miércoles, 15 de mayo de 2013


Ante circunstancias verdadera mente difíciles, decimos como permite Dios que nos suceda esto, y no logramos comprender que precisa mente eso es para nuestra maduración en esta vida.

Claro que lo único que notamos es sufrimiento y dolor,  debido a que no queremos comprender la enseñanza tras esa acción que no debería ser sufrimiento, dado que eso proviene de nuestra  decisión al interactuar.

Lo que no es decisión nuestra es el dolor. Más este es manejable según muestra captación de lo Espiritual y comprensión de lo que es Justicia, Verdad y Bondad; este es el punto donde el actual sistema social tiene falencia errando con la mentalidad egoísta, mezquina y falsa.

No dando lugar a la intervención de los decretos estatutos y normas de obtener un  estilo de vida donde todo lo que ejecutemos prospere, porque estamos impregnados de Justicia. y rectitud.

 

Cuando en la mayoría de nuestras acciones, consentimos, toleramos y nos regocijamos en lo pervertido, aumentan los malvados y con ello las fatales elecciones provocadas por el desapego a la Justicia.

Aunado a esto la falsedad que hablamos cada uno con nuestros semejantes, el doblez de corazón y las palabras lisonjeras o adulaciones con que tratamos a quienes nos procuran algún bien.

Siendo implacables, ásperos y hostiles hacia la persona que creemos que no aportará beneficio alguno, esto no es justicia de carácter.

Deberemos quitar, radicar o dejar a un lado toda acción injusta que estorbe para recibir misericordia, o compasión no de hombres sino aquellas que la vida misma requiere ver de manifestada para lograr un efectivo progreso.

La gran pregunta es ¿cómo caracoles se lo qué es injusto?, estando toda la vida atestado de acciones, donde no lo gro discernir lo correcto de lo que no lo es

El punto es que no queremos discernir, porque nuestros intereses y placeres estén inmiscuidos en lo injusto y nos parece mejor vivir en desventaja que a la exposición de la luz.

Llegado el tiempo si queremos, podremos hacer separación entre lo falso y verdadero llegando a elegir.

 

El propósito de tener fruto de nuestro trabajo, es contar con medios para ayudar a los necesitados de nuestro entorno.

No se limita en acumularlo para proveerlo a unos que dicen representar a Dios más sus acciones niegan lo vociferado  por estás personas; y como por sus frutos es conocido todo árbol, tenemos bien claro que la avaricia a permeado estos corazones para no evidenciar Justicia, verdad, bondad y misericordia.

No deberemos sustentar con nuestros medios, aquello que se base en falsedades, deshonestidad e hipocresía  dejando a un lado la verdad y justicia, porque entonces nos estaremos haciendo participe de las adversidades provocadas por esta conducta.

 

El remedio que evita la altivez es tener en práctica los lineamientos estatutos y reglas de lo que es justo, y no lo que según nuestra apreciación lo es.

Para practicar algo transformarlo en nuestro estilo de vida deberemos concientizarnos que la realización de ello es lo que trabajará a favor.

Esto no es sugestión sino comprensión y acercamiento de lo que consideramos como justo y no lo es, nuestras solas intenciones y acciones apartadas de nuestro Creador no es más que trapos de inmundicias

Guardar silencio y escuchar a través de las circunstancias  que nos acontecen, es algo que no tenemos precaución de ejecutar.

Tal vez por desconocimiento de que por medio de diferentes medios cotidianos o no, se nos está previniendo, corrigiendo o dando la oportunidad para enmendar nuestras acciones, con el propósito de evitar las consecuencias provocadas por nuestra conducta injusta, violenta o mezquina egoísta.

Lo importante es saber diferenciar las tres voces que incitarán nuestras acciones, la voz que quiere nuestra madurez, para transitar la vida en plenitud.

La voz que busca el bien propio sin importar como lo obtenemos.
La voz que busca a toda forma no conformarse con algo sino dañar, pasando esto como diversión.

Habrá sobre la tierra quien pueda hacer vivir o morir a su antojo, morir si, más vivir solo quien diseño la vida y manual de  instrucciones nos ha dado, para un desempeño correcto y fructífero,   nos hemos empecinado  en conducirnos sobre la tierra con egoísmo, avaricia y envidia que nos aparta del disfrute de lo que podemos adquirir.

No deberemos compararnos con lo que otros puedan obtener, dado que cada uno posee capacidades diferentes para saber administrar lo obtenido.

Si acudimos a la injusticia, falsedad y mezquindad, por muchos bienes que acumulemos se nos diluirá como agua.

