Dejemos a
un lado nuestras con venencias y demos paso a la compasión, misericordia y
verdad para comprobar que los frutos de rectitud son mejores que este estilo
que abunda en egoísmo y mezquindad e injusticia.
Puede ser
que hasta que los que nos rodean vean la Justicia, en todo ámbito de desempeño
diario sepan que tratar con nosotros es sinónimo de rectitud, honestidad y
verdad en palabras y hechos.
No
claudiquemos en el sentir de vivir en Justicia, que al tiempo oportuno
recibiremos pago de nuestras acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario