martes, 3 de diciembre de 2013

Vemos lejos la sanidad, seguridad y paz no queriendo acomodar nuestras acciones acorde a la Justicia, rectitud y honestidad siendo la ausencia de estas características la multitud de males provocados por nuestro desempeño diario egoísta y mezquino, donde priorizamos el retener y no compartir.

No adiestramos nuestros procederes diarios para verificar que dando, es como recibiremos de hacerlo comprobaremos que cuando damos sin intereses ocultos o manifiestos recibiremos mejor que lo entregado cuando hemos dado lo mejor.

De la misma manera opera la honestidad justicia, rectitud que deseamos para con nosotros, deberemos ofrecer a los demás, para que mejoremos nuestro entorno empecemos por nosotros.

Vemos a una mayoría con creencias he imaginaciones de su corazón, porque esto les permite formas de comportamiento iguales que los que no practican justicia, misericordia y verdad.

Lo valeroso para ser digno de vida longeva, abundante y segura es practicar Justicia, honestidad diaria mente y no lamerse los dedos ante ídolos. 

Una  de la manera de evitar terrores  en medio del caos del presente estilo de vida, es silenciar ese auge que predomina en la sociedad actual por cometer injusticia, hacer comentarios de situaciones de quienes sus decisiones les arrastran adversidades.

La manera más eficaz para hacer llegar a nuestra s puertas la seguridad y paz es la práctica diaria de la honestidad, rectitud y justicia en todo ámbito que interfiramos.

Claro que esto no es fácil, con el medio que nos impele a practicar lo injusto, más te dejo una pista para lograr el aumento de categoría en tu empleo se busca por parte de los patrones, el que sea confiable para manejar responsabilidades.
Si tratáramos de no inmiscuirnos en asuntos que podamos ayudar de seguro, cesaría nuestra ansia de chismear e indagar cosas que no son de nuestra incumbencia.

Al establecer este patrón de desempeño diario con seguridad mermaría el afán por averiguar lo de los demás, al saber que si algo averiguamos deberemos cooperar con la solución o al menos aliviar su impacto.

Con este proceder, dejaremos de ser los chismosos mejorando nuestra calidad de vida en cuanto a reputación y aceptación para ser merecedor de vida abundante,  al menos en el aspecto de bondad, y luego continuemos implementemos con la honestidad, justicia y verdad.

De la forma que aprendimos la injusticia y todo los males que nos adolecen hoy que fue por repetición así podremos tomar camino a la vida abundante saliendo del ostracismo presente.

Si hemos sido avisados de alguna de tres  maneras, que por lo regular atendemos hasta que vemos comprometida nuestra vida, para abandonar nuestra conducta que proveerá angustias y adversidades.

No pretendamos después, ser liberados de las consecuencias nefastas cuando por placer conveniencia u otra razón de propia decisión hemos determinado hacer.

Sabemos que fecha reina lo torcido y la injusticia porque nos adolecen por doquier nuestras consecuencias obtenidas por nuestras acciones, no llegando a disfrutar lo obtenido y si siendo de oprobio  a  un desempeño digno de ser merecedor de más vida.

Si consideramos toda esta vida, como campo que determinara ser digno de más vida, acorde a la Justicia, honestidad y rectitud empleada para esta vida terrena.

Segura mente incentivo para lograr vida larga, en abundancia y sin escases obtendríamos pero lamentable mente nos quedamos en lo que vemos ya, e eso es lo producido por la injusticia que sumerge en decadencia nuestra vida.

La retribución a nuestras acciones presentes, son un reflejo de las decisiones  presentes tomadas, y no podemos cargara nadie las culpas sino a nuestra propia rebeldía de continuar con un proceder basado en la mentira, violencia y mezquindad.

Este proceder no logra conducirnos más que a la decadencia material y moral donde gran esfuerzo merita sobre vivir sin alcanzar el disfrute de lo obtenido bajo las premisas de la mentira, mezquindad y desecho total, de lo que es Justicia y rectitud.

Si tan sólo quisiéramos comparar el fruto de la rectitud y justicia comprobaríamos que este carácter de vida conduce a vida en longevidad y abundancia sin ataduras.