En cambio adaptándonos al manual de vida pasado en la Justicia, verdad y bondad, lo necesario obtenido siempre será más disfrutado que no abundante en malicia.

Ahora todo radica en ¿saber qué es malicia? Cosa que desglosa bien el manual citado, pero hemos degradado tanto y desestimado lo justo que no existe lugar en el actual sistema de vida, para obtener sus beneficios.

La falsedad es producto de nuestro hábito de hacer maldad o daño, a los que nos rodean forzando toda situación para obtener un beneficio cualquiera.

Dejamos a un lado que todo lo tramado en contra de otros, en una u otra forma será volcado en nuestra contra trayendo sobre si las angustias, adversidades y calamidades dignas de una conducta injusta, violenta y perversa  donde el consuelo para proseguir con nuestra injusticia es, que si los afectados no son de nuestra familia está bien.

Nada más erróneo en este planteamiento donde olvidamos olímpica mente, que toda acción trae un pago que no demora su efectividad visible en esta vida conforme a la calidad de acciones ofrecidas a los que nos rodean.

Precisa mente hemos llegado para ser ejemplos de vida recta justa y honesta donde los demás, podrán copiar de nosotros por los frutos obtenidos en este estilo de conducta, de no tomar esta decisión pasaremos a sumar la lista de los que su comida diaria es la angustia y lida lánguida.

 

La forma de evitar la práctica de la maldad:
Es tener claro lo que es indebido, incorrecto que no siempre es no que nos deja de convenir, a veces esta precisa mente con lo que nos acarrea beneficios; más estos son los que se encargan de vislumbrar nuestros procederes para no querer  distinguir lo correcto.

Otro es la falta de escarmiento a tras vez de castigos, por la mala acción cometida; toleramos porque no queremos averiguar lo correcto y nos mantenemos ciegos respecto a identificar lo malo.

A fecha se felicita al malvado dando aliento por nuestra indiferencia en procederes corruptos; desalentando al bien hechor.

 

La injusticia comprende lo que no es verdad, lo que procede de engaño por supuesto que toda acción violenta, mezquina y ruin.

Esto es para no hacernos los ignorantes de lo que es injusto, v por ende queda descubierto que lo justo es todo lo procedente de Verdad, bondad, misericordia y paz.

Esto deberemos procurar en toda acción ejecutada para obtener una vida libre de aflicciones y adversidades que la práctica diaria de lo justo nos produce.

La soberbia llega a nuestros comportamientos por lo regular cuando:

En nuestra opinión somos los mejores en alguna acción, o cuando nuestro ego, es exaltado haciéndonos caer en sobre estima de nuestras capacidades.

Otra forma es cuando no encontramos límites establecidos, para hacer separación entre lo justo e incorrecto que por lo regular proviene de nuestras apetencias y deseos sin contemplar que cada acción realizada le corresponde su pago que recibimos, nos guste o no en el tiempo oportuno.

Nunca vemos necesidad de recibir adversidades más estás son
necesarias, para corregir nuestras acciones, si las comprendemos de lo contrario sufriremos sin provecho ni beneficio alguno.



Lo que deseamos que se ejecute pronto, tal vez no  sedaría con las condiciones idóneas deseadas de ejecutarse a nuestro antojo.

Es necesario un carácter paciente para esperar el tiempo propicio en que se llevará a efecto de la manera que sea la mejor a nuestra persona y estemos capacitados a enfrentar los retos cargados con lo deseado.

Si tenemos la confianza que lo sucedido es lo mejor, de seguro disfrutaremos de lo presente no atormentando nuestra existencia por lo que podría llegar, puede ser que depende directa mente de nuestro contentamiento y buen desempeño en lo actual que llegue lo esperado.

 

Los que presentan sus adversidades provocadas por acciones definidas, vicisitudes de la vida, pruebas de Dios o tentaciones del adversario, tratan de mover emociones ajenas al reiterar sus relatos sobre estas situaciones.

Con la finalidad de mover la compasión, otorgándole facilidad para su situación real o fingida, ficticia.

El gran problema de hoy es que muchos deciden cerrar su corazón para no tender, los clamores verdaderos de los falsos.

Más el discernimiento está en indagar lo que es Justicia, Verdad y Bondad según preceptos divinos y no nuestras elucubraciones.

Pasamos por época donde no queremos discernir el bien, de lo malo debido a que estamos habituados a practicar lo injusto, violento y lleno de falsedad; dejando de considerar “que el pago a nuestras acciones realizadas es de la misma calidad ofrecida”, esto es que iremos engañado y siendo  engañados, violentando, defraudando y padeciendo como pago de nuestro proceder lo mismo.

