Acorde a como le pintan los actos injustos a un primero, es que elegimos por igual practicar la injusticia. Nos anima la impunidad, por lo tanto acrecienta la tolerancia a la infamia.

 De optar por mejores condición de vida: seguridad, paz ; abundancia y Justicia. Esta en nuestra decisión y convicción, así que el cambio empieza por el entorno diario, por actuar tomado de punto de anclaje firme que es CRISTO y no religión.

Vivimos dejando de atender que siempre existen, consecuencias de actos Justos e injustos. Hoy predominan los actos injustos por: dejar sin punitivos las acciones que debimos como familia enmendar. Restablecer esa jerarquía de difusión de rectitud, empezando con los padres para que fuera de corriente mayoritaria,  no tomemos alternativas por pereza o preci'on social  .

Ahora es imperativo de querer vivir días felices, tomar lo vejado para practicar; pero  actuar fuera de la mayoría granjería inconvenientes temporales de ínfima estima a un actuar recto.

En todo tiempo la elección es nuestra rectitud a vida o injusticia para muerte.

No tener injusticia en nuestros labios, porque la sabiduría se ha de buscar del que procura agradar con acciones correctas no a hombres sino a Dios. Además, nuestro vientre será saciado de lo proferido.

Parece que la imagen de nuestra persona   es condicionada por nuestro desempeño Justo o injusto, mas la sana alimentación no estorba, pero no es determinante. Ocuparse por lo Espiritual tiene suma importancia que el aspecto físico, lo importante es coordinar ambos en toda acción realizada la Justicia y sanos hábitos.

A toda costa deseamos, el favor de los que sustentan mayor poder que nosotros en lo adquisitivo; pero vejamos la consideración de nuestros actos ante Él que brinda el pago según nuestros actos. Caso error es acomodar nuestras acciones a lo, pragmático de las circunstancias, que dictan los avatares de la vida y no a la rectitud, honestidad y Justicia.

 De aquí, tomamos  esas falsas estimaciones que bueno es lo que nos hace bien y malo lo que no reditúa ganancias o placer, cuando bueno es lo que contiene Justicia y bondad y malo toda acción que no contiene estas cualidades. Ahora podemos determinar razón de nuestras venturas acorde a la práctica de Justicia  o desventuras por la práctica de injusticias.

No se administra admonición, esto es, voz de advertencia para corregir acciones erradas a los que por afectos tenemos cerca,  brindando la manera de corregirlo, por tanto,  con asiduidad se práctica lo errado a sabiendas o no que actuamos erradamente.

 Es casi seguro que brindando la amonestación con tacto y respeto hacia la paz, seremos escuchados. Por tanto, no vayamos por la vida marcando lo errado sin antes brindar la manera de solucionar lo marcado.

Parece ilógico actuar  con benevolencia a los demás, aunque  todos tramen  agravios a nuestra  persona, pero deberemos tener presente que actuando bajo Justicia todo  ocurre  para nuestro  bien. La mentalidad presente es erigir bandera de defensa  antes de procurar la cordialidad y paz.

Consideramos que la falta de agresividad  muestra falta de carácter, sin embargo, es lo opuesto. Claro está que la admonición  deberemos realizar con toda  cautela con respecto a la Justicia.

Para que la vida ofrezca sus bondades deberemos:

Administrar Justicia (actuar dentro de sus parámetros, siempre de rectitud y honestidad).  La misericordia y compasión no vejar a plusvalía de conveniencias, sino prioridad en la rectitud. No maquinar males hacia el prójimo por más que él lo trame en nuestra contra.

No parece lógico a la mentalidad presente, pero esa lógica es errada al no contemplar la bondad y bienestar; fácilmente comprobable por la gran carencia del presente.