Los Contratiempos o percances suscitados fuera de nuestro agrado, algunas veces marcan beneficios adicionales otras, madamas consecuencias de nuestra fatal elección tomada.

La manera de identificar, tendrá alguna relación, con nuestro desempeño cotidiano por eso de que recibimos de lo propinado a los demás.

No desestimar la práctica de la Justicia, honestidad y bondad nos asegurará que todo lo que lleve estas características, prospere en todo tiempo.   

Acostumbramos regir nuestras acciones por la moral, hasta adoptar la lógica, a fecha lo importante es lo conveniente, vejando las dos anteriores sin comprender que la mora,l siempre comprende el ámbito Espiritual donde se obtiene la verdadera prosperidad.

Las acciones injustas, violentas e infames solo sumergen nuestra existencia en, círculo vicioso  de detrimento y violencia donde jamás la paz y seguridad tendremos, por ser esto frutos de practicar Justicia.

Lo de buen proceder es vilipendiado hasta defenestrado, por estar habituados a la injusticia, no queremos comprender que la vida es para transitarla en armonía, sin excepción de personas procurando el bien a los demás. 

Proferir frases que dañan a los que escuchan nuestras palabras, resulta inocuo, a nuestra apreciación

El problema comienza cuando somos receptores, de tales frases por otras personas, ahí sí percibimos bien, el daño  u ofensa que antes considerábamos inocuo.

No perdamos de vista que recibimos de lo ofrecido a los demás, ¿Son las infidelidades y deshonestidades nuestro patrón de vida? De esa misma naturaleza será las acciones recibidas.

El adoptar la Justicia, honestidad y verdad no conduce a ser un Pánfilo (tonto) y si hacia una vida abundante, claro que la mentalidad presente egoísta y habituada a la perversión no concibe.

Decantamos con gran facilidad realizar conjeturas a los demás, mas nada grato nos resulta ser objetos de conjeturas sobre nuestra persona.

Para no recibir, no deberemos realizar esas acciones a los demás; lo deseado para recibir, deberemos practicar esas acciones a los demás.

El pensamiento de hoy es dañar a los demás, extrayendo de ellos el mayor beneficio a nuestra persona posible, importando poco el empleo o ausencia de moralidad u honestidad.

Desconocemos que siempre cosecharemos, conforme a las acciones ejecutadas a los demás diariamente, por eso en un mismo lugar a personas con calidad moral Justa y honesta de carácter son objetos de tratos que difieren respecto a uno injusto e infame.

Existe una parte que se indica clama a mí, y yo te responderé. Recuerden que nuestras injusticias, violencias y elecciones no regidas por la bondad, honestidad y misericordia hacen separación entre Dios y  nuestra persona, entonces ese clamar no es solamente vociferar sino actuar dentro del carácter justo.

Deseamos un milagro dentro de penurias, entonces portemos desempeño Justo en todo tiempo, que a su oportunidad debida tendremos más de lo necesitado.

No mengüemos en practicar Justicia, siendo ofuscados por las aparentes conveniencias efímeras de la injusticia, que conducen a detrimento atrapando  nuestra existencia en infortunios, invocados por nuestros actos .   

Operar en vida corta es actuar en injusticia, violencia, deshonestidad y falsedad por ser las que prontamente evidencian sus aparentes conveniencias, que terminan otorgando el tipo de pago acorde a nuestro actuar en cual será injusticia.

En cambio la Justicia, honestidad, bondad y misericordia produce vida larga con seguridad, tranquilidad en permanente satisfacción de hacer lo requerido en esta vida, aunque lo sabemos lo manido es la injusticia, por la sencilla razón que la mayoría práctica este proceder injusto, y nos deja satisfecho seguir a los demás mostrando nuestra debilidad de carácter.

No alarguemos nuestras manos a la injusticia, por sus aparentes conveniencias que son ilusorias, perdiendo la oportunidad de conocer la vida abundante.

El  acaecer de sucesos que al presente no logramos comprender que bien puede traernos, pero si lanzamos un poco la mirada más allá de nuestro circulo de confort, comprenderíamos que lo nuestro no se compara en infortunio  a razón de otros.

Las fuerzas requeridas para salir avante de situaciones difíciles, siempre estarán en donde depositamos la fe en algo endeble, vano e inútil o por el contrario en el Creador de cielos y tierra, que nos otorga esta vida como prueba, si merecemos prolongación de ella, por la práctica de Justicia y verdad.

Dejemos de operar para corta vida, practicando injusticia, deshonestidades y tropelías a diestra y siniestra iniciando por accionar lo que pocos practican como la Justicia. Verdad y bondad tanto en lo laboral como en todo ámbito.