Quien participa activa mente en una obra, es claro que  del desarrollo de esa función espera retribución. Nadie trabaja con la sola satisfacción  de invertir sus fuerzas sin obtener beneficios, claro existen diversas formas de obtener retribución, por gratitud, por empatía y por preferir pedir de manera franca ayuda al que vemos que puede otorgarla y no estropear con la violencia de asaltar o robar.

A crecido mucho la violencia porque todos no dan lugar a la bondad, fíjese como es distribuida el botín del que expuso su vida en un robo, al jefe de la banda este obtiene la mayor proporción.

El caso personal es que la reacción ante un asalto a mi casa habitación, mejor es antes llegar pedir la ayuda que si está en mis manos la otorgo con amplitud de corazón, que a la mala pretenda obtener y puede haber perdida de vidas.

La importancia de nuestros términos al expresar nuestras indicaciones en lo cotidiano y hacia todo ámbito es crucial en la obtención de buenos resultados.

Ahora que todo tiende a lo vulgar y mediocre es complicado levantar hábitos correctos de expresión verbal, que no expresen deficiencia, bajeza y pobreza de carácter cuando tratamos de difundir nuestras ideas.

Para sobre salir en resultados es necesario mejorar nuestras acciones, cimentadas en la verdad, honestidad, justicia y bondad las cuales producirán apetencias por mejorar el vocabulario actual.

Queremos lo que nos trae placer, más le rehuimos a las consecuencias de estás que son de decadencia hacia muerte o dependencias, pero toda acción es inherente a su reacción por lo regular es el mismo tipo de la acción que lo originó

Nadie comprende que portar una vida en libertad no es ser esclavos de vicios o adicciones sino dejar por convicción propia ser gado a la práctica diaria de honestidad verdad, misericordia.

Obteniendo vida abundante para pleno disfrute de lo obtenido en rectitud ante Dios y los hombres con vida larga y en abundancia de lo Espiritual y material.

Existe un requisito para recibir acciones favorables que  tapizarán nuestra vida de prosperidad y satisfacción.

 Que las acciones pretendidas recibir así actuemos para con los demás apartándonos  de maldad, egoísmo, envidia y avaricia.

Esto parece imposible cuando por doquier somos impulsados a la deshonestidad y mentiras donde  la maldad y violencia es exaltada, lo recto y honesto vituperado tenido como tonto y nefasto un proceder así para alcanzar disfrute de todo aspecto de nuestra vida.

Lamentable mente preferimos continuar con languidez que produce este estilo de maldad, hacia todo lo que parece mejor a nosotros que dejamos de ver que nosotros podemos avanzar más apartándonos de maldad.

Las consecuencias de nuestro proceder son las que tapizarán el desempeño diario, esto es que no se recibe algo por mala o buena suerte sino más bien determinamos por práctica diaria los buenos o malos acontecimientos donde bueno es lo que está alineado a la verdad, bondad  y honestidad; no es lo que nos agrade.

Malo  es la caterva de acciones que hoy tomamos como normales pero operan fuera de honestidad, rectitud y justicia, antes de lamentarse por condiciones de vida mejor analicemos por donde se orienta nuestro proceder que esa será  el tipo de acciones obtenidas.

Inquirir ciencia para manejar nuestros asuntos con bienestar está en la convicción por acercarse a Dios no por ritos o religiones sino por un estilo de vida que evidencie apartarse de la maldad.

La violencia ha aumentado en la misma proporción que nuestra insensibilidad hacia el dolor del prójimo donde es difícil saber el verdadero carente, de quienes usan artimañas para parecer necesitados.

Otros factores de insensibilidad son el egoísmo y la avaricia que nos conduce a retener más de lo debido, y no querer compartir de lo obtenido  con el que pide y está a nuestra mano ayudar ignorando que hay quienes retienen y van a carencias y de la misma forma que cierran su corazón al clamor del necesitado.

La honestidad, integridad y justicia de un proceder de vida, dentro lo que nuestro Creador ha marcado como merecedor de vida abundante, debe ser nuestro comportamiento diario para progresar digna mente, de lo contrario con truhanerías, mentiras y deshonestidades podemos aparentar progresar más estaremos languideciendo Espiritual mente dado que somos Espíritus con cuerpo.