Rehuimos a las consecuencias adversas de nuestros actos,  jamás desistimos de practicar cada una de las actitudes frecuentes en la época, donde de avaricia, envidia y egoísmo lo tenemos como estilo de vida correctos.


 Nunca indagando por la evidencia propia de calidad de vida presente, que por el actuar de esta manera estamos inmersos en la brecha que conduce al deterioro moral de toda la sociedad donde tomamos lo perverso como normal, y no queremos ver que estamos abundante en vicios.

Consecuente mente abundamos en carencias físicas y morales no encontrando reposo a nuestra existencia con o sin dinero. 

Recurrimos a murmurar que es hablar en usencia de la persona por cobardía, en lugar de  exhortar que es  decir a esa persona lo que está mal y como corregirlo  según nuestra perspectiva , comprendiendo los pro y los contra por los cuales es o no factible  nuestra solución.

Para esto creo que deberemos cooperaren anular los contra que suscite nuestra solución para ver practicada y enmendada aquello que a nuestro juicio está mal, sin comprender la complejidad antes existente.

Es de gentes que buscan la vida abundante, longeva y pacifica poder ayudar a nuestros semejantes con los recursos obtenidos, no cayendo en el egocentrismo la avaricia, ambición e injusticia. 
Puede que en momentos de euforia u otra decidamos despotricar contra normas o lineamientos, pero seamos conscientes que los límites fueron establecidos, para evitar incurrir en consecuencias.

A fecha poco importa las consecuencias como adversidades, violencia, e injusticia damos prioridad al egoísmo, el deleite en lo personal importando nada la honestidad, rectitud y justicia con la cual mejoraríamos nuestra estancia sobre la tierra que es
inherente a la práctica diaria de Justicia.

No caigamos en la trampa de la rapidez con que creemos que se dan los frutos de injusticia, y lo tardado que aparenta los frutos de justicia, si tenemos en cuenta que estos últimos llegan en el momento preciso no en el deseado. y estos si se disfrutan.

Por doquier se nos adoctrina que lo bueno es el proceder mayoritario de la sociedad, y como deseamos pertenecer a esa sociedad aceptamos como bueno lo que en verdad es infame, corrupto y carente Justicia y rectitud.

Lo podemos comprobar observando la calidad de vida de quienes de esta forma eligen vivir sin indagar que existe la real mente buena sin uso de violencia, mentiras y perdurable.

Por cuanto nos hemos conducido siguiendo las apetencias  e impulsos propios, rezagando el ser de ayuda a los demás dejando  también la práctica diaria de la Justicia, verdad, bondad y honestidad es que vamos creando la reputación de no ser merecedores de vida.

Consecuente mente así como nos comportamos con los demás los demás nos tratan, no encontrando sosiego ante nuestro ojos y la paz  y seguridad que sólo produce la Justicia y el acatamiento de principios de vida diario dentro del ámbito Espiritual.

Indudable mente la necedad nos identifica,  porque si ya comprobamos que no nos mejora la calidad de vida,  la injusticia y deshonestidad debe ser que por esta calidad está en lo no practicado que es  lo Espiritual de Dios  nada que ver con ritos e ídolos sino con estilo de vida cimentado en Justicia.

Para obtener todo el bien deseado, deberemos empezar hoy a ofrecer a los que nos rodean las acciones deseadas porque mañana seremos lo que hoy decidamos ser; deberemos ser entendidos en hacer lo procedente de honestidad, rectitud y verdad sino seremos victimas de injusticia de los que tienen por conducta normal y diaria manejar la mentira, deshonestidad y violencia; bajo este proceder lo obtenido parece que lo recibimos en sacos rotos.

Contemplemos a tiempo dirigir nuestros pasas para ser dignos de vida abundante.
Para los que practican lo procedente de injusticia, no hay paz, gozo y seguridad de vida mucho menos ver que sus planes florezcan en esa actitud que a fecha es la imperante de egoísmo, rivalidad conjugada con violencia

No debemos olvidar que toda acción realizada con lleva retribución de la misma calidad de nuestros procederes ofrecidos a nuestros semejantes.

