Transitamos tiempos difíciles, desde toda perspectiva, por la sarta de acciones realizadas fuera de Justicia equidad y complacencia manifestada en:

Siempre tratamos de extraer beneficios, arrojando males a los que por justos no presenten ataques en defensa; ignorando que nuestra retribución es más pronta y satisfactoria, conforme a lo realizado en Justicia.

El soborno es acción necesaria para realizar nuestra tarea o al menos dar referencia de ese compromiso dentro de la injusticia.

Atropellamos a todos los que se interpongan en el camino que estorbe a nuestro fin ruin.

El trato se ha convertido en imitación de las sanguijuelas, no concebimos otro desempeño por, más que palpamos que la rapiña, hurto, mentira y violencia no provee tranquilidad, sino sumerge nuestra existencia en detrimentos constantes.

 

Transitamos tiempos difíciles desde toda perspectiva, por la sarta de acciones realizadas fuera de Justicia, equidad y complacencia manifestada en:

Siempre tratamos de extraer, beneficios arrojando males a los que por justos, no presenten ataques en defensa; ignorando que nuestra retribución es más pronta, conforme a lo realizado.

El soborno es acción necesaria para realizar nuestra tarea, o al menos dar referencia de ese compromiso.

Atropellamos a todos los que se interpongan en el camino que estorbe a nuestro fin ruin.

El trato se ha convertido en imitación de las sanguijuelas, no concebimos otro desempeño por más que palpamos que la rapiña, hurto, mentira y violencia no provee tranquilidad; sino sumerge nuestra existencia en detrimentos constantes.

 

En plusvalía tenemos las ganancias sin  atender la procedencia de estas; vilipendiamos en toda manera, la Justicia, honestidad y valores morales,
 a menos que el sufrimiento de la injusticia recaiga sobre nuestra humanidad.

En algún momento clamamos por Justicia, sin que nuestro proceder manifieste de ella, nunca veremos que llegue; por no practicar Justicia, bondad sino recrearnos en la codicia, avaricia, egoísmo e injusticia.

 No es de extrañar que de proseguir en este camino, las penurias se acrecentarán.

Bueno es actuar con Justicia, con el presente de quien participa indirectamente  en nuestra labor; también requiere un aliciente derivado de nuestra parte como buen trato, amabilidad o consideración, para  que decida tener el mismo gesto, hacia nosotros que mejoren nuestra calidad de tarea o al menos de ambiente laboral.

En las injusticias se soborna y el actor principal es el dinero, no falta las amenazas, cuando no accedes a las pretensiones, fácilmente.

La plusvalía de solo los beneficios de la injusticia, hace ofuscar nuestras acciones, considerando como lo mejor a la injusticia; lo no estimado es que también tendremos  consecuencias por nuestras acciones, y tales beneficios contarán en contra.    

Vemos de buen agrado, que seamos objeto de ayuda; pero en nada consideramos ser recíprocos, ayudando con lo que tenemos, para ser de aliciente y desarrollar estilo de vida basado en la cooperación Justa y honesta; as`i cambiaremos de las penurias y falencias a la abundancia con propósito.

 Sin atisbo malévolo nos conferirá un ambiente de vida más placentero, lo complicado es dejar de obedecer, la mentalidad presente que exalta lo infame, violento y depravado para sumergir a los que actúan con injusticia, en detrimento permanente.

Rara vez lo percibimos, por estar habituados a la práctica de la injusticia, donde ignoramos que en camino de la Justicia, no se sobrevive sino que se alcanza la vida abundante.  

 

Deseamos topar en todo momento, con quienes sustenten un carácter compasivo y clemente para ver prosperar nuestros planes, o para sentirnos superior si somos partidarios de la violencia y agresión, donde contraeremos penurias y adversidades muy latentes, a menos que ya estemos habituados al padecimiento que nunca experimenta tranquilidad.

Jamás caemos a cuenta que deberemos ofrecer a las personas, el trato que deseamos recibir y lo recibiremos a su tiempo señalado, con suculentas ganancias, cuando somos motivados por la Justicia, bondad y misericordia.

Cuando procedemos sin atención a la Justicia, rectitud y bondad, lo adquirido se va como agua entre las manos, nuestra efímera vida, languidece en zozobra de las penurias y adversidades, que propiciamos como consecuencias de nuestro proceder inmerso en la injusticia.

 Deseamos un trato amable, pacífico y honesto dentro de este mundo, deberemos  ofrecer a los demás como deseamos ser tratados.

Es cierto que mientras identifican  la auténtica intención de nuestro proceder, padeceremos males hasta evidenciar que somos de procederes diferentes, con recompensas mayores a nuestro padecimiento.

¿Acaso no sabe que el padecer por causa de la Justicia, bondad  y honestidad, tiene gran recompensa en esta vida?   

A fecha se busca ser respetado y  tenido en gran estima, en consideraciones favorables a nuestra persona; de forma cruenta e infame donde la violencia va por delante.

Nunca consideramos que estás atribuciones de respeto son ganadas, por la práctica de la Justicia, honestidad y bondad; cuando demostramos que nuestro estilo de vida no corre, como el de la mayoría.

Entonces tendremos puertas abiertas a toda acción, que porte este carácter de Justicia, sin necesidad de constreñir e imponer.