Estamos tan
acostumbrados a un actuar injusto, acareando deshonestidades, mentiras,
manipulación que es hechicería, y toda clase de acciones que vemos a  los demás que nos resulta increíble
considerar una forma de vida recta, que identifique un buen desempeño diario
ante el Creador, así como las riquezas Espirituales y materiales existentes en
un actuar justo, verdadero, honesto y en bondad.
Que pocos
pueden mostrar con sus vidas no con palabrerías, la forma real y correcta es la
menos transitada por la humanidad,  esta
es la rectitud de pensamientos, palabras y acciones, donde empezamos con
pensamientos y terminamos con acciones.
No tenemos
un cúmulo de acciones, que sea plausible delante del Justo y Verdadero, lo cual
evidencia no estar viviendo acorde para lo cual fuimos creados.
Por eso
mismo producimos tantas adversidades, que cuando toca en carne propia
preguntamos ¿donde esta Dios que permite que me acontezca? Lo lógico sería ¿teníamos
contemplado a Dios cuando propiciamos esa adversidad?
 
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