Fuerzas

Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces; el bemol es desear ignorar que existe forma de obtener ayuda.

Con licuar los valores morales acrecienta la decadencia, que vilipendia lo moral y espiritual. Aprenderemos a practicar justicia con interiorizar el carácter de Cristo Jesús.

Tendencia

Ni cielos ni tierra es posible indagar con certeza; conjeturas matemáticas formen modelos supuestos no es certero.

La teoría de la evolución es otra conjetura que más se adapta a una explicación sin intervención divina, pero no parece certera.

Al final tendremos nuestra conclusión acorde al grado de acercamiento a Dios. La tendencia es dejar a Dios relegado de la vida del hombre.

Estancia

Procurad la paz de la ciudad donde habites, que en su paz estará la tuya.

Lo manido es mostrar pendencia, belicosidad e indiferencia por el prójimo del entorno, en aumento de lo inhóspito de la ciudad de nuestra residencia.

Cada persona con su desempeño trasforma el ambiente de su casa o barrio. Nuestra influencia a los demás es para los de casa primeramente, pero se extiende después a los que observan nuestro diario desempeño.

Procuremos que la justicia, misericordia y bondad tapice la estancia sobre la tierra.

Derecho

La mendacidad institucionalizada como norma de conducta hogaño, conlleva decadencia y desmedra la confiabilidad en quienes la practican.

Se pretende zanjar todo asunto con el mínimo de consecuencias, pero sin justicia y derecho en olvido que interferir con el derecho del pobre es incentivo para lo infausto.

Importante

Poco importa la apariencia lo que sí interesa es que practique justicia, misericordia y justicia; no todo lo que nos es halagüeño es justo, sino lo que se conforma al carácter de Cristo Jesús es lo justo.

Solo no te dejes manipular por hombres hambrientos de ganancias que emplean estrategias comerciales y poco emplean de la palabra de Dios. El propósito principal de la iglesia es equipar a los santos, con la palabra de Dios.

Ante todo proceder es menester tener presente la naturaleza de actos propinados a los demás.

Que nuestra retribución contendrá la misma naturaleza.