miércoles, 27 de marzo de 2013


El discernir que debemos rectificar algo de nuestro proceder, no es cosa de nuestra intención y voluntad sino más bien capacidad Espiritual activada por una convicción de actuar recto y justo que causa una comprensión no fanática de que fuimos colocados para algo específico.

La comprensión llega por alguna circunstancia de vida o muerte, es hasta entonces que prestamos atención a los avisos anteriores, porque la bogaren  conducta de vida y nuestra tozudez nos impele ver que la verdadera vida es rectitud y Justicia y no lo que vemos injusticia, fraude, violencia y robo.

La casual de que los que siguen esta conducta de vida, se conformen con sobre vivir y no con vivir la paz que produce la Justicia.

 

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