Con amplio margen de permisividad y asiduidad hemos enquistado como normales, acciones que proceden de injusticia, rapiña, falsedad  y sumergen nuestro vivir en la actual decadencia donde no conocemos paz, abundancia de días y mucho menos Justicia.

Dado que la práctica diaria de rectitud, honestidad y todo lo verdadero de edificación produce paz, seguridad, larga vida y vida abundante podemos palpar a fecha de donde proceden nuestras falencias de vida.

En caso remoto que nos demos por enterados lo que requerimos para disfrutar real mente en abundancia de vida podremos elegir actuar en honestidad aunque los demás no lo hagan, pero sabremos que después nos seguirán, pero no desistamos en el inicio si nos vemos solos.

Los puntos de entradas y salidas de información contenidos en la cabeza como ojos, oídos y boca son puntos pocos dominados, para delimitar nuestro proceder diario.

 Dependiendo de lo que permitimos alimentar nuestro interior, donde por nuestras acciones serán consecuencias de lo externado  damos entrada a comentarios no edifican te hacia nuestros semejantes es seguro que seremos agentes difusores de comentarios tóxicos que buscan enemistad.

Tanto si por la falta de prudencia soltamos nuestra lengua siempre y cuando no nos perjudique que es lo más común, como cuando préstamos nuestros oídos para ser receptores.

Nos enfrascamos en todo lo que nuestras manos pueden realizar sin atender que sobre nuestro poder, existe algo inmensurable que resistimos en todo momento con nuestras injusticias, violencias y avaricia.

Cuanto bien nos vendría al decidir abandonar lo que no produce paz, ni seguridad y ni larga vida sino languidez, vicio y toda clase de hábitos que esclavizan y supeditan nuestra vida a recibir lo que no deseamos.

La ecuación es fácil recibimos de la misma calidad de acciones ofrecidas a nuestros semejantes, si son infieles, mentirosos hacia nuestra persona es: porque nuestras acciones no difieren de la multitud 

La modalidad presente que con mayor asiduidad se toma por personas de diferentes formaciones intelectuales, económicas y Espirituales, es regirse por un patrón de conducta donde se requiere que el más podre de intelecto comprenda sin esforzarse y el más culto no merite enriquecer su cúmulo de conocimientos de toda índole, pues así se expresa bien.

Lo deleznable es que se toma este nivel paupérrimo como excelente cuando en verdad vamos expresando vulgaridad, no ser aptos de confianza, y si abundar en mediocridad.

 Hacia los muchos que eligen  no alzar el nivel de expresión de ser parte del grupo mayoritario que expresa languidez de vida, estará de perlas la estandarizan donde se exalta lo vil, mediocre y vulgar, por otra parte de ser de los que desean elevar su nivel de vida para ser modelo de conducta mejorada parece que tendremos menos aceptación y seremos renegados por la mayoría, más para los que buscan tener personas de confianza y honestidad encontrarán pocos a quien elegir.

Al final es lección individual elegir como deseas ser tomado, grado de respetabilidad o aceptación por la mayoría.

El ser receptor  de bondad, misericordia, gracia y paz es cuestión de ofrecer a los demás estás acciones.

La suerte es una elección que podemos propiciar con nuestros actos diarios, ya que la paz y seguridad es producto de la práctica diaria de la justicia.

A fecha poca importancia damos a los procederes rectos y honestos preocupándonos de los beneficios obtenidos sin atender la verdad, honestidad y rectitud empleada en los procederes donde ignoramos que la primordial condición para provocar la suerte es la bondad, justicia, bondad.

Delegar áreas de acción y definir responsabilidades es elemental para toda tarea con resultados de éxito, de la misma manera suceden las cosas espirituales  en nuestra vida.

Definir nuestras acciones de vida, en la obtención de paz, seguridad, larga vida en abundancia de benes y satisfacciones está directa mente relacionado con la práctica diaria de la justicia, verdad y bondad manifestada en toda área donde intervengamos sin acepción de personas.

De nuestra elección depende de como transitar por la vida, si dejando estela de misericordia para nuestros descendientes u oposición y adversidades.

La escuela no educa, sólo prepara intelectual o académica mente. Educación tiene que ver con escrúpulo y con moral, y eso sólo viene del hogar y tiene que ser hecho por el ejemplo mostrado, donde mayor mente desempeñan su vida este por lo regular suele ser en casa. Lo lamentable del presente es que el arrebato de las ansias de ganar en todo lo material hace descuidar el correcto crecimiento familiar Hay gente que estudia toda su vida en los mejores niveles y no por ello dejan de ser unos mal educados.

La mala educación comprende desde las palabras empleadas como expresión cotidiana, hasta el culmino de procederes que general mente serán del mismo tenor de las que forman nuestro léxico: vrg. Palabras deshonestas, vulgares, mediocres expresarán que no somos de confianza para acciones mejores a parte expresarán nulidad en cultura.

De esta forma nos cerramos el círculo de desempeño a mejores tareas, no permitamos si deseamos ser considerados entre los grandes ser tomado por lo ordinario como la deshonestidad, violencia e infamia de palabras y acciones.