los necesitados, cuando portábamos medios y recursos para realizar.

Si en la decadencia presente requieres trabajo, tiempo oportuno de proceder, recuerda que la Justicia, honestidad y bondad produce fruto de vida perdurable y la manida injusticia decadencia en todo sentido.

No perdamos oportunidad de  comenzar a practicar rectitud que sus frutos llegan en todo tiempo y son gratos.

Nunca asuntamos que por las palabras proferidas que inexorablemente conducen a actos injustos, cuando nuestro hablar es pletórico de ramplonerías, creamos separación en lo deseamos ser atendidos con gran apremio.

Parece ser que para que lleguemos a este punto, de comprensión son permitidas situaciones que acarrean tristeza a nuestra existencia.

Por más indiferencia que mostremos, algún punto débil tendremos, así que cada persona decide como alimentará su vientre ya que “Cada uno comerá del fruto de sus labios”.

En boga tenemos determinar lo tétrico y deleznable procedente de injusticia, como grato y digno de impulsar su ejecución, hasta llegar a nuestra persona donde existen dos opciones: resignarse y tolerar lo antes exaltado, donde con nuestra falta de amonestación hemos aprobado.

O portar tal estilo de vida que proporciona evidencia, de lo que es rectitud por sus frutos obtenidos, esto no es factible con lógica actual de egocentrismo elevado del mínimo esfuerzo.

Por eso en mayoría,  se procura aprobación sin atender procedencia moral, así obtenemos la presente languidez que rige a los que deciden actuar conforme ella.

Por el fruto de nuestros actos en el desempeño diario, recibimos y no por suerte sino por la práctica  de Justicia  bondades, vicisitudes en ausencia  de Justicia,

No olvidar pequeño detalle que forja la vida en plenitud y longeva en todo ámbito, no lo percibimos por vilipendiar todo acto Justo, abundando en injusticia, violencias y perversiones

A este proceder mezquino denominamos normal, cuando es antítesis del propósito de nuestra presencia en tiempo y espacio.

En todo momento estamos más pendiente de lo que opinan los de nuestro entorno, que obviamos practicar lo no manido pero produce vida como la Justicia, honestidad y bondad.

Con proceder alejado de rectitud, solo peripecias traemos sobre nuestra cabeza, aunque creamos que aventajamos a muchos o pocos,  lo cierto es que nunca evadiremos lo procurado con nuestros actos.

Si robas, te robarán, si mientes te mentirán, por esto  la poca o mucha frecuencia de contar con colaboradores honestos, comprometidos con la Justicia todo radica en nuestro desempeño.

Deberemos vencer el mal proceder, con nuestro proceder Justo sin cansarse, que a su tiempo cosecharemos.

Ganar en todo lo Justo y honesto, tiene  estrecha relación con alcanzar vida pletórica en lo Espiritual y material.

Como pocos procuran la Justicia, honestidad y bondad, son inmersos en detrimento  y penurias.

La prosperidad integral se obtiene cuando alejamos de nuestra  practica toda clase de males, que en apariencia son inocuas, pero no están alineados a lo Justo y honesto, poco importa escudarse en religiones; recibimos acorde a nuestras acciones.

No tendríamos que forzar situaciones con sobornos, tretas e infamias, de comprender, que cada uno recibe el trato Justo acorde a las acciones realizadas bajo Justicia, honestidad y bondad o falta de ellas.

Al quien nos dice “Mía es la venganza yo pagaré”, pero nos empeñamos en que nosotros tenemos que hacer caer a quien pretende quitar de lo nuestro, convirtiendo nuestro ser merecedores de injusticia por no superar la espera donde todo se amolda.

Esperar en este tiempo es tenido como cosas de tontos, cuando por doquier enfatizan la violencia, rapiña y toda clase de males hacia el prójimo, que se cataloga como mejor, es cosa de ver el fruto de la espera para saber que eso no es lo mejor sino lo peor.