La retribución de la injusticia se hace presente inmediata mente, aunque  no conlleva  gozo, paz y tranquilidad más la rectitud, justicia y honestidad  su retribución llega en el momento oportuno no en el deseado trayendo paz seguridad de vida abundante en longevidad y disfrute pleno  de nuestras acciones.
Nuestras acciones  traen repercusiones, sobre nuestro estilo de vida diario; estás son de la misma calidad de acciones ofrecidas

Nos lamentamos por nuestra condición presente sin llegar a comprender que esta es consecuencia de nuestras acciones ofrecidas a nuestros semejantes “El que a hierro mata a hierro muere, tal como hemos actuado así se nos hará.

Por eso el que engaña irá siendo engañado, esto es que para el injusto de proceder en cualquier ámbito jamás la misericordia y paz podrá recibir.

Nuestra actitud frente a una exhortación general mente es de soberbia, que se cree este tipo para corregirme, v ahí empezamos a buscar fallas de quien abrió su boca en contra.

No somos sabios para analizar por si en verdad existiera algo para corregir de  nuestra parte y no es hablada por envidia o recelo como primaria mente asumimos.

A fecha lo más frecuente es escuchar las murmuraciones que son las menciones de lo que esta errado con el protagonista ausente la cobardía en grado sumo, no las exhortaciones que es dar la solución o pautas para enmendar con la persona protagonista presente.

Nos parece difícil y ilógico vivir acorde a los principios que proporcionan vida abundante, y no queremos comprender que está manera basada en egoísmo, envidia y violencia sólo frustración, desavenencias  y angustias, tapizamos nuestro camino por la vida.

Si diéramos  oportunidad a la Justicia, verdad y bondad actuar por intermedio de nuestras acciones, podríamos comparar que los resultados de un actuar así cubre nuestras carencias, entre ellas paz, gozo, fuerzas para continuar donde se ha acostumbrado a practicar lo peor como mejor.

La decisión es individual y el mundo cambiara cuando empecemos a cambiar.

No temer a las cosas que pueden decir de nuestro proceder mintiendo, cuando decidimos practicar lo recto es lo más sensato en medio de la multitud que tiene por costumbre realizar toda acción con violencia e injusticia.

No será cosa fácil comprender  que lo realizado por nuestra persona lleva su grado de impiedad, violencia y egoísmo a menos que permitamos  una intervención Divina como la que ocurre a esas personas que han transitado por una experiencia de muerte.

Para empezar a modificar nuestra perspectiva de vida , bueno sería no esperar por esas circunstancias de vida difícil. 

No deseamos saber que es lo correcto, porque ello coloca por manifiesto que nuestras acciones no la encaminamos en ese sentido sino otorgamos amplitud de criterio a la mentira, mezquindad y egoísmo.

El saber hacer lo correcto y verdadero nos liberaría de la decadencia en que estamos inmersos por proseguir la injusticia y violencia habituada en toda acción realizada.

Deseas librarte de stress, tan sólo habla verdad con tu prójimo y no busques tu bien a costas del daño ajeno.

Los límites están especificados para algo, no nos fueron marcados sólo para fastidiarnos sino para nuestro bien, obteniendo el máximo provecho y poder disfrutar de las ocupaciones conferidas sobre la tierra.

Nos hemos acostumbrado a actuar diaria mente de la manera donde utilicemos menos la honestidad Justicia y rectitud y los límites que nos proveerán de buenos frutos de vida.

Estipulado como vetusto, anticuado y fuera de límites tolerables la justicia y el dominio propio en nuestras acciones dejando que nuestras pasiones personales predominen sobre todo buen juicio.


Lo cotidiano es toparse con adversidades, infortunios y contrariedades que nuestras acciones provocan, porque dice un texto “Cuando la justicia se manifiesta por nuestras acciones entonces, veremos paz, seguridad y prosperidad en toda acción ejecutada dentro del ámbito de rectitud y veracidad”.

