De manera que, está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después el juicio. Adiós, a la teoría de la reencarnación y cuento de vidas pasadas. El mejor, aliciente que podemos  mantener para realizar obras de Justicia, bondad y equidad es que así,  disfrutamos de la corona de vida aquí y ahora.

 Se asevera, que los practicantes de injusticias, aberraciones y perversidades  viven poco; pero los apegados a la verdad y honestidad vida longeva y sin penurias les espera.

El temor, a realizar lo que desagrada; hace accionar generalmente, bajo dirección de lo que agrada. Hogaño, no se busca sino agradar así mismo; aquí no existe restricción pues bien, todo aprobamos; dando rienda suelta a las  apetencias con estilo de vida orgiástico sumergido en excesos y sin límites.

Esta parece ser la vía rauda para malograr la vida; donde jamás vida plena alcanzaremos. El único temor a considerar debería ser ante Dios; pero ya lo hemos desterrado de nuestras acciones  cargadas de mentiras, injusticias e infamias a pesar de lo religiosos que aparentemos. 

El argumento manido, para cometer injusticias es que todos la practican y, no se puede ir contra la mayoría. Ser mayoría, en tal caso, no da indicios de ser lo correcto; pero sí asegura poseer las falencias   de la mayoría.

La rectitud, honestidad y bondad produce cien veces mejor aquí y ahora; pero pocos la emplean. El estilo de vida hogaño es la rapiña, violencia e infamia; donde su fin es la muerte. 

Por la caterva, de iniquidades realizadas así, tenemos por difícil e infructuoso practicar Justeza, honestidad y rectitud. Ya que, las aberraciones, injusticias y truhanerías  obnubilan el discernimiento del bien y del mal.

Pocos, deciden remar contra la corriente mayoritaria, que estigmatiza de inutilidad la rectitud, veracidad y justicia, por lo tanto, se porta vida corta. En la práctica frecuente de lo recto y justo se alcanza la vida abundante y longeva.

Actuar con Justeza, honradez, equidad y bondad  por lo regular se adquiere en la travesía de penurias y grandes sufrimientos. El vuelco, de perspectiva de vida encausará hacia mejor calidad de vida; cuando decidamos atender la rectitud. Antes, de los sufrimientos pues bien, considera un desempeño Justo.

Pero somos, de hacer caso omiso ante lo que exprese rectitud; de seguro capotearemos lo porvenir; sin comprender que ya llegó  solo con menor intensidad, misma que aumentará hasta no haber retorno.

En la, vorágine de la vida presente, donde priorizamos el dinero; perdemos, de vista la misericordia, rectitud, honestidad y bondad. Todo lo hemos cosificado a fin de, nulificar la conciencia; concediendo alto margen para las infamias en la obtención de dinero.

Llegamos  al detrimento; pero no desistimos de practicar injusticias, aberraciones y truhanerías. Cuando la vida  longeva, sin penurias y duradera efectivamente, permanece en la práctica de Justicia

  

No hablar mal de nadie; ser pacíficos, amables mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres,  será concomitante para dejar  de aborrecer unos a otros. Es claro, que esto no surgirá por iniciativa propia; pero si por determinación propia; en la elección de la fe en el único Creador y sustentador. Donde, creamos o no,  él  actúa.

Es cierto, que donde no hay envidia, egoísmo y maldades es superfluo la estridencia.  Solo que hogaño pernea todo espacio sin justicia; deberemos accionar con Justicia para portar vida longeva y abundante.