Decir, la
verdad surge al sopesar los pros y contras , y
sí no son gravosos a nuestro “confort” elegimos declararla. El ser un hombre de
verdad, es decir siempre la verdad; convenga o no. Hogaño topamos con pusilánimes
de carácter que prefieren lo presente, y ser aprobados por la mayoría. La
sociedad abunda en falencias por haber relajado toda moralidad; las
aberraciones e infamias son alentadas. Por convenir una turba de ignorantes.
Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora vez claro, porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor. Decir, la verdad surge al sopesar los pros y contras, y sí
no perjudica a nuestro “confort” elegimos declararla. El ser un hombre de
verdad, es decir siempre la verdad; convenga o no. Hogaño topamos con
pusilánimes de carácter que prefieren lo presente, y ser aprobados por la
mayoría. La sociedad abunda en falencias por haber relajado toda moralidad; las
aberraciones e infamias son alentadas. Por convenir una turba de ignorantes.
Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora, vez claro porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; por eso, no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor.
Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora vez claro, porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor.
Dicen, que se llega al insulto; cuando no pueden defender con argumentos sólidos sus razones. Ahora, vez claro porque tantas expresiones infames y groseras. Las groserías están en boga por ser método muy útil de manipuleo. Las groserías y mentiras proceden de la misma forma de pensar; por eso, no cambiamos de la decadencia hacia lo mejor.