A fecha no lo vivimos porque nuestras acciones es de continuo, mentir, la mezquindad para el prójimo y todo bienestar para nosotros sin analizar cuanto daña esto a otros, por esto la paz y seguridad está lejos de nuestro estilo de vida injusto.

El hecho de aparecerse en nuestro caminar es decisión individual, otorgada por nuestras acciones justas no injustas como hasta hoy
Las lamentaciones hacen acto de presencia al palpar los frutos de nuestras acciones, sobre todo cuando amenaza estos frutos nuestra comodidad.

Es cosa generalizada implementar como algo normal, la injusticia, la mentira y el defraudo donde creemos que estos procederes adelantaran en el presente nuestra calidad de vida por las inmediatas reacciones, olvidando que toda reacción nuestra produce consecuencias pro o contra según nuestra  elección justa o injusta.

Nos queremos dejar engañar que los frutos mediatos serán buenos a nuestra estima como los inmediatos, olvidado que bueno es lo realizado con justicia, equidad y rectitud libre de egoímo, avaricia y mezquindad.

Las advertencias de que algo debemos rectificar, nos resultan irritantes por interponerse con a nuestras apetencias y deseos obviando si esos deseos proceden de rectitud o injusticia olvidando que toda acción de nuestra parte sea Justa o injusta genera frutos de la misma calidad de acciones ofrecidas a nuestros semejantes.

Por esto no queramos recibir aquello que no hemos mostrado por medio de nuestro proceder diario a los que nos rodean.

Mucho menos si hemos hecho caso omiso a las llamadas a corregir nuestro proceder. 

La suerte no es buena ni mala, sino más bien son nuestras inclinaciones para hacer o dejar de hacer lo correcto, las que lo transforman en viables dentro del entorno encaminado que elegimos torcer.

Como a fecha se elige lo perverso y desleal, encontramos en todo ámbito mala suerte aunado a esto la falta de preparación y pereza para ser expertos en nuestra área laboral

preferimos que otros indaguen y nosotros esperamos el momento oportuno para robar el fruto de ese trabajo, a esto no se le puede decir integridad ni viveza sino más bien rapiña.


  

La rectitud no es cosa frecuente donde impera la mentira, violencia y egoísmo, cuando hemos priorizado nuestro bienestar a costa del daño al prójimo, sin siquiera tener el mínimo de interés en querer minimizar y palear el daño provocado como consecuencias de nuestras tropelías para obtener lo que nos favorece y  causa bienestar.
Por este proceder generalizado es que cada día vemos sumergida nuestra vida en tremenda decadencia donde cada día nos cuesta más esfuerzo poder sobrevivir sin saber lo que es vivir en tranquilidad y paz libre de angustias, porque un proceder justo en nuestras acciones diarias, conduciría a salir de la decadencia que hemos querido tomar con la injusticia manifestada con nuestro proceder diario.

Querer disfrutar de la vida está en la rectitud, justicia y verdad empleada en nuestras acciones diarias, si obviamos esto, de seguro de adversidades y angustias tapizaremos  nuestro vivir.

La pobreza, escasea constante mente las están atrayendo todos los que con su hablar desprovisto de palabras honestas, ejecutan acciones fuera de confianza o prudencia para administrar algo más de lo obtenido con sus prácticas diarias.

Si es notable que hay personas que de la nada aparente logran capitalizar una fortuna, y existen los que con una gran fortuna llegan casi a la indigencia esto es que además de sus conductas de vida diaria con respecto a la rectitud y Justicia existe la capacidad de administrar lo obtenido.


Gravita sobre nuestra cabeza las consecuencias de nuestras acciones y tales por lo general serán del mismo tipo de acciones que las generaron.

Por lo tanto deberemos procurar una mayoría de decisiones que traigan Justicia, honestidad y verdad sobre nuestra vida.

Si desconocemos la forma de empezar a reaccionar de la forma Justa, demos una leída al libro más actual desde antes de la imprenta, extrayendo los principios Espirituales

Frívolo es tomado cuando reusamos afrontar las consecuencias nefastas de nuestras decisiones, que no es otra cosa que cobardía y falta de confianza de actuar bajo las directivas de quien puede prosperar nuestras acciones, estando estás bajo la Justicia, rectitud y libre de avaricia, egoísmo.

