Todo lo que digamos o pensemos, deberemos hacerlo sabiendo que frutos acordes a nuestras acciones recibiremos, esto es que la vida nos trata como tratemos a nuestros semejantes.

No deberemos recurrir a la mentira, deshonestidad e injusticia si deseamos tener a nuestro favor, un estilo de vida que nos haga merecedores de confianza y por consiguiente mejores oportunidades de desempeño en presencia de nuestro Creador y los que nos rodean.

No dejemos de elogiar lo que es justo y recto, no según nuestras apreciaciones sino, indaguemos en nuestro manual de vida para mejorar.