Incremento de violencia   es por desconocer  las acciones justas, y límites de comportamiento factible a ser merecedores de vida abundante, no de  proceder fortuito, más bien de confianza en que lo que acontezca es causado por dos  razones 1.- Las hemos originados por nuestro estilo de conducta desprovisto de Justicia, rectitud y  bondad 2.- Por ser necesarias a fin de extraer de ellas madurez.

Lo frecuente es reaccionar con furia a toda circunstancia adversa, no tomado aprendizaje de lo que aparenta adversidad.

A fin de saber como reaccionar y resolver con el menor esfuerzo posible.

Desadvertidos que la deslealtad Espiritual abarca tanto relaciones inter personales con nuestro proceder cotidiano,  así como el de agradar a quien juzga toda acción sea buena o mala.

Algunos transitan despreocupados cometiendo, toda clase de malicia sin atender que la vida devolverá del mismo tipo de acciones que realizamos; pero cuando no importa más que el aquí y ahora tenga seguro que ese lapso será plagado de angustias y carencias en todo ámbito.

Cambia la perspectiva de vida en los que han transitado por experiencias cercanas a la muerte, más poco se puede hacer por advertir a los demás, a fin de evitar esas angustias y si estos toman por extremista o algo peor la honestidad, rectitud y bondad pareciera imposible.

Más esa imposibilidad es digerida por situaciones extremas ya que se obedece a experiencias personales y no a ejemplos.

A cada persona  se le presenta el momento idóneo a fin de tomar la gracia que  es la práctica continua de la rectitud,  honestidad y bondad con fe en Cristo Jesús de Nazaret, no se moleste si al presente esto le suena  absurdo; al momento de llegar situaciones  que sale de nuestro control estaremos dispuesto a tomar  lo que sea si esto brinda algún paliativo.

Tal vez bueno sería mejorar nuestras acciones  desde ahora, rumbo a la gracia evitado tomar lo que puede producir adversidades.

Atender fetichismo, signos y cartas zodiacales, puede retrasar nuestro avance en la mejora de calidad de vida, por colocar expectativas en lo que no tiene peso Espiritual.

Mejoras perdurables y reales obtendremos, priorizando nuestro desempeño conducente a la Justicia y la paz desechando el egoísmo imperante.

Mejorar  calidad de vida comprende, hablar  verdad conducente a la paz y prudencia con nuestro prójimo, evitar intensión de daño o malicia  contra nuestro prójimo, no regodearse con el daño ajeno causado por nuestra participación en chismes, evitando escuchar estos.

Estos son indicios de cultivar la Justicia y paz a fin de convertir en regocijo y alegría donde otros obtienen negativas, dificultades y carencias.

Claro que después de atender el ámbito Espiritual rectifiquemos en el  material como alimentación, descanso y actividad.

No pretendamos mejorar algo, sin atender lo principal.