Lo lamentable es que a fecha, se pondera todo lo  que nos causa adversidad menos cavando la honestidad, Justicia y verdad, tan tonto somos para seguir a la mayoría dejando de comparar la honestidad y Justicia contra la costumbre mayoritaria.

Como demostró un científico Ruso seguimos a la mayoría sin detenernos a pensar si eso es correcto o incorrecto.
Existen ocasiones donde pedimos orientación de lo que ya hemos determinado hacer,  sólo queremos asociación para tener calma en nuestra conciencia de lo mal que podía resultar.

De antemano sepamos que toda acción falta o carente de Justicia, veracidad y honestidad es cierto que producirá desavenencias en nuestro estilo de vida precisa mente no por las intenciones sino por la manera como pretendemos obtener nuestro ben.

Muy seguro es indagar lo que implica un estilo con presencia de Justicia, para saber que nuestras acciones producirán vida abundante, y no  deberemos interpretar falsas mente que Justicia es lo que nos favorece o conviene.

Esperamos sosiego y paz con esta conducta egoísta y mezquina basada en la mentira, fraude y soborno, olvidando que toda estas condiciones son producto de práctica diaria de la j justicia, rectitud y verdad.

No podemos pretender obtener aquellos frutos por los cuales no ejercemos la mínima  condición para obtenerlo.

Nos engañamos creyendo que la actual forma de vida torcida s lo que es rectitud producirá frutos de tranquilidad y méritos para una vida abundante.

En fecha poco importa ser honesto, responsable y veraz cuando la gran mayoría se desempeña con violencia, fraude y desleal a principios de vida abundante; esto podemos contemplar omitiendo la carencia generalizada de los que mienten, son injustos y hasta violentos, que es la incertidumbre, falta de gozo y abundancia de adversidades.

Por el contrario partida, los audaces que deciden actuar por la Justicia, rectitud y verdad en todo momento, gozan de seguridad usencia de angustias por causa de sus desempeños diarios.

queda manifiesto que no es de religiosidad, que estamos hablando sino más bien de un estilo de vida.
El marcar lo que se encamina en nuestra vida como productor de buenas acciones o malas, a merita que siendo ejemplos de vida, prediquemos con el ejemplo.
Lo difícil a fecha es querer tomar conocimiento de lo que está dentro de lo justo e injusto pues creemos que bueno es lo que nos favorece y malo lo que no y en esta determinación generalizada cometemos muchas injusticias, olvidando que toda acción conlleva una reacción de la misma calidad ofrecida esto es el fruto.

Por esto mismo palpamos por doquier la injusticia, deshonestidad y mentiras, no pretendamos adquirir aquello de lo que no hemos dado.
El hacer lo correcto en medio de esta sociedad de provista de valores morales, parecería ser difícil e ilógico, recurrimos a la cobardía de practicar la deshonestidad, injusticia y violencia que parece lo mejor, más cómodo a los ojos de la muchedumbre que obvia los frutos de vida presente que son evidenciados por la de cadencia moral abundante en vicios, angustias.

El practicar lo correcto no significa que tendremos vías libres para el cumplimiento de las acciones propuestas.

Lo que evidenciamos es que para nuestro estilo de vida deseamos frutos que adelanten la mejora de vida presente por los frutos obtenidos de esa rectitud.

El estilo de vida actual nos impide atender las pequeñas cosas, por las cuales se nos advierte de los reveces y contrariedades que nuestras mismas acciones están originando por su calidad.

Todo cuanto acontece o deja de acontecer es originado por la calidad de  acciones provistas a nuestros semejantes, nada es atribuible a la suerte o infortunio.

Mejor es que incorporemos calidad a nuestro desempeño diario por medio de la práctica de la Justicia, honestidad y veracidad que ser objeto de execración de vida por causa de la injusticia, egoísmo y mezquindad. 

