Muchos, vociferan
querer hacer la voluntad de Dios; pero  al comprender que hacer  el bien, y padecer por ello no exime de momentos
insípidos  así, relegan. Comprender que,
todo es para nuestro bien; amerita un ápice de fe para extraer las bondades de
las penurias.
 Cuando, comencemos  a  extraer beneficios sin emplear injusticia y la
Justicia sea nuestra norma de conducta, recién comprenderemos  que santidad es esmero hacia la paz y
seguridad de accionar dentro de los parámetros para lo cual, fuimos creados. 
