No olvide que la Justicia, verdad, bondad, y amabilidad brindan mejores condiciones de vida.
Se obtiene el medio ambiente acorde a nuestras acciones diarias, por lo regular la malicia predomina, cambiemos de actitud hacia lo Justo.

Todo mundo desea recibir bondades que muevan nuestra vida hacia lo más cómodo, mas nadie desea dar de lo bueno, a fin de recibir lo útil para edificar en honestidad, gusta más la violencia y mentira que sumerge en detrimento.

Tener adversidades no siempre es sinónimo de actuar injustamente, cuando brinda resultados a nuestro bien; dentro de lo honesto, Justo y verdadero.

 Tomar aprendizaje de como enfrentar y superar retos que sirva a terceros, es lo último que pensamos cuando está puede ser la esencia misma de él transitar por caminos intrincados de la vida.

En medio de adversidades de gran angustia, es casi ibero símil pensar en aprendizaje, el ayudar a otros puede ser la forma de salir a victoria.

 Por reaccionar con egoísmo, envidia y violencia pocos superan los retos.

Buscamos a toda forma obtener  poder, riqueza  y  felicidad de actuar en forma  que complazca a la sociedad, y olvidamos que no complaceremos a personas,  lo buscado y más está en un proceder Justo, amable, en bondad donde puertas abiertas tendremos a nuestras acciones Justas.

Las situaciones que gravitan sobre nuestra cabeza, pueden ser provocadas por nuestra conducta o con la finalidad de rectificar la misma.

Podemos tener un panorama desfavorable para actuar en Justicia,  honestidad y bondad mas el fruto de nuestras acciones nos alcanzará sean Justas o injustas; mejor es ser conocido por nuestras acciones justas.

La dicha de la vida consiste no, en la cantidad de bienes que poseas sino más bien con el contentamiento en la capacidad de administración  que Dios ha depositado en cada persona.

No es bueno actuar por suposiciones, mejor es cerciorarse de acciones esperadas con antelación; muchos factores pueden inferir a fin de evitar  la realización de lo supuesto, por más seguro que parezca realizado.

Nunca actuemos por inferencia, es cierto que existen ocasiones donde es buena como posibilidad más no la tomemos como determinante.

Muchas injusticias podemos cometer por falta de información veraz.

Ser impíos es desde lo más liviano de maldad, muy frecuente la murmuración,  quejumbrosos o los jamás complacidos, movidos por sus pasiones profieren palabras arrogantes o adulantes según sus intereses y no proceden en honestidad.

Así como la hechicería comprende desde la manipulación, la impiedad que es la ausencia de Espiritualidad, comprende desde la murmuración.

Por todos estos procederes imperceptibles es que, gravita sobre nuestra cabeza la retribución de actos diarios, evidenciando por las carencias, los recursos parecen tener alas a nuestro poder no rinden fruto.