El contentamiento con lo que al presente tenemos es lo menos comín en rdyos tiempos donde por doquier de incita a obtener más, por el medio quesea y para ello hemos eliminado  toda barrera de moralidad y Justicia que nos provee de vida pacifica, por nuestro esfuerzo deshonesto y torcido a lo que se nos marco como forma optima de vida.

Vivimos las consecuencias de nuestra elección tomada y no queremos rectificar nuestras acciones a la rectitud y justicia, por obstinación o comodidad a lo que creemos ciega mente que es la forma de vivir cuando en verdad es la forma de norir.
El apoyar acciones enfocadas a hacer daño o perjuicio a nuestros prójimos, basta con el consentimiento de nuestra parte en recrear nuestra vista con lo que otros ejecutan.

De ahí nos estamos haciendo participe de los frutos de acciones que producen adversidades, angustias y desavenencias.

Es mejor y poco común, practicar Justicia, verdad, honestidad y honestidad para traer a nuestra vida la benevolencia, misericordia vida placentera que produce la Justicia. 

Después de nuestro actuar injusto esto es tal vez haciendo uso de la deshonestidad, o la mentira o engaño en tiempo oportuno recibiremos nuestro pago por tal proceder.

No debe asombrarnos que habiendo olvidando nuestra acción llegue a nuestra  vida facturas de nuestras acciones pasadas para ser liquidadas hoy.

Mejor es mantener un

Dentro de las vanidades que hemos establecido como conductas normales, hemos establecido muchas como correctas y debidas cuando en verdad son producto de nuestras concepciones depredadas de nuestro egoísmo y avaricia.

Todo lo referente a provecho personal, es lindante con egoísmo y falta de consideración para ver si la obtención de nuestro bien daña a un tercero; lo acostumbrado es enfocarse en lo deseado sin atender al daño a nuestro prójimo donde este hará lo posible por fingir daños.

A la obtención de algún beneficio, sólo que de esta manera jamás podremos disfrutar lo obtenido.

De seguro jamás hemos tomado interés en el desempeño diario de nuestras amistades y vecinos si somos del tipo a comedido, metiche de asuntos ajenos sepamos que las cosas de que practica muestras amistades llegaremos a tomar como conducta esos vicios y pocas ocasiones las virtudes.

De ahí nace ese dicho “dime con quien te frotas y te diré que te brota”

De omitir el apartarse de los que los que hacen iniquidad, estaremos siendo participa de sus procederes en contraposición de lo estipulado como digno de recibir acciones que nos procuren larga vida en  abundancia y tranquilidad.

La mayoría de veces  de nuestra misión es por conveniencia, económica, social et. Donde le tememos más a los hombres que a quien decide la calificación de nuestro proceder, en esta pista de vida, que es determinante para  ser merecedores de la vida más excelente.

Siendo esto la base de la sabiduría, el desechar toda injusticia no es raro evidenciar que a fecha pocos quieren saber lo que es discernir entre correcto e incorrecto, pues a  fecha toda acción que nos favorezca  la consideramos buena y omitimos el proceder injusto con los cuales obtenemos ese beneficio y poco nos importa si otra persona la hemos despojado de ese beneficio, lo cual acarrea sobre nosotros desaprobación para vida abundante.
Cuando las apariencias se muestran, solemos juzgar conforme a lo que tenemos frente a nuestros ojos, desechando las evidencias que nos dan indicio de una postura antagónica a lo presente.

No permitamos que las apariencias engañen a nuestro buen juicio, para accionar dentro de lo Justo, verdadero y honesto de esta forma daremos menos trabajo a nuestro cerebro y menos propenso  seremos a las angustias y al mal del ambiente que es el stress.


Muchos desean buena vida longeva, tranquila y en abundancia, pero pocos relacionan los actos cotidianos con ejercer honestidad y justicia aunque se les muestre Justicia ellos seguirán defraudando y siendo defraudados, hasta tocar con la situación que les hará evaluar su proceder.

Con sabiduría, conocimiento e inteligencia se obtiene riquezas, la sabiduría procede de cuanto nuestros actos se alinean al propósito de nuestra permanencia sobre la tierra en rectitud, Justicia y veracidad.

