Algunas
veces nos retraemos de hacer lo correcto por la crítica u opinión
de la mayoría, dejando lo que nos produciría buena calidad de
vida; tomando lo que es más aceptable a los que nos rodean, que por
lo regular es lo incorrecto más acostumbrado por quienes por la
práctica de lo incorrecto lo consideran como correcto, se ignora
que la costumbre de lo incorrecto crea callosidad para elegir lo
correcto.
Dentro
de lo correcto tenemos la honestidad, perdida por la ambición, la
fidelidad perdida por la traición, chisme con el propósito de hacer
perder en lugar de otros dentro de un círculo de aprobación.
Lo
de mayor precio es la Justicia, veracidad, y rectitud e integridad no
olvidando la bondad.
Tengamos
por seguro que si practicamos con prontitud estos valores de carácter
nuestra calidad de vida sobre salta a la mayoría.