Si la mecánica de la vida es está, deberemos practicar lo que deseamos recibir, olvidándonos de los nefastos intereses mezquinos, que procuraremos con un estilo de vida que no traerá paz, o gratificación a nadie.


Siendo honestos  practicar diaria mente verdad, Justicia y misericordia resulta algo tonto según lo habitual; más es lo que edificará un estilo viable de abundancia en todo ámbito


Pereciera que debido al aumento de la tolerancia a desaprobar y tolerar acciones corruptas, la maldad va en aumento languideciendo toda obra digna de imitar y que contribuye a una vida portable en medio de la corrupción evidenciado por lo que se escucha y ve por doquier.

Si caer en cuenta que nuestras acciones diarias deben ser cambiadas dejando lo egoísta, mezquino por lo de justicia, verdad, misericordia donde  podremos comprobar que dar a los que necesitan siempre producirá  que obtengamos más de lo antes.

La parte más difícil de los de religiones y demás, tiene que ver precisa mente con este el aspecto de la generosidad  y pocos comprueban que dentro de toda acción justa esto es verdadero, por ahí no resulta, porque falta analizar el propósito de esa acción

Queremos vivir en tranquilidad, paz y seguridad, para edificar está atmósfera deberemos practicar diaria mente la integridad, justicia y misericordia, cumpliendo nuestros dichos aun en contra nuestro, mostrando misericordia con el que sincera mente la ofrezca.

No calumniado a nuestro prójimo queriendo obtener beneficios por ello,  y mucho menos  dañar a nuestro vecino.

No tolerando, aceptando las acciones depravadas o alejadas de un estilo de vida digno de ser exhibido entre personas que aman la justicia, no los de religiones, pues  estos en ocasiones son peores que los que no quiere tener conocimiento de  que nos creó un ser Superior con un fin específico.



Recibimos pago de vuelta de nuestras acciones diarias, ofrecidas a nuestros semejantes; por si no hemos caído en cuenta que siempre nuestras acciones serán compensadas, de la misma naturaleza ofrecida a los que nos rodean.

Recibimos con creces fruto de acciones justas e injustas, claro que las acciones justas producen frutos que hacen avanzar nuestro peregrinar sobre la tierra, y las acciones injustas tapizan nuestro medio de desempeño de angustias y adversidades.

Es común escuchar que no existe oportunidades de trabajos, más no analizamos nuestro desempeño o comportamiento, hacia los que nos rodean si este es justo en todo tiempo o injusto.

Pretendemos con artimañas, mentiras y perversidades obtener beneficios que los otros poseen ignorando que única mente la Justicia, Verdad y Bondad produce ese impulso requerido para mejorar.

Si las adversidades, angustias y demás semejantes llegan por un  actuar diaria mente, permitiendo que la voluntad de nuestras apetencias e inclinaciones de nuestra mente, predomine sobre lo fijado como idóneo para vivir en abundancia de lo Espiritual y material.

Mejor es empecemos a transitar esa ruta que nos libera de angustias obteniendo la vida abundante que no puede proporcionar el confort y el dinero; parecemos necios al persistir con la conducta de vida, que una estela de sin sabores ocasiona.

Sin embargo escuchamos la frase tan popular, “es mi vida” e ignoramos que no vivimos por casualidad sino con un fin específico que es el de ser de edificación a los que nos rodean y a su vez ellos formarán nuestro carácter bueno o malo.

Tengamos por seguro de practicar diaria mente lo Justo y verdadero, que la misericordia  y el bien tapizarán nuestro caminar, donde decidamos actuar dentro de los preceptos y lineamientos establecidos como la forma de portar una vida plena.

El gran inconveniente que a fecha tenemos es la exaltación, desmedida a nuestra voluntad sobre el que nos creó,

Asumiendo que sabemos en todo momento discernir, lo correcto de lo incorrecto cuando a duras penas logramos divisar, nuestra existencia y eso algunos.

Mejor es que nos evoquemos a indagar lo que es un actuar justo y verdadero, bondad y misericordia para encontrar satisfacciones de necesidades que continuar con este estilo de vida que ya vimos que nos acarrea adversidades.


Un proceder que nos producirá un buen desempeño en la vida, está en lo que precisa mente henos corrido a dejar a un lado que es la misericordia, bondad y verdad hacia nuestro prójimo.

Procurándonos de esta manera toda clase de adversidades dignas de nuestras acciones injustas que no procuran el bien, hacia quienes lo requieren y pululan nuestro entorno.

Tenemos en mente por encima de toda prioridad que el procurar nuestro bienestar y solo ello está resuelta nuestra vida, olvidando que estamos inmerso en un ámbito donde se progresa si accionamos bien, con un propósito justo.