El conocimiento por lo regular lo concebimos como esfuerzo mental y auge de información, casi nunca lo comprendemos como la claridad de saber practicar lo correcto.

La inteligencia como forma de aplicar nuestros conocimientos a la solución de una circunstancia específica, y se nos olvida que es lograr atender en prioridad lo procedente de Justicia para la realización de todo proyecto.

Con sabiduría, conocimiento e inteligencia se obtiene riquezas, la sabiduría procede de cuanto nuestros actos se alinean al propósito de nuestra permanencia sobre la tierra en rectitud, Justicia y veracidad.

El conocimiento por lo regular lo concebimos como esfuerzo mental y auge de información, casi nunca lo comprendemos como la claridad de saber practicar lo correcto.

La inteligencia como forma de aplicar nuestros conocimientos a la solución de una circunstancia específica, y se nos olvida que es lograr atender en prioridad lo procedente de Justicia para la realización de todo proyecto.

Atender que si deseamos, podemos percibir dos pares de imágenes, donde la que hemos despreciado  es la única que trae vida abundante, longevidad y paz que es la Justicia, rectitud y honestidad en todo asunto diario.

Como esto no es lo usual practicado a fecha, recurrimos a practicar lo que vemos a la mayoría obviando la carencia moral, evidenciada  por la falta de percepción en lo que es Espiritual dentro del plano Divino donde impere la Justicia, honestidad y rectitud, ahí estaremos estableciendo lo Divino.


Al presentarse alguna circunstancia donde nuestro dinero, influencias, y lugar de comodidad se haya fuera de nuestro alcance es entonces que recurrimos a donde debimos ir antes, sin gastar nuestras capacidades materiales y morales.

Pero como esto último está casi devaluado y es despreciado queriendo transitar esta vida con el mínimo de  responsabilidad por una vida desordenada  a lo que es rectitud, Justicia y equidad donde impera  el egoísmo, la violencia y mezquindad.

Es cosa incoherente obtener frutos de acciones que adelanten nuestra calidad de vida como la tranquilidad y seguridad ofrecida como resultado de practicar Justicia y rectitud.

Acostumbramos adquirir con mentiras, injusticia todo bien que podamos, son escasas las personas que permanecen en quietud ante circunstancias que pueden torcer a beneficio personal.

Poco o nada nos afecta creemos el daño caudado a nuestros semejantes en la obtención del beneficio deseado, aunque este no sea destinado para nosotros.

Lo ignorado es que recibiremos acciones de propios o extraños de la misma calidad de acciones ofrecidas a nuestros semejantes sean cercanos o lejanos; con la vara que midas serás, medido.

A la interrogativa de como prosperan los que hacen iniquidad, y no parecen ninguna clase de males, la repuesta es que estos jamás sabrán lo que es paz, y su estancia sobre la tierra es corta.

De la misma manera como existen personas  que son quitadas de sobre la tierra para no ver el mal que pesa sobre sus seres amados.

Existe otro grupo de personas, que viven larga mente sin carencias y disfrutando  en Justicia, rectitud, verdad  y honestidad llegando al cumplimientos de todos sus planes obteniendo una muerte sin angustias o violencia.


A fecha es normal acciones cargadas de inmoralidad que la vergüenza ha sido eliminada; cayendo en decadencia moral repercute en la decadencia moral.

Poco importa esto, por ignorar que la calidad de vida está íntimamente ligada con nuestro desempeño diario.

Por eso mostramos pésimos estados de conducta seamos lo que se te ocurre, mientras no adecuemos nuestro vivir s ser merecedores de vida abundante por Justicia, rectitud, honestidad y bondad practicada seguiremos en decadencia.


A fecha cosa que desees que se realice, deberás otorgar a quien es su deber ejecutarlo algún incentivo económico para que tenga presente  el ejecutar tu asunto, de esta manera hemos acostumbrado a la sociedad, que cuando se omite se llega a procurar desatender nuestro asunto.

 Para que nos demos por enterados, que si deseamos que algo se realice deberemos incentivar económica mente para que tenga presente la realización de lo que nos importa, este proceder no es correcto cuando por imposición nos es requerido este agradecimiento.